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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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viernes, 8 de noviembre de 2024

Segundo Grupo de la Serie para Preparar el Intento: Agitar Energía para el Intento

Los diez pases mágicos del segundo grupo se relacionan con agitar para intentar la energía que procede de las zonas existentes debajo de las rodillas, arriba de la cabeza y alrededor de los riñones, el hígado, el páncreas, el plexo solar y el cuello. Cada uno de los pases mágicos es una herramienta que agita exclusivamente la energía destinada a intentar acumulada en dichas zonas. Los chamanes consideran que estos pases mágicos son imprescindibles en la vida cotidiana porque creen que la existencia se rige por el intento. Es posible que este conjunto de pases mágicos sea para los chamanes lo mismo que una taza de café para el hombre moderno. La coletilla de nuestros días “no existo antes de beberme un cappuccino” o la de la generación anterior, “si no bebo una taza de café no me despierto” se convierte para los chamanes en: “no estoy en condiciones de hacer nada si no he practicado estos pases mágicos”.


El segundo grupo de esta serie comienza por lo que se ha denominado conectar el cuerpo. El conectar el cuerpo no tiene nada que ver con el estado de tensión corporal permanente que caracteriza nuestra época. No podemos decir que el cuerpo está conectado cuando la tensión responde a las preocupaciones o al exceso de trabajo y los músculos del cuello están rígidos. Relajar los músculos o alcanzar un estado de serenidad tampoco significa desconectar el cuerpo. Según los chamanes del antiguo México, con los pases mágicos el cuerpo se pone en alerta y se prepara para actuar. Cuando se interrumpe la tensión muscular de conectar el cuerpo, este desconecta espontáneamente.

1. Agitar energía con los pies y los brazos

Una vez conectado, el cuerpo se mantiene con los hombros ligeramente enconvardos.

Se apoya el peso del cuerpo en la pierna derecha mientras la izquierda traza un círculo completo, rozando el suelo con las puntas de los dedos y posando el pie delante del cuerpo, sobre la eminencia metatarsiana.

Sincronizando con la pierna, el brazo izquierdo traza un círculo cuya parte superior supera la altura de la cabeza.

Se hace una breve pausa con la pierna y el brazo, que sucesivamente dibujan otros dos círculos, lo que da un total de tres. El ritmo de este pase mágico se consigue contando uno, pausa breve, uno-uno, pausa brevísima; dos, pausa, dos-dos, pausa brevísima y así sucesivamente. Se realizan los mismos movimientos con la pierna y el brazo derechos.


Este pase mágicos agita con los pies la energía situada en la parte inferior de la esfera luminosa y la proyecta con los brazos hasta la zona de arriba de la cabeza.

2. La energía que rueda hacia las glándulas suprarrenales
Se sitúan los antebrazos detrás del cuerpo, en la zona de los riñones y las glándulas suprarrenales.

Se doblan los brazos a la altura de los codos, formando un ángulo de noventa grados, y se cierran los puños a pocos centímetros del cuerpo, sin tocarlo.

Los puños descienden con un movimiento de rotación, uno encima del otro; primero baja el puño izquierdo y le sigue el derecho, que desciende cuando el izquierdo sube. Se inclina ligeramente el tronco.


El movimiento se invierte y los puños ruedan en dirección contraria a la vez que se echa ligeramente el tronco hacia atrás.

Esta manera de mover el cuerpo hacia delante y hacia atrás pone en juego los músculos de los brazos y de los hombros. Este pase mágico se utiliza para proporcionar la energía del intento a las glándulas suprarrenales y a los riñones.

3. Agitar energía para las glándulas suprarrenales
Se inclina el tronco de modo que las rodillas sobresalgan más allá de los dedos de los pies.

Se apoyan las manos sobre las rótulas, cubriéndolas con los dedos. Se rota la mano izquierda hacia la derecha, por encima de la rótula, para que el codo sobresalga tanto como sea posible alineado con la rodilla izquierda.


Al mismo tiempo, el antebrazo derecho, con la mano apoyada sobre la rótula, se acomoda en toda su longitud sobre el muslo derecho, a la vez que se estira la rodilla derecha, con lo que se tensa el tendón de la corva. Es importante mover únicamente las rodillas en lugar de balancear el trasero de un lado a otro.

Se ejecutan los mismos movimientos con la pierna y el brazo derechos.

Este pase mágico se emplea para agitar la energía del intento que rodea los riñones y las glándulas suprarrenales. Proporciona a los practicantes resistencia de larga duración y una sensación de osadía y confianza en sí mismos.

4. Fundir la energía izquierda y la derecha
Se respira hondo. Se exhala lentamente mientras se coloca el antebrazo izquierdo a la altura de los hombros, formando con el codo un ángulo de noventa grados.

Se echa la muñeca hacia atrás tanto como se pueda mientras los dedos apuntan hacia delante y la palma de la mano mira hacia la derecha.


Se mantiene la posición del brazo inclinando marcadamente el tronco hasta que el brazo izquierdo sobresaliente llegue al nivel de las rodillas.

