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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Serie para Preparar el Intento - Primer Grupo: Aplastar Energía para el Intento

En cuanto organismos, los seres humanos llevan a cabo una estupenda maniobra de percepción que, lamentablemente, crea un equívoco, un falso frente: asimilan toda la afluencia de pura energía que discurre por el universo y la convierten en datos sensoriales que interpretan según un severo sistema que los chamanes denominan la forma humana. El acto mágico de interpretar la energía pura da origen al equívoco, a la peculiar convicción que los seres humanos tienen de que su sistema de interpretación es lo único que existe.

Por ejemplo: tal como lo conocen los humanos, árbol es interpretación más que percepción. Para establecer la presencia del árbol, los seres humanos sólo necesitan una mirada superficial que prácticamente no les muestra nada. El resto es el fenómeno que es definido como la llamada del intento, el intento del árbol, es decir, la interpretación de datos sensoriales correspondientes al fenómeno concreto que los humanos denominan árbol. Al igual que en el ejemplo, el mundo de los seres humanos se compone de un repertorio infinito de interpretaciones en las que los sentidos desempeñan una función mínima. En síntesis, el sentido de la vista es el único que roza la afluencia de energía que discurre por el universo y sólo lo hace de modo superficial.

Casi toda la actividad perceptiva de los seres humanos es interpretación y los humanos son la clase de organismos que únicamente necesitan una entrada mínima de percepción pura para crear su mundo o que sólo perciben lo suficiente para poner en marcha el sistema de interpretación.

Puesto que el tema de la primera serie de la Tensegridad consiste en preparar a los practicantes para el intento es importante repasar la definición de los chamanes. El intento es el acto tácito de llenar los espacios vacíos dejados por la percepción sensorial directa o enriquecer los fenómenos observables mediante un intento de totalidad que desde la perspectiva de la percepción pura no existe.

Convocar el intento es el acto de intentar la totalidad. El acto de intentar no pertenece a la esfera física. Dicho de otra manera, no forma parte de los elementos materiales del cerebro u otro órgano. El intento trasciende el mundo conocido. Es algo semejante a una ola energética, a un rayo de energía que se adhiere a nosotros.

Dada la naturaleza extrínseca del intento, se distingue entre el cuerpo como parte del conocimiento de la vida cotidiana y el cuerpo en cuanto unidad energética que no se relaciona con dicho conocimiento. La unidad energética incluye las partes del cuerpo que no se ven, como los órganos internos, y la energía que fluye por éstos; y es con dichas partes con las que la energía se percibe directamente.

En virtud del predominio de la vista en nuestro modo habitual de percibir el mundo, los chamanes del antiguo México describieron como ver el acto de percibir directamente la energía. Consideraban que percibirla a medida que fluye por el universo significa que la energía adopta configuraciones generales y específicas que se repiten coherentemente y que cualquiera que vea puede percibirlas en los mismos términos.

El ejemplo más significativo de la coherencia de la energía que adopta configuraciones específicas es la percepción del cuerpo humano cuando se lo ve directamente como energía. Como ya hemos dicho, los chamanes perciben al ser humano como un conglomerado de campos de energía que crean la impresión global de una definida esfera de luminosidad. En este sentido, los chamanes describen la energía como una vibración que se aglutina y forma unidades cohesivas. Dicen que el universo se compone de configuraciones energéticas que el ojo vidente percibe como filamentos o fibras luminosas que se entrecruzan sin enredarse. Para el pensamiento lineal se trata de un planteamiento incomprensible y contiene una contradicción irresoluble: ¿cómo es posible que las fibras se entrecrucen sin enredarse.

Los chamanes describían sólo los acontecimientos y si sus descripciones parecían inadecuadas y contradictorias se debía a las limitaciones de la sintaxis, ya que eran tan exactas como cabe imaginar.

Los chamanes del antiguo México describían el intento como una fuerza eterna que impregna todo el universo y que es consciente de sí misma hasta el extremo de responder a la llamada o la orden de los chamanes. A través del intento no sólo desplegaron todas las posibilidades humanas de percepción, sino las de la acción. Por medio del intento hicieron realidad las formulaciones más rebuscadas.

El límite de la posibilidad humana se llama la banda del hombre, lo que quiere decir que existe una frontera que delimita las capacidades humanas dictadas por el organismo. Estas fronteras no son los límites del pensamiento organizado, sino los de la totalidad de los recursos que nuestro organismo alberga. Dichos recursos no se utilizan, sino que permanecen en su sitio por las ideas preconcebidas acerca de las limitaciones humanas, limitaciones que nada tienen que ver con el potencial real de los seres humanos.

Puesto que percibir la energía como fluye por el universo no es algo arbitrario o idiosincrásico, los videntes son testigos de formulaciones de energía que suceden espontáneamente y no están modeladas por la intervención humana. Así, en y por sí misma, la percepción de estas formulaciones es la clave que libera el potencial humano cerrado que casi nunca entra en juego. Para alcanzar la percepción de estas formulaciones energéticas hay que recabar la totalidad de las capacidades perceptivas de los seres humanos. La serie para preparar el intento se divide en cuatro grupos: el primero se denomina aplastar energía para el intento; el segundo, agitar energía para el intento; el tercero, acumular energía para el intento y el cuarto, aspirar la energía del intento.

Primer grupo: Aplastar Energía para el Intento

La energía imprescindible para manejar el intento se disipa constantemente desde los centros vitales situados alrededor del hígado, el páncreas y los riñones y se deposita en la parte inferior de la esfera luminosa que somos. Dicha energía debe agitarse y reconducirse sin cesar. Los nuevos chamanes recomendaron con gran ahínco la agitación sistemática y controlada de la energía con ayuda de las piernas y de los pies. Opinaban que las largas caminatas, una de las características inevitables de su existencia, dan por resultado una agitación excesiva de la energía, agitación que no cumple fin alguno. Por esta razón las largas caminatas fueron su justo castigo y equilibraron el exceso de energía mediante la ejecución de pases mágicos específicos que practicaron mientras andaban.

