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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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viernes, 13 de enero de 2023

Serie de Pases Mágicos Denominada Inventario del Día

La Serie Corta de Pases Mágicos que denominamos “El Inventario del Día” y también “La Máscara del Día, son una serie de pases reunidos en una unidad pragmática que los chamanes del antiguo México utilizaban para examinar o revisar cómo había sido su día.
La secuencia se complementa con cuatro pases mágicos y el mejor momento para practicarlos es al final de la jornada de trabajo. Es una práctica que sirve para dejar de lado las tensiones sobre todo para aquellos que viven en las ciudades donde hay muchas actividades.
En realidad se trata de una forma sencilla de recapitular, que se puede llevar después a nuestro Diario de Bitácora, para después utilizarla en el acecho.

“El Inventario del Día”
Los tres primeros pases se realizan sentados, el último acostado boca abajo con los puños cerrados contra el pecho y mirando hacia la izquierda.

Pase 1 - Trasladar energía al punto de encaje. (Vídeo II pase nº 6)



Pase 2 - La Tela entre los Dedos (Video I Pase 4)
La función de este pase mágico es estimular, en las muñecas y en las manos, innumerables puntos de energía que promueven la salud y el bienestar general.

Este movimiento consta de tres partes:
1. Hacer Chasquear la Tela,
2. Dispersar la Energía,
3. Deshacerse del Exceso.

1. Hacer Chasquear la Tela
Este movimiento crea una especie de escozor en la membrana entre los dedos.
Puesto que en el hombre, esta membrana se ha reducido considerablemente y carece de sensaciones en ella, este movimiento es un intento de transportarnos a un nivel de sensaciones muy antiguo al activar una vaga memoria en dicha membrana.

Se comienza con la mano izquierda.
Situamos el dedo meñique de la mano izquierda entre el cuarto dedo y el meñique de la mano derecha. El dedo índice izquierdo ha de quedar entrelazado con el pulgar de la mano derecha.


Ejecutamos este movimiento cinco veces con una mano y después cinco veces más con la otra.

2. Dispersar la Energía
La energía que se ha despertado en las manos, al estirar de la membrana entre los dedos, se expande por el cuerpo, a través de los brazos, cuando se presionan los puntos de energía localizados en la parte posterior de las manos.


Presionar cinco veces la parte posterior de la mano, y después cinco veces la otra.

3. Deshacerse del Exceso
Cualquier energía que se expande por el cuerpo siempre tiene un efecto impredecible, por lo tanto es de tremenda importancia liberar cualquier exceso.


Ejecutamos este movimiento cinco veces con el dedo pulgar izquierdo encima, y después cinco veces con la otra mano y con el dedo pulgar derecho encima.

Ahora Se Procede a Movilizar la Energía de los Pies


Pase 3
Este pase se compone de tres partes:
A) Relajar las sienes
B) Relajar la mandíbula
C) Relajar los Ojos



Se concluye esta serie que denominamos el "Inventario del Día" o la "Máscara del Día" con el pase nº 4.



Cuando nuestro comportamiento es predador y perdemos la conciencia que nos une a los demás, el punto de encaje se queda fijo y nuestro corazón se cierra.
El propósito de practicar el "Inventario del Día" es conseguir la habilidad de ser adaptables para seguir el flujo de la energía sin perder la integridad y mover el punto de encaje con sobriedad. Los pases mágicos abren el corazón.

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miércoles, 4 de enero de 2023

Pases Mágicos de la Tensegridad - Un Intento de Petición

Hay en el universo una fuerza inconmensurable e indescriptible que los chamanes llaman "intento", y absolutamente todo cuanto existe en la totalidad del universo está ligado al "intento" por un vínculo de conexión.

Un guerrero dedica su vida a entender y emplear ese vínculo.
Le interesa especialmente limpiarlo del aturdimiento y del entumecimiento provocados por los intereses ordinarios de la vida cotidiana.

A este nivel, el chamanismo puede definirse como el proceso de limpiar nuestro vínculo de conexión con el intento.



Los Pases Mágicos pertenecen exclusivamente a cada persona y el efecto es tan imponente que lo mejor es practicarlo sin hablar del tema.