Se debe evitar que el codo izquierdo cuelgue hacia el suelo. Hay que alejarlo tanto como uno pueda de las rodillas.

Se prosigue con la exhalación lenta mientras el brazo derecho traza un círculo completo sobre la cabeza y la mano se detiene a pocos centímetros de los dedos de la izquierda.

La palma derecha mira al cuerpo y los dedos señalan al suelo. La cabeza está hacia abajo y el cuello recto.

Se concluye la exhalación y se respira hondo en la misma posición. Los músculos de la espalda, los brazos y las piernas se contraen a medida que uno inhala lenta y profundamente.

Se endereza el cuerpo mientras uno exhala y se vuelve a ejecutar el pase mágico completo con el brazo derecho.

El estiramiento máximo de los brazos permite la creación de una apertura en el vórtice energético de los riñones y las glándulas suprarrenales; esta apertura facilita el aprovechamiento óptimo de la energía redistribuida. Este pase mágico es imprescindible para la redistribución de la energía hacia dicho centro que, en un sentido amplio, responde con la vitalidad general y la juventud del cuerpo.

5. Atravesar el cuerpo con un rayo de energía
Se sitúa el brazo izquierdo junto al cuerpo, delante del ombligo, y el derecho detrás, exactamente a la misma altura. Se doblan las manos, apuntando al suelo con los dedos. La palma izquierda mira a la derecha y la palma derecha a la izquierda.


Las yemas de los dedos de las dos manos se elevan rápidamente y apuntan en línea recta hacia delante y hacia tras. El cuerpo entero se tensa y hay que doblar las rodillas en el instante en que los dedos apuntan hacia delante y atrás.

Las manos mantienen esta posición unos segundos. A continuación se relajan los músculos, las piernas se extienden y se mueven los brazos hasta que el derecho quede delante del cuerpo y el izquierdo detrás.

Al igual que al inicio de este pase mágico, las yemas de los dedos señalan el suelo y vuelven a elevarse rápidamente para apuntar en línea recta hacia delante y atrás; se exhala suavemente doblando las rodillas.

6. Girar energía alrededor de dos centros de vitalidad
Lo mejor consiste en enfrentar las manos como modo de mantenerlas alineadas. Se separan con los dedos agarrotándolos, como si se quisiera sujetar la tapa de un recipiente del tamaño de la mano.


Se coloca la mano derecha en la zona del páncreas y el bazo, mirando hacia el cuerpo. Se sitúa la izquierda detrás del cuerpo, en la zona correspondiente al riñón y la glándula suprarrenal izquierdos, también mirando hacia el cuerpo.

Se echan enérgicamente hacia atrás las muñecas al tiempo que, sin mover las rodillas, se gira el torso tanto como se pueda hacia la izquierda. A continuación las muñecas giran simultáneamente, con un movimiento lateral, como si quisiera destapar dos recipientes, uno situado a la altura del páncreas y el bazo y el otro al nivel del riñón izquierdo.

Se ejecuta el mismo movimiento invirtiendo el orden: se pone la mano izquierda delante, a la altura del hígado y la vesícula biliar, y la derecha en la parte posterior del cuerpo, al nivel del riñón derecho.

Con este pase mágico se agita la energía de los tres centros principales de vitalidad: el hígado y la vesícula biliar, el páncreas y el bazo, y los riñones y las glándulas suprarrenales. Se trata de un pase mágico indispensable para los que necesitan estar al acecho. Facilita la conciencia global e incrementa la sensibilidad de los practicantes ante el entorno.

7. El semicírculo de energía
Comienza delante de la cara y traza un semicírculo con la mano izquierda, desplazándola suavemente hacia la derecha hasta llegar a la altura del brazo derecho.

En este punto la mano gira y dibuja el borde interior de un semicírculo próximo al lado izquierdo del cuerpo.


La mano vuelve a girar en la espalda, traza el borde exterior del semicírculo y regresa a la posición inicial.

El semicírculo completo está ladeado desde la altura de los ojos, por delante, hasta un nivel inferior al del trasero por detrás. Es importante seguir con la mirada el desplazamiento de la mano.


Una vez terminado el semicírculo con el brazo izquierdo, se traza otro con el derecho; de este modo se rodea el cuerpo con dos semicírculos.

Se dibujan para agitar energía y facilitar su deslizamiento desde lo alto de la cabeza hasta la zona de las glándulas suprarrenales.

Este pase mágico es el vehículo que permite alcanzar una serenidad intensa y continuada.

8. Agitar energía alrededor del cuello
Se coloca delante del cuerpo, a la altura del plexo solar, la mano izquierda con la palma hacia arriba y la derecha con la palma hacia abajo. Se sitúa la mano derecha encima de la izquierda hasta que casi se toquen. Los codos deben estar muy doblados.

Se respira hondo y levantando ligeramente los brazos como si el tronco rotara hacia la izquierda tanto como se pueda, pero sin mover las piernas, sobre todo las rodillas, que se mantendrán algo flexionadas para evitar que los tendones sufran tensiones innecesarias.