Los nuevos chamanes opinaban que este conjunto –compuesto por quince pases mágicos, cuya función consiste en agitar energía con los pies y las piernas─ es la forma más eficaz de conseguir lo que denominaban aplastar energía. Cada paso es un pase mágico que incorpora el control del aplastamiento de la energía y, si lo desean, los practicantes pueden repetirlos cientos de veces sin preocuparse por la agitación excesiva de la energía.

1. Moler Energía con los Pies
Durante unos segundos y para alcanzar el equilibrio, el cuerpo gira sobre las eminencias metatarsianas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. A continuación el peso del cuerpo pasa a los talones y los giros se realizan desde esta base de sustentación, con los dedos ligeramente separados del suelo al girar y apoyados cuando los pies alcanzan la inclinación máxima.





Una de las consecuencias físicas de moler energía de esta manera es el aumento de la circulación en los pies, las pantorrillas y los muslos hasta la zona de la entrepierna. A lo largo de los siglos los chamanes lo han utilizado para restablecer la flexibilidad de las extremidades lesionadas por el uso cotidiano.

2. Moler Energía con Tres Deslizamientos de los Pies
Los pies giran tres veces sobre los talones, repitiendo el movimiento del pase mágico anterior. Se realiza una pausa fugaz y se vuelve a girar tres veces. Cabe destacar que en los tres primeros pases mágicos de esta serie la clave radica en el desplazamiento de los brazos que avanzan y retroceden rápidamente.

El efecto se incrementa si la energía se muele de manera discontinua. La consecuencia física de este pase mágico consiste en una rápida oleada de energía por si hay que correr, huir del peligro o cualquier otra cosa que exija una intervención veloz.

3. Moler energía con el deslizamiento lateral de los pies





La secuencia se invierte y se desplaza uno sobre los talones, a continuación se hace lo mismo apoyándose en las eminencias metatarsianas y finalmente de nuevo en los talones, siempre a la derecha.

La consecuencia física de estos tres pases mágicos es la estimulación de la circulación en todo el cuerpo.

4. Mezclar Energía Golpeando el Suelo con los Talones
Este pase mágico es similar a caminar sin moverse del sitio.



Éste pasa de una a otra, reposa en la pierna que no se mueve y es la otra la que ejecuta el movimiento. Los brazos se mueven igual que en el pase mágico anterior.

La consecución física de este pase mágico y del siguiente es muy parecida a la de los tres anteriores: la sensación de bienestar que impregna la zona pélvica después de ejecutar los movimientos.

5. Mezclar Energía Golpeando el Suelo Tres Veces con los Talones
Este pase mágico es igual que el anterior, salvo que el movimiento de las rodillas y los pies no es continuo. Se interrumpe después de que los talones se posan tres veces en el suelo de manera alterna. La secuencia es la siguiente: izquierda, derecha, izquierda y pausa; derecha, izquierda, derecha y pausa; y así sucesivamente.

Los primeros cinco pases mágicos de este grupo permiten que los practicantes alcancen un rápido aumento de la energía en los casos en que es necesaria en la sección media del torso, en la entrepierna o, por ejemplo, cuando tiene uno que realizar una carrera larga o trepar rápidamente por las rocas o a los árboles.

6. Recoger Energía con las Plantas de los Pies y Hacerla Subir por el Interior de las Piernas



Con este pase mágico forzamos el ascenso de la energía para el intento por el interior de las piernas, lugar que según los chamanes es la zona de almacenamiento de la memoria cinética. Este pase mágico se emplea para liberar la memoria de los movimientos o facilitar el recuerdo de nuevos movimientos.

7. Agitar Energía con las Rodillas



Se vuelve a colocar la pierna izquierda en posición de pie, ejecutando el mismo movimiento con la rodilla derecha y alternando entre una y otra.

8. Llevar al Tronco la Energía Agitada con las Rodillas
Este pase mágico es la continuación energética del anterior.



Se ejecuta el mismo movimiento con la derecha y alterna entre una y otra pierna.

La punta del pie dirigida al suelo garantiza que los tendones de los tobillos se tensen y sacudan diminutos centros en los que la energía se acumula.

Los chamanes opinan que estos centros de los tendones probablemente son los más importantes de las extremidades inferiores, tanto que por medio de este pase mágico podrían despertar los demás centros diminutos de energía repartidos por el cuerpo.

Éste pase mágico y el anterior se practican juntos para proyectar la energía para el intento, acumulada en las rodillas, hacia los dos centros de vitalidad situados alrededor del hígado y el páncreas.

9. Patear Energía por Delante y por Detrás del Cuerpo




Los brazos cuelgan a los lados del cuerpo porque en este pase mágico sólo participan las extremidades inferiores, lo que les proporciona flexibilidad.

El objetivo consiste en elevar tanto como sea posible no sólo la pierna que patea hacia delante, sino la que lo hace hacia atrás. Al ejecutar la patada hacia atrás, el tronco debe estar ligeramente inclinado para facilitar el movimiento, posición que se usa como modo natural de absorber la energía agitada en las extremidades. Este pase mágico se ejecuta para ayudar al cuerpo que sufre problemas de digestión debidos al cambio de dieta o cuando es necesario recorrer grandes distancias.

10. Elevar Energía desde las Plantas de los Pies



Lo ideal sería asir de manera ligera la planta del pie y soltarla instantáneamente.



Se repite el mismo movimiento con el pie derecho, elevando las manos desde el pie hasta la altura del hígado y la vesícula biliar.

Los movimientos se ejecutan alternativamente con una pierna y la otra.

