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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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viernes, 8 de noviembre de 2024

Segundo Grupo de la Serie para Preparar el Intento: Agitar Energía para el Intento


Los diez pases mágicos del segundo grupo se relacionan con agitar para intentar la energía que procede de las zonas existentes debajo de las rodillas, arriba de la cabeza y alrededor de los riñones, el hígado, el páncreas, el plexo solar y el cuello. Cada uno de los pases mágicos es una herramienta que agita exclusivamente la energía destinada a intentar acumulada en dichas zonas. Los chamanes consideran que estos pases mágicos son imprescindibles en la vida cotidiana porque creen que la existencia se rige por el intento. Es posible que este conjunto de pases mágicos sea para los chamanes lo mismo que una taza de café para el hombre moderno. La coletilla de nuestros días “no existo antes de beberme un cappuccino” o la de la generación anterior, “si no bebo una taza de café no me despierto” se convierte para los chamanes en: “no estoy en condiciones de hacer nada si no he practicado estos pases mágicos”.

El segundo grupo de esta serie comienza por lo que se ha denominado conectar el cuerpo. El conectar el cuerpo no tiene nada que ver con el estado de tensión corporal permanente que caracteriza nuestra época. No podemos decir que el cuerpo está conectado cuando la tensión responde a las preocupaciones o al exceso de trabajo y los músculos del cuello están rígidos. Relajar los músculos o alcanzar un estado de serenidad tampoco significa desconectar el cuerpo. Según los chamanes del antiguo México, con los pases mágicos el cuerpo se pone en alerta y se prepara para actuar. Cuando se interrumpe la tensión muscular de conectar el cuerpo, este desconecta espontáneamente.

1. Agitar energía con los pies y los brazos

Una vez conectado, el cuerpo se mantiene con los hombros ligeramente enconvardos.

Se apoya el peso del cuerpo en la pierna derecha mientras la izquierda traza un círculo completo, rozando el suelo con las puntas de los dedos y posando el pie delante del cuerpo, sobre la eminencia metatarsiana.

Sincronizando con la pierna, el brazo izquierdo traza un círculo cuya parte superior supera la altura de la cabeza.

Se hace una breve pausa con la pierna y el brazo, que sucesivamente dibujan otros dos círculos, lo que da un total de tres. El ritmo de este pase mágico se consigue contando uno, pausa breve, uno-uno, pausa brevísima; dos, pausa, dos-dos, pausa brevísima y así sucesivamente. Se realizan los mismos movimientos con la pierna y el brazo derechos.


Este pase mágicos agita con los pies la energía situada en la parte inferior de la esfera luminosa y la proyecta con los brazos hasta la zona de arriba de la cabeza.

2. La energía que rueda hacia las glándulas suprarrenales
Se sitúan los antebrazos detrás del cuerpo, en la zona de los riñones y las glándulas suprarrenales.

Se doblan los brazos a la altura de los codos, formando un ángulo de noventa grados, y se cierran los puños a pocos centímetros del cuerpo, sin tocarlo.

Los puños descienden con un movimiento de rotación, uno encima del otro; primero baja el puño izquierdo y le sigue el derecho, que desciende cuando el izquierdo sube. Se inclina ligeramente el tronco.


El movimiento se invierte y los puños ruedan en dirección contraria a la vez que se echa ligeramente el tronco hacia atrás.

Esta manera de mover el cuerpo hacia delante y hacia atrás pone en juego los músculos de los brazos y de los hombros. Este pase mágico se utiliza para proporcionar la energía del intento a las glándulas suprarrenales y a los riñones.

3. Agitar energía para las glándulas suprarrenales
Se inclina el tronco de modo que las rodillas sobresalgan más allá de los dedos de los pies.

Se apoyan las manos sobre las rótulas, cubriéndolas con los dedos. Se rota la mano izquierda hacia la derecha, por encima de la rótula, para que el codo sobresalga tanto como sea posible alineado con la rodilla izquierda.


Al mismo tiempo, el antebrazo derecho, con la mano apoyada sobre la rótula, se acomoda en toda su longitud sobre el muslo derecho, a la vez que se estira la rodilla derecha, con lo que se tensa el tendón de la corva. Es importante mover únicamente las rodillas en lugar de balancear el trasero de un lado a otro.

Se ejecutan los mismos movimientos con la pierna y el brazo derechos.

Este pase mágico se emplea para agitar la energía del intento que rodea los riñones y las glándulas suprarrenales. Proporciona a los practicantes resistencia de larga duración y una sensación de osadía y confianza en sí mismos.

4. Fundir la energía izquierda y la derecha
Se respira hondo. Se exhala lentamente mientras se coloca el antebrazo izquierdo a la altura de los hombros, formando con el codo un ángulo de noventa grados.

Se echa la muñeca hacia atrás tanto como se pueda mientras los dedos apuntan hacia delante y la palma de la mano mira hacia la derecha.


Se mantiene la posición del brazo inclinando marcadamente el tronco hasta que el brazo izquierdo sobresaliente llegue al nivel de las rodillas.

Se debe evitar que el codo izquierdo cuelgue hacia el suelo. Hay que alejarlo tanto como uno pueda de las rodillas.

