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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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sábado, 16 de enero de 2021

Transformación

Ha llegado el momento de aceptar el destino que es inevitable eludir. Son tiempos convulsos, en los que estamos haciendo el intento de vivir de una manera diferente, contra la cual nos revelamos en muchos casos, sin tener en consideración la necesidad que nos ha debido traer hasta aquí y de lo cual parece ser, no hemos sido conscientes. Aunque mirando el desarrollo del ser humano, la consciencia, o el darse cuenta, sobre nuestro destino, sobre nuestra realidad y sobre nuestro caminar en esta vida, parece ser lo único de lo cual seguimos careciendo. Me refiero al hecho de ser consicentes, de darnos cuenta, de estar despiertos. Parecemos estar inmersos en un sueño hipnótico del cual seguimos sin despertar.

La luz es nuestra realidad, pero ¿qué luz es esa? Es un asunto del cual se ha hablado, y se sigue hablando, tanto que ya está gastado y del cual estamos cansados. No obstante, la luz es nuestra realidad. Ahora se nos ofrece una oportunidad, los momentos que estamos viviendo son históricos y ¿qué estamos haciendo al respecto? Muchos quieren volver a lo que "teníamos antes", son críticos y se quejan, por no decir que son deprimentes en cuanto alegan el desastre que estamos viviendo en el mundo, sin comprender que hemos sido nosotros mismos, cada uno de nosotros quienes hemos participado y hemos creado esta situación, y en lugar de darnos la oportunidad de observar y felicitarnos por todas las cosas maravillosas que están sucediendo a nuestro alrededor, en cuanto al despertar individual y colectivo de nuestra especie humana; lo único que queremos en la mayoría de los casos es volver a las miserias y a la vida que "disfrutábamos" antes de vivir este momento histórico en la vida de la humanidad.

El cambio tiene que venir desde fuera de nosotros, ya que por nosotros mismos, en la mayoría de los casos, no se produce un cambio significativo. Ahora tenemos la oportunidad, ya que se ha dado este acontecimiento único e histórico, de continuar el camino y manifestar el mundo que quieres hacer realidad. El momento es ahora, pero la lucha es incesante, has de hacer algo, bueno en realidad mucho, para volver, para iniciar, continuar en algunos casos, el camino de vuelta a casa. Sigue la luz, muere a lo viejo, a la realidad que ya no te sirve y renace a la nueva percepción que la vida y la historia te está poniendo al alcance de tu mano, de tu conciencia... Hazlo realidad y conviértete en tu verdad.

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domingo, 10 de enero de 2021

Voluntad

Voluntad es una entidad. Tendemos a pensar que la voluntad es una fuerza, aunque la realidad es un tanto diferente y quizá se confundan pues la personalidad de un guerrero ha de estar imbuida de una gran fuerza, un gran poder, para controlar la voluntad.
Voluntad es un aliado que encontramos dentro de nuestra esfera luminosa. Debido a la manipulación mental, el orden social y la educación temprana, el ser humano no tiene voluntad, sino que es dominado y dirigido por la voluntad de la cualidad de la época en la que esté viviendo.

Un guerrero aprende a alinearse con la voluntad que le pertenece por derecho mediante el acecho a sus propias debilidades. Para ello ha de tener un objetivo claro y bien definido de querer trascender los límites de su propia conciencia para ir poco a poco adentrándose en los confines de lo desconocido.
Los vicios y debilidades del hombre corriente impiden a un guerrero acceder al poder que es su derecho reclamar, el cual le da acceso a niveles más profundos y libres de su conciencia individual, que a su vez alimenta la conciencia universal.

Voluntad se percibe en el cuerpo físico de un guerrero de una manera especial. Es una especie de jalón, de tirón, que se siente en la parte media del cuerpo, en la región umbilical.
Al observar detenidamente la sencación, el guerrero se da cuenta que ese jalón viene de algo que parece ser externo a él, y se siente así porque voluntad arrastra al guerrero hacia la parte más externa de su esfera luminosa hasta llegar a abarcar, algún día, la totalidad de sí mismo.