Al igual que en el pase mágico anterior, la inclinación del tronco permite que la energía de las plantas de los pies se traslade a los dos centros energéticos vitales que rodean el hígado y el páncreas. Este pase mágico contribuye a la consecución de la flexibilidad y alivia problemas digestivos.

11. Derribar un Muro de Energía



En cuanto el pie toca el suelo, se eleva el derecho de la misma manera y se repite alternando uno y otro pie.

12. Atravesar una Barrera de Energía



En cuanto se apoya el pie en el suelo, se eleva la otra pierna para ejecutar el mismo movimiento.

13. Patear una Puerta Lateral
Se trata de una patada-empujón que se ejecuta con las plantas de los pies.



Se desanda lo recorrido hacia la izquierda con el pie izquierdo y se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derecho.

14. Partir una Pepita de Energía



En cuanto la punta del pie da el golpe, éste vuelve a su posición habitual y se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derechos.

15. Quitar el Barro de Energía




La otra pierna soporta el peso del cuerpo y el tronco está ligeramente inclinado para que los músculos del estómago participen en la ejecución de este pase mágico. En cuanto el pie recupera su posición habitual, se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derechos.

Los chamanes llaman pasos en la naturaleza a los cinco últimos pases mágicos de este grupo.

Los practicantes pueden realizarlos mientras caminan, hacen negocios e incluso mientras están sentados y charlan.

La función de estos pases mágicos consiste en acumular energía con los pies y utilizarla con las piernas en situaciones que requieren concentración y el uso rápido de la memoria.

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miércoles, 14 de febrero de 2024

La Energía de los Tendones

La supervivencia depende muchas veces de la capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente. El movimiento forma parte de esa adaptación.

Los tendones anclan los músculos con firmeza en los huesos. Están compuestos de tejido conjuntivo fibroso denso y con forma de gruesos cordones, los tendones tienen gran resistencia.

Los chamanes del antiguo México daban suma importancia a la fuerza que denominaban energía de los tendones. Afirmaban que la energía vital se desplaza por el cuerpo a través de un vía exclusiva formada por los tendones. Ya desde la más remota antigüedad, los chamanes, llamaron energía de los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los músculos profundos que van desde el cuello hasta el pecho, los brazos y la columna vertebral, atraviesa el abdomen superior e inferior desde el borde de la caja torácica hasta la entrepierna y desde aquí se desplaza a los dedos de los pies.

El inicio tradicional de la utilización de la energía de los tendones radica en el uso de algunos recursos sencillos empleados de dos formas:
1. Creando un efecto vibratorio en determinados centros de la energía de los tendones.
2. Provocando el efecto de la presión en los mismos centros.

El efecto vibratorio es el agente que sirve para aflojar la energía estancada. La presión es el agente que dispersa la energía.

Es necesario fluidificar mediante la vibración la energía alojada en un centro de los tendones y luego hay que presionarla para que siga fluyendo.
Resultaría nefasto presionar directamente los puntos de energía del cuerpo sin antes haberlos sometido a una vibración preliminar, ya que la energía estancada se tornaría incluso más inerte si se la somete a presión.

Al trabajar con los músculos y con la energía de los tendones se nos dará la información sobre el estado global de salud, enfermedades agudas que nos podrían aquejar, los trastornos crónicos, cuadros de comportamiento, las alteraciones psicológicas y un sinfín de posibilidades para comprender el estado real de la persona, así como una guía eficiente para iniciar un proceso basado en las necesidades prioritarias que expresará la propia persona.
No se trata de curar o sanar ninguna enfermedad. Lo que se consigue es equilibrar el flujo de la energía y la postura de la persona, poniendo el cuerpo en la mejor condición para que pueda sanarse a sí mismo.

Cada célula contiene suficiente información como para construir un cuerpo entero, siendo reemplazadas por lo menos cada siete años. Actualmente, algunos investigadores creen que todos los elementos se reemplazan cada nueve meses, y que muchas células se reemplazan todavía más rápidamente. Las células de los intestinos viven solo 36 horas.
Nada supera el poder que tiene nuestro cuerpo para sanarse a sí mismo.

Los pases mágicos que movilizan la energía de los tendones producen un efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no son ejercicios físicos, ni posturas corporales, aunque lo parezcan; sino verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser.
La magia de los movimientos radica en el cambio sutil que se experimenta al practicarlos, introduciendo en el estado físico y mental del practicante una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada… este cambio sutil es el “toque del espíritu”.
Es como si a través de los movimientos, los practicantes recuperaran un vínculo inutilizado con la fuerza de la energía vital que los sustenta.

Otro motivo por el cual los movimientos se denominan pases mágicos consiste en que, al practicarlos, en lo que a percepción se refiere, los practicantes son transportados a otros estados del ser en los que perciben el mundo de manera indescriptible.
En virtud de esta cualidad de su magia, los pases no deben practicarse como ejercicios, sino como un modo de llamar al poder.

Cuando se ejecutan los movimientos, los practicantes deben comprender la interacción que se crea entre la relajación y la tensión de determinados músculos para acceder a un deseado estallido físico que llamamos energía de los tendones. Se trata de una verdadera explosión de los nervios y los tendones situados debajo del centro de los músculos.

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lunes, 12 de enero de 2015

Las Cuatro Adicciones Universales

Lo que llamamos adicciones individuales, como las drogas, el alcohol, etc., quizá sean en realidad síntomas de patrones de adicción más profundos que compartimos como especie. Al observar las adicciones desde una perspectiva intercultural, descubrimos que efectivamente es así, y que hay cuatro pautas básicas de adicción que los seres humanos compartimos:
1. La adicción a la intensidad. En este caso, el recurso humano no reconocido es la expresión del amor.
2. La adicción a la perfección. El recurso humano no reconocido es la expresión de la excelencia y el uso del justo poder.
3. La adicción a la necesidad de saber. El recurso humano no reconocido es la expresión de la sabiduría.
4. La adicción a estar atado a lo que no funciona más que a lo que funciona. El recurso humano no reconocido es la expresión de la visión y de la perspectiva holística.


La “adicción a la intensidad” suele estar presente en los individuos que no soportan el aburrimiento. Si las cosas se vuelven rutinarias y sin chispa, la gente adicta a la intensidad dramatiza y exagera sus experiencias para sentirse viva. Muchas de estas personas utilizan las drogas, el alcohol o el sexo para intensificar su vivencia y crear la ilusión de más chispa y vitalidad. La intensidad es el lado sombrío del amor. Si la adicción a la intensidad está bien desarrollada, el aspecto que espera ser integrado es el recurso humano del amor y el corazón apasionado.

La segunda de las adicciones es la “adicción a la perfección”. Hay una clara diferencia entre perfección y excelencia. La perfección no tolera errores, mientras que la excelencia los incorpora y aprende de ellos. Las personas adictas a la perfección muestran poca tolerancia hacia los errores o a exponerse a cualquier vulnerabilidad, sea del tipo que sea. Equiparan la vulnerabilidad con la debilidad más que con la fuerza.
Cuando somos adictos a la perfección, negamos nuestra humanidad y dedicamos toda nuestra energía a mantener la imagen que queremos dar, nuestra fachada, en lugar de mostrarnos tal como somos. La perfección es el lado sombrío de la excelencia y del uso correcto del poder. Si esta adicción está bien desarrollada, lo que espera ser integrado es el recurso humano del poder y unas excelentes dotes de mando.

La “adicción a la necesidad” de saber es la tercera de las adicciones compartidas por la humanidad. Es importante informarse y saber cosas, pero cuando esta adicción está presente uno se ve impulsado compulsivamente por la necesidad de saber o entender. A estos individuos no les gustan los sucesos inesperados ni las sorpresas. Cuando somos adictos a la necesidad de saber, nos convertimos en maestros del control y tenemos fuertes problemas de desconfianza. Todo tiene que ser analizado, la información ha de ser controlada y debemos seguir una estrategia en las relaciones.
Nos hacemos dogmáticos, justicieros, críticos y arrogantes. Estas características son el lado sombrío de la sabiduría. Si esta adicción está bien desarrollada, el recurso humano de la sabiduría, que conlleva características como la objetividad, la claridad y el discernimiento, está esperando ser integrado.

La cuarta es la “adicción a estar atado a lo que no funciona” en lugar de a lo que funciona. La verdad es que la mayor parte de nuestra vida, cuando la miramos como una totalidad, funciona. Tan solo es una porción, una parte de la vida la que no funciona… no su totalidad. Si esta adicción está muy desarrollada, existe una tendencia a exagerar las experiencias negativas y a ampliarlas desproporcionadamente. Tendemos a mirar la vida desde una perspectiva fija, no reconocemos nuestros ciegos y somos incapaces de confiar en la intuición.
Esta adicción es el lado oscuro de las cuatro formas de ver: intuición, visión interior, percepción y visión holística. Las cuatro formas de ver nos permiten integrar plenamente el don de la visión y liberarnos de la adicción que nos fija a lo que no funciona. Cuando esta adicción está plenamente desactivada, comenzamos a mirar y valorar las bendiciones, dones, talentos y recursos de que disponemos en nuestra vida.

Prueba a hacer el siguiente proceso:
1º Pregúntate de las cuatro adicciones, ¿en cuál tengo más experiencia y cuál está más desarrollada en mí?

2º Identifica tu herida: esa historia personal que siempre compartes y que está vinculada con algún suceso traumático.

3º Ofrece esa herida a un árbol especial y no vuelvas a hablar de ella.

Esta práctica se utiliza para que nos comprometamos con la sanación de nuestras heridas.

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lunes, 17 de marzo de 2014

La Energia de los Tendones

La supervivencia depende muchas veces de la capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente. El movimiento forma parte de esa adaptación.

Los tendones anclan los músculos con firmeza en los huesos. Están compuestos de tejido conjuntivo fibroso denso y con forma de gruesos cordones, los tendones tienen gran resistencia.

Los chamanes del antiguo México daban suma importancia a la fuerza que denominaban energía de los tendones. Afirmaban que la energía vital se desplaza por el cuerpo a través de un vía exclusiva formada por los tendones. Ya desde la más remota antigüedad, los chamanes, llamaron energía de los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los músculos profundos que van desde el cuello hasta el pecho, los brazos y la columna vertebral, atraviesa el abdomen superior e inferior desde el borde de la caja torácica hasta la entrepierna y desde aquí se desplaza a los dedos de los pies.

El inicio tradicional de la utilización de la energía de los tendones radica en el uso de algunos recursos sencillos empleados de dos formas:
1. Creando un efecto vibratorio en determinados centros de la energía de los tendones.
2. Provocando el efecto de la presión en los mismos centros.

El efecto vibratorio es el agente que sirve para aflojar la energía estancada. La presión es el agente que dispersa la energía.

Es necesario fluidificar mediante la vibración la energía alojada en un centro de los tendones y luego hay que presionarla para que siga fluyendo.
Resultaría nefasto presionar directamente los puntos de energía del cuerpo sin antes haberlos sometido a una vibración preliminar, ya que la energía estancada se tornaría incluso más inerte si se la somete a presión.

Al trabajar con los músculos y con la energía de los tendones se nos dará la información sobre el estado global de salud, enfermedades agudas que nos podrían aquejar, los trastornos crónicos, cuadros de comportamiento, las alteraciones psicológicas y un sinfín de posibilidades para comprender el estado real de la persona, así como una guía eficiente para iniciar un proceso basado en las necesidades prioritarias que expresará la propia persona.
No se trata de curar o sanar ninguna enfermedad. Lo que se consigue es equilibrar el flujo de la energía y la postura de la persona, poniendo el cuerpo en la mejor condición para que pueda sanarse a sí mismo.