Se prosigue con la exhalación lenta mientras el brazo derecho traza un círculo completo sobre la cabeza y la mano se detiene a pocos centímetros de los dedos de la izquierda.

La palma derecha mira al cuerpo y los dedos señalan al suelo. La cabeza está hacia abajo y el cuello recto.

Se concluye la exhalación y se respira hondo en la misma posición. Los músculos de la espalda, los brazos y las piernas se contraen a medida que uno inhala lenta y profundamente.

Se endereza el cuerpo mientras uno exhala y se vuelve a ejecutar el pase mágico completo con el brazo derecho.

El estiramiento máximo de los brazos permite la creación de una apertura en el vórtice energético de los riñones y las glándulas suprarrenales; esta apertura facilita el aprovechamiento óptimo de la energía redistribuida. Este pase mágico es imprescindible para la redistribución de la energía hacia dicho centro que, en un sentido amplio, responde con la vitalidad general y la juventud del cuerpo.

5. Atravesar el cuerpo con un rayo de energía
Se sitúa el brazo izquierdo junto al cuerpo, delante del ombligo, y el derecho detrás, exactamente a la misma altura. Se doblan las manos, apuntando al suelo con los dedos. La palma izquierda mira a la derecha y la palma derecha a la izquierda.


Las yemas de los dedos de las dos manos se elevan rápidamente y apuntan en línea recta hacia delante y hacia tras. El cuerpo entero se tensa y hay que doblar las rodillas en el instante en que los dedos apuntan hacia delante y atrás.

Las manos mantienen esta posición unos segundos. A continuación se relajan los músculos, las piernas se extienden y se mueven los brazos hasta que el derecho quede delante del cuerpo y el izquierdo detrás.

Al igual que al inicio de este pase mágico, las yemas de los dedos señalan el suelo y vuelven a elevarse rápidamente para apuntar en línea recta hacia delante y atrás; se exhala suavemente doblando las rodillas.

6. Girar energía alrededor de dos centros de vitalidad
Lo mejor consiste en enfrentar las manos como modo de mantenerlas alineadas. Se separan con los dedos agarrotándolos, como si se quisiera sujetar la tapa de un recipiente del tamaño de la mano.


Se coloca la mano derecha en la zona del páncreas y el bazo, mirando hacia el cuerpo. Se sitúa la izquierda detrás del cuerpo, en la zona correspondiente al riñón y la glándula suprarrenal izquierdos, también mirando hacia el cuerpo.

Se echan enérgicamente hacia atrás las muñecas al tiempo que, sin mover las rodillas, se gira el torso tanto como se pueda hacia la izquierda. A continuación las muñecas giran simultáneamente, con un movimiento lateral, como si quisiera destapar dos recipientes, uno situado a la altura del páncreas y el bazo y el otro al nivel del riñón izquierdo.

Se ejecuta el mismo movimiento invirtiendo el orden: se pone la mano izquierda delante, a la altura del hígado y la vesícula biliar, y la derecha en la parte posterior del cuerpo, al nivel del riñón derecho.

Con este pase mágico se agita la energía de los tres centros principales de vitalidad: el hígado y la vesícula biliar, el páncreas y el bazo, y los riñones y las glándulas suprarrenales. Se trata de un pase mágico indispensable para los que necesitan estar al acecho. Facilita la conciencia global e incrementa la sensibilidad de los practicantes ante el entorno.

7. El semicírculo de energía
Comienza delante de la cara y traza un semicírculo con la mano izquierda, desplazándola suavemente hacia la derecha hasta llegar a la altura del brazo derecho.

En este punto la mano gira y dibuja el borde interior de un semicírculo próximo al lado izquierdo del cuerpo.


La mano vuelve a girar en la espalda, traza el borde exterior del semicírculo y regresa a la posición inicial.

El semicírculo completo está ladeado desde la altura de los ojos, por delante, hasta un nivel inferior al del trasero por detrás. Es importante seguir con la mirada el desplazamiento de la mano.


Una vez terminado el semicírculo con el brazo izquierdo, se traza otro con el derecho; de este modo se rodea el cuerpo con dos semicírculos.

Se dibujan para agitar energía y facilitar su deslizamiento desde lo alto de la cabeza hasta la zona de las glándulas suprarrenales.

Este pase mágico es el vehículo que permite alcanzar una serenidad intensa y continuada.

8. Agitar energía alrededor del cuello
Se coloca delante del cuerpo, a la altura del plexo solar, la mano izquierda con la palma hacia arriba y la derecha con la palma hacia abajo. Se sitúa la mano derecha encima de la izquierda hasta que casi se toquen. Los codos deben estar muy doblados.

Se respira hondo y levantando ligeramente los brazos como si el tronco rotara hacia la izquierda tanto como se pueda, pero sin mover las piernas, sobre todo las rodillas, que se mantendrán algo flexionadas para evitar que los tendones sufran tensiones innecesarias.

La cabeza debe estar alineada con el tronco y los hombros.

Se comienza a exhalar a medida que se separan lentamente los codos hasta su máxima extensión, con las muñecas rectas.