La cabeza debe estar alineada con el tronco y los hombros.

Se comienza a exhalar a medida que se separan lentamente los codos hasta su máxima extensión, con las muñecas rectas.

Se inhala. La exhalación comienza cuando la cabeza gira hacia atrás para mirar el codo izquierdo y hacia delante para ver el codo derecho; se rota dos veces más la cabeza hacia delante y hacia atrás mientras concluye la exhalación.

Se gira el tronco hacia delante y se invierte la posición de las manos. La derecha mira hacia arriba y la izquierda hacia abajo, encima de la derecha. Se inhala. Se gira el tronco hacia la derecha y se repiten los movimientos de este lado.

Los chamanes creen que una específica energía para el intento se dispersa desde el centro de decisiones situado en el hueco con forma de V que existe en la base del cuello y que dicha energía se recoge exclusivamente mediante la práctica de este pase mágico.

9. Amasar energía con un empujón de los omóplatos
Se sitúan los brazos delante de la cara, a la altura de los ojos, y se doblan los codos lo suficiente para que los brazos parezcan un arco. Se inclina el tronco para que los omóplatos se expandan lateralmente.


El movimiento comienza cuando el brazo izquierdo empuja hacia delante mientras se mantiene arqueado y tenso. El brazo derecho hace lo mismo y ambos se mueven alternativamente.

Es importante notar que los brazos están muy tensos. Las palmas miran hacia delante y las yemas de los dedos quedan enfrentadas. El movimiento profundo de los omóplatos y la tensión de los músculos del estómago crean la fuerza que impulsa los brazos.

Los chamanes están convencidos de que la energía de los ganglios que rodean los omóplatos se atasca fácilmente y se estanca, lo que produce la decadencia del centro de decisiones situado en el hueco con forma de V de la base del cuello. Este pase mágico se practica para agitar dicha energía.

10. Agitar energía por encima de la cabeza y partirla
De manera relajada, el brazo izquierdo traza dos círculos y medio por encima y alrededor de la cabeza. A continuación dichos círculos se parten con el filo exterior del antebrazo y la mano, que bajan con fuerza pero lentamente.


El impacto es asimilado por los músculos del estómago, que en ese momento están tensos. Los músculos del brazo también se tensan para evitar lesiones en los tendones, lesiones que podrían producirse si los músculos estuviesen relajados o si se fustigase el brazo.

Se exhala lentamente cuando el brazo golpea hacia abajo. El mismo movimiento se repite con la mano y el brazo derechos.

La energía agitada y partida de este modo desciende por todo el cuerpo. Si los practicantes están muy cansados o no pueden permitirse el lujo de dormir, la ejecución de este pase mágico disipa la somnolencia y produce una sensación transitoria de lucidez.


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lunes, 12 de febrero de 2024

Una Incursión en los Beneficios de la Recapitulación

La Recapitulación es el tema más importante en nuestro proceso de desarrollo y es una herramienta muy valiosa para nuestro bienestar. La Recapitulación tiene que ver con las prácticas de recogimiento interior y de contemplación.
Practicar la recapitulación es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.

La adecuada práctica de la recapitulación es un instrumento ampliamente recomendado para manejar y aliviar los efectos del estrés en nuestro organismo.
La práctica milenaria de la recapitulación tiene un gran potencial para generar cambios importantes en la estructura física del cerebro y hasta puede disminuir la atrofia (encogimiento cerebral) generado por la edad.

Los practicantes que llevan varios años recapitulando tienen más lucidez mental, y su pensamiento es más rápido y preciso. Las zonas que se activan con la práctica de la recapitulación son específicamente: el hipocampo y áreas de la corteza orbito frontal, el tálamo, y el giro temporal inferior. Estas áreas del cerebro juegan un importante papel en la llamada regulación de las emociones. Las personas que practican la recapitulación desarrollan una habilidad especial para cultivar emociones positivas, mantener una buena concentración, tener en el tiempo una buena estabilidad emocional y tener un comportamiento consciente.
Existen pues diferencias en la anatomía y las conexiones entre las distintas regiones del cerebro que explican estas habilidades y lucidez mental a través de los años.

Quienes realizan la recapitulación de sus vidas tienen además conexiones más fuertes dentro del cerebro y muestran menos deterioro y atrofia cerebral relacionados con la edad. En resumen podemos decir que la práctica de la recapitulación tiene no solo un beneficio en las funciones cognoscitivas de orden superior, sino que también es capaz de modificar la actividad y el tamaño de nuestro cerebro.