Cada célula contiene suficiente información como para construir un cuerpo entero, siendo reemplazadas por lo menos cada siete años. Actualmente, algunos investigadores creen que todos los elementos se reemplazan cada nueve meses, y que muchas células se reemplazan todavía más rápidamente. Las células de los intestinos viven solo 36 horas.
Nada supera el poder que tiene nuestro cuerpo para sanarse a sí mismo.

Los pases mágicos que movilizan la energía de los tendones producen un efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no son ejercicios físicos, ni posturas corporales, aunque lo parezcan; sino verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser.
La magia de los movimientos radica en el cambio sutil que se experimenta al practicarlos, introduciendo en el estado físico y mental del practicante una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada… este cambio sutil es el “toque del espíritu”.
Es como si a través de los movimientos, los practicantes recuperaran un vínculo inutilizado con la fuerza de la energía vital que los sustenta.

Otro motivo por el cual los movimientos se denominan pases mágicos consiste en que, al practicarlos, en lo que a percepción se refiere, los practicantes son transportados a otros estados del ser en los que perciben el mundo de manera indescriptible.
En virtud de esta cualidad de su magia, los pases no deben practicarse como ejercicios, sino como un modo de llamar al poder.

Cuando se ejecutan los movimientos, los practicantes deben comprender la interacción que se crea entre la relajación y la tensión de determinados músculos para acceder a un deseado estallido físico que llamamos energía de los tendones. Se trata de una verdadera explosión de los nervios y los tendones situados debajo del centro de los músculos.

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martes, 11 de marzo de 2014

Alegria y Satisfaccion en la Vida Cotidiana

Liberar el agotamiento físico, psíquico y emocional desde una perspectiva positiva, es una de las metas principales de los pases mágicos de la Tensegridad a la vez que se incrementan la alegría y la satisfacción en la vida cotidiana de las personas que la practican.

La relación mente-cuerpo ha despertado gran entusiasmo hoy en día en nuestro mundo, la Tensegridad ayuda a calmar la ansiedad mental y, con ello, a que la persona inhibida se libere, que la persona temerosa tenga confianza en sí misma y que la persona reprimida goce de horizontes insospechados.


Al practicar en tu vida diaria los sencillos pases mágicos de la Tensegridad verás cómo tu organismo emite una energía propia que, al canalizarse en la forma adecuada, influye positivamente en los trastornos energéticos del cuerpo que afectan a la salud en general.

Una de las tareas primordiales del hombre y la mujer modernos es saber liberar sentimientos y fuerzas que provocan tensiones musculares y agotamientos indeseables. Por ello, la Tensegridad es un medio ideal para tener una vida más plena y feliz.

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sábado, 25 de enero de 2014

Abriendose Uno Mismo al Intento

Este es un pase mágico básico que se ha alterado de manera mínima para su presentación.
Se le llama “Abriéndose Uno Mismo al Intento”, porque eso es literalmente lo que se logra con este pase.
La idea de los chamanes que vivieron en el antiguo México es que el intento es una fuerza perenne que existe en el universo como la gravedad o el electromagnetismo, y que esta fuerza obedece la solicitud del hombre si se hace con determinación y persistencia.
El humor cognoscitivo de esos chamanes del antiguo México, que parece haber precedido a la revolución agrícola, era buscar ayuda fuera de lo que formaba parte de su sistema cognoscitivo. Para ellos, la única perspectiva posible era ordenar el intento, decirle qué hacer.
Su arte, sin embargo, era expresar sus órdenes con la fuerza apropiada pero sin ninguna arrogancia.
La solicitud al intento en este caso es permitirnos salir de nuestro filamento. Este pase envuelve el movimiento del tronco superior y de los brazos en respiración continua.
Simboliza la incorporación de fuerzas externas haciéndoles el gesto de invitación y tomando la respuesta a través de la respiración.

Comienza con el movimiento del brazo izquierdo al hombro derecho y una rápida inhalación que llenan los pulmones superiores para servir como fuente de energía inmediata.
Es seguida, casi inmediatamente, con un gesto del brazo derecho que se extiende hacia delante, como símbolo de ofrecimiento a las fuerzas circundantes.
Luego una aguda exhalación y el movimiento del brazo izquierdo que usa el derecho como un trampolín para proyectar la energía hacia el infinito.
Observe que el hombro derecho debe ser echado hacia atrás lo más alejado como sea posible. Este es un movimiento que pone el tronco casi de perfil.
El brazo izquierdo es retraído otra vez usando el derecho como un corredor mientras se toma una respiración profunda.
El brazo izquierdo regresa al hombro derecho y desde allí se extiende en arco, manteniendo el hombro tan alejado como sea posible.
El brazo derecho sigue al izquierdo dibujando un arco similar y en esta etapa del pase mágico se termina con los hombros tan extendidos como se pueda y la espalda se arquea para compensar el movimiento delantero de los hombros.

Las palmas miran hacia arriba y los pulgares se retraen hacia el medio de la palma. Entonces se grita la palabra “Intento”.

Se realiza una respiración muy profunda a medida que los brazos se estiran violentamente a los lados hasta que las yemas toquen la caja torácica.
Se realiza una exhalación profunda, ayudada por la rotación de las palmas hacia abajo y empujando con los pulgares en su posición natural.


Los dedos se unen con el meñique separado del resto.