Se inhala. La exhalación comienza cuando la cabeza gira hacia atrás para mirar el codo izquierdo y hacia delante para ver el codo derecho; se rota dos veces más la cabeza hacia delante y hacia atrás mientras concluye la exhalación.

Se gira el tronco hacia delante y se invierte la posición de las manos. La derecha mira hacia arriba y la izquierda hacia abajo, encima de la derecha. Se inhala. Se gira el tronco hacia la derecha y se repiten los movimientos de este lado.

Los chamanes creen que una específica energía para el intento se dispersa desde el centro de decisiones situado en el hueco con forma de V que existe en la base del cuello y que dicha energía se recoge exclusivamente mediante la práctica de este pase mágico.

9. Amasar energía con un empujón de los omóplatos
Se sitúan los brazos delante de la cara, a la altura de los ojos, y se doblan los codos lo suficiente para que los brazos parezcan un arco. Se inclina el tronco para que los omóplatos se expandan lateralmente.


El movimiento comienza cuando el brazo izquierdo empuja hacia delante mientras se mantiene arqueado y tenso. El brazo derecho hace lo mismo y ambos se mueven alternativamente.

Es importante notar que los brazos están muy tensos. Las palmas miran hacia delante y las yemas de los dedos quedan enfrentadas. El movimiento profundo de los omóplatos y la tensión de los músculos del estómago crean la fuerza que impulsa los brazos.

Los chamanes están convencidos de que la energía de los ganglios que rodean los omóplatos se atasca fácilmente y se estanca, lo que produce la decadencia del centro de decisiones situado en el hueco con forma de V de la base del cuello. Este pase mágico se practica para agitar dicha energía.

10. Agitar energía por encima de la cabeza y partirla
De manera relajada, el brazo izquierdo traza dos círculos y medio por encima y alrededor de la cabeza. A continuación dichos círculos se parten con el filo exterior del antebrazo y la mano, que bajan con fuerza pero lentamente.


El impacto es asimilado por los músculos del estómago, que en ese momento están tensos. Los músculos del brazo también se tensan para evitar lesiones en los tendones, lesiones que podrían producirse si los músculos estuviesen relajados o si se fustigase el brazo.

Se exhala lentamente cuando el brazo golpea hacia abajo. El mismo movimiento se repite con la mano y el brazo derechos.

La energía agitada y partida de este modo desciende por todo el cuerpo. Si los practicantes están muy cansados o no pueden permitirse el lujo de dormir, la ejecución de este pase mágico disipa la somnolencia y produce una sensación transitoria de lucidez.


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jueves, 7 de noviembre de 2024

La Única Esperanza de la Humanidad

El guerrero es la única esperanza para el futuro de la humanidad.
El guerrero destruirá dentro de sí, todas las religiones, todas las naciones, todas las razas, porque están todas podridas, pasadas, obstaculizando la evolución humana. No están permitiendo que nadie llegue a su pleno florecimiento: no quieren seres humanos sobre la tierra, quieren corderos.
Un guerrero te respeta, respeta la vida, tiene una profunda reverencia por todo lo que crece, prospera, respira. No se coloca por encima de ti, no es más sagrado que tú, más elevado que tú; es uno entre vosotros. Sólo puede reclamar una cosa para sí: él tiene más valentía que tú. No puede salvarte, sólo tu valentía puede salvarte. No puede dirigirte, sólo tus propias entrañas pueden dirigirte a que realices tu vida.

La rebelión es un estilo de vida. Para mí, es la única religión que es auténtica. Porque si vives de acuerdo a tu luz podrías equivocarte muchas veces y podrías caerte muchas veces; pero en cada caída, en cada equivocación te harás más sabio, más inteligente, más comprensivo, más humano. No hay otra forma de aprender que cometiendo errores. Pero no vuelvas a cometer el mismo error. Un guerrero tiene que ser sólo uno mismo, y aceptar el desafío de la vida, te lleve donde te lleve. Tú eres el único guía. Eres tu propio maestro.

Es una vieja asociación y un malentendido que ser un inconformista es ser un guerrero. El inconformista es un reaccionario; actúa por enfado, rabia, violencia y ego. Su acción no está basada en la consciencia. A pesar de que va en contra de la sociedad, esto no es necesariamente estar en lo cierto.
De hecho, la mayoría de las veces moverse de un extremo a otro es ir de una equivocación a otra. El guerrero es un ser con un enorme equilibrio, y eso no es posible sin consciencia, vigilancia y una compasión inmensa. No es una reacción, es una acción; no va en contra de lo viejo, sino a favor de lo nuevo.
El no conformista sólo está en contra de lo viejo, en contra de lo establecido; pero no tiene una concepción de por qué está en contra, no tiene una visión de futuro. ¿Qué sucederá si tiene éxito? Estará perdido, totalmente avergonzado. Nunca había pensado sobre ello. No ha sentido la vergüenza porque nunca ha triunfado. Su fracaso ha sido un gran refugio para él.

Cuando digo “reacción”, quiero decir que tu orientación es básicamente dependiente: no estás actuando desde la libertad y la independencia. Esto tiene unas implicaciones muy profundas. Significa que tu acción sólo es una consecuencia; también significa que tu acción puede ser muy fácilmente controlada.