Un guerrero aprende a relacionarse con Voluntad en términos de aliado, dejándose asesorar, dejándose llevar, por esa entidad que forma parte de nuestra totalidad pero que debido a nuestro condicionamiento social ha sido apartada a los límites de la esera luminosa del guerrero. Una vez que un guerrero adquiere la confianza para dejarse llevar por Voluntad a visitar los espacios inexprorados de su totalidad, un munod nuevo de posibilidades se muestran ante la percepción de ese guerrero y su vida aquiere un sentido y un significado jamás imaginados.

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sábado, 9 de enero de 2021

Despertar

Un buen día te das cuenta y sucede... Ocurre en un momento, cualquier momento. Despertar es un proceso que ocurre en un instante y se queda contigo para siempre, aunque debes seguir vigilante y acechar esa sensación, por elusiva, y hacerla crecer hasta que dirija completamente tu vida.

Despertar es una manera de vivir, es una forma de vida. Es verte en el mundo con ojos nuevos. Es un darse cuenta de que tus acciones, tus gestos, tus pensamientos y tus sentimientos han dado un giro completo y comprendes que has estado dormido durante toda tu vida, porque la manera de entender tu vida, así como el mundo que te rodea como nunca hasta ahora lo habías sentido.

El proceso de despertar consciente comienza con un primer paso: el deseo. El gesto es la observación y el acecho. ¿Cómo hacerlo? Empieza por cambiar tu manera de ver las cosas. Entiende que tu cerebro es el centro del movimiento de tu cuerpo y estar consciente de esta realidad, te abrirá a nuevas posibilidades. Empieza por observar con tu cerebro cómo se mueve, y por qué, tu cuerpo. Existe un despertar espontáneo que no es de interés para el caso que nos ocupa aquí.

Despertar es el comienzo del fin del miedo. Despertar no ocurre una vez y ya está. Es un proceso que se manifiesta en un momento determinado en la vida de cualquier persona y, dependiendo de cada persona, continúa o desaparece. Es una carrera de fondo que no tiene final, de hecho estamos aquí, viviendo esta realidad en este mundo, como parte del proceso de despertar.

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viernes, 24 de abril de 2020

Las Batallas del Nagual

Perder la forma humana significa entrar en un estado de desprendimiento, de desapego, pero que no llega poco a poco, como un conocimiento o un "darse cuenta" de la importancia de perder ese apego, sino que llega de golpe. Un día sin previo aviso llega en que se pierde la forma humana y al día siguiente uno está envuelto en un sentimiento desconocido, inexplicable. Un momento en que el guerrero siente que no tiene más apego, que el mundo no tiene la fuerza ni el valor coercitivo que había tenido hasta ese momento. En el Camino del Guerrero, el mundo nos obliga a actuar de cierta manera, en ese sentido son importantes y de una sofisticación extraordinaria las conclusiones a las que se llega: "el mundo es una percepción y nosotros somos los que lo perciben", y de nosotros depende que le demos significado de uno o de otro modo. Debemos entender que el mundo es una percepción y como tal es posible actuar sobre él y cambiarlo, al cambiar la interpretación de esas percepciones y lograr el cambio de una manera sutil y al mismo tiempo dramática. También cambia el significado del mundo; éste deja de ser fijo, estéril, interminable, incompleto, tal y como lo percibimos normalmente. Un guerrero abarca todo eso y lo lleva a su punto culminante. "Perder la forma humana" es un cambio somático al nivel del campo de energía y no significa simplemente una transformación espiritual.


El hombre como campo de energía se transforma mediante la presión que el entrenamiento como guerrero le somete. Llega un momento en que esa presión es tan fuerte que impulsa el cambio orgánico, entonces el cambio es total, y no es que uno se esté reprimiendo, uno se libera. No se trata desesperadamente, por ejemplo, de no enojarse o de ser desprendido. Es el no tener interés, se extinguió el interés y, ¿cómo me relaciono con el mundo? Lo que es importante en un guerrero es que ya no tiene ningún vínculo que le ate al mundo como persona, y el único modo de entablar este puente con el mundo es a través de un personaje, como un actor, que no tiene historia personal.