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sábado, 18 de enero de 2014

Postura Corporal y el Bagaje Psico-Emocional

El conjunto de nuestras emociones y pensamientos, de nuestras vivencias personales, sociales y subjetivas nos han configurado y transformado, minuciosamente, en lo que hoy somos. El cuerpo grava y hace suya esa información reinterpretándola a través de gestos, poses, bloqueos, tensiones y modos de actuar, que terminan perpetuando una imagen física, a menudo fruto de una necesidad de protección del individuo, pero siempre adaptativa para el sujeto, su medio y su vivencia personal. El trabajo está en reinterpretar y hacer un aprendizaje con la información que genera malestar corporal para restablecer la armonía y el equilibrio postural.

Un abordaje desde la dimensión psicocorporal de la persona es un instrumento más de entendimiento de la postura humana, el cual nos permite entrar en contacto con nosotros mismos y nuestras tensiones corporales como paso previo a la adquisición de instrumentos que nos faciliten el restablecimiento de nuestro orden interno, nuestro fluir energético y la liberación de los bloqueos existentes.
No menos relevante es la consideración de nuestro entorno, como grupo primario de apoyo, sociedad o cultura, con el cual aprendemos a modificar nuestra manera de presentarnos al mundo según nos convenga, manteniendo patrones de sumisión o de autoridad, de contracción o de extensión a partir de situaciones determinadas. Es de ahí desde dónde podemos hablar de modelaje postural y de sus consecuencias psíquicas.
Atendemos lo corporal como un continuum entre lo interno y lo externo, un ritmo armónico entre el yo y la sociedad en la que vivimos, una correspondencia íntima entre psique y soma.

Cada cual dirige y guía sus propios recursos y posibilidades hacia el sentirse bien y el superarse día a día en el entramado de la vida y en la concreción de nuestra realidad como individuos, disponiendo de su cuerpo y, porque no, de su alma, como sabe y puede, con la satisfacción o frustración, de que va logrando avanzar, o no, un paso más en su evolución personal.
Afortunadamente, no podemos encargarnos de cambiar el mundo, pero si podemos hacer algo positivo por él cambiando esa pequeña parcela de la que somos dueños, es decir, nosotros mismos.


“No hay dualismo de mente y cuerpo, energía y materia o energía y cuerpo sino una estructura unificada de la que proceden los sentimientos, la excitación y la actitud psicológica”
Stanley Keleman

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lunes, 25 de noviembre de 2013

Los Centros de Vitalidad del Cuerpo Físico

Cada centro energético del cuerpo presenta una concentración de energía. Se trata de una especie de vórtice como un embudo que, desde la perspectiva de quien lo contempla, parece girar en el sentido contrario al de las agujas del reloj. La fortaleza de determinado centro depende de la fuerza de este movimiento. Cuando apenas se mueve, el centro está agotado, vacío de energía.
Los chamanes del México antiguo repararon en la presencia de éstos vórtices cuando escrutaron el cuerpo en estados de conciencia acrecentada.
Al “verlo”, experimentaron una gran curiosidad y los cartografiaron.

Podemos decir que el ser humano no es más que un conglomerado de miles de vórtices arremolinados, algunos tan pequeños que parecen un pinchazo de alfiler, lo que no impide que sean importantes. En su mayoría son vórtices de energía y ésta fluye libremente o queda atascada. Existen seis vórtices tan enormes que merecen un tratamiento especial. Son los centros de la vida y la vitalidad. En ellos la energía jamás se atasca, pero a veces la provisión es tan escasa que apenas giran.

Los enormes centros de vitalidad se encuentran en seis zonas del cuerpo:
El primero está situado en el costado derecho, en la zona del hígado y la vesícula biliar; el segundo en el costado izquierdo del cuerpo, en la zona del páncreas y el bazo; el tercero centro de vitalidad se encuentra en la espalda, en la zona de los riñones y las glándulas suprarrenales, el cuarto centro de vitalidad se ubica en la garganta, en el hueco de la base del cuello, en la parte anterior del cuerpo. El quinto está en los alrededores de la matriz y el sexto en la coronilla.

El quinto centro, que sólo tienen las mujeres, a veces presenta una energía peculiar que en los chamanes de la antigüedad produjo la impresión de fluidez. Se trata de una característica que sólo poseen algunas mujeres y que parece servir de filtro natural que elimina influencias superfluas.

El sexto centro, el de la coronilla, no posee un vórtice circular de energía, como los demás, sino un movimiento de péndulo que de algún modo recuerda a los latidos del corazón.
El sexto centro de energía no pertenece al hombre. De alguna manera, los seres humanos están sometidos a su asedio. Dicho centro ha sido tomado por un invasor, por un depredador que no se deja ver. La única forma de vencerlo es fortaleciendo los otros centros.

El centro de la coronilla no fluctúa como los otros centros. Se mueve hacia adelante y hacia atrás, con un desplazamiento repugnante y extraño. En el caso del guerrero capaz de vencer la mente, que los chamanes llaman instalación foránea, la fluctuación de dicho centro es exactamente igual a la de los restantes.

Percibido como un conglomerado de campos de energía, el ser humano es una unidad concreta y hermética a la que no se puede inyectar energía ni de la que ésta escapa.
La sensación de recobrar la energía se debe a la redistribución de la energía que anteriormente escapó de dichos centros. Por lo tanto, la energía vuelve a localizarse en los cinco centros de la vida y la vitalidad.

Postura Corporal y Bagaje Psicoemocional

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sábado, 19 de octubre de 2013

Algunas Ventajas de Practicar Tensegridad


La Tensegridad cuenta con un sinfín de ventajas y mejoras para el cuerpo y la salud. Se trata de una práctica suave que contribuye a aumentar la flexibilidad por incremento de la elasticidad muscular. Su práctica es fundamental para prevenir lesiones de músculos y tendones.