El inconformista está siempre en manos de la sociedad y los poderes fácticos. Los poderes fácticos sólo tienen que ser un poco más listos y astutos, y entonces pueden utilizar al inconformista con mucha facilidad, sin ninguna dificultad.

Pero los poderes fácticos nunca pueden usar al guerrero porque no está reaccionando contra ellos. Él tiene una visión de futuro, de un nuevo hombre, de una nueva humanidad. Está trabajando para crear ese sueño, para hacerlo realidad. Si está en contra de la sociedad, lo hace porque la sociedad es un obstáculo para su sueño. Su foco no está en los poderes fácticos, su foco está en un futuro desconocido, una posibilidad potencial. Actúa a partir de su libertad, a partir de su visión, a partir de su futuro. Su consciencia decide en qué dirección ir.

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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Aplastar Energía para el Intento
1er. Grupo de la Serie para Preparar el Intento


La energía imprescindible para manejar el intento se disipa constantemente desde los centros vitales situados alrededor del hígado, el páncreas y los riñones y se deposita en la parte inferior de la esfera luminosa que somos. Dicha energía debe agitarse y reconducirse sin cesar. Los nuevos chamanes recomendaron con gran ahínco la agitación sistemática y controlada de la energía con ayuda de las piernas y de los pies. Opinaban que las largas caminatas, una de las características inevitables de su existencia, dan por resultado una agitación excesiva de la energía, agitación que no cumple fin alguno. Por esta razón las largas caminatas fueron su justo castigo y equilibraron el exceso de energía mediante la ejecución de pases mágicos específicos que practicaron mientras andaban.

Los nuevos chamanes opinaban que este conjunto –compuesto por quince pases mágicos, cuya función consiste en agitar energía con los pies y las piernas─ es la forma más eficaz de conseguir lo que denominaban aplastar energía. Cada paso es un pase mágico que incorpora el control del aplastamiento de la energía y, si lo desean, los practicantes pueden repetirlos cientos de veces sin preocuparse por la agitación excesiva de la energía.

1. Moler Energía con los Pies
Durante unos segundos y para alcanzar el equilibrio, el cuerpo gira sobre las eminencias metatarsianas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. A continuación el peso del cuerpo pasa a los talones y los giros se realizan desde esta base de sustentación, con los dedos ligeramente separados del suelo al girar y apoyados cuando los pies alcanzan la inclinación máxima.




Una de las consecuencias físicas de moler energía de esta manera es el aumento de la circulación en los pies, las pantorrillas y los muslos hasta la zona de la entrepierna. A lo largo de los siglos los chamanes lo han utilizado para restablecer la flexibilidad de las extremidades lesionadas por el uso cotidiano.

2. Moler Energía con Tres Deslizamientos de los Pies
Los pies giran tres veces sobre los talones, repitiendo el movimiento del pase mágico anterior. Se realiza una pausa fugaz y se vuelve a girar tres veces. Cabe destacar que en los tres primeros pases mágicos de esta serie la clave radica en el desplazamiento de los brazos que avanzan y retroceden rápidamente.

El efecto se incrementa si la energía se muele de manera discontinua. La consecuencia física de este pase mágico consiste en una rápida oleada de energía por si hay que correr, huir del peligro o cualquier otra cosa que exija una intervención veloz.

3. Moler energía con el deslizamiento lateral de los pies





La secuencia se invierte y se desplaza uno sobre los talones, a continuación se hace lo mismo apoyándose en las eminencias metatarsianas y finalmente de nuevo en los talones, siempre a la derecha.

La consecuencia física de estos tres pases mágicos es la estimulación de la circulación en todo el cuerpo.

4. Mezclar Energía Golpeando el Suelo con los Talones
Este pase mágico es similar a caminar sin moverse del sitio.



Éste pasa de una a otra, reposa en la pierna que no se mueve y es la otra la que ejecuta el movimiento. Los brazos se mueven igual que en el pase mágico anterior.

La consecución física de este pase mágico y del siguiente es muy parecida a la de los tres anteriores: la sensación de bienestar que impregna la zona pélvica después de ejecutar los movimientos.

5. Mezclar Energía Golpeando el Suelo Tres Veces con los Talones
Este pase mágico es igual que el anterior, salvo que el movimiento de las rodillas y los pies no es continuo. Se interrumpe después de que los talones se posan tres veces en el suelo de manera alterna. La secuencia es la siguiente: izquierda, derecha, izquierda y pausa; derecha, izquierda, derecha y pausa; y así sucesivamente.

Los primeros cinco pases mágicos de este grupo permiten que los practicantes alcancen un rápido aumento de la energía en los casos en que es necesaria en la sección media del torso, en la entrepierna o, por ejemplo, cuando tiene uno que realizar una carrera larga o trepar rápidamente por las rocas o a los árboles.

6. Recoger Energía con las Plantas de los Pies y Hacerla Subir por el Interior de las Piernas



Con este pase mágico forzamos el ascenso de la energía para el intento por el interior de las piernas, lugar que según los chamanes es la zona de almacenamiento de la memoria cinética. Este pase mágico se emplea para liberar la memoria de los movimientos o facilitar el recuerdo de nuevos movimientos.

