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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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lunes, 10 de diciembre de 2018

El Control Interior es el Comienzo de Hacer

Cuando uno empieza a transitar por el camino del guerrero hay que hacer el intento de llevar a la práctica ciertas cosas. En el camino del guerrero hemos de "hacer", pues si no hacemos el intento de "hacer", no sucederá nada. Hemos de "hacer" desde el comienzo mismo: no muchas cosas, pero muy definidas. Si no te identificas, ya es el comienzo de "hacer". Si puedes abstenerte de hablar cuando tiene una inclinación hacia la charla, eso es ya "hacer". El "hacer" empieza al ir contra la corriente de los hábitos: primero en uno mismo, en las cosas personales. Puedes tratar de recordarte; luego, cuando empiezas a recordarte, podrás obtener ciertos resultados y verás que puedes hacer más cosas, pero todo con respecto a ti mismo. Podrás hacer algo sobre las emociones negativas, por ejemplo, y pensar de un modo nuevo. Pero fuera de ti, las cosas continuarán sucediendo y el mundo continuara girando como siempre.

Una vez más es necesario recordar que el hombre corriente no puede "hacer" nada; en su caso, todo "sucede". Si hace cosas buenas, eso significa que no puede hacer cosas malas; si hace cosas malas, eso significa que no puede hacer cosas buenas. Una cosa no es mejor que otra en ese sentido, porque todo es inconsciente. No obstante, uno empieza a darse cuenta, al seguir las enseñanzas del camino del guerrero, y tiene que aprender a "hacer". Uno ha de empezar con uno mismo: a conocerse, a acecharse, a tratar de eliminar ciertas cosas, a tratar de controlar otras cosas, etc.

Es muy útil observar cómo el hombre corriente siempre reacciona del mismo modo. Sólo tiene cinco o seis modos de reaccionar; sólo le suceden ciertas cosas y siempre reacciona de la misma manera ante ellas. Pero si trata de hacer todo lo que se le sugiere, y de no hacer todo lo que se le dice que se abstenga de hacer, las cosas cambiarán en el sentido correcto y un día, muy inesperadamente, podrá hacer algo que antes no podría haber hecho.

Si un hombre corriente dirige las cosas en sí mismo. Si en él no sucede nada innecesario, empezará a poder controlar las cosas que suceden fuera, pero primero debe controlar las cosas en él mismo. Mientras deje que las cosas "sucedan" en él, no podrá controlar nada afuera. ¿Cómo puede ser de otro modo? Una parte de él decide controlar las cosas, pero en lugar de eso toda su atención se ocupará de las cosas que le suceden tanto en su interior como en el mundo que le rodea.

Un guerrero aprende a controlar sus reacciones, luego, después de algún tiempo, descubrirá que puede controlar cada vez más, y después sucederá que podrá controlar, nuevamente no todos, pues hay una grandísima graduación, dentro del contexto que configura su existencia.

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sábado, 8 de diciembre de 2018

Volverse Consciente

Tenemos muchas cosas ya establecidas, como los hábitos, los modos usuales de pensar, las asociaciones, las defensas y muchas otras cosas. De modo que nuestras acciones no son todas controladas por influencias externas y por las que tengamos una respuesta natural. Muchas cosas son el resultado de influencias primordiales.

Nuestro poder de elección sólo empieza cuando comenzamos a comprender nuestra situación, nuestra forma automática de actuar, y cuando comenzamos a luchar por algo más. Para eso hay posibilidades. Pero este es un modo diferente de vivir: o determinismo o libertad. Algunas cosas están en nuestro poder si sabemos cómo cambiarlas o cómo hacerlas girar. Sólo que debemos saberlo. Todo es relativo.

La inconsciencia es la forma o el nivel de nuestro ser. Uno empieza a despertar cuando comienza a seguir las directrices del camino del guerrero, si se le muestra el modo, pero estar despierto indica el nivel del ser mismo. De modo que toda esta lucha con las emociones negativas, tratando de detener las acciones desgastantes de energía, tratando de recordarse, todo esto conduce al despertar, pero un guerrero no podrá despertar antes de despertar.