Los chamanes del antigüo México aseguran que, según la tradición Tolteca, se puede trascender el sentido biológico de la muerte, es decir un hombre puede liberarse de la compulsión de morir y puede morir de una manera diferente, ellos lo llaman la "búsqueda de la libertad" que es un ciclo extraordinario que no tiene nada que ver con las unidades perceptivas de nuestro mundo cotidiano.
La muerte es el "mundo" de referencia de un guerrero. El Guerrero debe referirse constantemente a ese final inevitable y solo cuando toma a la muerte como punto de referencia, sin morbidez y sin sentirse abatido u ofendido, se puede en realidad superar la mezquindad natural de la vida. El hombre ordinario vive como si fuera inmortal, sin dar cuenta de sus actos a nadie, como si fuera eterno, dándose el lujo de perder el tiempo y andarse en idioteces. Tener a la muerte como punto de referencia es una manera mucho más interesante de enfocar la vida que vivirla aterrados por la muerte y sin embargo desperdiciarla. Es una manera espantosa de no darse cuenta de lo que se hace.
Hay dos actitudes frente a la muerte. La primera es tener una idea mórbida, rendirle culto. La otra es la represión: no pensar más en ella y tratar de olvidar a toda costa que un día vamos a morir.

La tradición tolteca, considera que la muerte es un punto de disolución, una referencia a todo lo que hacemos. Un guerrero quiere trascender la muerte y cambiarla. Sabe que va a morir, que se va a extinguir inevitablemente; pero adopta la opción de cambiar la finalidad de la muerte y la transformar conscientemente en algo diferente, sin dejar su cuerpo. Quizá esto puede parecer una idea absurda, imposible concebir lógicamente como occidentales que la intención de trascender la muerte tenga validez. Para el hombre corriente no dejar el cuerpo es absurdo y, sin embargo, eso es lo que un guerrero quiere para él y para su grupo. Ser capaces de trascender la inevitabilidad de la muerte mientras la fuerza viviente se escapa del cuerpo. Los chamanes de la tradición tolteca consideran que la fuerza viviente tiene la suficiente capacidad como para transformar al cuerpo en energía pura, lo opuesto a lo que le pasa al hombre del mundo cotidiano, que deja que la fuerza viviente se escape del cuerpo y que éste se extinga como un organismo muerto. Esas son las batallas del Nagual: la búsqueda de la libertad y la transformación del cuerpo en energía pura.

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miércoles, 22 de abril de 2020

Experiencia Corporal del Guerrero

Se no escapa el hecho de que la experiencia es un fenómeno corporal. La información o los datos no se convierten en saber mientras no se relacionen con la experiencia. Solo se experimenta lo que tiene lugar en el cuerpo. La experiencia puede ser vívida o débil según el grado de vitalidad del cuerpo. Cuando lo que ocurre en el mundo exterior afecta al cuerpo, el guerrero lo experimenta, pero la experiencia que en realidad le llega es su efecto en el cuerpo.

El conocimiento se convierte en entendimiento cuando va asociado con el sentimiento. Solo una comprensión profunda, cargada de un valor emocional fuerte, es capaz de modificar los patrones estructurados de la conducta. La mente ejerce una función directiva sobre el cuerpo. Un guerrero puede a través de su mente dirigir la atención a diferentes partes de su cuerpo, hacia adentro o hacia afuera, también hacia su propio cuerpo o hacia los objetos externos. La energía se enfoca, de hecho, sobre uno mismo o se proyecta sobre el mundo exterior. Un geurrero puede variar la concentración entre estos dos puntos con facilidad y rapidez, de forma que al mismo tiempo es consciente de su cuerpo y del medio que lo rodea. Se da cuenta de lo que le está ocurriendo y, al mismo tiempo, de lo que está pasando a los demás. Pero no todos tienen esta capacidad. Algunos piensan demasiado en sí mismos y desarrollan una conciencia confusa. Otros, en cambio, se fijan tanto en lo que está ocurriendo en torno suyo, que pierden la conciencia de sí mismos.

Darse cuenta del propio cuerpo es la manera que un guerrero tiene para saber quién es, es decir, de conocer su propia mente. De esta manera la mente funciona como un órgano perceptivo y reflexivo, que siente y define el propio estado de ánimo, los sentimientos y deseos propios, etc. Conocer la propia mente es saber lo que se quiere y lo que se siente.

