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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA

México - Tels. 229 115 66 26 - 229 913 80 88

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domingo, 23 de septiembre de 2012

La Vision del Alquimista

Las condiciones restrictivas de la sociedad y las cualidades de la época actual, crean individuos alineados; incapaces de salir de la espiral de bloqueos y frustraciones que atenazan la libertad, la creatividad y el bienestar del ser humano moderno.

El ser humano es un conglomerado de energía que se asemeja a una esfera luminosa que abarca la distancia de la persona con los brazos extendidos a ambos lados del cuerpo; esta misma distancia es en todas direcciones en torno al cuerpo físico, hacia arriba, hacia abajo y alrededor de la persona. Debido a la interacción con el mundo y la vida moderna, la energía vital se aleja de los centros de vitalidad del cuerpo para alojarse en los límites de la esfera luminosa que es la totalidad de nuestro ser.

La Visión del Alquimista es un programa diseñado específicamente para enfrentar de manera óptima los desafíos que se presentan en la vida cotidiana. Este mejoramiento se consigue mediante la recuperación de la energía inherente que todos disponemos y devolverla a los centros de vitalidad del cuerpo.

La Visión del Alquimista nos permite, no solo la manera de ir dejando de lado el alineamiento al que parece estar condenado el ser humano moderno, sino también la manera de obtener el impulso y el coraje necesarios para sorprendernos con la maravilla que es la aventura de estar vivos en un mundo en constante cambio, y crear las condiciones necesarias para vivir nuestras vidas de una manera plena y altamente satisfactoria.

Mediante la Visión del Alquimista podemos “ver” y rastrear la energía, fluyendo en la dirección de ésta para estar en armonía con la vida. Un guerrero salta los muros en lugar de golpearse contra ellos. Este es el espíritu de guerrero que ahora nos impregna y que reconocemos como propio, porque desde siempre ha estado en el interior de nuestros corazones y ahora nos permitimos sentirlo y dejar que sea él quien tome las riendas de nuestros actos.

El programa se compone de trabajos específicos de “La Magia de la atención (el darse cuenta)”, “los no-haceres que derrumban el mundo”, “barrer la isla del tonal”, “el arte del acecho”, “la recapitulación de los chamanes”, “el inventario de energía”, “la capacidad de asombro", “el arte de ensoñar”. Este trabajo especializado permite ampliar la visión que tenemos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea y va a desarrollar la confianza de la persona, que no es la confianza del hombre común, sino la confianza del guerrero: la humildad que implica ser impecable en los propios actos y sentimientos.

El programa La Visión del Alquimista está dirigido por Carlos F. Hombrados (Naturópata y Kinesiólogo) con 20 años de experiencia en el campo de las terapias alternativas y complementarias para la salud. Es también Renacedor, terapeuta con Flores de Bach y posee conocimientos de Programación Neurolinguista PNL, Psicosomática, Psicoanalogía, Diátesis y Terapia del Terreno, Sales de Schussler, Numerología, Body Harmony, Gemoterapia, Fitoterapia, Nutrición.
Ha trabajado con maestros, chamanes y líderes espirituales de Europa, Estados Unidos, América del Sur y México de los que ha recibido guía, amistad e inspiración. Ha sido miembro asociado de la Federación Española de Acupuntores, Naturópatas y Técnicos Manuales (FENACO) y colabora con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). En la actualidad dirige el Centro Fénix Holístico de Naturopatía.

La Visión del Alquimista es un programa que tiene una duración de trece semanas (20 horas).
Un día a la semana con una duración de 1,30h cada encuentro.
El material necesario que se requiere es cuaderno, bolígrafo, calcetines y ropa cómoda.
En principio no existe ningún tipo de limitación para que una persona pueda participar de estos grupos, pero si quieres consultarnos tu caso en particular puedes ponerte en contacto con nosotros a través de correo electrónico susurrosdelnagual@gmail.com
Por teléfono: 680537556 - 965 78 63 38 -669564423


Esperamos y deseamos que te unas a nosotros en esta experiencia que queremos compartir contigo y consigas un avanzado proceso de evolución con este programa.

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sábado, 3 de septiembre de 2011

Practica Tensegridad

Practicar Tensegridad ayuda a desarrollar un cuerpo estable y sano, adaptando así sus capacidades para soportar poderosas experiencias extáticas.

