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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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sábado, 21 de febrero de 2015

Entrenamiento para Desarrollar la Atencion de Ensueño

Sentados en una colchoneta

Se cierran los ojos

Se toman respiraciones profundas y le prestamos la atención a nuestro ritmo de respiración.

Tomamos conciencia de nuestras manos. Es decir, ponemos nuestra atención en las manos.

¿Cómo las tenemos colocadas? ¿Cómo las sentimos?

Poco a poco empezamos a “ver” como las manos suben, desde la posición que normalmente tienen en ese momento, hasta la altura de los ojos.

La actividad del soñar es una instrucción que consiste en hallar las propias manos durante un sueño. Uno debe soñar deliberadamente que busca y encuentra sus manos en un sueño que consiste en soñar que uno alza las manos al nivel de los ojos.

Una vez que algo dentro de uno cede para permitir observar el dorso de las manos; las instrucciones siguientes estipulan que, apenas la percepción de las manos empieza a disolverse o transformarse, se debe trasladar la mirada a cualquier otro elemento en el ámbito del sueño. Cada vez que la nueva apariencia empieza a disiparse, hay que volver a prestar atención a otros elementos ambientales.

Cada guerrero tiene su propio modo de soñar. Todos son distintos. Lo único que tenemos en común es que algo en nosotros tiende trampas para obligarnos a abandonar la empresa. El remedio es persistir a pesar de todas las barreras y desilusiones.

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viernes, 23 de enero de 2015

El Compromiso de un Guerrero

Al hombre moderno se le ha concedido una increíble oportunidad frente a las revelaciones de los guerreros de tiempos antiguos. ¡A ellos no les interesa nuestro destino como hombres comunes y corrientes! Un guerrero está hecho para combatir, su descanso es la guerra.

A diferencia de las mezquinas contiendas en las que los humanos nos involucramos cada día por intereses sociales, religiosos o económicos, la guerra del guerrero no está dirigida contra los demás, sino contra sus propias debilidades. Asimismo, su paz no es la condición sumisa a la que ha sido reducido el hombre moderno, más bien, se trata de un imperturbable estado de silencio interno y disciplina. La pasividad es una violación de nuestra naturaleza, porque, en esencia, todos somos unos combatientes formidables. Cada ser humano es por derecho un guerrero que ha logrado su lugar en el mundo en una batalla de vida o muerte.

Podemos verlo así, al menos una vez, como espermatozoides, todos libramos la carrera por la vida –una contienda única contra millones de otros competidores- ¡y ganamos! Ahora la batalla sigue, ya que estamos atrapados en las fuerzas del mundo. Una parte de nosotros lucha por desintegrarse y morir, y la otra intenta a toda costa mantener la vida y la conciencia. ¡No hay paz! Un guerrero se da cuenta de ello y lo usa en su favor. Su interés sigue siendo el mismo que animó a aquella chispa de vida que le dio origen: el acceso a un nuevo nivel de conciencia.

Al socializarnos, los seres humanos, hemos sido domesticados tal como se amansa a un animal, a fuerza de estímulos y castigos. Se nos ha entrenado para vivir y morir dócilmente, siguiendo códigos de conducta antinaturales que nos ablandan, haciendo que perdamos el ímpetu inicial, hasta que el espíritu del hombre ya casi no se nota. Puesto que nacimos de la disputa, al negar nuestra tendencia básica, la sociedad en que vivimos extirpa la herencia guerrera que nos convierte en seres mágicos. El único camino abierto al cambio, es que nos aceptemos tal como somos para trabajar a partir de ahí.

El guerrero sabe que vive en un universo depredador. No puede bajar la guardia. A donde quiera que mire, él ve una lucha incesante, y sabe que esa lucha es merecedora de respeto, porque es una lucha a muerte.

Un guerrero siempre se está moviendo, yendo o viniendo, apoyando o rechazando, provocando tensiones o descargándose como un rayo, gritando su intento o callando, haciendo algo. Está vivo, y su vida refleja el "estira y afloja del universo". Desde el momento en que ocurrió la explosión que nos dio origen hasta el momento de nuestra muerte, vivimos en un flujo. Esos dos episodios son únicos, porque nos preparan para enfrentar a lo que hay más allá. ¿Y qué nos alinea con ese flujo? Una batalla incesante, que sólo un guerrero intenta; por eso vive en profunda armonía con el todo.

Para un guerrero, ser armónico es fluir, no detenerse en medio de la corriente a intentar un espacio de paz artificial e imposible. Él sabe que puede dar lo mejor de sí en condiciones de máxima tensión. Por eso busca a su adversario como el gallo de pelea, con avidez, con deleite, sabiendo que el próximo paso es decisivo. Su adversario no es su semejante, sino sus propios apegos y debilidades, y su gran reto es apretar las capas de su energía para que no se expandan cuando cese la vida, para que no muera su conciencia.

Un guerrero se hace a sí mismo estas preguntas: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Tiene un propósito? ¿Está lo suficientemente ajustada? Un guerrero acepta su destino, sea cual sea. Sin embargo, lucha por cambiar las cosas y hace de su paso por el mundo algo exquisito. Templa su voluntad de tal forma, que ya nada puede moverle de su propósito.

Los guerreros intentan la libertad, no aceptan compromisos con la gente. La responsabilidad es frente a uno mismo, no frente a otros. ¿Sabes para qué fue colocado en ti el poder de la percepción? ¿Has descubierto a qué propósito sirve tu vida? ¿Cancelarás tu destino animal? Estas son preguntas de guerreros, las únicas que de veras pueden cambiar algo. Si te interesan los demás, ¡respóndete eso!. Un guerrero sabe que lo que le da sentido a la vida es el reto de la muerte, y la muerte es un asunto personal. Es un desafío para cada uno de nosotros, que sólo los guerreros de corazón aceptan. Desde esta óptica, las inquietudes de la gente son sólo egomanía.

El compromiso de un guerrero es con "el puro entendimiento" -un estado de ser que surge del silencio interior-, no con los apegos transitorios de la modalidad de la época en que le ha tocado vivir. El interés social es una descripción que nos han implantado. No parte de un desarrollo natural de la conciencia. Más bien, es producto de la mente colectiva, del desajuste emocional, el miedo y los sentimientos de culpa, del afán por conducir a otros o ser conducidos".

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lunes, 1 de diciembre de 2014

La Magia de la Atencion

El mundo que nos rodea, y que percibimos cotidianamente, aparece como algo estable y bien definido solo en la superficie, debido esencialmente a la limitación perceptiva de nuestros sentidos. La Realidad no está constituida por objetos, sino por Campos de Energía interconectados, que los pueblos indígenas denominan las Emanaciones del Águila, las Cuerdas de Luz que sostienen el Universo, o las Venas de lo Eterno. Estas emanaciones tienen no sólo una naturaleza auto-consciente, sino trascendente, manifestándose como puertas interdimensionales y espacios de “poder” donde todas las leyes físicas conocidas pueden ser superadas o transformadas.

Todo lo que somos, pensamos, recordamos y hacemos en la vida, está encerrado dentro de esta ínfima parte del universo que designamos como “lo conocido”. Nuestra asignatura pendiente como seres humanos es alinear y percibir este inmenso universo que llamamos el Misterio desconocido.

Como seres humanos solo tenemos la libertad de encauzar nuestras energías y en plena conciencia, saltar fuera de los estrechos límites de la percepción ordinaria y completando nuestra intensa experiencia en el Tonal con el conocimiento de otros mundos increíbles que forman parte del Nagual.
El primer paso es ahorrar ese auténtico chorro de energía que cotidianamente invertimos en estallidos emocionales, en pensamientos obsesivos, en criticar y condenar a los demás, en la defensa de nuestra imagen e historia personal, en los hábitos debilitantes, en la impaciencia y la prisa, en tensiones musculares… es decir, en todo eso que integra nuestra importancia personal.
Con la energía disponible que vamos acumulando, con la práctica sistemática del no-hacer de la personalidad, cargamos intensamente nuestro intento, conocer los mundos del ensueño y recapitular nuestra existencia hasta quedar vacíos de ego.

Lo único que tiene verdadera importancia para el guerrero es el descenso del espíritu y el movimiento del punto de encaje que este descenso produce en su interior. Pero, paradójicamente, ninguna técnica ni conocimiento puede lograr esta manifestación del más allá. La senda que conduce al espíritu es intransmisible, y está en función de los actos más que de las creencias; de la confianza y entrega al Poder más que del convencimiento de los méritos propios o del orgullo derivado de la autodisciplina; de lo que uno se ha olvidado más que de lo que se recuerda; de la sinceridad y el desapego del énfasis ante lo desconocido, más que de la repetición de un programa o de la obediencia a un guía.