La Tensegridad, ejecutada con suavidad y lentitud, hace que el cuerpo se involucre con la mente en forma gradual, para lograr una sensación plácida de bienestar. Determina beneficios, tanto a largo plazo como de manera inmediata. Su práctica favorece la relajación física, elimina la rigidez, la inmovilidad o anquilosamiento muscular, reduce la fatiga y la pesadez, aumentando la sensación de ligereza y contribuyendo a corregir defectos posturales.

Gracias a la Tensegridad podemos conseguir una buena coordinación del cuerpo físico, permitiendo movimientos más amplios y fluidos, aumentando la posibilidad de movimiento de las distintas partes del cuerpo.
Su práctica favorece el desarrollo de la capacidad de percibir en qué lugares del cuerpo se acumula la tensión, se vuelve más fácil liberarse de ella, reduciendo la fatiga muscular y el dolor común en hombros, cuello, espalda, rodillas y muñecas.
Aumenta la propiocepción, o sea, la capacidad para sentir lo que nuestro cuerpo está haciendo y dónde se encuentra en el espacio. Las personas con malas posturas suelen tener una propiocepción escasa, que está vinculada con problemas en las rodillas y en la columna.

Usando la mente, la respiración y los movimientos del cuerpo, la Tensegridad, ayuda a activar la circulación de la energía de los tenndones, a fortalecer los órganos internos, ejercita los huesos, las articulaciones y los músculos, fomenta la relajación y el control del estrés, ayuda a prevenir lesiones ocupacionales y expande la conciencia en todos los niveles.

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martes, 15 de octubre de 2013

Pases Magicos de la Serie de la Masculinidad

Masculinidad fue el nombre que los chamanes dieron a determinado grupo de pases mágicos que descubrieron y que fueron los primeros en utilizar. Probablemente es la denominación más antigua de un grupo de pases mágicos. Originalmente, durante generaciones sólo los practicaron los chamanes del género masculino, discriminación que no se ejerció por necesidad, sino por cuestiones rituales y para satisfacer el impulso a favor de la supremacía masculina. De todas maneras, el impacto de la percepción realzada no tardó en acabar con dicho impulso.
Durante generaciones la arraigada tradición de que este grupo de pases mágicos sólo lo practicaban los hombres persistió de manera pseudo-oficial mientras las mujeres los ejecutaban en secreto. Las razones que dieron los antiguos chamanes para incluir a las mujeres respondieron a que, en virtud de las luchas y los conflictos sociales que les rodeaban, las mujeres necesitaban fuerza y vitalidad adicionales que, en su opinión, sólo se encontraba en los hombres que practicaban este grupo de pases mágicos. Por consiguiente, como muestra de solidaridad permitieron que las mujeres los ejecutaran. El secreto y la exclusividad de los antiguos chamanes se vinieron abajo e incluso les resultó imposible sostener las razones previas que justificaban la práctica de estos pases por parte de las mujeres. Lo cierto es que las practicantes los ejecutaban abiertamente.
El valor de este grupo de pases mágicos –el más antiguo de los que existen con nombre- radica en su continuidad. A lo largo de las épocas los participantes de un conjunto de chamanes nunca superaron los dieciséis miembros. Por lo tanto, ninguno estuvo en condiciones de ser testigo de la magnífica contribución energética de la masa humana. Para los chamanes sólo existió el consenso peculiar de unos pocos iniciados, consenso que introdujo la posibilidad de preferencias idiosincrásicas y de un mayor aislamiento.
El motivo de que este conjunto de movimientos se denomine masculinidad radica en su cualidad agresiva y porque los pases mágicos son muy vivaces y se ejecutan con gran fuera, características que suelen identificarse con la masculinidad. La práctica no sólo fomenta la sensación de bienestar, sino una cualidad sensorial específica que, si no se analiza, se confunde fácilmente con la discordia y la agresividad. Si se examina con sumo cuidado, inmediatamente queda de manifiesto que se trata de una inequívoca sensación de alerta que sitúa a los practicantes a un nivel desde el cual pueden lanzarse a lo desconocido.


Pases mágicos en los que las manos se mueven al mismo tiempo pero se mantienen separadas

1. Puños sobre los hombros
Las manos se colocan a los lados del cuerpo, con los puños cerrados y las palmas hacia arriba. Se levantan hasta un punto por encima de la cabeza, doblando los codos para que los antebrazos formen un ángulo de noventa grados con los brazos. El impulso para este movimiento se divide a partes iguales entre los músculos de los brazos y la contracción de los del abdomen.



2. Utilizar un instrumento cortante con cada mano


En cuanto se asestan los puñetazos, se repliegan las manos a la posición del principio, junto al borde de la caja torácica.

3. Lustrar con las palmas una mesa alta


Desde este punto se devuelven los brazos con la misma fuerza en la que comenzó el movimiento.

4. Golpetear energía con las manos
Se elevan los brazos por delante hasta la altura de los hombros. Los puños se cierran de forma angulosa, lo que significa que los dedos apoyados en la palma se inclinan fuertemente.


Las palmas han de quedar enfrentadas. La brusca sacudida de las muñecas hace que los puños desciendan ligeramente con gran fuerza. La posición de las muñecas no cambia; dicho de otra manera, sólo las manos giran sobre las muñecas.


Dada la cantidad de puntos energéticos que existen en las muñecas, los dorsos de las manos, las palmas y los dedos, para los chamanes este pase mágico es una de las mejores fuentes para ejercitar la energía de los tendones de los brazos.

5. Sacudir energía
Este pase mágico acompaña al precedente. En principio, los brazos se elevan por delante hasta situarlos a la altura de los hombros. Se forman puños angulosos, al igual que en el pase mágico anterior, aunque en este caso las palmas miran hacia abajo. Los puños se desplazan hacia el cuerpo mediante una sacudida de las muñecas.


La ejecución de este pase mágico requiere el uso intensivo de los músculos del abdomen, cuya actividad dirige la sacudida de las muñecas.