Vamos a resaltar algunos de los beneficios validados de la recapitulación:
- Disminuye el estrés (ayuda al equilibrio endocrino/ inmunológico)
- Reduce notoriamente síntomas asociados a la depresión, trastornos de ansiedad, dolor crónico
- Mejora el insomnio
- Incrementa la habilidad de “prestar atención”
- Mejora la calidad de vida
- Mejora la neuroplasticidad cerebral
- Al mejorar la conexión entre lóbulos temporal y parietal se mejora la toma de perspectivas y se incrementa la compasión y la empatía.
- Mejora la memoria
- Mejora las estrategias de afrontamiento frente al estrés

Así pues, podemos ver la recapitulación como una práctica saludable, económica y personal que sin duda aporta beneficios de diversa índole a quienes la practican con regularidad.
Así como resulta oportuno ejercitar nuestro cuerpo para mantenernos saludables, flexibles y tonificados, sería conveniente entrenar nuestra mente (mediante la recapitulación de nuestra vida) para mejorar nuestro funcionamiento cerebral, regular nuestras emociones, vivir en forma consciente, cultivar emociones positivas y prevenir el deterioro cognoscitivo entre otras cosas.

Cómo Hacer una Lista de Recapitulación

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sábado, 2 de noviembre de 2019

El Elemento Clave de la Recapitulacion

La recapitulación es el soporte fundamental de los acechadores. Consiste en recordar la vida de uno hasta el detalle más insignificante. La razón por la que los acechadores deben recapitular sus vidas de forma tan meticulosa es que el don del Águila al hombre incluye la buena voluntad de aceptar un sustituto en lugar de la conciencia genuina, si tal sustituto en verdad es una réplica perfecta. Ya que la conciencia es el alimento del Águila, con una recapitulación perfecta en lugar de la conciencia misma, ésta puede quedar satisfecha.

Los aspectos fundamentales de la recapitulación consisten, durante la primera etapa, en un breve cómputo de todos los incidentes de nuestras vidas que de una manera patente se prestan a nuestro escrutinio.
La segunda fase es un cómputo más detallado, que empieza en un punto que podría ser el momento previo al que el acechador toma la decisión de empezar a recapitular, y sistemáticamente se extiende hasta el mismo momento del nacimiento.

Una recapitulación perfecta puede cambiar a un guerrero aún más que el control total del cuerpo de ensueño. En este aspecto, ensoñar y acechar conducen al mismo fin: el ingreso en la tercera atención. Sin embargo, para un guerrero es importante conocer y practicar ambos. Una mujer guerrera sólo puede dominar uno de los dos, según las configuraciones del cuerpo luminoso. Por otra parte, los hombres pueden practicar ambos con gran facilidad, pero jamás llegan a obtener el nivel de eficacia que las mujeres logran en cada arte.

El elemento clave de la recapitulación es la respiración. El aliento es mágico, porque se trata de una función que da la vida. Recordar se vuelve fácil si uno puede reducir el área de estimación en torno al cuerpo; después, la respiración misma fomenta recuerdos cada vez más profundos. Los acechadores tienen que recordar cada sentimiento que han tenido en sus vidas, y este proceso se inicia con una respiración.
El procedimiento comienza con una respiración inicial. Los acechadores empiezan cada sesión con la barbilla en el hombro derecho y lentamente inhalan en tanto mueven la cabeza en un arco de ciento ochenta grados. La respiración concluye sobre el hombro izquierdo. Una vez que la inhalación termina, la cabeza regresa a la posición frontal y exhalan mirando hacia delante.


Hay que compilar una lista de los eventos por revivir. Los acechadores entonces toman el evento que se halla a la cabeza de la lista y se quedan allí hasta que han sido recontados todos los sentimientos invertidos en él. A medida que recuerdan inhalan lentamente moviendo la cabeza del hombro derecho al izquierdo. Esta respiración cumple la función de restaurar la energía.
Debido a que el cuerpo luminoso crea constantemente filamentos que semejan telarañas, y que éstos son propulsados fuera de la masa luminosa por emociones de cualquier tipo; cada situación en la que hay acción social, o cada situación en que participan los sentimientos es potencialmente agotadora para el cuerpo luminoso. Al respirar de derecha a izquierda, cuando se recuerda un acontecimiento los acechadores, a través de la magia de la respiración, recogen los filamentos que dejaron atrás. La siguiente inmediata respiración es de izquierda a derecha, y es una exhalación. Con ella, los acechadores expulsan los filamentos que otros cuerpos luminosos, que tuvieron que ver en el acontecimiento que se recuerda, dejaron en ellos.

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martes, 6 de enero de 2015

Respiracion de Equilibrio

Esta respiración ha sido un secreto desde hace generaciones. Esta respiración refleja las fuerzas duales de la creación y la destrucción, la luz y la oscuridad, el ser y el no ser.

Hay que sentarse con la columna encorvada y hay que pegar las rodillas contra el pecho.

Sin despegar los pies del suelo, hay que abrazar las pantorrillas entrelazando los dedos firmemente.

Suavemente hay que ir bajando la cabeza, hasta que el mentón toque el pecho.

Esta es una respiración poderosa. Puede hacer que uno se desmaye o se duerma.

Hay que inhalar rápida y superficialmente.

Continuar respirando de esta manera durante al menos diez minutos.

Después, dar un empujón a la persona que le haga rodar hacia atrás, hasta quedar acostada en el suelo, pero sin soltar la presión de los brazos.

Primero la espalda toca el suelo, y se queda uno observando las sensaciones.