Un pase mágico puede resultar sencillo para una persona y difícil para otra. Por consiguiente, no debemos desanimarnos si algunos pases mágicos parecen fuera de nuestro alcance. Es recomendable practicar los que salen naturalmente y adquirir confianza. En ocasiones se puede intentar realizar un pase mágico de manera espontánea. Resulta sorprendente ver cómo el cuerpo cambia súbitamente a veces para acomodarse a una forma nueva.

Cuando se intercambian y canalizan las energías a través de los pases mágicos, éstos producen una resonancia que viaja más allá de las dimensiones de nuestro mundo.
La principal finalidad de los pases mágicos consiste en hacer circular las energías sutiles de una manera precisa. Los pases mágicos crean una forma determinada para el cuerpo que sirve como medio para establecer comunicación con el Ser.

Los mejores momentos del día para la práctica de la Tensegridad son por la mañana temprano y al atardecer, ya que son momentos particularmente propicios. Las técnicas de respiración constituyen una parte muy importante de los pases mágicos y deben practicarse simultáneamente.
La mejor manera de practicar los pases mágicos es considerarlos una actividad creativa y no simplemente una tarea. Debemos dejar que los pases mágicos nos “hablen” y pasar de uno a otro con naturalidad. La práctica de los pases mágicos de la Tensegridad profundiza la concepción del significado de la vida, permite que el cuerpo funcione eficazmente y constituye una ayuda para desarrollar una profunda conciencia del Cuerpo Sutil y de sus energías. Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía y espíritu que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

Cuando se practican los pases mágicos tiene lugar un “matrimonio” interior entre las diferentes partes complementarias del cuerpo, tales como las energías vitales superiores e inferiores, las vitalidades solares y lunares, la cabeza y el corazón.
La Tensegridad promueve dinámicamente la salud y el bienestar del individuo. Practicada consistente y constantemente, elimina la mayor parte de las tensiones de la vida moderna. Los pases mágicos rejuvenecen cuerpo y mente mediante la relajación de los músculos tensos, el alivio de los nervios excitados y el acondicionamiento de los órganos interiores y el sistema glandular, convirtiendo así a todo el cuerpo en un vehículo idóneo para realizar la experiencia de la evolución.

El estado mental con el que una persona se inicia en una práctica determina, en gran parte, sus resultados. Por consiguiente, no se debe ser demasiado ambicioso y forzar los movimientos, sino dejar que el cuerpo se adapte a ellos gradual y naturalmente, cuando esté listo para ello, intentando adoptar una rutina regular. En realidad no resulta necesario pasar muchas horas diariamente practicando la Tensegridad; bastan de diez minutos a media hora si se practica regularmente y con concentración. Hay que recordar que los pases mágicos de la Tensegridad no constituyen fines en sí mismos, sino medios para desarrollar y fortalecer el cuerpo y la mente.

Algunas de las personas que emprenden prácticas de Tensegridad se desilusionan rápidamente por lo que ellas creen que son sus limitaciones. Esto es un error, ya que la capacidad de cada individuo es ilimitada. Ciertas prácticas o movimientos que un día parecen imposibles, pueden ser realizadas fácil y naturalmente una semana después. Sin embargo, resulta importante perseverar y tener fe en los beneficios a largo plazo. Los poderes de una actitud creativa y de la Voluntad son extraordinarios. Puesto que todos los pases mágicos de la Tensegridad se adecúan perfectamente al organismo humano, hay que esforzarse por vencer el condicionamiento innatural de cuerpo y mente. Debemos conocer nuestro cuerpo y aprender a discernir entre sus necesidades reales y sus necesidades imaginarias. Seamos receptivos y dejemos que nuestro cuerpo nos hable directamente. Sobre todo, debemos tratarlo como un amigo y aliado inteligente; debemos conocer cada una de sus partes y, en caso necesario, debemos forzarlo o conducirlo a un estado de armonía.

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lunes, 6 de abril de 2009

Carlos Castaneda´s - Pases Mágicos

PREPARANDO EL INTENTO




Los Pases Mágicos pertenecen exclusivamente a cada persona y el efecto es tan imponente que lo mejor es practicarlo sin hablar del tema.

Los Pases Mágicos no son un invento. Fueron descubiertos por chamanes del antiguo México mientras estaban en estados de conciencia acrecentada.