7. Agitar Energía con las Rodillas



Se vuelve a colocar la pierna izquierda en posición de pie, ejecutando el mismo movimiento con la rodilla derecha y alternando entre una y otra.

8. Llevar al Tronco la Energía Agitada con las Rodillas
Este pase mágico es la continuación energética del anterior.



Se ejecuta el mismo movimiento con la derecha y alterna entre una y otra pierna.

La punta del pie dirigida al suelo garantiza que los tendones de los tobillos se tensen y sacudan diminutos centros en los que la energía se acumula.

Los chamanes opinan que estos centros de los tendones probablemente son los más importantes de las extremidades inferiores, tanto que por medio de este pase mágico podrían despertar los demás centros diminutos de energía repartidos por el cuerpo.

Éste pase mágico y el anterior se practican juntos para proyectar la energía para el intento, acumulada en las rodillas, hacia los dos centros de vitalidad situados alrededor del hígado y el páncreas.

9. Patear Energía por Delante y por Detrás del Cuerpo




Los brazos cuelgan a los lados del cuerpo porque en este pase mágico sólo participan las extremidades inferiores, lo que les proporciona flexibilidad.

El objetivo consiste en elevar tanto como sea posible no sólo la pierna que patea hacia delante, sino la que lo hace hacia atrás. Al ejecutar la patada hacia atrás, el tronco debe estar ligeramente inclinado para facilitar el movimiento, posición que se usa como modo natural de absorber la energía agitada en las extremidades. Este pase mágico se ejecuta para ayudar al cuerpo que sufre problemas de digestión debidos al cambio de dieta o cuando es necesario recorrer grandes distancias.

10. Elevar Energía desde las Plantas de los Pies



Lo ideal sería asir de manera ligera la planta del pie y soltarla instantáneamente.



Se repite el mismo movimiento con el pie derecho, elevando las manos desde el pie hasta la altura del hígado y la vesícula biliar.

Los movimientos se ejecutan alternativamente con una pierna y la otra.

Al igual que en el pase mágico anterior, la inclinación del tronco permite que la energía de las plantas de los pies se traslade a los dos centros energéticos vitales que rodean el hígado y el páncreas. Este pase mágico contribuye a la consecución de la flexibilidad y alivia problemas digestivos.

11. Derribar un Muro de Energía



En cuanto el pie toca el suelo, se eleva el derecho de la misma manera y se repite alternando uno y otro pie.

12. Atravesar una Barrera de Energía



En cuanto se apoya el pie en el suelo, se eleva la otra pierna para ejecutar el mismo movimiento.

13. Patear una Puerta Lateral
Se trata de una patada-empujón que se ejecuta con las plantas de los pies.



Se desanda lo recorrido hacia la izquierda con el pie izquierdo y se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derecho.

14. Partir una Pepita de Energía



En cuanto la punta del pie da el golpe, éste vuelve a su posición habitual y se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derechos.

15. Quitar el Barro de Energía




La otra pierna soporta el peso del cuerpo y el tronco está ligeramente inclinado para que los músculos del estómago participen en la ejecución de este pase mágico. En cuanto el pie recupera su posición habitual, se repite el mismo movimiento con la pierna y el pie derechos.

Los chamanes llaman pasos en la naturaleza a los cinco últimos pases mágicos de este grupo.

Los practicantes pueden realizarlos mientras caminan, hacen negocios e incluso mientras están sentados y charlan.

La función de estos pases mágicos consiste en acumular energía con los pies y utilizarla con las piernas en situaciones que requieren concentración y el uso rápido de la memoria.

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viernes, 8 de marzo de 2024

Postura de Guerrero - Serie Larga de Tensegridad

Cada uno de nuestros movimientos... es una transición inconsciente de una postura habitualmente automática a otra igualmente automática.

El estilo de los movimientos y las posturas de cada época, cada raza, cada clase, está indisolublemente conectado con formas distintivas de pensamiento y de sentimiento. Y están tan estrechamente unidos que un hombre no puede cambiar ni la forma de su pensamiento ni la forma de su sentimiento sin haber cambiado su muestrario de posturas.

Las formas de pensamiento y de sentimiento pueden ser llamadas posturas de pensamiento y de sentimiento. Cada hombre tiene un número definido de posturas intelectuales y emocionales, al igual que tiene un número definido de posturas en movimiento: y sus posturas móviles, intelectuales y emocionales están todas interconectadas.
Por lo tanto, un hombre nunca puede escapar de su propio repertorio de actitudes intelectuales y emocionales a menos que se cambien las formas del movimiento de sus posturas en el cuerpo.

Un análisis psicológico y el estudio de las funciones psicomotoras, aplicadas de cierta manera, demuestran que cada uno de nuestros movimientos, voluntarios o involuntarios, es una transición inconsciente de una postura automáticamente determinada a otra igualmente automática y precisa. Es una ilusión que nuestros movimientos sean voluntarios, en realidad nuestros movimientos son automáticos.