Después, se sueltan los brazos y se observan las sensaciones.

De ejecutarse regularmente, con calma y deliberación, esta respiración equilibra de manera gradual nuestra energía interna

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viernes, 20 de septiembre de 2013

La Tensegridad es una Fuente de Salud

Para muchas personas, practicar Tensegridad es algo más que realizar ejercicio: la Tensegridad es una fuente de salud que crea un bienestar general.
Los distintos movimientos físicos y de respiración ayudan a mejorar el aspecto físico como también el psicológico.

Mejora la Circulación y Rejuvenece:
La respiración ayuda a conectar el cuerpo con su batería, el plexo solar, y al liberar la energía vital que se encuentra ahí, produce un rejuvenecimiento físico y mental.

Favorece el Tránsito Intestinal:
El síndrome de irritabilidad intestinal y el estreñimiento se deben al estrés, la Tensegridad puede aliviar el tránsito lento. Se podría decir que disminuye el riesgo de cáncer de colon porque el movimiento corporal facilita un transpone más rápido de los productos de desecho a través de los intestinos.

Serena la Mente y Se Vive más Sano:
La Tensegridad refrena las fluctuaciones mentales, reduce las curvas mentales de frustración, arrepentimiento, enfado y miedo, originadas por las tensiones diarias. Y como el estrés está implicado en los diferentes problemas de salud, que van desde migrañas e insomnio hasta ataques cardiacos, la persona que aprende a tranquilizar su mente vivirá más tiempo y más sano.

Aumenta la Autoestima:
La práctica regular de los pases mágicos de la Tensegridad ayudan a acceder a un aspecto diferente de uno mismo, sentirá gratitud, empatía y perdón, un sentimiento de que se forma parte de algo importante y que vale la pena disfrutar la vida.

Mejora la Postura:
Aumenta la propiocepción, o sea, la capacidad para sentir lo que nuestro cuerpo está haciendo y dónde se encuentra en el espacio. Las personas que tienen malas posturas suelen tener una propiocepción pobre, (capacidad de nuestro cuerpo de ubicar la posición de las articulaciones), que está relacionada con problemas en las rodillas y en la columna.

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domingo, 18 de diciembre de 2011

Recuperar la Energia con la Recapitulacion

Recapitular es el acto de recuperar la energía que ya hemos gastado en acciones pasadas. Recapitular implica recordar todas las personas que hemos conocido, todos los lugares que hemos visto y todos los sentimientos que hemos tenido en toda nuestra vida, empezando desde el presente y volviendo hasta los recuerdos más remotos, para luego limpiarlos, uno por uno, con la respiración especial de la recapitulación que barre todo.


La respiración de la recapitulación es una forma misteriosa de respirar y la clave de la recapitulación, puesto que la inhalación nos permite recuperar la energía que perdimos, en tanto que la exhalación nos permite expeler la energía ajena e indeseable que se ha acumulado en nuestro interior debido a la interacción con nuestros semejantes.

A fin de vivir e interactuar, necesitamos energía. Normalmente la energía gastada en vivir se nos escapa para siempre. De no ser por la recapitulación, no tendríamos ninguna oportunidad para renovarnos. Recapitular nuestras vidas y limpiar nuestro pasado con la respiración que barre de izquierda a derecha funcionan en conjunto.

Recordar todas las personas que se han conocido y todo lo que se ha sentido en la vida de uno parece ser una tarea absurda e interminable que puede tardar una eternidad. Es muy cierto, pero es seguro que se lleva todas las de ganar al hacerlo y nada que perder.

La recapitulación no es un ejercicio arbitrario y caprichoso. Al recapitular hay que sentir las fibras largas y elásticas que se extienden desde la región abdominal. Luego se alinea el movimiento giratorio de la cabeza con el movimiento de esas escurridizas fibras. Esos son los conductos que recuperarán la energía dejada atrás por uno. A fin de recuperar nuestra fuerza y unidad, debemos liberar la energía que dejamos atrapada en el mundo y atraerla otra vez a nosotros.

Al recapitular extendemos esas fibras elásticas de energía a través del espacio y el tiempo hasta las personas, los lugares y los sucesos que estamos examinando. El resultado es que podemos volver a cada momento de nuestras vidas y actuar como si de hecho estuviéramos ahí.
Lo importante es volver a experimentar los sucesos y los sentimientos con el mayor detalle posible y tocarlos con la respiración que los barre, para de esta manera liberar nuestra energía atrapada.

Estamos convencidos de que existe un dualismo en nuestro ser; la mente es la parte insustancial de nosotros y el cuerpo es la parte concreta. Esta división mantiene nuestra energía en un estado de separación caótica y le impide aglutinarse.