Cada persona tiene aficiones diferentes. Unos eligen la pintura, el cine, otros la música, la naturaleza, estos la fotografía, la cocina, aquellos la lectura, la televisión… Cada uno de estos apartados que pueden ser infinitos (la ecología, el alpinismo, coleccionar sellos, la huerta, escribir, bailar, los negocios, las relaciones sociales, la práctica religiosa, las artes marciales…) son semejantes a diferentes Emanaciones del Águila y, según sea elegido uno u otro, en su faceta oscura o luminosa, puede resultar ser tan distinto como un poeta, un asesino o una buena madre de familia. Ahora bien ¿qué es lo que pone orden en estos inmensos archivos universales? ¿Qué determina lo que te gusta, o no de los autores contemporáneos, de la pintura renacentista o del budismo? ¿cómo dar sentido a tus percepciones? Este es el papel de la Atención, cuya cualidad esencial es la de otorgar orden y sentido a todo lo que percibimos. Y esta Atención no solo funciona en el mundo conocido, sino que también pone orden en lo desconocido, fijando la realidad siempre cambiante del otro mundo, para que podamos movernos coherentemente en su interior.

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domingo, 14 de septiembre de 2014

La Conciencia Inorganica


Los voladores son una especie de seres inorgánicos que se alimentan de la conciencia humana. Estos "servidores del Águila" comen de nosotros hasta el punto de que la única conciencia que tenemos para los asuntos cotidianos, es usada para la autorreflexión. Los voladores nos han comido hasta los pies, literalmente. Cuánto más egomaníaca es nuestra preocupación, mejor sabor tenemos para los voladores. De todas maneras podemos producir una conciencia que es rechazada por los voladores, desarrollada a través de la disciplina y repugnante para ellos, y que podemos conservar. Los voladores son esencialmente energía impersonal, pero predatoria como todos los seres del universo.

"Todo es el producto de la interacción de dos fuerzas". Las situaciones siempre son resultado de una dicotomía, -por ejemplo, grupos enfrentados en el trabajo o en otras instituciones- y el camino del guerrero consiste en guiar esta dicotomía.

Los guerreros experimentan esta división para llegar a "lo que es permisible". El mismo tipo de dicotomía es verdadera para nuestro mundo. En una parte está el mundo de los orgánicos -incluyéndonos a nosotros y a otros organismos con conciencia. En la otra parte está el reino de los inorgánicos -entidades con conciencia pero sin organismo. "La estructura de su mundo es diferente pero complementaria a la nuestra". Los chamanes encontraron que los seres inorgánicos vienen hasta ellos en sueños. Los sueños, al menos cierta clase de sueños especiales, son "compuertas" que se abren para pasar a la parte del universo de los seres inorgánicos, y que les permite a ellos pasar a nuestro mundo. Solamente en sueños puede uno equilibrar nuestra energía suficientemente para percibir este otro reino. De otro modo, nuestra velocidad es demasiado rápida para percibirlos.

Los antiguos chamanes hallaron que los sueños daban acceso al reino de los inorgánicos y a otros reinos. Llamaron a los seres que allí habían "los aliados". Este término no es adecuado, desde luego, ya que esos seres no son capaces de actuar como aliados en ese reino. En el momento que usas la “puerta”, entras en un mundo verdadero y bien organizado tanto si te gusta como si no. Un guerrero entrena su atención de ensueño desarrollándola al principio al recordar que debe enfocar sus ojos en cada objeto y enfocarlos durante algo más de un vistazo, y entonces moverse a otro objeto, y luego otro.

Para cada individuo hay un umbral de objetos en los que podemos enfocarnos hasta que el sueño se transforma en algo más. En los sueños no ordinarios, una vez que se alcanza este umbral, uno se abre a algo más. Tales sueños especiales son anunciados por algo bastante inusual -por ejemplo, una imagen como un pez volador. Una vez que aprendes a atrapar tu atención, se puede llegar a la compuerta siempre que uno se "tropiece con un sueño que no es un sueño.,".

La atención de ensueño es otra fuente de disciplina que nos hace inalcanzables para los voladores. Una vez se cruza la puerta, algo acude para llevarnos a otra capa de la cebolla, o al universo dual de los seres inorgánicos. Se controla la dirección en la que se va, al decir en voz alta tu intento -esencialmente al dar una orden, como "Llévame a tu mundo". Lo único que escuchan es una orden directa, no es bueno suplicarles, gemir o actuar apaciguadoramente. Tú no les ordenas de modo arrogante, sino con fuerza, de manera convincente. Una vez que dices en voz alta tu deseo de ir, esas bolas de energía te llevan.

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sábado, 6 de septiembre de 2014

El Nagualismo y la Modalidad de la Epoca

La modalidad de la época absorbe experiencias y conocimientos para ponerlos en función de la realización individual o de una plataforma chovinista basada en la etnicidad de los naguales. Pero en sentido estricto el interiorismo es la óptica con que la mayoría de la gente toma contacto con el nagualismo y las prácticas que le están asociadas (pases mágicos, recapitulación, ensueño).

Mucha gente llena sus vidas con la sabiduría de los antiguos chamanes y guerreros de América, pero no se les suele ver acompañando a las autoridades espirituales de los pueblos originarios de la actualidad en su lucha por el reconocimiento de sus derechos. Han tomado de los "indios" un camino con corazón, pero su corazón no se muestra comprometido con esas naciones y con los territorios espirituales que han honrado y venerado durante siglos.

Tal es la lógica de la moderna sociedad occidental: adquirimos libros, videos, seminarios o entrenamientos online para incorporar prácticas que benefician nuestras vidas. ¿Pero dónde está la gratitud o la reciprocidad con el mundo del que provienen esos conocimientos? En la bibliografía nagualista se menciona a la Tierra como la fuente de la que provenimos y que nos proporciona lo necesario para poder existir, y también como un ser consciente que puede levantarnos hacia la libertad total. Pero en la práctica la conexión con ella permanece en un plano retórico o a lo sumo da pie a excursiones fugaces al mundo natural, como al caminar descalzos por el césped, tocar unos tambores al aire libre, visitar el desierto o la montaña o darse una vuelta por el bosque para impregnarse del verde de los árboles antes de regresar a las ciudades.

En la modalidad de la época, siempre parece haber algo más importante, más trascendental o significativo que una relación directa con la Tierra. Al fin y al cabo la Tierra permanecerá y nosotros sólo estamos de visita. Vinimos aquí de paso a usar las instalaciones. Lo que ocurra con ellas y con los demás seres que las necesitan no es de nuestra incumbencia. Basta con “ser conscientes”, aunque no hagamos nada. Indudablemente esta estrategia es razonable bajo el despotismo de los pinches tiranos, cuyas instituciones nadie podía criticar sin arriesgar la vida. ¿Pero se justifica en un tiempo en que los oscurantismos están en retirada o al menos ya no son omnipotentes?

Se ha perdido de vista que el modo en que nos relacionamos con la Tierra es responsabilidad de todos y es algo que sólo se puede transformar a través del ejemplo. La distinción intuitiva entre la vida interior y lo que se opone a la vida no parece formar parte de las preocupaciones de los que buscan la libertad de la percepción, por lo cual incorporan elementos provenientes de las culturas prehispánicas sin que ello modifique sus modos abióticos de vida. Algo parece hallarse implantado en la subjetividad humana que impide el reconocimiento de esta distinción, la que una vez que ha sido puesta en evidencia resulta indesmentible. Como enseñan los chamanes, lo que ha sido implantado es la mente foránea.

No está en la naturaleza del corazón humano hacer distinción entre él y la Tierra. Es una manifestación de la Tierra que toma un lugar entre sus fuerzas para oponer resistencia a la abiótica. En ese intento, el conocimiento de nuestra naturaleza como perceptores es una gran ayuda. Los logros extraordinarios de los videntes, inspirados por los chamanes paleo-americanos, pueden contribuir a la expansión de la conciencia humana, reunificando los mundos orgánicos e inorgánicos, la cognición de hombres y mujeres, la primera y la segunda atención, el tonal y el nagual, el terror y la maravilla de existir en la Tierra.

Con ese ánimo tomamos esas herramientas y las incorporamos a nuestras vidas. Contribuyen a nuestro despertar, pero no prometen ni aseguran nada. No nos concierne la restauración de la toltequidad o la transformación de las contundentes enseñanzas de don Juan y los suyos en un nuevo dogma revelado. Nuestra lucha intenta desenmascarar la instalación foránea y expandir la conciencia humana. Todo lo demás se ha vuelto superfluo para nosotros porque tarde o temprano se convierte en otra excusa del yo para gobernar nuestras vidas y las de los demás.