Nuestros pensamientos y sentimientos son igualmente automáticos. Y el automatismo de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos está definitivamente conectado con el automatismo de nuestros movimientos. Uno no puede ser cambiado sin el otro. Y si, por ejemplo, la atención de un hombre se concentra en cambiar el automatismo del pensamiento, los movimientos acostumbrados, así como las posturas usuales, van a impedir el nuevo modo de pensamiento creando las antiguas asociaciones habituales.



Explicación de los movimientos que componen la serie larga denominada la Postura del Guerrero y que fueron presentadas por primera vez en el Seminario de Pomona CA 1/99

1. Limpiando el Vínculo con el Intento
Primero la izquierda, después la derecha. El dorso de la mano izquierda cepilla el brazo izquierdo extendido, desde el hombro hasta las yemas de los dedos y vuelve hacia arriba, de nuevo hasta el hombro, rozando con las yemas de los dedos. Después vuelve a cepillar con el dorso hasta la mano.

Repetir los mismos movimientos con el brazo derecho extendido.

2. Frotar Vivamente las Palmas de las Manos al nivel del pecho varias veces. Extender la energía generada por el frotamiento hacia atrás desde las cejas, hasta la cima de la cabeza y la parte de atrás del cuello.

Hacer una pausa breve y después sacudir ambas manos vigorosamente desde las muñecas durante varios segundos. Hacer una pausa y sentir el pique en las yemas de los dedos.

Después alzar y agitar el pie izquierdo brevemente. Después el derecho.

3. Realizar "Moliendo Energía con los Pies”.
Pivotando sobre las puntas de los pies de izquierda a derecha, y golpeando el suelo con los talones, acompañando con los brazos. Realice durante varios segundos.

Durante unos segundos y para alcanzar el equilibrio, el cuerpo gira sobre las eminencias metatarsianas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

Se doblan los brazos a la altura de los codos mientras las manos apuntan hacia fuera y las palmas están enfrentadas. Los brazos se mueven con impulso desde los hombros y los omóplatos. Este movimiento de los brazos, simultaneando con el de las piernas, como al caminar (el brazo derecho se desplaza al mismo tiempo que la pierna izquierda y a la inversa) provoca la total participación de las extremidades y los órganos internos.

Una de las consecuencias físicas de moler energía de esta manera es el aumento de la circulación en los pies, las pantorrillas y los muslos hasta la zona de la entrepierna. A lo largo de los siglos los chamanes lo han utilizado para restablecer la flexibilidad de las extremidades lesionadas por el uso cotidiano.

4. “Activar” – Conectar el Cuerpo
Conectar el cuerpo se trata de un acto singular en el que todos los músculos del cuerpo y, en concreto, el diafragma se contraen durante un instante. Los músculos del estómago y del abdomen se sacuden, lo mismo que los que rodean los hombros y los omóplatos. Los brazos y las piernas se tensan simultáneamente con la misma fuerza, aunque sólo durante un segundo. A medida que se progresa en la ejecución de los movimientos, se aprende a mantener más tiempo esta tensión.

Conectar el cuerpo no tiene nada que ver con el estado de tensión corporal que caracteriza nuestra época. No podemos decir que el cuerpo está conectado cuando la tensión responde a las preocupaciones o al exceso de trabajo y los músculos del cuello están rígidos. Relajar los músculos o alcanzar un estado de serenidad tampoco significa desconectar el cuerpo. Según los chamanes del antiguo México, con los pases mágicos el cuerpo se pone en alerta y se prepara para actuar.

5. Realizar Moliendo energía con tres deslizamientos de los pies
Los pies giran tres veces sobre los talones, repitiendo el movimiento del pase mágico anterior.
Se realiza una pausa fugaz y se vuelve a girar tres veces. Cabe destacar que en este pase mágico, la clave radica en el desplazamiento de los brazos que avanzan y retroceden rápidamente.

El efecto se incrementa si la energía se muele de manera discontinua.

La consecuencia física de este pase mágico consiste en una rápida oleada de energía por si hay que correr, huir del peligro o cualquier otra cosa que exija una intervención veloz.

6. Realizar dos series de tres cuentas de: "Mezclar Energía Golpeando el Suelo con los Talones."
Este pase mágico es similar a caminar sin moverse del sitio. La rodilla sube rápidamente mientras la punta del pie se apoya en el suelo. La otra pierna sustenta el peso del cuerpo. Éste pasa de una a otra, reposa en la pierna que no se mueve y es la otra la que ejecuta el movimiento. Los brazos se mueven igual que en el pase mágico anterior.

La consecución física de este pase mágico es la sensación de bienestar que impregna la zona pélvica después de ejecutar los movimientos. El movimiento de las rodillas y los pies no es continuo. Se interrumpe después de que los talones se posan tres veces en el suelo de manera alterna. La secuencia es la siguiente: izquierda, derecha, izquierda y pausa; derecha, izquierda, derecha y pausa.

7. Recoger energía con las plantas de los pies y hacerla subir por el interior de las piernas.
Las plantas izquierda y derecha ascienden alternativamente por el interior de la pierna contraria y casi la rozan. Es importante arquear un poco las piernas, permaneciendo de pie con las rodillas dobladas.

