Tensegridad es armonía en la fortaleza.
El cuerpo humano ha de moverse en equilibrio para aprovechar mejor sus capacidades físicas, tanto externas, como interiores, a nivel de órganos y vísceras, así como todos y cada uno de los sistemas del organismo humano necesitan de un movimiento, que le permita alcanzar el nivel de energía óptimo para desarrollar el viaje maravilloso que es su vida.
Tensegridad surge de un sueño ancestral, de antiguos seres humanos que dejaron sus legados desde culturas tan dispersas en las distancias y tan unidas en el corazón, desde Oriente y Occidente, para fundirse en un sólo latir.
Para definir los movimientos corporales, que representan la Tensegridad, tendríamos que empezar diciendo, o definirlos, como estímulos que permitirían reconocer el bienestar óptimo, energéticamente hablando, de una persona.
Los Pases Mágicos realzan la conciencia, sea como cada cual los interpreta y los ejecuta. El intento de miles de chamanes impregna cada uno de los movimientos, y ejecutarlos, incluso de manera casual, permite que la mente se detenga.
El motivo más abstracto que se consigue al ejecutar los Pases Mágicos es que los practicantes se percatan que todo, en lugar de ser una cadena ininterrumpida de objetos afines, es un flujo, una corriente continua.
La práctica de la Tensegridad aporta equilibrio y energía, ya que la propia práctica de los movimientos producen una redistribución de la energía de la persona, permitiendo así, el mejor aprovechamiento de esa energía en los centros vitales del individuo, con la mejoría, no sólo de su estado físico, sino también de su estado mental.
Tensegridad es individual, aplicado a un colectivo que excede los límites de la razón, llegando así a convertirse en un medio, también llamado puente, entre los mundos de la razón y la energía del espíritu.
El marco de la vida urbana moderna facilita la formación de grupos, y es en estas circunstancias, el único modo en que la Tensegridad puede enseñarse y ejecutarse en seminarios y talleres facilitando la creación de grupos de practicantes.
La práctica en grupo es beneficiosa porque permite el establecimiento de un consenso de movimientos y la oportunidad de aprender mediante la observación y la comparación.
El objetivo de los Pases Mágicos es ajeno al hombre occidental, por lo tanto debemos hacer el esfuerzo de ejecutarlos al margen de las preocupaciones del mundo cotidiano. Por muy bajo que esté el volumen, no debe mezclarse con cosas tan habituales como la conversación, la música, el sonido de la radio o la voz del locutor de televisión.
Tensegridad libera una energía contenida en la esencia del Ser, en todos y cada uno de sus aspectos, y mediante su práctica llega a ser fácilmente accesible, convirtiéndose así en la energía del ensueño, capaz de traspasar los límites del espacio y del tiempo, para ser llama viva, que surge de su interior.
En lo que a los movimientos se refiere, el estado ideal de los practicantes de la Tensegridad es el mismo que el de los practicantes del chamanismo con respecto a la ejecución de los pases mágicos. Tanto a unos como a otros, los movimientos les conducen a una culminación sin precedentes. A partir de aquí, los practicantes de la Tensegridad están en condiciones de ejecutar por sí mismos, para conseguir los efectos que consideren adecuados y sin instrucciones externas, cualquier movimiento del conjunto con el que han sido saturados; como tendrán energía los realizarán con precisión y velocidad mientras caminan, comen, descansan o desarrollan cualquier otra actividad.
Pases Mágicos
Susurros del Nagual
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