Los Pases Mágicos no son un invento. Fueron descubiertos por chamanes del antiguo México mientras estaban en estados de conciencia acrecentada.

El descubrimiento de los Pases Mágicos comenzó con preguntas muy simples sobre el carácter de la increíble sensación de bienestar que los chamanes experimentaban en los estados de conciencia acrecentada. Cuando mantenían ciertas posturas corporales o movían las extremidades de determinada manera.
La sensación de bienestar era tan intensa que el deseo de repetir los movimientos en los estados de conciencia normal se convirtió en el centro de sus esfuerzos.

Los Pases Mágicos proporcionan magníficos resultados en lo que a habilidades físicas y mentales se refiere. Los movimientos son tan espectaculares, en este sentido, que es la razón por la que se denominan Pases Mágicos.

El objetivo, en el pasado, era el realce del equilibrio físico y mental, aunque actualmente, el objetivo es el de redistribuir la energía.

En cada ser humano existe una cantidad determinada de energía, cantidad cuyo aumento o disminución no está sometida a los embates de fuerzas externas.
Dicha cantidad de energía bastaría para conseguir la obsesión de la especie humana: trascender los parámetros de la percepción normal.

La incapacidad para romper los parámetros de la percepción normal se debe a nuestra cultura y al entorno social. Dicho de otro modo, nuestra cultura y su entorno utilizan hasta el último ápice de la energía inherente para cumplir patrones establecidos de comportamiento, lo que nos impide trascender los parámetros de la percepción normal.

Trascender los parámetros de la percepción normal no es algo que se pueda elegir, ya que es una cuestión inevitable de la humanidad. Superar esos parámetros significa entrar en mundos impensables y de un valor pragmático que en modo alguno se diferencia de nuestro mundo cotidiano.
Lo aceptemos o no, la superación de los parámetros normales de percepción nos obsesiona y nuestro estrepitoso fracaso por alcanzarlo explica la abundancia de drogas, estimulantes, ceremonias y rituales religiosos que rodean al hombre moderno.

Nuestra incapacidad de cumplir este deseo subliminal se debe a que lo abordamos atropelladamente. Nuestras herramientas son muy toscas. Es como si quisiéramos derribar una pared a cabezazos.
El ser humano no considera el derribo en términos de energía. Para el hombre de conocimiento el éxito está determinado por el acceso o la inaccesibilidad de la energía.
Puesto que es imposible acrecentar nuestra energía inherente, la única vía posible es la redistribución de dicha energía.
La redistribución de la energía comienza con los pases mágicos y la forma en que influyen en el cuerpo físico.

Se necesita un cuerpo flexible si se busca habilidad física y sensatez. Estas son las dos cuestiones más importantes en la vida, porque proporcionan sobriedad y pragmatismo, únicos requisitos indispensables para entrar en otras esferas de percepción.
Para navegar auténticamente por lo desconocido, hace falta una actitud osada, nunca temeraria. Para conseguir el equilibrio entre la audacia y la temeridad, uno se debe mostrar sobrio, precavido, hábil y manifestar una excelente forma física.
Afrontar lo desconocido, por no hablar de adentrarse en él, requiere entrañas de acero y el cuerpo capaz de albergarlas. ¿De qué serviría tener entrañas si se carece de lucidez mental, habilidad física y músculos adecuados?

La excelente forma física que se deriva de la ejecución rigurosa de los Pases Mágicos, es el primer requisito para la redistribución de la energía inherente.
La redistribución de la energía es el tema más decisivo en la vida de cualquier persona.
La redistribución de la energía es un proceso que consiste en trasladar de un sitio a otro la energía que ya existe en nuestro interior. Dicha energía ya ha sido desplazada de los centros de vitalidad del cuerpo, que la necesita para alcanzar el equilibrio entre la lucidez mental y la habilidad física.

La redistribución de la energía no es una labor intelectual, ni consecuencia de la inducción, la deducción o las conclusiones lógicas, sino el resultado de percibir la energía como fluye por el universo.