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viernes, 11 de julio de 2014

El Golpe del Nagual

Para que nuestra primera atención pueda enfocar el mundo que percibimos tiene que poner en relieve ciertas emanaciones. Las emanaciones seleccionadas provienen de la estrecha banda en la que se localiza la conciencia del hombre. Las emanaciones desechadas están al alcance, pero permanecen latentes, desconocidas para el hombre por toda la vida.

Las emanaciones puestas en relieve son conocidas, por los chamanes, como el lado derecho, la conciencia normal, el tonal, este mundo, lo conocido, la primera atención. El hombre común lo llama realidad, racionalidad, sentido común.
Las emanaciones desechadas, aun dentro de la banda del hombre, son consideradas como el preámbulo de lo desconocido. Lo desconocido propiamente dicho consiste en el resto de las emanaciones que son parte de la banda del hombre y jamás son acentuadas. Los chamanes las llaman la conciencia del lado izquierdo, el nagual, el otro mundo, lo desconocido, la segunda atención.

Este proceso de poner en relieve ciertas emanaciones fue descubierto y practicado por los chamanes del antiguo México al darse cuenta que un hombre nagual, o una mujer nagual, por el hecho de tener más energía que el hombre común, pueden empujar el resplandor de la conciencia y sacarlo de las emanaciones acostumbradas y moverlo a las emanaciones vecinas. Este empujón es conocido como el golpe del nagual.
El golpe del nagual es una técnica que en la actualidad se usa para guiar a un guerrero en la investigación de las posibilidades totales del hombre. Tiene que darse en un punto preciso, en el punto de encaje, y el lugar exacto varía en grados minúsculos de persona a persona. El golpe lo tiene que dar un nagual que “ve”. Es inútil tener la fuerza de un nagual y no “ver”, como “ver” y no tenerla fuerza de un nagual. En ambos casos los resultados son simplemente golpes en la espalda.

El punto de encaje no se encuentra en el cuerpo físico, sino en la esfera luminosa. El nagual identifica ese punto por su intensa luminosidad y, más que golpearlo, lo empuja. La fuerza del empujón crea una hendidura en la esfera que se siente como un golpe en el omóplato derecho, un golpe que saca todo el aire de los pulmones.
Una esfera endurecida por la absorción en sí misma no se ve afectada por el golpe del nagual. Sin embargo, en ocasiones la esfera del hombre es muy flexible y la más pequeña fuerza crea una hendidura, como un plato hondo, que varía desde una depresión del tamaño de una naranja a una que abarca la tercera parte del toda la esfera luminosa; o crea una grieta que puede recorrer a todo lo ancho de la esfera, o a lo largo, dando la impresión de que la esfera luminosa que se ha enroscado en sí misma.
Al desplazar el resplandor de la conciencia la hendidura agranda el área de la primera atención presionando a las emanaciones interiores. La fuerza de esa presión hace que el resplandor de la conciencia brille sobre otras áreas que generalmente son inaccesibles para la primera atención.

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viernes, 14 de febrero de 2014

El Cometido del Guerrero

La visión occidental del mundo a partir de la ponderación de los valores materiales sobre los espirituales, el deshumanizado culto a la ciencia y la tecnología, la depredación del planeta y la enajenación del ser humano a favor de las sociedades industriales, comerciales y consumistas, han llevado a la quiebra a la cultura occidental y están haciendo peligrar a la vida en el planeta.
Sin embargo, el espíritu humano no ha muerto y su sabiduría vive resguardada en muchas tradiciones antiguas del mundo, manifestadas y puestas en práctica por mucha gente aún en nuestros días.


El camino del guerrero representa un inconmensurable acervo de conocimientos y prácticas, que no sólo tienen que ver con la alimentación, la medicina, las ciencias y las normas morales y éticas de los grupos humanos que las practican consciente o inconscientemente; Sino de conocimientos muy sofisticados y complejos que tienen que ver con la energía y la fuerza espiritual de los seres humanos y las entidades que les rodean.
Las enseñanzas del camino del guerrero nos presentan la "otra realidad". Nos revelan un pensamiento filosófico complejo y difícil de entender Nos hablan de una antigua concepción de la vida y el mundo que de alguna manera vive en la cotidianidad de nuestro interior y que en el mundo occidental se interpreta como "mágica o surrealista".

El camino del guerrero puede abrirnos nuestra capacidad de percepción, y puede también ser un valioso punto de referencia para entender "al otro", la otra parte de nosotros mismos que hemos negado tercamente. La sabiduría de las enseñanzas del camino del guerrero, pueden servirnos para conocer e interpretar otras formas de entender la vida y el mundo.

Cada guerrero recibe una misión que el poder le encomienda, no importa el resultado de esa misión, porque cuando ésta termine, el guerrero se retirará sin pena ni cuidado de sus resultados. Nada se ha perdido, porque ahí sigue estando el camino para quien tenga el suficiente poder personal para vencer la obsesión y el oscurantismo individualista.
Nada se ha perdido, el conocimiento sigue vivo, vibrante y vigente; acechando el momento oportuno de su revelación exaltante.

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domingo, 9 de febrero de 2014

La Segunda Atencion

La cohesión y la uniformidad energética son indispensables para el acto de percibir. La humanidad entera percibe el mundo que conocemos, en los términos en que lo hacemos, porque compartimos cohesión y uniformidad energética. Adquirimos estas dos condiciones durante el transcurso de nuestros primeros años.

Entrar en un incomprensible estado de conciencia que ponga en tela de juicio la idea que tenemos del mundo y de nosotros mismos, es un estado que los chamanes llaman la segunda atención.
Se entra en la segunda atención cuando uno logra retener el punto de encaje en una nueva posición, previniendo de este modo que regrese a su lugar original. El resultado de fijar el punto de encaje en nuevas posiciones es lo que los chamanes de la antigüedad denominaron la segunda atención. Aquellos chamanes trataban a la segunda atención como un área de completa actividad, de la misma manera que el mundo cotidiano es un área que tiene completa actividad.

La segunda atención es un área de exploración mucho más grande que la primera atención, o la conciencia del mundo cotidiano. En la segunda atención la conciencia entra en un estado de inigualable claridad; un estado de superconciencia que aunque dure cortos periodos de tiempo, se puede entender cualquier cosa con mínimos preámbulos. Esta maniobra es esencial e indispensable para que se reciban explicaciones abstractas y detalladas, mientras que en la conciencia normal se reciben los conceptos y procedimientos básicos, en el aprendizaje del camino del guerrero.

Normalmente las explicaciones que se dan en la segunda atención no se recuerdan en la vida cotidiana de la primera atención; no obstante, de alguna forma se queda en alguna parte de nuestro ser, que los chamanes llaman el aparato de perceptividad. Los chamanes han utilizado esta aparente peculiaridad de la percepción, y han convertido el acto de recordar todo lo que se les enseñó en la segunda atención en una de las tareas tradicionales más difíciles y complejas del camino del guerrero.

Los chamanes explican que cada vez que se entra en la segunda atención, el punto de encaje se encuentra en una posición diferente. Recordar, para ellos, significa situar de nuevo el punto de encaje en la posición exacta en la que se encontraba en los momentos en que ocurrieron las entradas a la segunda atención. Un guerrero no solamente recuerda, sino que revive todas sus experiencias en la segunda atención, por medio de volver a situar su punto de encaje en cada una de las posiciones donde estuvo. Al dar las explicaciones abstractas y detalladas del camino del guerrero, que pertenecen a los mundos del nagual, mientras se encuentran en la segunda atención, se garantizan la fidelidad y precisión de la instrucción para que permanezca intacta durante el resto de la vida de un guerrero.

Aprender algo en la segunda atención es como lo que aprendemos cuando éramos niños; permanece con nosotros toda la vida. Así, estamos acostumbrados a decir “es natural” cuando hablamos de algo aprendido muy temprano en la infancia.

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viernes, 31 de enero de 2014

Dificultades del Camino del Guerrero

El camino del guerrero no es para todo el mundo, los idealistas deben entender que este conocimiento está reservado a unos cuantos, pues muy pocos seres humanos tienen la capacidad para entregarse a las férreas disciplinas y sacrificios que implica este camino, igual que el de los Sufís o de los monjes tibetanos.