Estar divididos es nuestra condición humana, pero nuestra división no es entre la mente y el cuerpo, sino entre el cuerpo, que aloja a la mente o yo, y el doble, que es el receptáculo de nuestra energía básica.
Previa al nacimiento, la dualidad impuesta al hombre no existe, pero a partir del nacimiento las dos partes son separadas debido a la fuerza ejercida por el intento de la humanidad. Una parte se vuelve hacia el exterior y se convierte en el cuerpo físico; la otra, hacia el interior y se convierte en el doble. Al morir la parte más pesada, el cuerpo, regresa a la Tierra para ser absorbida por ella, y la parte ligera, el doble, se libera. Pero desafortunadamente, puesto que el doble no fue perfeccionado nunca, experimenta la libertad por sólo un instante antes de dispersarse en el universo.

Si morimos sin haber borrado nuestro falso dualismo del cuerpo y la mente, morimos una muerte ordinaria. Morimos porque la posibilidad de ser transformados no forma parte de nuestros conceptos. Esta transformación tiene que lograrse mientras estemos vivos y, llevar a cabo nuestra tarea con éxito, es el único propósito verdadero que un ser humano puede tener. Todos los demás son logros transitorios, puesto que la muerte los disuelve en la nada.

Esta transformación implica un cambio total. Y eso se logra por medio de la recapitulación: la piedra angular en el arte de la libertad. Un arte infinitamente difícil de practicar, pero aún más difícil de explicar.

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sábado, 4 de junio de 2011

Cambiar el Comportamiento Acostumbrado

El vuelo abstracto está simbolizado por un desplazamiento del lado derecho de la frente al lado izquierdo, pero en realidad significa llevar la parte etérea de nosotros, el doble o cuerpo energético, a nuestra conciencia cotidiana.

El dualismo cuerpo y mente es una dicotomía falsa. La verdadera división existe entre el cuerpo físico, que aloja a la mente, y el cuerpo etéreo o doble, que aloja nuestra energía. El vuelo abstracto tiene lugar cuando aplicamos el doble a nuestras vidas diarias. Dicho de otra manera, el momento en que nuestro cuerpo físico cobra una conciencia total de su contraparte energética, hemos cruzado a lo abstracto, un reino de la conciencia completamente distinto.

Existe una forma de cambiar. Una recapitulación profunda y completa nos permite cobrar conciencia de lo que deseamos cambiar al permitirnos observar nuestras vidas sin engaños. Recapitular nos otorga una pausa momentánea en la que podemos elegir entre aceptar nuestro comportamiento acostumbrado o cambiar y eliminarlo mediante la fuerza del intento, antes de que nos atrape por completo.

Para cambiar tenemos que cumplir con tres condiciones. Primero, debemos anunciar en voz alta nuestra decisión de cambiar, para que el intento nos oiga. Segundo, debemos conservar nuestro firme propósito a lo largo de cierto periodo de tiempo. No podemos empezar algo y abandonarlo en cuanto nos desanimemos. Tercero, debemos ver el resultado de nuestras acciones con un sentido de desapego total. Esto significa que no podemos darnos a la idea de tener éxito o de fracasar. Sigue estos tres pasos y podrás modificar toda emoción o deseo indeseable en ti.

Si la respiración es agitada, la mente se pone inquieta. A fin de aquietar la mente, lo mejor es comenzar por aquietar la respiración.
La respiración de una persona agitada es rápida y superficial. Se ubica en el pecho o la cabeza. La respiración de una persona calmada se hunde en el abdomen.
A las personas altas les resulta más difícil respirar desde el abdomen, porque su centro de gravedad se encuentra un poquito más arriba. Por eso es aún más importante, para estas personas, que se mantengan calmadas y serenas.

El cuerpo se divide en tres cámaras principales de energía: el abdomen, el pecho y la cabeza.
Los bebés absorben una vasta cantidad de aire con relación a su tamaño. Pero al crecer nos constreñimos, especialmente alrededor de los pulmones, y absorbemos menos aire.
Puesto que las emociones están vinculadas directamente con la respiración, una buena manera de calmarnos es regulando la respiración. Cuando tenemos un pensamiento, nuestra energía se desplaza en dirección de ese pensamiento. Los pensamientos son como guías, hacen que una persona se mueva por un camino específico.

El propósito de la recapitulación es romper con las suposiciones fundamentales que hemos aceptado a lo largo de nuestras vidas. Al menos que se rompa con ellas, no podemos impedir que el poder del recuerdo nuble nuestra conciencia.
El mundo es una enorme pantalla de recuerdos; al romperse ciertas suposiciones, no sólo se pone freno al poder del recuerdo, sino que incluso se le cancela.

Una persona es como un gigantesco almacén de recuerdos. En este almacén, otros y no uno han depositado sentimientos, ideas, diálogos mentales y patrones de comportamiento. Puesto que es el almacén de uno, puede entrar y hurgar por ahí a la hora que quiera y usar lo que encuentre. El problema es que, la persona, no tiene ningún control sobre el inventario, puesto que fue establecido antes de que se posesionara del almacén. Por eso, la persona se ve drásticamente limitada en su selección de objetos.
Nuestras vidas parecen constituir una línea de tiempo ininterrumpida, porque nunca cambia el inventario en nuestros almacenes. De no vaciar el almacén, no hay manera de ser lo que realmente somos.