"Ver" es como un estado de consciencia acrecentada en el que el cuerpo humano percibe la energía como flujo, corriente o vibración.
"Ver" la energía como fluye por el universo es el producto de la detención momentánea del sistema de interpretación característico de los seres humanos.

Todo el cuerpo humano participa en la conversión del flujo vibratorio o corriente de vibración en alguna clase de información sensorial. A través de las costumbres, la suma del bombardeo de entradas sensoriales se convierte en el sistema de interpretación que permite que los humanos perciban el mundo como lo hacen. Hay que aplicar una enorme disciplina para detener este sistema de interpretación.

Un Intento de Petición

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sábado, 24 de diciembre de 2022

Nada que Conocer, Solo Recordar


¡Zas, nos colamos! El recuerdo de lo que somos se ha hecho omnipresente.
En el esoterismo no es simplemente un ejercicio de la memoria, o algo que no estábamos conscientes de haber registrado, sino la evocación de la memoria primigenia que es llamada anamnesis. Se trata de un estado del ser al que se accede, paradójicamente, por el olvido de todo lo superfluo y anecdótico.
Algunos creen que es una especie de amnesia producida por negación o neurosis, ignorando la importancia de este estado que nada tiene de impreciso o confuso, cuando por lo contrario, se trata de la aparición de la conciencia del ser humano como tal, instantáneamente, donde se presenta en forma evidente la irrealidad del mundo y el verdadero recuerdo del Sí Mismo en nuestra interioridad.

¿Qué cantas?
Siempre es ahora y la eternidad es eso. En los comienzos la obtención de la sabiduría es una carrera de postas, pero cuando llega el momento del Sí mismo, siempre es actual, y la vivencia de lo simultáneo deviene eso, un ahora reiterado donde ya no hay adónde ir ni nada que percibir. No hay nada que conocer.
Y ello es haberse deificado y no unas vagas ensoñaciones, o unas ilusiones poéticas que sólo suelen ser unas falsas ideas del hombre profano, no sacralizado.

Nos nace callar.
El silencio es un acto de concentración en donde el ser que se retrae a todo lo que despierta el mundo puede abrirse un pasaje secreto de Conocimiento eficiente y verdadero. En el silencio absoluto puede percibirse que el espíritu es la única realidad posible, aun sin hombre y sin mundo. Absorberse en el silencio es volver definitivamente a la Nada Primordial, llena de todo hasta los bordes.

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miércoles, 21 de diciembre de 2022

El Vuelo del Chamán

A veces es tan sutil el hilo que separa lo engañoso de lo verdadero, las burdas copias del auténtico original, que abordar ahora el tema del chamán resulta un tanto fastidioso por las confusiones o malas interpretaciones a que se presta. Hay mucho charlatán disfrazado de chamán, mucho embaucador que pretende detentar poderes sobrenaturales, demasiados farsantes que se hacen pasar por hombres o mujeres de conocimiento arrastrando tras de sí a buscadores de experiencias fenoménicas, oníricas o astrales sin más fin que el de engordar sus egos o adherirse a una suma de individualidades que confunden el plano del alma inferior con el de la universal, y que por supuesto nada saben del espíritu.


En verdad: Él es en las sociedades arcaicas el introductor o psicopompo en los misterios, tal como el sabio de siglos posteriores, el cual ofrece una iniciación intelectual-espiritual, aunque asimismo –o tal vez por ello– es el encargado de administrar los venenos necesarios de manera eficiente, incluso mágica-teúrgica. Por ello y por otras razones es el guía de una sociedad o un grupo, para el que es el hombre –o mujer– de conocimiento y también el que detenta, a menudo, la autoridad temporal.