Con este pase mágico forzamos el ascenso de la energía para el intento por el interior de las piernas, lugar que según los chamanes es la zona de almacenamiento de la memoria cinética. Este pase mágico se emplea para liberar la memoria de los movimientos o facilitar el recuerdo de nuevos movimientos.

8. Elevar energía desde las plantas de los pies
La rodilla izquierda se inclina y se eleva tanto como sea posible hacia el tronco, que está algo inclinado y casi la toca. Los brazos permanecen extendidos y forman una prensa que aferra la planta del pie. Lo ideal sería asir de manera ligera la planta del pie y soltarla instantáneamente.

El pie desciende hasta el suelo mientras, con una enérgica sacudida, los brazos y las manos ponen en juego los músculos pectorales y de los hombros y se elevan a los lados de las piernas hasta la altura del páncreas y el bazo. Se repite el mismo movimiento con el pie derecho, elevando las manos desde el pie hasta la altura del hígado y la vesícula biliar. Los movimientos se ejecutan alternativamente con una pierna y la otra.

La inclinación del tronco permite que la energía de las plantas de los pies se traslade a los dos centros energéticos vitales que rodean el hígado y el páncreas. Este pase mágico contribuye a la consecución de la flexibilidad y alivia problemas digestivos.

9. Agitar energía con las rodillas
Se dobla la rodilla izquierda inclinándola hacia la derecha tanto como se pueda, como dando un rodillazo lateral, mientras el torso y los brazos giran delicadamente hacia el otro lado, también tanto como se pueda.

Se vuelve a colocar la pierna izquierda en posición de pie, ejecutando el mismo movimiento con la rodilla derecha y alternando entre una y otra.

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jueves, 7 de marzo de 2024

El Punto de No-Compasión

Existe un umbral que, una vez franqueado, no permite retiradas. Normalmente, desde el momento en que el espíritu toca la puerta, pasan años antes de que la persona llegue a ese umbral. Sin embargo, en algunas ocasiones se logra llegar a él casi de inmediato.

Un guerrero tiene la obligación de recordar muy claramente cuándo y cómo ha cruzado ese umbral, a fin de fijar en su mente el nuevo estado de su potencial perceptivo. Cruzar ese umbral significa entrar en un mundo nuevo, y no es esencial ser aprendiz de guerrero para llegar a ese umbral; la única diferencia entre el hombre común y corriente y un guerrero, en esos casos, es lo que cada uno pone de relieve.
El guerrero recalca el cruce del umbral y usa ese recuerdo como punto de referencia. El hombre común y corriente recalca el hecho de que se refrena al cruzarlo y de hacer lo posible por olvidarse de haber llegado a él.


Cortar nuestras cadenas es algo maravilloso, pero también algo muy fastidioso porque nadie quiere ser libre. Una vez que nuestras cadenas están rotas, ya no estamos atados a las preocupaciones del mundo cotidiano. Aún estamos en el mundo diario, pero ya no pertenecemos a él. Para pertenecer a él debemos compartir las preocupaciones y los intereses de la gente, y sin cadenas no podemos.
La característica de la gente normal es que compartimos una daga metafórica: la preocupación con nuestro reflejo. Con esa daga nos cortamos y sangramos. La tarea de las cadenas de nuestro reflejo es darnos la idea de que todos sangramos juntos, de que compartimos algo maravilloso: nuestra humanidad. Pero si examináramos lo que nos pasa, descubriríamos que estamos sangrando a solas, que no compartimos nada, y que todo lo que hacemos es jugar con una obra del hombre: nuestro predecible reflejo.

Un guerrero es, en esencia, un ser implacable, de recursos muy fluidos y de gustos y conducta muy refinados; un ser cuya tarea en este mundo es afilar sus aristas cortantes, una de las cuales es la conducta, para que así nadie sospeche de su inexorabilidad.

Todo cuanto hacen los chamanes es consecuencia del movimiento de sus puntos de encaje, y esos movimientos están regidos por la cantidad de energía que tienen a su disposición.
Cuando el punto de encaje se mueve y llega al sitio donde no hay compasión, la posición de la racionalidad y el sentido común se debilitan. La sensación de tener un lado viejo, oscuro y silencioso es una visión de los antecedentes de la razón.
El sitio donde no hay compasión tiene que ver con “el descenso del espíritu”. A fin de revelar los misterios de la percepción a la humanidad, el espíritu elige un momento en el que el ser humano está distraído, con la guardia baja y, sin mostrar piedad alguna, deja que su presencia mueva, por sí misma, el punto de encaje a una determinada posición. Una posición que los chamanes describen como el sitio donde uno pierde la compasión o el sitio donde no hay piedad. A partir de ahí, el no tener compasión se convierte en el primer principio del camino del guerrero.

El verdadero enemigo y la fuente de la miseria humana es la compasión por sí mismo. Sin cierto grado de compasión por sí mismo, la humanidad, no podría existir. Sin embargo, una vez que esa compasión se emplea, desarrolla su propio impulso y se transforma en importancia personal.
La importancia personal es la fuerza generada por la imagen de sí. Es esa fuerza la que mantiene el punto de encaje fijo en donde está en el presente. Por ese motivo, todo cuanto hacen los chamanes está dirigido a destronar la importancia personal.
El espíritu al mover nuestro punto de encaje, alejándolo de su posición habitual, nos hace alcanzar un estado de ser que sólo podríamos llamar “el punto de no tener compasión”.