Las enseñanzas del camino del guerrero son un designio del "Poder", y a cualquier persona congruente le llevaría toda una vida poder aplicar sus premisas "impecablemente" en su vida cotidiana, donde está la verdadera Batalla de Poder. Cambiar la forma de vida y hacerla un ejercicio de estrategia a través de reducir la importancia personal por medio de una vida austera, sobria e impecable, debe ser la meta suprema para una persona que trate de aprender de la milenaria sabiduría. Aprender a ser humildes y entender que nunca está garantizado que alcancemos el objetivo máximo de los "guerreros", pero actuar como si no lo supiéramos y esforzarnos hasta el último instante de la vida. Intentar vivir todos los días aplicando las premisas del camino del guerrero sin miedo y sin ambición, por la simple necesidad de ser responsables y congruentes.

El camino del guerrero y los mundos del nagual no son para todo el mundo, aunque todo el mundo esté llamado, pero lo que sí nos legaron ayer y hoy los toltecas, es una forma correcta de vivir.
Esa forma correcta de vivir, es la herencia que de alguna manera está viva en las comunidades indígenas de nuestros días. El mundo del nagual es para muy pocos, en cambio el mundo del tonal es para todos. Para alguien que haya vivido en contacto directo con los indios, como fue mi experiencia en la selva de Chiapas, nunca se ve a un indio parlanchín, ni con una desbordante importancia personal. Por lo general son personas muy austeras, sobrias, sensibles, calladas, apegadas a la naturaleza, de manera cultural mantienen "la marcha de poder", el no hacer (por eso son indios), son frugales, llevan a la muerte como compañera y un largo etcétera. Los indígenas son practicantes "no racionales" del camino del guerrero y culturalmente actúan como tales.

Necesitamos el camino del guerrero para poder rehacer este mundo tan caótico, ya que sus enseñanzas nos pueden ayudar a retomar antiguos valores, principios y conocimientos para ser "mejores seres humanos", para forjarnos "un rostro propio y un corazón verdadero".

Tomar las enseñanzas del camino del guerrero como una moda para fantasear puede ser un buen camino para perder el tiempo y auto engañarse. La verdadera magia está en la vida misma, el gran misterio está en nuestro ser interior, la verdadera batalla está en la vida cotidiana, el enemigo a vencer esta dentro de nuestro corazón. Nadie podrá llegar al mundo del nagual, sin antes tener pleno dominio del mundo del tonal. Quien no se vence a sí mismo, jamás podrá soñar con ser guerrero, ni mucho menos penetrar en los insondables misterios del nagual.

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viernes, 24 de enero de 2014

El Acto de Percibir la Energia

Nuestra manera de percibir es la manera en que un predador percibe. Una manera muy eficiente para evaluar y clasificar la comida y el peligro. Pero esa no es la única manera que somos capaces de percibir. Hay otro modo: el acto de percibir la energía directamente.
Percibir la energía directamente nos permite comprender, clasificar y describir el mundo en términos completamente nuevos, más sofisticados y más excitantes.
Uno de los actos más significativos de percibir energía es “ver” la esencia del universo. La esencia del universo, según los chamanes de la antigüedad, los primeros en verla, la describieron como hilos incandescentes que se extienden en el infinito en todas las direcciones concebibles. Además, esos filamentos luminosos son conscientes de sí mismos, en formas imposibles de comprender.
De “ver” la esencia del universo, lo siguiente es “ver” la esencia de los seres humanos. La esencia de los seres humanos se asemeja a una gigantesca configuración blanquecina y brillante parecida a una esfera en forma de huevo que flota y, al moverse, va haciendo un profundo surco en la energía de la Tierra; como si tuviera una profunda raíz que va arrastrándola.
El hallazgo decisivo del acto de ”ver” la esencia de los seres humanos consiste en un punto redondo de intensa luminosidad, del tamaño de una pelota de tenis, alojado permanentemente dentro de la esfera luminosa, al ras de su superficie, aproximadamente a sesenta centímetros detrás de la cresta del omóplato derecho. Después de “ver” este punto, los chamanes de la antigüedad le llamaron el punto de encaje.
En este punto es donde la percepción tiene lugar. Los chamanes de la antigüedad llegaron a esta conclusión al “ver” que de los millones de filamentos de energía del universo que pasan a través de la esfera luminosa de los seres humanos, solo un pequeño número de éstos pasan directamente por el punto de encaje y el resplandor esférico que rodea el punto de encaje intensifica enormemente la luminosidad de los filamentos que pasan directamente a través del punto de encaje.
Después de “ver” lo que el punto de encaje y el resplandor que lo rodea parecen hacer, la propuesta es que en los seres humanos, la esfera que rodea al punto de encaje se enfoca en los millones de filamentos energéticos del universo que pasan directamente a través de él; y al hacerlo, automáticamente, junta a esos filamentos unos con otros, creando la percepción estable del mundo.
El punto de encaje y el resplandor que lo rodea son la marca de la vida y de la conciencia, y no hay rastro de ellos en los seres muertos. La conciencia, la vida y la percepción van juntas, y están inextricablemente ligadas al punto de encaje y al resplandor que lo rodea.
“Ver” el punto de encaje es algo que está al alcance de todo el mundo. La dificultad radica en romper la muralla que mantiene fija en nuestra mente la idea de que no podemos hacerlo. Solo necesitamos energía y una vez que la tenemos sucede de por sí. El truco está en abandonar la falsa seguridad del sentido común.

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martes, 31 de diciembre de 2013

El Nuevo Ciclo

Con la libertad ilimitada de ser un desconocido, debemos hacer el intento de cumplir la misión que nos encomendó el poder. Esta misión consiste en sacar del lado oculto al nagual y ponerlo a disposición de aquellas personas que tengan el poder suficiente para entrar en esa "otra realidad" antes de que comience el final del Quinto Sol.


¿Cómo se está haciendo este intento? En principio diremos que la síntesis de este "conocimiento" se encuentra en la llamada "Tensegridad", que son ciertos movimientos energéticos que permiten la reutilización de la energía en el ser humano, para con ella, intentar trascender a otras realidades de la misma existencia.

Estamos ante la quiebra del paradigma de la sociedad actual. La destrucción del mundo y la degradación de los seres humanos están a punto del colapso. Parece que los seres humanos hemos perdido el sentido divino y místico de la existencia. Todo se resume al dinero, el poder de compra, el placer y la comodidad. La vida humana solo sirve para... "nacer, crecer, reproducirse, trabajar, consumir, pagar, ver la televisión y morir".

La maravilla y el terror de estar vivo y consciente. El desafío de la conciencia de la muerte y la necesidad de trascender la vida en el plano espiritual. El asombro de ser además de un ser energético (luminoso), poseer la capacidad creadora de generar la más pura energía del universo. En fin, la maravilla y el prodigio de sentirse y saberse poseedor de un inconmensurable don, es el desafío que nos está aguardando a la vuelta de la esquina en este nuevo ciclo.

El colapso de Occidente no sólo es económico, sino fundamentalmente cultural. En efecto, el paradigma de la civilización Occidental se está desplomando como las Torres Gemelas, lo que sucede es que por su macro dimensión, aparentemente su caída es a cámara lenta y no se detecta tan fácilmente. Pero los valores en los que se fundamenta la cultura Occidental: libertad, igualdad y fraternidad, son los que ha perdido completamente esta civilización, pues tiene una enorme carencia de ellos, de modo que lo que actualmente vivimos es un: totalitarismo económico, una terrible injusticia social y una despiadada deshumanización.
La gente desesperada busca alternativas, caminos que la liberen de esta barrena de degradación social y espiritual.

Ante esta situación el "conocimiento silencioso", no sólo de los Viejos Abuelos, sino de todos los pueblos antiguos del mundo se ha activado para enfrentar lo que viene. La misma Madre Tierra lo induce en sus más amados hijos, en sus más devotos hijos, en sus más sensibles hijos. De modo que los múltiples linajes están brotando, como esas flores del desierto, que pueden aguantar diez años como una semilla bajo el ardiente sol o las bajas temperaturas invernales, esperando por largos años una tormenta para al otro día brotar mágicamente en medio de la nada.

El cambio vendrá por sí mismo ya que no hay nada que se pueda hacer para darle a la gente común y corriente una comprensión más equilibrada de lo que es el fulgor de la conciencia. Un guerrero aspira a ser libre, a ser testigo sin prejuicios, testigo incapaz de juzgar; de lo contrario tendría la responsabilidad de implementar un nuevo ciclo más ajustado y nadie puede hacer eso. Un nuevo ciclo tiene que surgir por sí mismo.