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viernes, 5 de noviembre de 2010

El Acomodador de la Recapitulacion

Los chamanes de la antiguedad llamaban a la recapitulación “hacer el recuento de los sucesos de la vida” y para ellos empezó como una técnica sencilla, una estratagema para ayudarles a recordar lo que estaban haciendo y diciendo sus aprendices. Para sus aprendices, la técnica tuvo el mismo valor; les ayudaba a recordar lo que les habían dicho y hecho sus maestros. Tuvieron que pasar por terribles trastornos sociales, como ser conquistados y vencidos varias veces, antes de que los antiguos chamanes se dieran cuenta de que su técnica tenía mayor alcance.
El tiempo tiene un enorme valor. Para los chamanes en general, el tiempo es esencial. La premisa de los chamanes es que para llenar algo, hay que crear un espacio donde ubicarlo. Si se está repleto de todos los detalles de la vida cotidiana, no hay espacio para nada nuevo. Ese espacio hay que construirlo. Los chamanes, desde tiempos antiguos, sabían que la recapitulación de nuestras vidas crea ese espacio; y por supuesto que lo crea, y mucho más.

Es mejor recapitular desde el presente hacia el pasado, porque los recuerdos presentes están más vivos y, de esa manera, la habilidad para recordar se afila. Lo que hacen los practicantes es recordar y respirar. Inhalan lenta y deliberadamente, abanicando la cabeza de derecha a izquierda, en un vaivén casi imperceptible, y exhalan de la misma manera. Las inhalaciones y las exhalaciones deben de ser naturales; si son demasiado rápidas, uno podría entrar en algo que se llama "respiraciones fatigantes". Respiraciones que requerirían después respirar más lentamente, para calmar los músculos.
El poder de la recapitulación es que resuelve todo el desperdicio de nuestras vidas y la hace salir a la superficie.

Los chamanes del México antiguo "vieron" que el universo en general está compuesto de campos de energía bajo la forma de filamentos luminosos. "Vieron" billones por donde quiera que "vieran". También "vieron" que estos campos de energía se configuran en corrientes de fibras luminosas, torrentes que son fuerzas constantes, perennes en el universo, y la corriente que se relaciona con la recapitulación fue nombrada por ellos el "oscuro mar de la conciencia", y también el "Águila".
Los chamanes también descubrieron que cada criatura del universo está atada al "oscuro mar de la conciencia" por un punto redondo de luminosidad que es aparente cuando esas criaturas son percibidas como energía. Sobre ese punto de luminosidad, que los chamanes del antiguo México llamaron "punto de encaje", la percepción se encaja a través de un aspecto misterioso del "oscuro mar de la conciencia" bajo la forma de filamentos luminosos, y billones de campos energéticos del universo en general convergen y atraviesan el "punto de encaje" de los seres humanos. Estos campos energéticos se convierten en datos sensoriales que se interpretan y son percibidos como el mundo que conocemos. Lo que convierte las fibras luminosas en datos sensoriales es el "oscuro mar de la conciencia".


Los chamanes ven esta transformación y la llaman el "resplandor de la conciencia", un brillo que se extiende como nimbo alrededor del "punto de encaje". Lo que en los organismos llamamos "sentidos" no son más que grados de conciencia. Si aceptamos que los sentidos son el "oscuro mar de la conciencia", tenemos que admitir que la interpretación que los sentidos hacen de los datos sensoriales es también el "oscuro mar de la conciencia". El enfrentar el mundo que nos rodea bajo las condiciones que lo hacemos es el resultado del sistema de interpretación de la humanidad, con el cual todo ser humano está provisto. Todo organismo existente debe tener un sistema de interpretación que le permita funcionar en su medio.

Los chamanes "vieron" que al momento de la muerte el "oscuro mar de la conciencia" tragaba, por así decirlo, la conciencia de las criaturas vivas a través del "punto de encaje". Y también "vieron" que el "oscuro mar de la conciencia" tenía un momento como de vacilación al enfrentarse con chamanes que habían hecho un recuento de sus vidas. Sin saberlo, algunos habían hecho ese recuento tan minuciosamente, que el "oscuro mar de la conciencia" tomaba la conciencia de sus experiencias de vida; pero no tocaba su fuerza vital. Los chamanes habían descubierto una verdad gigantesca acerca de las fuerzas del universo: El "oscuro mar de la conciencia solo quiere nuestras experiencia de vida, no nuestra fuerza vital.

Al recapitular nuestras vidas, toda la basura sale a la superficie, y nos damos cuenta de nuestras contradicciones, nuestras repeticiones. Pero algo en nosotros se resiste tremendamente a la recapitulación. Los chamanes dicen que el camino queda despejado solo después de una agitación gigantesca, después de aparecer en la pantalla el recuerdo de un suceso que nos sacude en lo más profundo de nosotros con una claridad de detalles terrorífica y que nos arrastra hasta el momento real en que lo vivimos. Los chamanes llaman a ese suceso el "acomodador", porque desde ese momento, cada suceso que tocamos, no solo se recuerda sino que se vuelve a vivir.