6. Tirar de una cuerda de energía


Este pase mágico consiste en sacudir las muñecas y hacer que las manos desciendan espasmódicamente con un movimiento corto y poderoso.


El contra movimiento consiste en sacudir las muñecas para que las manos suban al tiempo que se enderezan las rodillas y el tronco.

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viernes, 20 de septiembre de 2013

La Tensegridad es una Fuente de Salud

Para muchas personas, practicar Tensegridad es algo más que realizar ejercicio: la Tensegridad es una fuente de salud que crea un bienestar general.
Los distintos movimientos físicos y de respiración ayudan a mejorar el aspecto físico como también el psicológico.

Mejora la Circulación y Rejuvenece:
La respiración ayuda a conectar el cuerpo con su batería, el plexo solar, y al liberar la energía vital que se encuentra ahí, produce un rejuvenecimiento físico y mental.

Favorece el Tránsito Intestinal:
El síndrome de irritabilidad intestinal y el estreñimiento se deben al estrés, la Tensegridad puede aliviar el tránsito lento. Se podría decir que disminuye el riesgo de cáncer de colon porque el movimiento corporal facilita un transpone más rápido de los productos de desecho a través de los intestinos.

Serena la Mente y Se Vive más Sano:
La Tensegridad refrena las fluctuaciones mentales, reduce las curvas mentales de frustración, arrepentimiento, enfado y miedo, originadas por las tensiones diarias. Y como el estrés está implicado en los diferentes problemas de salud, que van desde migrañas e insomnio hasta ataques cardiacos, la persona que aprende a tranquilizar su mente vivirá más tiempo y más sano.

Aumenta la Autoestima:
La práctica regular de los pases mágicos de la Tensegridad ayudan a acceder a un aspecto diferente de uno mismo, sentirá gratitud, empatía y perdón, un sentimiento de que se forma parte de algo importante y que vale la pena disfrutar la vida.

Mejora la Postura:
Aumenta la propiocepción, o sea, la capacidad para sentir lo que nuestro cuerpo está haciendo y dónde se encuentra en el espacio. Las personas que tienen malas posturas suelen tener una propiocepción pobre, (capacidad de nuestro cuerpo de ubicar la posición de las articulaciones), que está relacionada con problemas en las rodillas y en la columna.

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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Adelgazar con Tensegridad

Estar alerta en tus actos es algo muy poderoso, especialmente cuando se trata del peso corporal.
Cuando la gente se da cuenta de sus actos, tienen una mejor toma de decisiones, por lo que tienen una mayor capacidad para descubrir qué hace que sus cuerpos y sus mentes estén sanos.

La práctica de la Tensegridad además de calmar la mente y de aportar una visión más clara y amable del día a día, es muy beneficiosa para tonificar y esculpir tu cuerpo.

Con la práctica constante de la Tensegridad te darás cuenta, por ejemplo, de lo bien que sabe la comida y comerás más conscientemente, y saboreando cada bocado.

La finalidad de la Tensegridad no es adelgazar, eso es algo que se da por sentado. El objetivo es tener paz y control interior para optimizar tu calidad de vida, porque cuando tus emociones están en equilibrio, tu cuerpo se mantiene en un estado pleno, saludable y feliz.

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miércoles, 3 de abril de 2013

Consideraciones Básicas en la Práctica de la Tensegridad

Los pases mágicos de la Tensegridad se ajustan al criterio de la eficacia máxima. Dicho de otra manera, cada pase mágico es el ingrediente imprescindible de una fórmula. Se trata de la reproducción del modo en que originalmente se empleaban las series largas de pases mágicos y cada una era suficiente para producir la máxima liberación de energía redistribuible.

Para ejecutar los movimientos con el máximo de eficacia es necesario tomar en consideración determinadas cuestiones.

Los pies han de estar separados a una distancia equivalente al ancho de los hombros. Es la forma equilibrada de repartir el peso del cuerpo. Si las piernas están demasiado separadas, el equilibrio se resiente. Pasa otro tanto si están demasiado juntas.

Las puntas de los pies quedan alineadas en paralelo y la distancia que los separa es aproximadamente la del ancho de los hombros.


Otra cuestión a considerar en lo que se refiere a las rodillas ligeramente dobladas radica en que cuando las piernas avanzan con movimiento de patada, las rodillas no se sacuden. La tensión de los músculos de los muslos debe mover toda la pierna. De esta forma los tendones de las rodillas no se lesionan.

Se trata de algo muy difícil. La mayoría de las personas aprenden fácilmente a tensar los músculos anteriores de los muslos, mientras que los posteriores permanecen flácidos.

Según los chamanes, el lugar del cuerpo donde se acumula la historia personal es en los músculos posteriores de los muslos, los sentimientos se aposentan allí y se estancan. Ellos afirman que la dificultad para modificar las pautas de comportamiento podría atribuirse fácilmente a la flacidez de los músculos posteriores de los muslos.

Cuando se realizan los pases mágicos,
Los chamanes consideran el pulgar como un elemento decisivo en lo referente a la energía y el funcionamiento. Creían que en la base del pulgar existen puntos en los que la energía se estanca, puntos capaces de regular el flujo de energía del cuerpo. Para evitar tensiones innecesarias o lesiones debidas a la sacudida enérgica de las manos adoptaron la medida de apoyar los pulgares en el filo interior.

La palma plana se utiliza para contrarrestar la tendencia creada por la socialización, a ofrecer la mano ahuecada.


La tensión de los tendones ejerce presión en las muñecas y en los antebrazos, zonas que, según los chamanes del antiguo México, eran decisivas para favorecer la salud y el bienestar.

La inclinación debe realizarse poco a poco porque la muñeca suele estar rígida y es importante que adquiera la flexibilidad necesaria para girar el dorso de la mano hasta que alcance el máximo ángulo con respecto al antebrazo.

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