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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Desenmascarando las Personalidades

Hay una serie de patrones de comportamiento condicionado que entran en juego entre dos seres humanos y que determinan la naturaleza de su interacción. En lugar de que la interacción ocurra entre dos personas, ocurre entre dos imágenes conceptuales. Mientras más identificadas estén las personas con sus personajes respectivos, más falsa es su relación.


Tenemos una imagen mental no solamente de la otra persona, sino de nosotros mismos. Por tanto, no soy yo quien realmente se está relacionando con la otra persona, sino que mi idea de lo que soy se relaciona con mi idea de lo que es la otra persona, y viceversa.
La imagen conceptual que la mente fabrica de nosotros mismos se relaciona con su propia creación, es decir, la imagen conceptual fabricada acerca de la otra persona. Lo más probable es que la mente de la otra persona haya hecho lo mismo, de tal manera que todas las interacciones egotistas entre dos personas en realidad son interacciones conceptuales fabricadas por la mente, las cuales, en última instancia, son ficticias. Por consiguiente, no sorprende que las relaciones estén plagadas de conflicto. No hay una relación verdadera.

Si estamos atentos, para darnos cuenta de la interacción que tenemos con los demás podremos observar fácilmente que nos relacionamos de maneras muy diferentes, teniendo en cuenta la persona que tengamos delante. Al principio puede ser más fácil observar estos cambios en los demás, pero también podemos detectarlos en nosotros mismos. Hablamos y nos dirigimos de manera diferente con unas personas que con otras, porque estamos representando distintos personajes. En realidad no somos nosotros mismos sino que representamos unos papeles sociales.

Quizás muchas veces te has dado cuenta de que los pensamientos absorben toda tu atención lentamente y que te identificas con la voz que suena en tu cabeza. Es entonces cuando los pensamientos quedan investidos de un sentido de yo.
Esto es el volador, el «yo» creado por la instalación foránea que identificamos como nuestra mente. Este yo fabricado por la mente del volador se siente incompleto y precario. Por eso el temor y el deseo son sus emociones predominantes y sus fuerzas motivadoras. Cuando te das cuenta que hay una voz en tu cabeza que pretende ser tú y que nunca deja de hablar, estás saliendo de la identificación inconsciente con la corriente de pensamientos que te han inculcado.

Cuando notas esa voz y te das cuenta de que tú no eres la voz, sino quien es consciente de ella, es cuando la luz empieza a iluminar tu camino. La libertad estriba en conocerte a ti mismo como la conciencia que está detrás de la voz.

El volador siempre está buscando. Busca añadirse algo más de esto o de lo otro para completarse. Esto explica su preocupación compulsiva por las posesiones y el futuro. Cuando te das cuenta de que ahora mismo tienes todo lo necesario para el extravagante viaje que es tu vida y que no necesitas nada más que confiar y vivir los momentos que tienes como lo que son: únicos e irrepetibles, una inteligencia mucho más poderosa que la inteligencia del volador tomará las riendas de tu vida. Esa inteligencia es el conocimiento silencioso.

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sábado, 14 de diciembre de 2013

Romper con las Rutinas

En nuestro diario de navegación como guerreros viajeros por el infinito, una de las prácticas a incorporar es el acto de romper con nuestras rutinas cotidianas. Romper las rutinas es fundamental en nuestro proceso ya que nos libera de la necesidad, del hartazgo y de la pertenencia. También de que nadie pueda darte por hecho e incluso pueda saber cómo eres y cómo relacionarse contigo.

En nuestro continuum de vida los demás nos tienen catalogados de una determinada manera. Esto, que en primera instancia podría parecer como útil, es en realidad algo fatal y un estorbo para nuestro bienestar tanto físico como mental, porque tenemos que actuar en conformidad a esa(s) etiqueta(s) que nos han adjudicado los demás, y sin ninguna oportunidad por nuestra parte de actuar de maneras diferentes a cómo se supone que se corresponde con esas etiquetas. Esto nos limita enormemente y por supuesto nos cierra la puerta de la libertad.

Romper con nuestras rutinas nos convierte en seres mágicos, personas espontáneas que viven el asombro como parte integrante de sus vidas.

Ciertamente hay cosas que tenemos que hacer cada día, como ir a trabajar, comer, dormir, etc. esto no significa que no podamos aplicar en estas actividades el acto de romper las rutinas. Si observas bien, verás que hay muchas cosas rutinarias en tu vida. Quizás siempre te colocas en el mismo sitio cuando te sientas a la mesa, o puede que siempre vayas por el mismo camino para ir al trabajo; de ejemplos como estos están llenas de rutinas nuestras vidas.

Un aspecto interesante, de este proceso, es que uno mismo se maravilla al darse cuenta de cómo una parte de nuestro interior nos dice, en un momento determinado, que tenemos que hacer algo; sin embargo, muchas veces no lo hacemos porque no es el momento del día para hacerlo, o no es la hora… seguro que si observas bien el proceso de romper las rutinas, te encontrarás con muchos momentos así y no solamente habrás dejado pasar la oportunidad de hacer algo que realmente era importante para ti, además de ser el mejor momento para hacer, sino que también te retrasará en tu actividad. Esto es una indicación de hasta qué punto estamos condicionados por el hábito, los hábitos nos hacen previsibles y terriblemente aburridos.

Puedes aprender mucho acerca de ti mismo si te atreves a cambiar tus rutinas. Pero, has de empezar de a poco. Has de disfrutar en observar cómo se producen los cambios y todo lo que estaba oculto detrás de tu comportamiento previsible. Para iniciar el proceso que llamamos romper las rutinas, primero has de integrar la idea en tu mente, es decir, abrirte a esa nueva posibilidad y darte una especie de orden de querer hacerlo. Después has de esperar a estar preparado. El proceso de cambio para incorporar el romper tus rutinas se produce de manera espontánea y natural, sin traumas, sin prisas. Todo es calmado cuando iniciamos el proceso de romper las rutinas.

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jueves, 12 de diciembre de 2013

Alimento de Volador

Observa el mundo que te rodea y puedes ver personas de diferentes tipos, de esferas sociales etiquetadas como clase media en una sociedad de consumo, que son solo alimento de volador. Son ese tipo de personas que viven dan sus pasos en base a lo que oyen y lo que les dicen a través de los medios de desinformación, como son los medios de comunicación, que tenemos en estos momentos.

Realmente el oscuro mar de la conciencia, de donde toda inteligencia surge, tiene su propio plan que no deja de ser un puro autoabastecimiento de experiencias que permitan la evolución de todo tipo de conciencia que se ha manifestado en una determinada forma para pasar a integrarse una vez más en la única conciencia unificada, después de unas vivencias experienciales en universos propios.

De la gran masa que configura nuestro mundo de seres humanos, no podría aventurar ningún porcentaje, sin ánimo de equivocarme, pero realmente debe ser muy elevado teniendo en cuenta el grado de estupidez que se manifiesta en los seres humanos que nos rodean y que son incapaces de reaccionar ni de pensar más allá de lo que les dicen quien realmente maneja los hilos: el volador.

El plan es perfecto, nadie podría desenmascararlo a menos que se dieran las condiciones precisas que están ocurriendo en estos momentos a nivel universal, cósmico si quieres. Y esto no deja de ser parte del mismo plan. Esperanza siempre hubo y capaz sea ahora cuando los seres humanos, al menos desde la parte que me toca, estemos preparados para dar un salto cuántico en nuestro proceso evolutivo y realmente estemos capacitados para caminar por los senderos del oscuro mar de la conciencia simplemente guiados por el asombro y la inocencia, tomando aquello que necesitamos para el extravagante viaje que es nuestra vida del puro conocimiento silencioso.

De los otros seres humanos, los que están sumidos en el consumismo, en la idiotez permanente, y que solo quieren tener lo que se supone que se tiene que tener para ser feliz, esos mismos servirán, seguirán sirviendo al gran señor del temor, del odio, de la escasez, del odio, de la enfermedad y de la muerte; y aquí para todos ustedes recién llegado de las profundidades del cosmos: el volador. Y si, esos ciudadanos, esas personas insípidas, con risas forzadas y ensayadas, sin corazón más allá que el propio egoísmo y egocentrismo, nos felicitamos de que existan pues son el alimento que mantiene con vida la neblina del oscurantismo, la Tierra se eleva en una nueva frecuencia vibratoria, todo el universo en sí, y esas personas, junto con todos sus criadores seguirán en universos paralelos, porque todos tenemos que seguir existiendo.

El camino se extiende ante nosotros y la llamada siempre ha estado sonando para nosotros, si cabe ahora es con más fuerza que nunca que se despliegan nuevos surcos ante nosotros, donde poder vivir, o simplemente visitar y seguir viajando como guerreros por el oscuro mar de la conciencia. Este es tu momento, has estado esperando mucho tiempo y te has preparado para dar el salto impecable a tu nueva realidad. El intento es ahora.