Cuando el hombre corriente trata de volverse consciente, ve que no puede. Al tratar de volverse consciente, todo el trabajo del guerrero es suyo propio. Sólo en este camino se dice claramente que no se puede "hacer" nada. Todos los demás empiezan con "hacer" en un sentido u otro, pues dicen: haga esto o haga aquello.

En el camino del guerrero uno ha de empezar en las condiciones de la vida corriente; no es necesario acudir a una escuela cerrada ni a un monasterio. Debido a eso, es particularmente necesario entender, primero de todo, que uno no puede "hacer" nada, y que lo único que uno puede empezar a "hacer" es tratar de recordarse: entender una cosa y practicar la otra.

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jueves, 6 de diciembre de 2018

En la Vida Todo Sucede
La Ilusión de "Hacer"

El hombre corriente piensa que puede "hacer" o "no hacer". Pero si trata de pensar del modo correcto, se daría cuenta que no puede "hacer" nada, que las cosas simplemente suceden. Una cosa viene después de otra y tan sólo sucede o no sucede, y nadie puede remediarlo. Lo más simple es tratar de observarse.
Está tan acostumbrado a pensar que las cosas podrían ser diferentes que no trata de cambiar las cosas que podría cambiar. Puede cambiar hoy, pero ayer terminó. Si cambia hoy, mañana las cosas pueden suceder de manera diferente. Esto parece una contradicción, pero es precisamente su creencia de que las cosas pueden ser diferentes lo que le impide hacer lo que puede para tornarlas diferentes.

El hombre corriente no quiere renunciar a la idea de que puede "hacer", de modo que aunque comprenda que las cosas suceden, encuentra excusas, como: "Esto es una casualidad, pero mañana será diferente".
He aquí por qué no puede comprender esta idea. A lo largo de toda su vida ve cómo suceden las cosas, pero aún las explica como accidentes, como excepciones a la regla de que puede "hacer". Olvida, o no ve, o no presta demasiada atención. Siempre piensa que, a cada momento, puede "hacer". Si ve en su vida un tiempo en el que trató de hacer algo y fracasó, ese será un ejemplo, porque descubrirá que explicó su fracaso como un accidente, como una excepción. Si la misma situación se repite, pensará que será capaz de "hacer", y si fracasa nuevamente, explicará otra vez su fracaso tan sólo como un casualidad. Es muy útil recorrer tu vida desde este punto de vista. Te propusiste una cosa y sucedió algo diferente. Si eres realmente sincero, lo verás, pero si no lo eres, te persuadirás de que lo sucedido fue exactamente lo que querías.

Cuando las cosas suceden de cierto modo, el hombre ordinario es llevado por la corriente pero piensa que es él quien lleva a la corriente.
Por ejemplo, si se prepara para hacer algo, aprende a seguir cierta dirección de los acontecimientos, o si prefieres, a poner en marcha ciertos acontecimientos, y luego éstos se desarrollan, y corre detrás de ellos aunque piense que es él quien los conduce.

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domingo, 2 de diciembre de 2018

Un Guerrero No puede Hacer

La parte central del propio compromiso es entender el hecho de que no podemos "hacer". Haciendo el intento de hacer lo que nunca hiciste antes o haciendo las cosas de otro modo, es cómo puedes entender esto. Entonces verás si puedes "hacer" o no. La mitad de las cuestiones formuladas versan sobre el "hacer": cómo cambiar esto, destruir aquello, evitar alguna cosa, etc. Pero es necesario un enorme esfuerzo para cambiar incluso una sola insignificancia. Hasta que lo intentes, nunca lo comprenderás.

Comprende… no piensas suficiente, no observas bastante. No puedes cambiar nada, salvo a través del camino del guerrero. Esto, por lo general, se olvida. El camino muestra cómo las cosas pueden cambiarse y realizarse de modo diferente, y desde dónde puede empezarse. Incluso estando en el camino del guerrero esto es tremendamente difícil, pero fuera de él es imposible, absolutamente imposible. Cuando se comprenda eso, se empezará a entender el valor del camino del guerrero, porque en él hay una oportunidad, sin él no hay ninguna.