Y lo más paradójico es que los pocos chamanes que quedan hoy en día no son sólo los hombres-mujeres medicina y guías espirituales de los menguados pueblos indígenas que malviven en distintos puntos del planeta, sino que algunos pueden incluso habitar en grandes ciudades o permanecer apartados en sus refugios, pasando desapercibidos, siendo los que se dan notoriedad aquellos showmen de turno a los que nos hemos referido más arriba. Un chamán no tiene porque ir con taparrabos ni ataviado con plumas y sonajas, administrando hierbas o imponiendo las manos. Lo que lo inviste como tal es el hecho de que ha experimentado el acceso a otros planos cada vez más sutiles, y abstractos (para decirlo de algún modo), pues se refiere en verdad a grados en la senda del Conocimiento y son más reales que la versión que ofrecen los sentidos, aunque desde luego, basándose en ellos para poder trascenderlos. O sea, darles sentido, encuadrándolos tomando y utilizando los elementos doctrinales o arquetípicos de ese grupo, o de una futura identificación con lo sagrado al ser fecundados por la palabra divina, o la revelación directa que se puede observar en todo lo creado y lo que está por detrás de ello.

Estos auténticos chamanes han muerto en vida y han renacido gracias al influjo espiritual directo; guiados por una doctrina cosmogónica que entronca con la Tradición Unánime, han pasado durísimas pruebas, todas ellas encaminadas a determinar sus cualificaciones espirituales a la par que se ejercitan en el conocimiento de los indefinidos planos del Ser, los que recorren en sus vuelos internos.

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sábado, 1 de octubre de 2022

Perder la Forma Humana

Un estado de desprendimiento y desapego en relación con todo lo que consideramos la "realidad" del mundo en que vivimos y de todo lo que lo conforma es lo que un hombre de conocimiento llama perder la forma humana.

Lo más sorprendente de este estado, al que llamamos "perder la forma humana", es que llega de golpe, llega en un momento determinado sin pre aviso, como un don que nos es dado y nos sumergimos en una especie de sentimiento desconocido e inexplicable que nos envuelve completamente.

Cuando llega ese momento, el mundo deja de tener la uerza coercitiva que tenía anteriormente. Para la gente normal, el mundo les obliga a actuar de una manera determinada, ya que ejerce una inluencia en sus vidas de la que no pueden escapar. Para un guerrero, el mundo es una percepción y él es quien percibe; por tanto, de él depende el significado que le dé en un sentido o en cualquier otro. No es solo cultural o de educación, ya que involucrarse en la percepción del mundo, se puede actuar sobre él y hacer el intento de cambiarlo.

Cambiar la interpretación de la percepción, se logra el cambio deseado de una manera sutil y a la vez dramática cambiando el significado y el propósito del mundo y éste deja de ser fijo, estéril, interminable e incompleto, tal y como lo percibe la gente normalmente.

"Perder la forma humana" es un cambio corporal en el nivel del campo de energía del ser humano y no significa simplemente una transformación espiritual. Se trata de una evolución psíquica, fisiológica y biológica en la manera como nosotros podríamos entender un cambio total, y todo ello conlleva a un cambio en la energía de ese ser humano, al que los chamanes llaman guerreros.

El campo de energía que conocíamos como tal o cual persona se transforma en un guerrero, el apremio es tan poderoso que es capaz de impulsar el cambio orgánico y la transformación que se produce es total, no existe la represión y al mismo tiempo no existe el control. Un guerrero se relaciona con el mundo a través del personaje que es de su invención, para él el mundo no tiene ningún interés salvo para ser un medio de conseguir romper cualquier vínculo que lo ate al mundo, esa es la paradoja del camino del guerrero y el único modo de cruzar ese puente es a través del personaje que ha creado y del que ha borrado su historia personal.

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martes, 10 de agosto de 2021

Acechando la Atención

"Estoy aquí y ahora”

Esta declaración es, en sí misma, prueba de un reconocimiento genuino de la necesidad real. Y como estoy aquí ahora, no quiero evitar preguntarme sobre la naturaleza de mi interés: ¿de dónde viene mi interés? ¿A dónde va? ¿Qué tan lejos llega? ¿Qué abarca? ¿Cuánto dura? Estas preguntas han de estar presentes todo el tiempo y, al tratar de observarme, lo que veré es la incapacidad para tener una intención y la fragilidad de la atención a la que vuelvo. Lo que sea que enfrente traerá la evidencia de cuán débil, fugaz e insignificante es mi interés.