Caminar precipita los recuerdos. Los chamanes del antiguo México creían que todo lo que vivimos queda guardado como sensación en la parte posterior de las piernas. Consideraban la parte trasera de las piernas como el almacén de la historia personal del ser humano. Caminar nos prepara para esa maniobra de chamanes de encontrar un “acomodador”, un suceso en la vida que se recuerda con tanta claridad que sirve de faro para iluminar todo lo demás en la recapitulación con igual o similar claridad. El intento es hacer lo que los chamanes llaman “recapitular las piezas de un rompecabezas”. Algo que nos conducirá a recordar el suceso que nos servirá de “acomodador”.

El recontar sucesos es mágico para los chamanes. No se trata simplemente de contar un cuento. Es ver la tela sobre la que se basan los sucesos. Es por eso que el recuento es tan vasto y tan importante.
El poder de los guerreros-viajeros es estar alertas para conseguir el máximo efecto con el mínimo impulso. Y sobre todo, su poder está en no interferir. Los sucesos tienen una fuerza, una gravedad propia, y los viajeros son simplemente viajeros. Todo lo que les rodea es solo para sus ojos. De esta manera, los viajeros construyen el significado de cada situación, sin preguntar nunca cómo fue que pasó de esa determinada manera.

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martes, 12 de mayo de 2009

Sacar Poder del Crepúsculo

Un guerrero toma su suerte sea la que sea, y la acepta con la máxima humildad. No como base para lamentarse, sino como base para su lucha y desafío. Él no agacha la cabeza ante nadie, pero al mismo tiempo, tampoco permite que nadie agache la cabeza ante él.


”Ser” es una capacidad especial que puede cultivarse y que permite percibir la naturaleza última de las cosas. Siempre estamos a un paso de distancia y nuestra vivencia del mundo es siempre un recuerdo de la experiencia. Estamos eternamente recordando el instante que acaba de suceder, la solidez del cuerpo son recuerdos; al igual que todo lo demás que sentimos del mundo, son recuerdos que acumulamos.

Tenemos el deber de apaciguar nuestras mentes. Un guerrero no gana victorias golpeándose la cabeza contra los muros. Los guerreros saltan los muros, no los derriban. Se debes cultivar el sentimiento de no necesitar nada. Tenemos todo lo necesario para el viaje extravagante que es la vida. La verdadera experiencia es ser un hombre, y lo que cuenta es estar vivo. La vida en sí misma es suficiente, se explica sola y es completa.

Si un guerrero necesita alivio, simplemente elige a cualquiera y le expresa a esa persona cada detalle de su tumulto. Después de todo, el guerrero no busca que lo entiendan o lo ayuden; con hablar simplemente busca aliviar su presión.

Un guerrero se acepta con humildad tal y como es. Está en las manos del poder y su única libertad es elegir una vida impecable. No hay manera de fingir el triunfo o la derrota. Tu razón podrá querer que fracases por completo, para así aniquilar la totalidad de tu ser. Pero hay una contramedida que no te permitirá declarar una falsa derrota o victoria. Si crees que puedes retirarte al refugio del fracaso, estás loco. Tu cuerpo montará guardia y no te dejará ir hacia ninguno de los dos lados.

Un hombre de conocimiento no puede de ninguna manera actuar hacia sus semejantes en términos perjudiciales. Nadie puede tramar nada contra la seguridad y el bienestar de un hombre de conocimiento. Si algo hubiera su “ver" se lo hará saber. Ahora bien, si algo hubiera y su ver no lo alcanza, entonces es su destino y ni él ni nadie puede evitar eso. Un hombre de conocimiento tiene el control sin controlar nada.

Un guerrero siempre está listo. Para sacar poder del crepúsculo hay que ir alzando los dedos extendidos en abanico, y cerrando los puños con fuerza cuando los brazos están en el punto medio, entre el horizonte y el cenit, por supuesto mirando hacia el oeste.

Conservando los ojos sin enfocar en un punto justo arriba del horizonte, es posible percibir, en forma simultánea, cada elemento en el panorama total de casi 180º frente a los ojos. Este ejercicio es una manera de suspender el diálogo interno.

Suspender el diálogo interno implica algo más que sólo reprimir las palabras que se dice uno mismo. Todos los procesos intelectuales se detienen y te sientes suspendido, flotando.

El mundo es así como es, porque hablamos con nosotros mismos acerca de que es así como es. Esto es el diálogo interno. Cambiar nuestra idea del mundo es la clave, y la única manera de lograrlo es parar el diálogo interno. Lo demás es sólo un arreglo.

El mundo debe ajustarse a su descripción, es decir, la descripción se refleja a sí misma. Otro punto es que hemos aprendido a relacionarnos con nuestra descripción del mundo en términos de hábitos.

El conocimiento es pavoroso, pero si un guerrero acepta la naturaleza aterradora del conocimiento, cancela lo temible.

Cada vez que el diálogo cesa, el mundo se desploma y salen a la superficie facetas extraordinarias de nosotros mismos. Eres como eres porque te dices a ti mismo que eres así.

Preparando el Intento


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