La supervivencia depende muchas veces de la capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente. El movimiento forma parte de esa adaptación.
Los tendones anclan los músculos con firmeza en los huesos. Están compuestos de tejido conjuntivo fibroso denso y con forma de gruesos cordones, los tendones tienen gran resistencia.
Los chamanes del antiguo México daban suma importancia a la fuerza que denominaban energía de los tendones. Afirmaban que la energía vital se desplaza por el cuerpo a través de un vía exclusiva formada por los tendones. Ya desde la más remota antigüedad, los chamanes, llamaron energía de los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los músculos profundos que van desde el cuello hasta el pecho, los brazos y la columna vertebral, atraviesa el abdomen superior e inferior desde el borde de la caja torácica hasta la entrepierna y desde aquí se desplaza a los dedos de los pies.
El inicio tradicional de la utilización de la energía de los tendones radica en el uso de algunos recursos sencillos empleados de dos formas:
1. Creando un efecto vibratorio en determinados centros de la energía de los tendones.
2. Provocando el efecto de la presión en los mismos centros.
El efecto vibratorio es el agente que sirve para aflojar la energía estancada. La presión es el agente que dispersa la energía.
Es necesario fluidificar mediante la vibración la energía alojada en un centro de los tendones y luego hay que presionarla para que siga fluyendo.
Resultaría nefasto presionar directamente los puntos de energía del cuerpo sin antes haberlos sometido a una vibración preliminar, ya que la energía estancada se tornaría incluso más inerte si se la somete a presión.
Al trabajar con los músculos y con la energía de los tendones se nos dará la información sobre el estado global de salud, enfermedades agudas que nos podrían aquejar, los trastornos crónicos, cuadros de comportamiento, las alteraciones psicológicas y un sinfín de posibilidades para comprender el estado real de la persona, así como una guía eficiente para iniciar un proceso basado en las necesidades prioritarias que expresará la propia persona.
No se trata de curar o sanar ninguna enfermedad. Lo que se consigue es equilibrar el flujo de la energía y la postura de la persona, poniendo el cuerpo en la mejor condición para que pueda sanarse a sí mismo.
Cada célula contiene suficiente información como para construir un cuerpo entero, siendo reemplazadas por lo menos cada siete años. Actualmente, algunos investigadores creen que todos los elementos se reemplazan cada nueve meses, y que muchas células se reemplazan todavía más rápidamente. Las células de los intestinos viven solo 36 horas.
Nada supera el poder que tiene nuestro cuerpo para sanarse a sí mismo.
Los pases mágicos que movilizan la energía de los tendones producen un efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no son ejercicios físicos, ni posturas corporales, aunque lo parezcan; sino verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser.
La magia de los movimientos radica en el cambio sutil que se experimenta al practicarlos, introduciendo en el estado físico y mental del practicante una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada… este cambio sutil es el “toque del espíritu”.
Es como si a través de los movimientos, los practicantes recuperaran un vínculo inutilizado con la fuerza de la energía vital que los sustenta.
Otro motivo por el cual los movimientos se denominan pases mágicos consiste en que, al practicarlos, en lo que a percepción se refiere, los practicantes son transportados a otros estados del ser en los que perciben el mundo de manera indescriptible.
En virtud de esta cualidad de su magia, los pases no deben practicarse como ejercicios, sino como un modo de llamar al poder.
Cuando se ejecutan los movimientos, los practicantes deben comprender la interacción que se crea entre la relajación y la tensión de determinados músculos para acceder a un deseado estallido físico que llamamos energía de los tendones. Se trata de una verdadera explosión de los nervios y los tendones situados debajo del centro de los músculos.
Algunas imágenes de este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.
Tradicion Tolteca
La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.
Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.
La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.
Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.
¡Ponte en Contacto hoy mismo para Informarte sin compromiso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario