El doble es una contraparte de la energía manifestada en un cuerpo físico a través del cual puedes concebir, percibir y adentrarte por el infinito. El doble también ha de ser entregado, igual que todo lo demás que creemos ser desde donde nos encontramos.
La realidad de lo que somos trasciende el doble, además del cuerpo físico. El doble se intenta, es un intento que se realiza en el ensueño, ensoñar no es soñar y mucho menos dormir. Los sueños traen mensajes de la propia personalidad, el ensueño es captar la energía que viene con el sueño. Si observas tus sueños y te haces consciente en ellos, puedes ver que existe energía. Esa energía es la que te transporta por los confines del universo. En la práctica que se menciona en los libros de Castaneda, sobre el ensueño, y que he podido contrastar con otras tradiciones como las de oriente, aparece una conciencia sobre un "cuerpo", semejante al cuerpo físico de la persona, aunque con características un tanto diferentes, que tú ya conoces. Ese es el doble.
Nosotros estamos aquí, en esta realidad. En la totalidad de esta realidad, para todos nosotros, están los momentos que llamamos vigilia y los momentos que llamamos sueño. Tener conciencia y actuar a propósito en ambas nos lleva a abarcar la totalidad de nosotros mismos, dentro de la conciencia humana, pero esto es sólo el principio. Luego la realidad de lo que somos no puede explicarse aquí, porque no es conciencia humana.
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