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sábado, 7 de diciembre de 2013

La Disciplina del Volador

Enfrentar una fuerza energética no es fácil; si además, esa fuerza ha desarrollado un sistema excelente de obediencia y sumisión, que no permite ser identificado por quien lo padece, la especie humana en este caso, el desafío es aun mayor.

La humanidad quiere ser libre y, sin embargo, ni siquiera puede concebir lo que es o qué significa esa libertad que tanto anhela. Todo lo que somos y hacemos parece estar regido por una mente que sin ser nuestra, la consideramos como nuestra. Esa es la estrategia del volador.
Hacer el intento de alcanzar esa libertad, es lo que nos ha permitido darnos cuenta del volador y de la necesidad de romper sus cadenas, y la única solución que hemos encontrado, el único remedio que existe para hacerlo es mediante la disciplina.

La disciplina significa, en este contexto, incorporar nuevos hábitos que transformen nuestro estilo de vida; mediante un conjunto de acciones que nos llevan a integrarnos en una unidad con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea, y dejando de prestar atención a los pensamientos y los sentimientos de miedo, odio, rencor, ira, y de todo aquello que nos hace vernos como separados de los demás y del mundo en que vivimos, que es en definitiva lo que nos hace sentirnos fragmentados en nuestra identidad.

Somos indisciplinados, no por naturaleza, sino después de un duro aprendizaje durante los primeros años de nuestras vidas. Después de aprender una serie de cosas para “sobrevivir” en este mundo, todo queda incorporado y el individuo está listo para integrarse a un mundo de alineación que se retroalimenta constantemente de la misma fuente, la fuente de la separación y del miedo. Todo ese proceso ha sido ideado y llevado a cabo por el volador, y al habernos dado su propia mente, ya no la identificamos como extranjera, sino que la consideramos como propia. Todo este proceso ha sido desarrollado como una estrategia maestra del volador a través de la disciplina.

Al igual que hemos sido sometidos al yugo del volador mediante disciplina, resulta que la forma de ahuyentar definitivamente al volador es también mediante la disciplina. Lo hemos probado y comprobado cientos de veces. No obstante, hemos de ser muy tenaces a la hora de actuar de manera diferente a como se supone que deberíamos actuar, es decir, la forma del volador. Recuerda que tu mente, la mente con la que estás actuando, la que te dice que te llamas de tal o cual manera, que dicta cómo eres, donde vives, quienes son tus padres, donde has nacido, es la mente del volador, no la tuya.
El volador no va a marcharse así por las buenas y de un día para otro. De hecho, su supervivencia consiste en tenernos esclavizados. El volador se alimenta de nuestra luminosidad, y si tú le quieres quitar su alimento, realmente él va a luchar con todas sus fuerzas, tenlo por seguro.

La buena noticia es que después de un tiempo, sin tiempo, porque para cada persona resulta diferente cuando consigue sacarse al volador de encima para siempre, el volador termina por desistir. Los progresos son lentos al principio y según uno va librando sus propias batallas, cada vez el volador empieza a tener menos argumentos y es cuando vamos viendo todas las máscaras que ha estado utilizando con nosotros, una por una.
Quitar esas capas de energía foránea es lo que te lleva a tener más energía cada vez. La energía es acumulativa y pronto descubres que tenías increíbles reservas en tu interior. Ahora es cuando empiezas a desarrollarte y a enfrentar los mayores desafíos. Ya no tienes nada ni nadie que te diga cómo son las cosas o lo que tienes que hacer. Ahora es cuando empieza tu verdadero aprendizaje, aunque has de saber que guerreros poderosos marchan a tu lado.

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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Desmontando la Trama del Volador

Ya hemos visto en otras ocasiones la idea del volador, como esa energía, ese ser sin organismo que nos tiene esclavizados bajo el yugo del miedo, la culpa, el rencor, la ira, el odio, y que nos ha dado su mente haciéndonos creer que es nuestra mente racionalista, materialista y egoísta que nos hace vernos y sentirnos separados de todo cuanto nos rodea.

Los chamanes del antiguo México, los primeros en darse cuenta de la existencia de estos seres, les llamaron “voladores”, por su forma y comportamiento. En este nuevo artículo vamos a profundizar un poco más en esta idea y vamos a intentar entender y desenmascarar este ser que nos usa y nos utiliza como su alimento particular de luminosidad, pues es de nuestra luminosidad de lo que el volador viene alimentándose.
El volador lo penetra todo. Su hechizo hace que la vida parezca gris y triste. Nos engaña hasta el punto de hacernos pensar que existimos sin otro propósito que la mera supervivencia. Nos condena a la vejez, a la enfermedad y a la muerte.

La esperanza que les queda a los seres humanos es ese destello de maravilla, igual que un relámpago de verano que ilumina el cielo durante la noche, como un escalofrío que recorre la espina dorsal y que es el contacto con el intento. Así lo llamamos. El hechizo que se cierne sobre nosotros ha hecho muy bien su labor, pero no es lo bastante fuerte para convencernos de que estamos condenados.

Ahora sabemos que las interferencias hacen que las cosas cambien y nosotros podemos perturbar la rueda del tiempo. Dicho de otra manera, podemos ordenar los hechos para que la historia de siempre no vuelva a repetirse. Sabemos que podemos sentirnos perdidos, pero es así como se siente uno siempre cuando se encuentra con algo desconocido. Lo peor que se le puede augurar a alguien es que siga con la misma vida que lleva.

La humanidad entera vive bajo una especie de hechizo desarrollado por el volador. Lo que tenemos que hacer es arrancarnos ese hechizo. Se trata del hechizo del tiempo. Los guerreros auténticos no están ligados a él, puesto que viven en el pasado, en el futuro y en el presente al mismo tiempo.
Tú y yo estamos juntos en esta habitación, pero lo que vivimos es muy diferente. Por consiguiente, como mínimo hay dos versiones de lo que ocurre. No hay nadie que esté únicamente en un lugar. Las líneas rectas y estrechas del tiempo son, en realidad, los hilos de una telaraña que llega a la eternidad. Una versión cualquiera del tiempo es solo una opción, y esa opción puede ser siempre la misma, ya que la telaraña del tiempo es muy extensa, o puede ser diferente, dependiendo de lo que uno quiera.

Hay una parte en nosotros, que es nuestra mente genuina, nuestra mente auténtica; no es la mente que el volador nos ha dado, haciéndonos creer que era nuestra auténtica mente. A esa mente solo se llega a través del silencio interior y los chamanes le llaman el conocimiento silencioso. Esa mente es la que se mantiene al margen, la que no se involucra con los sentimientos del mundo. Es esa parte de nosotros que no participa del drama de la vida que nos han hecho creer como propio. Es la que no acepta la ilusión del tiempo. Pero, ¡qué intensa es esa ilusión!
Toda versión del tiempo es real, pero ninguna es completa… esa es la cuestión y ahí, precisamente, radica nuestra oportunidad. El volador aún no ha visto que sus esquemas estén alterados, debido a que la alteración es insignificante. Pero solo quedan unos pasos más que desandar y toda la trama urdida por el volador se vendrá abajo.

Uno bien podría quedarse mudo, en realidad es lo que ocurre la mayor parte de las veces, que se ve la realidad por vez primera; mundos que van y vienen como motas de polvo en un rayo de sol. Estos son principios del conocimiento silencioso.

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miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Mente del Volador

El ser humano está inmerso en una especie de oscuridad rodeada de supremacía de unos hombres sobre otros, de unos regímenes sobre otros, de unos países sobre otros, de un estilo de vida sobre otro. A nivel individual, también es así y todos creemos tener una parte oscura que nos mantiene sumidos en el dolor y la desesperación. Se dice mucho de llevar esa parte de nosotros a la luz, iluminarla… de alguna manera. También se le han atribuido diferentes nombres: ego, sombra, pronto, oscuridad, mancha, etc… y no todos se ponen de acuerdo en si todas se refieran a lo mismo. En lo que si coincidimos es que en nosotros hay algo que nos mantiene condenados en una realidad desesperada de la que constantemente queremos salir, por no decir escapar.


