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Tradicion Tolteca
La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.
Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.
La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.
Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.
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lunes, 27 de febrero de 2017
Acechando la Personalidad
Ahora bien, por medio de un prolongado acecho de esta falsa idea de nosotros mismos se desvanece. Esto sucede cuando el intento empieza a hacer pasiva a la personalidad. Tal como somos, somos víctimas de los pequeños aspectos de la personalidad, de los más estúpidos y tontos que se hacen cargo de nosotros y a los cuales imaginamos que conocen realmente lo que es bueno y lo que es malo.
Sin embargo, si comprendemos y acatamos la enseñanza del camino del guerrero, se nos mostrara gradualmente lo que es verdaderamente bueno y malo. Por ejemplo, es preciso trabajar contra todas las emociones negativas son con el máximo de nuestra capacidad en la vida diaria. Además, contra todas las formas de consideración interior, de hacer cargos contra los otros. Todas las formas de auto-justificación hay que combatirlas, así es preciso luchar contra la identificación de todas las maneras posibles en lo que nos queda de vida.
En otras palabras, el único acceso a un mayor desarrollo interior se logra por medio de la humildad, por medio de una experiencia verdadera, constantemente renovada, de que no se sabe —de hecho, de que nada se sabe aunque siempre se pretenda saber.
Un guerrero debe llegar al punto en que se dé claramente cuenta que no es nada. Entonces puede llegar a ser algo. El orgullo de un hombre es un obstáculo que se opone a la acción muchas formas de cognición y percepción interna que están asociadas con la ausencia de orgullo.
Cuando un hombre vive y actúa como guerrero es por completo diferente, pero cualquier circunstancia exterior puede trasladarlo de pronto a la falsa personalidad, por ello un guerrero tiene que estar siempre alerta y luchar entre lo que le muestran sus sentidos y la llamada del espíritu.
Ahora es preciso recordar que no hay razón alguna para seguir este Camino. Recuérdalo siempre. Tenlo siempre presente —que no hay razón alguna para que sigas este camino—. Puedes proseguir tu vida como siempre lo has hecho. Nadie te ha pedido que siguieras este camino. Es simplemente una cuestión que debes decidir por ti mismo. No has pronunciado voto alguno. Pero si empiezas a escucharlo y lo que oyes penetra en un nivel más profundo y ya empiezas a comprenderlo y trata de cumplirlo en tu vida cotidiana, entonces la parte interna que te mantiene asegurado a este Camino será tu comprensión. No le cuesta nada a un hombre ir en contra de su comprensión, pero en este caso se encontrara en la vida en el mismo lugar en que estaba antes. Y si para él este orden de cosas es más satisfactorio, le basta regresar a la vida y olvidar lo antes posible toda la comprensión que había logrado del Camino. De hecho, no es menester que olvide porque el Camino desaparecerá por sí mismo de él. En tal caso ese hombre permanecerá en el mismo estado de conciencia en que estaba antes.
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