La idea de que no podemos "hacer" es importantísima y debemos volver a ella siempre. Si esta idea no está clara, o ciertos rasgos de ella no están claros, hay que formular preguntas sobre ella porque es necesario entenderla y recordarla. Todo "sucede". Un guerrero no puede "hacer" nada. Desde el momento en que nacemos hasta que morimos suceden, suceden y suceden cosas, y pensamos que estamos haciendo. Este es nuestro estado natural en la vida, y hasta la mínima posibilidad de hacer algo llega solamente a través del acecho, y primero solamente en uno mismo, no externamente. Incluso en uno mismo, "hacer" comienza muy a menudo con “no hacer”. Antes que se pueda hacer algo que no se puede hacer, deberás no hacer muchas cosas que hiciste antes. Por ejemplo, no podrás despertar queriendo tan sólo despertar, pero podrás impedirte dormir demasiado y demasiado tiempo.

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miércoles, 24 de octubre de 2018

Decretos de Libertad de un Guerrero

No abrigamos la creencia de que esta Tierra es un reino de miseria, donde el hombre está predestinado a la destrucción.

No creemos que la tragedia sea nuestro destino natural y no vivimos en el crónico temor de un desastre.

No esperamos ninguna desgracia hasta tener motivos para ello, y cuando surgen, somos libres para combatirlos.

No es la felicidad, sino el sufrimiento lo que consideramos antinatural.

No es el éxito, sino las calamidades lo que creemos anormal en nuestras vidas.

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lunes, 1 de octubre de 2018

Conocimiento Ancestral

Cualquier hegemonía socio-cultural de civilizaciones, imperios, culturas, pueblos, y demás, fue estructurada por algún sistema cognoscitivo, una impresión conjunta en el modo de ver y contemplar sus necesidades a todo nivel psico-social, ya sea a propósito o no, entablaron patrones de creencias y comportamientos que se asemejaban paralelamente unas con otras, esto quiere decir por ejemplo si en una Era toda manifestación humana debía ser la conquista, guerras y matanzas, fuerza física, agresión, competencias, todo esto como aspectos generales más notorios, en otro tiempo debería ser contrastadamente y como parte de doce ciclos definidos, la religión, el misticismo, la espiritualidad, la oración y la fe, las características más marcadas de esa Era.

El Conocimiento Ancestral no es cuestión de tiempo pasado, necesariamente; es por el contrario una condición más que cuestión, que hace referencia al hombre que reconoce y vivencia su ORIGEN, un hecho que implica ver más allá de su tiempo, tener una cualidad de Ser que refleje la armonía y el propósito cósmico, en una comprensión profunda de la naturaleza de las cosas y de los eventos que a su alrededor se abren paso en un contexto sin precedentes, tener la capacidad de atestiguar los misterios y verificar el orden causal que lo lleva a él a ser parte del universo, sin someterse completamente a la rueda del tiempo del que forma parte por tener un comienzo, un nacimiento, pero que de igual forma puede escapar por poseer “el secreto”.
Los Conocimientos Ancestrales son atemporales, no pertenecen a ningún tiempo, pudiendo ser encarnados por cualquiera, sin importar su época, siendo lo más importante la fortaleza de la unión, de la ligazón entre el buscador y el Espíritu Universal.

Esta interpolación de conceptos nos lleva al punto referencial de que en la actualidad (nuestro tiempo) definitivamente no hace falta vestirse con indumentarias típicas de tal o cual cultura, no hace falta andar por ahí voceando el nombre de algún pueblo antiguo, o hacer demostraciones pseudo-chamánicas de los rasgos culturales conservados como meros folklorismos entretenidos, para poder verse uno mismo como chamán. En definitiva, actualmente en los tiempos que corren absolutamente todos los conceptos de chamanismo (con extraordinarias excepciones) en términos, significados y demostraciones poseen una desmejorada conceptualización, ningún sistema vital de regencia y menos de claridad, mantenida con demasiada terminología errónea llena de ostracismo y confusión, con una nula organización esencial, que sea coherente y clara (hasta para la cara contemplativa de la objetividad biofísica): simplemente simplista y alegórica.