La mayoría de las teorías nos enseñan que esta parte oscura que percibimos, forma parte de nosotros mismos, es la eterna lucha entre el bien y el mal dentro del alma y del espíritu humano. Pero, también hemos encontrado otras maneras de referirse y de “ver” este aspecto que nos tiene sometidos.
Tener pensamientos de odio, rencor, ira, es algo que nos han hecho creer como completamente natural. Estamos tan acostumbrados a ellos que los tomamos como algo normal e inherente a nuestra propia naturaleza.
Vivimos en un universo predador y puede que nos sorprenda descubrir que no somos los que estamos más altos en la cadena alimenticia. En las enseñanzas de don Juan, éste le presenta a Castaneda un tipo de energía existente en el universo y que, según los chamanes de la antigüedad, los primeros en verla, nos controla de la manera más excelente posible: dándonos su propia mente y haciéndonos creer que esa mente es nuestra. Este tipo de energía los chamanes de la antigüedad le llamaron el “volador”, por su forma y comportamiento.
En un pasado olvidado teníamos un tipo de alianza con el volador como intercambio energético, pero en alguna parte del camino, simplemente lo intercambiamos por una protección falsa que estos seres llegaron a ofrecer a los seres humanos.
El volador se alimenta de sentimientos, de ahí que el ser humano haya perdido su espontaneidad para convertirse en un ser totalmente predecible. La capa de luminosidad que nos envuelve de recién nacidos lleva el sello de la espontaneidad y la vamos transfiriendo por pensamientos y creencias que nos dicen lo que hemos de sentir y juzgar en todo momento por cualquier cosa que nos ocurra. La autocompasión alimenta al volador, así como el miedo, el odio, la ira, la desesperación y un largo etcétera de emociones surgidas de una mente que nos ha sido impuesta y creemos ser nosotros mismos. Desde el punto de vista de un estratega, es una jugada maestra la del volador, porque el mismo ser que se alimenta de esas mismas emociones, que nacen de pensamientos y creencias que envuelven, sin excepción, a toda la especie humana, es quien nos ofrece esas mismas emociones.
Conocer la existencia del volador nos desvincula de él. Podemos negarlo y no por eso dejaría de estar presente, actuando desde la sombra. Pero, también podemos desligarnos de su mortal abrazo, porque el volador no nos mata, eso no le interesa. Para el volador es más importante tenernos sometidos, mientras se alimenta de las llamaradas de luminosidad que surgen de nuestra esfera luminosa cuando conectamos con sentimientos como el odio, el miedo, la ira, etcétera.
Abandonar la idea de que hay algo malo, algo que no funciona bien, en nosotros, nos da la libertad para luchar contra un enemigo común que está fuera de nosotros, y que no somos nosotros. Siempre hemos estado bien al ver la luz y actuar en la magia, como cuando éramos niños, pero el volador nos hizo creer a través de los adultos que nos educaron, que estaba mal actuar de esa manera en este mundo. Pero el tiempo de la liberación ha llegado y este es el momento de reclamar la libertad como propia, rompiendo las cadenas que nos mantienen unidos y presos de una mente que no es nuestra, que surge de las profundidades del cosmos y que, no obstante, la hemos recibido como propia. El tiempo del despertar ha llegado.

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jueves, 7 de noviembre de 2013

Claves del Nagual

A fin de rescatar el ámbito del conocimiento puro salido de nuestros corazones, soñar un mundo nuevo y convertirlo en realidad, debemos despertar la magia dormida que todos llevamos dentro.

Lo que la sociedad considera realidad es la hipnosis del condicionamiento social, una invención artificial de la que todos, colectivamente, participamos. Es el melodrama de una existencia tediosa, poblada de obsesiones vulgares y de búsquedas banales en la que nuestro único destino es nacer, envejecer y morir.

Si nos percatáramos de esa realidad veríamos que las claves de la magia de la vida están en nuestra propia conciencia. La vida nos colma de maravillas cuando comenzamos a verla como expresión de lo eterno. La vida en sí misma es un milagro y si estamos aquí y ahora es por un milagro.

La inteligencia interna del cuerpo/mente humanos es el genio último y supremo, refleja la sabiduría del universo, una sabiduría en la que reside el poder de la transformación. La transformación nos da acceso a nuevas realidades, a nuevos mundos. En esa inmensa latitud donde se extiende la conciencia hay mundos infinitos que vienen y van, motas de polvo que bailan en un rayo de luz.
Mientras el nagual duerme en los rayos de luz, corresponde a nuestro destino interpretar una infinidad de personajes. En el drama de la vida nos cubrimos con máscaras sociales y es en este sacrificio del espíritu frente a la propia personalidad, donde nace el tiempo.

El espíritu no se ve nunca ensombrecido por la forma ni por el fenómeno. Y has de saber que para estar vivo de verdad, tienes que morir para el pasado en cualquier momento. Más allá del juicio y de la memoria, se extiende el océano de la conciencia universal. En un océano tan vasto como éste no somos más que insignificantes ondulaciones, sin acceso a la totalidad del conocimiento infinito.

La fuente de la vida que hay dentro de nosotros es el lugar al que debemos acudir una y otra vez para borrar las experiencias contaminantes a las que estamos sujetos y con las que nos enfrentamos cada día. Antes de encontrar al nagual has de transitar por oscuros caminos, recorrer secretos pasajes y poblar desvanes habitados por los fantasmas que viven en tu mente. Tienes que enfrentarte con tu enemigo natural número uno, el miedo. Todos lo llevamos dentro; somos un conglomerado de ambigüedades, una aglutinación de diferentes energías arquetípicas en las que coexiste lo sagrado y lo profano, lo divino y lo diabólico, el pecador y el santo.
Empieza por despellejar las capas de tu ser para descubrir en él lugares y tiempos remotos. Recuerda la sabiduría de lo impredecible e inseguro, a fin de escapar de la cárcel de lo desconocido. Descubre tu propio descontento y lo apreciarás porque, de no existir, no habría fuerza creadora. En la adversidad están las grandes oportunidades de evolución.

Son los tiempos de soñar y de escapar de los límites del tiempo, de descubrir la infinidad de versiones que hay de cada uno de los hechos que suceden y que cada una depende únicamente del observador.
Existimos simultáneamente en todos los tiempos; los caminos del tiempo, rectos y angostos, son hilos de una telaraña que se extiende hasta el infinito.
Cada acción refleja todas y cada una de las demás acciones; cuando vibra un electrón, todo el universo se estremece… Un solo gesto puede por sí solo conformar nuestras vidas o cambiar el curso de la historia.

La vida es mágica, misteriosa, maravillosa y milagrosa. Si pierdes la magia, perderás algo más valioso que la misma vida, ya que ésta se convertirá en algo aburrido y triste. Cuando hay destellos de algo maravilloso, quiere decir que hay un toque del nagual. La peor maldición que le puede caer a cualquiera es la inactividad, la existencia banal, la tranquila desesperación surgida de la necesidad de resignarse.

Presta atención, en cada paso del camino de tu vida, a las señales que te guiarán a través de los significados ocultos de los hechos de cada día; para discernir dentro del choque eterno entre el espíritu y el ego, lo que quieres ser y hacer. El espíritu está libre de cuidados, es despreocupado, rebosa de alegría y se ría continuamente. El ego es serio, arrogante y pendenciero. En uno hay paz, armonía y amor; en el otro miedo y hostilidad.

Explora la corte de los milagros y observa los guerreros poderosos que marchan a tu lado, porque podrían convertirse en nuestra única clave para encontrar la libertad.
Ha llegado el momento de honrar lo que hay de femenino en nosotros mismos, en nuestra especie y en nuestro mundo. La inteligencia femenina del universo nos va a ayudar a sanar la psicosis de la mente colectiva, porque lo femenino es nutritivo, contextual, parental, intuitivo y sabio.

Este es el mundo que soñamos convertir en realidad a través de la pureza de nuestros corazones. Trata de la masa crítica y de la conciencia coherente y colectiva, necesaria para provocar una fase de transición en nuestra civilización. Es el vuelo en las alas de la libertad.
Somos almas que vienen de lugares y tiempos antiguos. Ahora es el momento de olvidar la ambigüedad del ser humano y recordar que la vida es un horizonte abierto y que somos seres mágicos. Ahora son los tiempos en los que nos elevamos a un lugar privilegiado donde los actos cotidianos adquieren un significado mítico. Ahora es el momento de exaltar a la humanidad a este ascenso.

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miércoles, 6 de marzo de 2013

La Pared de Niebla

El examen de la segunda atención debe comenzar con darse cuenta de que la fuerza del primer anillo de poder, que nos encajona, es un lindero físico y concreto. Se ha descrito como una pared de niebla, una barrera que puede ser llevada sistemáticamente a nuestra conciencia por medio del bloqueo del primer anillo de poder; y luego puede ser perforada por medio del entrenamiento del guerrero.