También puedo darme cuenta de que en muchas partes de mi ser no estoy realmente interesado. Realmente no importa ser consciente de uno mismo, y sea cual sea la idea que intentas, ver que ni siquiera estás dándote cuenta en tu mayor parte de esta necesidad tuya. Así que a veces has de tratar de abrirte un poquito para intentar ver la necesidad de darte cuenta de ti mismo, por tu propia experiencia: ¿por qué esta falta de darse cuenta? - y de sufrir el hecho de que no ser conscientes de la necesidad real. Esto nos lleva a darnos cuenta de que la atención está muy restringida. El sentimiento de este fantástico poder de atención es muy pobre.

La atención es el poder más grande del mundo. Y es muy ambigua: la atención es la clave tanto para la conciencia como para la identidad. Así que hay que observar para vislumbrar y poder estar seguro por uno mismo en qué dirección se está usando el interés en lo que sea que ves en relación con uno mismo. La atención crea el poder de la relación. Te relacionas con el mundo, con los demás, con el trabajo y con tus expresiones, a través de la atención. Te relacionas contigo mismo a través de la atención.
Estamos aquí para tratar de familiarizarnos con este poder, y para tratar de conocerlo mejor y relacionarnos con él en tantos aspectos como sea posible. El primer paso es relacionarse con el lugar donde estés; para hacer el intento de ubicar tu esencia en la relación espacio-tiempo; para relacionarte con la experiencia del cuerpo.

¿Puedes percibir la presencia de tal poder de atención en lo que respecta a tu cuerpo?
Hoy tal vez puedas hacer el intento de poner el esfuerzo en esto: no se trata de adivinar, sino de experimentar realmente cuánto de uno mismo está involucrado en esta relación, estar interesado y comprometido en darse cuenta de la propia presencia en el cuerpo y acechar lo que sucede allí: lo que crece, lo que se evoca.

¿Cómo liberarse de los juicios instantáneos y de la dispersión de la atención? ¿Cómo conseguir disociar la mente de las influencias que recibe del entorno en cualquier momento dado? La clave reside en la conciencia, en la presencia. Consiste en convertir la etapa pasiva de absorber información como una esponja —en el sentido de que la esponja no decide qué absorbe ni cuánto— en un proceso activo. Y hacer que este proceso activo sea el modo de funcionamiento habitual de la atención.
En el nivel más básico, ser conscientes del inicio de los procesos de pensamiento y de la importancia de prestar mucha atención a este inicio. Si uno se fija en el nacimiento de sus impresiones sabrá de dónde proceden y, tarde o temprano, acabará por atrapar a su mente antes de que se precipite a emitir un juicio (con independencia de que pueda ser acertado o no). Esto te permitirá confiar mucho más en tus impresiones.
Hemos de dar nada por sentado nada, ni una sola impresión. No dejar que ningún estímulo que pueda atraer tu mirada te dicte si algo va a entrar o no en tu mente y cómo se activarán sus contenidos. Siempre estar activo y alerta para que nada se cuele inadvertidamente en tu espacio mental. Es verdad que una atención tan constante puede ser agotadora, pero el esfuerzo puede valer mucho la pena en situaciones importantes y, con el tiempo, veremos que es cada vez menor.

En esencia, lo único que hace falta es que nos hagamos las mismas preguntas. ¿Hay algo superfluo en esto y que influya en mi percepción? (Casi siempre, la respuesta será sí.) De ser así, ¿cómo adapto mi percepción en consecuencia? ¿Qué ha influido en mi primera impresión? ¿Y hasta qué punto esa primera impresión ha influido en otras?

No se trata de no ser vulnerable a estas influencias, pero si ser muy conscientes de su poder. Debemos tener siempre presente que una impresión solo es una impresión.
Reflexionemos unos instantes sobre lo que la ha causado y lo que puede significar para nuestros objetivos. La atención actuará siguiendo ciertos hábitos tanto si queremos como si no. Eso no lo podemos cambiar. Pero lo que podemos cambiar es si damos por válido esa percepción inicial o si lo examinamos más a fondo. En otras palabras, seamos escépticos con nuestra percepción y con nosotros mismos.

Observemos activamente, más allá de la pasividad que nos es tan natural.

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