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sábado, 29 de septiembre de 2018

La Maravillosa Aventura de Vivir

El Camino del Guerrero es un compendio de actividades prácticas que sitúan a la persona en una posición inmejorable para enfrentar de manera óptima los desafíos que se le presentan en su vida cotidiana. Este mejoramiento se consigue mediante la recuperación de capacidades innatas que toda persona lleva dentro de sí, pero que han sido ocultadas por la represión, la educación y los condicionamientos culturales desde el momento del nacimiento.

El Camino del Guerrero nos permite descubrir, no solo la forma de dejar de lado el alineamiento al que parece estar condenado el ser humano moderno, sino también la manera de obtener el impulso y el coraje necesarios para sorprendernos con la maravilla que es la aventura de estar vivos en un mundo en constante cambio, y crear las condiciones necesarias para vivir nuestras vidas de una manera plena y altamente satisfactoria.

Aprender a “ver” y rastrear la energía, fluyendo en la dirección que nos muestra para estar en armonía con la vida, es una de las consecuencias que nos otorga el Camino del Guerrero. Un guerrero salta los muros en lugar de golpearse contra ellos. Este es el espíritu de guerrero que ahora nos impregna y que reconocemos como propio, porque desde siempre ha estado en el interior de nuestros corazones y ahora nos permitimos sentirlo y dejar que sea él quien tome las riendas de nuestros actos.

Mediante trabajos específicos de “darse cuenta”, “no-hacer”, “acecho” y “recapitulación”, el Camino del Guerrero permite ampliar la visión que tenemos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, lo cual conlleva desarrollar la confianza como seres humanos, pero no la confianza del hombre común, sino la confianza del guerrero; llegando a la humildad que implica ser impecable en los propios actos y sentimientos.

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lunes, 27 de agosto de 2018

Una Historia de Guerreros

¿Sabes una cosa?
Alguien me decía una vez... "es más fácil dar amor que recibirlo".

Somos brujos. Somos guerreros. Esa es la transformación. La que estamos llevando a cabo.
¡Qué largo el camino que nos ha traído hasta aquí! y, ¿Qué maravillas nos esperan?

Quiero compartir contigo una cosa. Tengo zumbando la "razón" en mi cabeza, ya sabes, el diálogo interno ese maldito. Fuerte!!! martilleando mi sentido del oído. La "ip" me dice una cosa y, eso que me dice, me lleva a morir. Conecto contigo y se hace claro en el atardecer.
Una vez más ando fluctuando entre el bien y el mal, buscando soluciones para el futuro hurgando en el pasado.

Quiero la paz en mi corazón. Hoy leía una cosa en "las enseñanzas de don Juan", se refería a cómo ir a la guerra. "bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza".
¡¡¡Qué impecabilidad!!!

Cuando se va a la guerra con rabia, rencor, deseos de venganza, juicio y condenación, la pérdida siempre ocurre; esta es mi recapitulación. La importancia personal en estado puro.
Me quedo con lo siguiente para ir a la guerra y quiero trabajar en ello.

1º Ir bien despierto.
¡Qué bonito! Cuántas cosas significan ir "bien despierto"...

2º Con miedo.
El miedo primitivo. El miedo se huele. El miedo es interesante analizarlo. Ocurre antes que la rabia. La rabia es consecuencia de la ferocidad. En el altercado que tuve el otro día ´"veía", realmente, la escena desde algo que surgía de la parte posterior de mi cuello para alzarse por encima de mi cabeza. Mi vida estaba siendo amenazada y no lo reconocía con mi mente consciente, sin embargo, algo surgió desde esa parte para "salvarme". Quizá sean las vidas del gato. No me quedan demasiadas, he quemado varias. La verdad es que debilita mucho. Soy demasiado temerario y hace que me exponga innecesariamente.

3º Con respeto.
¡Qué bueno! Nunca se menosprecia nada. Cuando menospreciamos al rival nos menospreciamos a nosotros mismos. El respeto es a la muerte ante la vida.

4º Con absoluta confianza.
¿Qué decir sobre esto?

Te estoy contando una historia de guerreros que van a la guerra cada día, a cada instante y tienen que quitarse el sudor de la frente. El lado izquierdo transmuta el derecho y evolucionamos, aunque sea a golpes, que es como suele ser.

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