Al perforar la pared de niebla, se entra en un vasto estado intermedio. La tarea de los guerreros consiste en atravesarlo hasta llegar a la siguiente línea divisoria, que se deberá perforar a fin de entrar en lo que propiamente es el otro yo o la segunda atención.

Las dos líneas divisorias son perfectamente discernibles. Cuando los guerreros perforan la pared de niebla, sienten que sus cuerpos se retuercen, o sienten un intenso temblor en la cavidad de sus cuerpos, por lo general a la derecha del estómago o a través de la parte media, de derecha a izquierda. Cuando los guerreros perforan la segunda línea, sienten un agudo crujido en la parte superior del cuerpo, algo como el sonido de una pequeña rama seca que es partida en dos.

Las dos líneas que encajonan a las dos atenciones, y que las sellan individualmente, son conocidas como las líneas paralelas. Éstas sellan las dos atenciones mediante el hecho de que se extienden hasta el infinito, sin permitir jamás el cruce a no ser que se les perfore.

Entre las dos líneas existe un área de conciencia específica a la que se le llama “limbo”. Se trata de un espacio real entre dos enormes órdenes de emanaciones del Águila; emanaciones que se hallan dentro de las posibilidades humanas de conciencia. Uno es el nivel que crea el yo de la vida de todos los días, y el otro es el nivel que crea el otro yo. Como el limbo es una zona transicional, allí los dos campos de emanaciones se extienden el uno sobre el otro. La fracción del nivel que nos es conocido, que se extiende dentro de esa área, engancha una porción del primer anillo de poder; y la capacidad del primer anillo de poder de construir descartes, nos obliga a percibir una serie de descartes en el limbo que son casi como los de la vida cotidiana, salvo que aparecen grotescos, insólitos y contorsionados.

La sensación de pesadez que se experimenta en el limbo se debe a la carga creciente que se ha colocado en la primera atención. En el área que se halla justamente tras la pared de niebla aún podemos comportarnos como lo hacemos normalmente; es como si nos encontráramos en un mundo grotesco pero reconocible. Conforme penetramos más profundamente en él, más allá de la pared de niebla, progresivamente se vuelve más difícil reconocer los rasgos o comportarse en términos del yo conocido.

Es posible hacer que en lugar de la pared de niebla aparezca cualquier otra cosa, pero se ha optado por acentuar lo que consume menor energía; visualizar ese lindero como una pared de niebla no cuesta ningún esfuerzo.

Lo que existe más allá de la segunda línea divisoria es conocido como la segunda atención, o el otro yo, o el mundo paralelo; y el acto de traspasar los dos linderos es conocido como “cruzar las líneas paralelas”.

En el territorio de la vida cotidiana, nos hallamos atrapados y enredados en la predisposición perceptual de la primera atención. A partir del momento en el que el primer anillo de poder empieza a construir descartes, la manera de construirlos se convierte en nuestra predisposición perceptual normal. Romper la fuerza unificadora de la predisposición perceptual de la primera atención implica romper la línea divisoria. La predisposición perceptual normal pasa entonces al área intermedia que se halla entre las líneas paralelas. Ahí se continúa construyendo descartes normales durante algún tiempo; pero conforme uno se aproxima a la segunda línea divisoria, la predisposición perceptual de la primera atención empieza a ceder, pierde fuerza. Esta transición está marcada por una repentina incapacidad de recordar o comprender lo que se está haciendo.

Cuando se alcanza la segunda línea divisoria, la segunda atención empieza a actuar sobre los guerreros que llevan a cabo el viaje. Si éstos son inexpertos, su conciencia se vacía, queda en blanco. Esto ocurre porque se están aproximando a un espectro de las emanaciones del Águila del que aun no tienen una predisposición perceptual sistematizada.

Se empieza a activar el segundo anillo de poder forzando a la segunda atención a despertar de su estupor. El bloqueo funcional del primer anillo de poder logra esto. El primer anillo de poder es puesto en funcionamiento mediante la fuerza del “intento” dado por quienes nos enseñan a descartar. Entonces hay que dar un nuevo “intento” para crear un nuevo medio perceptual.

Toma toda una vida de disciplina incesante, llamado “intento inflexible”, preparar el segundo anillo de poder para que pueda construir descartes del otro nivel de emanaciones del Águila. Dominar la predisposición perceptual del yo paralelo es una hazaña de valor incomparable que pocos guerreros logran.

No se debe intentar dominar deliberadamente a la segunda atención. Si esto ocurre, debe ser mediante un proceso natural que se desenvuelve sin un gran esfuerzo de nuestra parte. La razón de esta indiferencia estriba en la consideración práctica de que al dominarla simplemente se vuelve muy difícil romperla, pues la meta que los guerreros persiguen activamente es romper ambas predisposiciones perceptuales para entrar en la libertad final de la tercera atención.

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viernes, 1 de marzo de 2013

La Percepcion es Alineamiento

La Tierra es un ser viviente y con conciencia de ser. Los chamanes, desde tiempos antiguos “vieron” que la Tierra tiene una esfera luminosa que encierra emanaciones específicas provenientes del “oscuro mar de la conciencia”. La Tierra es un gigantesco ser consciente y sujeto a las mismas fuerzas que nosotros.

Los chamanes de la antigüedad dieron accidentalmente con algo monumental al descubrir que la percepción es alineamiento. La llave mágica que abre las puertas de la Tierra está hecha de silencio interior y de cualquier cosa que brille. Esta llave es el conocimiento directo de que la Tierra es un ser consciente, y que como tal, puede darle a un guerrero un impulso tremendo proveniente de la conciencia de la Tierra, en el instante en que las emanaciones interiores de la esfera del guerrero se alinean con las emanaciones apropiadas del interior de la esfera de la Tierra. Puesto que tanto la Tierra como el ser humano son seres conscientes, sus emanaciones coinciden, o más bien, la Tierra contiene todas las emanaciones presentes en todos los seres vivientes, orgánicos o inorgánicos. Cuando tiene lugar un momento de alineamiento, los seres vivientes usan ese alineamiento de manera limitada, y perciben su mundo. Como todos los demás, los guerreros pueden usar ese alineamiento ya sea para percibir, o como un levantón que les permite entrar en mundos inimaginables.

En realidad, lo desconocido no está en el interior de la esfera luminosa del ser humano en las emanaciones no tocadas por la conciencia, y sin embargo, de cierta manera, está allí.
La porción de emanaciones que hay en el interior de la esfera luminosa del ser humano se encuentra allí solo para evocar la conciencia de ser, y la conciencia consiste en alinear porciones de las emanaciones en grande. Se les llama emanaciones en grande porque son inmensas; y decir que lo que no se puede conocer queda fuera de la esfera del hombre es decir que queda dentro de la esfera de la Tierra. Sin embargo, dentro de la esfera luminosa de la Tierra también queda lo desconocido, y en el interior de la esfera del hombre lo desconocido consiste en las emanaciones no tocadas por el fulgor de la conciencia cotidiana. Cuando las toca, se activan y se alinean con las emanaciones en grande que les corresponden. Una vez que esto ocurre, lo desconocido se percibe y se convierte en lo conocido.

La suprema conciencia de la Tierra es la que hace posible que cambiemos a otras grandes bandas de emanaciones. Nosotros, los seres vivientes, somos perceptores; y percibimos porque algunas emanaciones del interior de la esfera luminosa del ser humano se alinean con algunas emanaciones exteriores. Por ello, el alineamiento constituye el pasadizo secreto, y la llave es el levantón de la Tierra. El alineamiento tiene que ser un acto muy pacífico e imperceptible.
La sobriedad necesaria para que el punto de encaje alinee otros mundos es algo que no puede improvisarse. La sobriedad tiene que madurar y convertirse en una fuerza en sí misma antes de que los guerreros puedan romper la barrera de la percepción.

La posición del punto de encaje lo es todo y el mundo que nos hace percibir, sea el que fuera, es tan real que no deja lugar para nada, excepto para esa realidad. Cuando el punto de encaje alinea un mundo, ese mundo es total. Esta es la maravilla con la que se encontraron los chamanes en la antigüedad sin jamás darse cuenta de lo que era: la conciencia de la Tierra puede darnos un levantón para alinear otras grandes bandas de emanaciones, y la fuerza de ese nuevo alineamiento hace desaparecer el mundo que conocemos.
Cada vez que los antiguos chamanes efectuaban un nuevo alineamiento, creían que descendían a las profundidades o ascendían a los cielos. Nunca supieron que el mundo desaparece como un soplo de aire cuando un nuevo alineamiento total nos hace percibir otro mundo.

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