El descubrimiento de los Pases Mágicos comenzó con preguntas muy simples sobre el carácter de la increíble sensación de bienestar que los chamanes experimentaban en los estados de conciencia acrecentada. Cuando mantenían ciertas posturas corporales o movían las extremidades de determinada manera.
La sensación de bienestar era tan intensa que el deseo de repetir los movimientos en los estados de conciencia normal se convirtió en el centro de sus esfuerzos.

Los Pases Mágicos proporcionan magníficos resultados en lo que a habilidades físicas y mentales se refiere. Los movimientos son tan espectaculares, en este sentido, que es la razón por la que se denominan Pases Mágicos.

El objetivo, en el pasado, era el realce del equilibrio físico y mental, aunque actualmente, el objetivo es el de redistribuir la energía.

En cada ser humano existe una cantidad determinada de energía, cantidad cuyo aumento o disminución no está sometida a los embates de fuerzas externas.
Dicha cantidad de energía bastaría para conseguir la obsesión de la especie humana: trascender los parámetros de la percepción normal.

La incapacidad para romper los parámetros de la percepción normal se debe a nuestra cultura y al entorno social. Dicho de otro modo, nuestra cultura y su entorno utilizan hasta el último ápice de la energía inherente para cumplir patrones establecidos de comportamiento, lo que nos impide trascender los parámetros de la percepción normal.

Trascender los parámetros de la percepción normal no es algo que se pueda elegir, ya que es una cuestión inevitable de la humanidad. Superar esos parámetros significa entrar en mundos impensables y de un valor pragmático que en modo alguno se diferencia de nuestro mundo cotidiano.
Lo aceptemos o no, la superación de los parámetros normales de percepción nos obsesiona y nuestro estrepitoso fracaso por alcanzarlo explica la abundancia de drogas, estimulantes, ceremonias y rituales religiosos que rodean al hombre moderno.

Nuestra incapacidad de cumplir este deseo subliminal se debe a que lo abordamos atropelladamente. Nuestras herramientas son muy toscas. Es como si quisiéramos derribar una pared a cabezazos.
El ser humano no considera el derribo en términos de energía. Para el hombre de conocimiento el éxito está determinado por el acceso o la inaccesibilidad de la energía.
Puesto que es imposible acrecentar nuestra energía inherente, la única vía posible es la redistribución de dicha energía.
La redistribución de la energía comienza con los pases mágicos y la forma en que influyen en el cuerpo físico.

Se necesita un cuerpo flexible si se busca habilidad física y sensatez. Estas son las dos cuestiones más importantes en la vida, porque proporcionan sobriedad y pragmatismo, únicos requisitos indispensables para entrar en otras esferas de percepción.
Para navegar auténticamente por lo desconocido, hace falta una actitud osada, nunca temeraria. Para conseguir el equilibrio entre la audacia y la temeridad, uno se debe mostrar sobrio, precavido, hábil y manifestar una excelente forma física.
Afrontar lo desconocido, por no hablar de adentrarse en él, requiere entrañas de acero y el cuerpo capaz de albergarlas. ¿De qué serviría tener entrañas si se carece de lucidez mental, habilidad física y músculos adecuados?

La excelente forma física que se deriva de la ejecución rigurosa de los Pases Mágicos, es el primer requisito para la redistribución de la energía inherente.
La redistribución de la energía es el tema más decisivo en la vida de cualquier persona.
La redistribución de la energía es un proceso que consiste en trasladar de un sitio a otro la energía que ya existe en nuestro interior. Dicha energía ya ha sido desplazada de los centros de vitalidad del cuerpo, que la necesita para alcanzar el equilibrio entre la lucidez mental y la habilidad física.

La redistribución de la energía no es una labor intelectual, ni consecuencia de la inducción, la deducción o las conclusiones lógicas, sino el resultado de percibir la energía como fluye por el universo.

"Ver" es como un estado de consciencia acrecentada en el que el cuerpo humano percibe la energía como flujo, corriente o vibración.
"Ver" la energía como fluye por el universo es el producto de la detención momentánea del sistema de interpretación característico de los seres humanos.

Todo el cuerpo humano participa en la conversión del flujo vibratorio o corriente de vibración en alguna clase de información sensorial. A través de las costumbres, la suma del bombardeo de entradas sensoriales se convierte en el sistema de interpretación que permite que los humanos perciban el mundo como lo hacen. Hay que aplicar una enorme disciplina para detener este sistema de interpretación.

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