Cuando el guerrero no puede decidirse o tomar una determinación, es que tiene conciencia de dos sentimientos opuestos igualmente fuertes. En estos casos, la decisión es imposible casi siempre, hasta que un sentimiento se imponga al otro. Cuando la mente está abrumada de sentimientos que no puede aceptar y el guerrero no se atreve a concentrarse sobre ellos, éste se separa y disocia su percepción consciente del cuerpo. De este modo, queda despersonalizado y actúa sin control, abandonando todo intento de recuperar el propio dominio.

El hombre ordinario reprime muchas veces sus miedos porque los considera amenazantes, su ira porque es demasiado peligrosa y su desesperación porque ejerce una influencia demasiado desalentadora. También reprime su conciencia de dolor, como cuando ha experimentado un desengaño, porque no pueden tolerar tal sufrimiento. La represión del sentimiento disminuye la exaltación del cuerpo y la capacidad de la mente para concentrarse. Es la causa principal de la pérdida de su poder. La mayor parte de las veces su mente está preocupada por la necesidad de conservar su control a expensas de sentirse más vivo.

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jueves, 7 de noviembre de 2019

Premisa para Manejar el Desatino Controlado

El propósito fundamental del acecho consiste en recuperar los filamentos que un guerrero ha ido dejando en el mundo a lo largo de su vida, y particularmente aquellos que otros seres luminosos dejaron en ellos. Sin esta premisa no hay posibilidad de manejar el desatino controlado. Esos filamentos ajenos son la base de nuestra ilimitada capacidad de sentirnos importantes. Para practicar el desatino controlado, puesto que no está hecho para engañar a la gente, uno tiene que ser capaz de reírse de sí mismo. Uno de los resultados de la recapitulación detallada es la capacidad de estallar en risa genuina cuando uno se encuentra cara a cara con las aburridas repeticiones que el yo personal hace acerca de su importancia.


La regla del nagual define el acecho y el ensueño como artes, por tanto, es algo que uno pone en práctica, algo que uno lleva a cabo. La naturaleza intrínseca del aliento es dar vida, y eso es lo que le da capacidad de limpiar el cuerpo luminoso. Esta capacidad es la que convierte a la recapitulación en una cuestión práctica. Una recapitulación profunda es el medio más expedito para perder la forma humana. De ahí que a los acechadores les es más fácil, después de recapitular sus vidas, hacer uso de todos los no-hacer del yo personal, como son borrar la historia personal, perder la importancia en uno mismo, romper las rutinas, etcétera.

Sólo un maestro acechador puede ser un maestro del desatino controlado. El desatino controlado no significa embaucar a la gente. Significa, que un guerrero aplica los siete principios básicos del arte de acechar en cualquier cosa que hacen, desde los actos más triviales hasta las situaciones de vida o muerte. Aplicar estos principios produce tres resultados. El primero es que los acechadores aprenden a nunca tomarse en serio: aprenden a reírse de sí mismos. Puesto que no tienen miedo de hacer el papel de tontos, pueden hacer tonto a cualquiera. El segundo es que los acechadores aprenden a tener una paciencia sin fin. Los acechadores nunca tienen prisa, nunca se irritan. Y el tercero es que los acechadores aprenden a tener una capacidad infinita para improvisar.

Los acechadores voltean la cabeza; sin embargo, no lo hacen para enfrentar una nueva dirección, sino para enfrentarse al tiempo de una manera distinta. Los acechadores encaran el tiempo que llega. Normalmente encaramos el tiempo cuando éste se va de nosotros. Sólo los acechadores pueden cambiar esta situación y enfrentar el tiempo cuando éste avanza hacia ellos. Voltear la cabeza no significa que uno ve el futuro, sino que uno ve el tiempo como algo concreto, pero incomprensible.

Somos guerreros, y los guerreros tienen una sola meta en la mente: ser libres. Morir y ser devorado por el Águila es el destino del hombre. Por otra parte, querer salirnos de nuestro destino, querer entrar serenos y desprendidos a la libertad, es la audacia final.

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