Los chamanes saben, gracias a su experiencia práctica, que en cuanto se mueve el punto de encaje se derrumba la importancia personal, porque sin la posición habitual del punto de encaje, la imagen de sí pierde su enfoque. Sin ese intenso enfoque se extingue la compasión por sí mismo y con ella la importancia personal, ya que la importancia personal es sólo la compasión por sí mismo disfrazada.
La posición habitual y la imagen de sí obligan al punto de encaje a armar un mundo de falsa compasión, pero de crueldad y egoísmo muy reales. En ese mundo, los únicos sentimientos verdaderos son los que convienen a quien los tiene.
Para los chamanes, el no tener compasión no es ser cruel. El no tener compasión es la cordura, lo opuesto a la compasión por sí mismo y la importancia personal.

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sábado, 24 de febrero de 2024

Dispersando la Angustia

La angustia es una energía que se acumula en el pecho en un conjunto de fibras luminosas y que se percibe como una presión que en ocasiones llega a dificultar hasta la propia respiración.
La angustia es la marca del hombre moderno, como signo de su ensimismamiento y autorreflexión sin fin. La angustia es producto de la vanidad.
Los chamanes dicen que el hombre se contempla hasta que ya no puede ver más, sólo se preocupa de sí mismo, hasta que llega el momento en que no ve nada.
El hombre moderno se contempla tanto que elimina todo lo demás, preocupándose constantemente solo por sí mismo.


La angustia que siente un guerrero es debido al descenso del espíritu y el movimiento continuado del punto de encaje. Cualquier descenso del espíritu es como morir. Todo en nosotros se desconecta, y después vuelve a conectarse a una fuente de mucha mayor potencia. La amplificación de energía se siente como una angustia mortífera.
Cuando esto ocurre solo nos queda esperar. Ese estallido de conciencia pasa. Lo peligroso es no saber lo que nos está sucediendo. Una vez que lo sabemos no hay peligro.

Este Pase Mágico ha sido diseñado para dispersar la angustia hasta su completa eliminación. Se compone de varias partes.

Preparación: Frotar manos rápidamente.
Todos estos movimientos se deben hacer con una fuerza de impacto en el cuerpo energético, que produce un movimiento vibratorio, proveniente del estómago y no del músculo que es muy lento.
Estos movimientos permiten la sincronía del músculo y tendón en conjunción con el intento y la intención, sólo con esta combinación se impacta al cuerpo de energía.

1. Rodillas ligeramente dobladas y separar todos los dedos como tocando un piano, con las palmas hacia abajo y frente al estómago, mover cada vez más rápido.

2. Juntar los dedos, cerrando el pulgar y con tensión se extienden hacia afuera, como sacando algo y abriendo con mucha fuerza. Sólo se mueven las muñecas, no involucrar los codos.

3. Palmas hacia arriba, se cierran y abren los puños sin mover los brazos, sólo las muñecas de las manos, se abren y se cierran con tensión. La sensación es de agarrar algo más que de soltar.

4. Palmas hacia arriba, juntar los dedos con el pulgar protegido, abrir y cerrar manos, con las muñecas, tensando todo el brazo y pectorales.

5. Círculo hacia atrás exhalando, y exhalar al frente sin hacer tanta presión (lento).

6. Se curva un poco la espalda al bajar cruzando las manos se flexionan las rodillas y con fuerza se levantan los brazos a los lados y hacia afuera, como una defensa de dos golpes por detrás. Se inhala abajo y se exhala al expandir brazos a los lados.

7. El tronco gira hacia el lado izquierdo como un robot, haciendo presión con la mano derecha, semiflexionada, torcer lo más posible el tronco haciendo espirales, como dando cuerda, relajar tomando un pequeño vuelo y golpear al lado contrario fuertemente como si se soltase una liga, que se detiene con el brazo en defensa exactamente al lado del cuerpo (Repetir 3 o 5 veces de cada lado).

8. Impactando el cuerpo de energía: (Látigo)
En este movimiento la energía que se trabaja no tiene nada que ver con el músculo, debe salir de un impacto en el ombligo, y en el general al cuerpo de energía, se sacude la cadera como látigo, este movimiento abre y cierra la energía.

- Se inicia abriendo la energía con palmas hacia arriba, a la altura del ombligo, primer impacto, exhalando en cada impacto y haciendo gran presión en el momento en que para.
- 2do. Impacto a la altura del pecho: palmas abajo, los brazos tensos, pulgar junto, tensar brazo hasta muñeca, pero mano relajada.
- 3er. Impacto: palmas arriba y lejos.
- 4to. Impacto: palmas abajo y cerca del ombligo.

(Hacer a este ritmo las veces que se quiera y terminar cerrando la energía con palmas abajo).
Nota: El torso latiguea cada vez que se impacta el abdomen, pero de una manera natural, ya que la base fundamental de este ejercicio son los impactos.

9.- Inhalar al centro y alzando rodilla, cruzando un poco la pierna que sube flexionada y cruzar manos al frente como de defensa o de equilibrio.

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