El Dientes de Sable merodeaba toda el área que va desde el valle de México, siguiendo por la costa oeste, llegando hasta el sur y centro de California. Esas son las áreas en que se originaron los pases mágicos.
Podemos pensar que el Dientes de Sable es una criatura de otro tiempo, una pieza de museo; y, desde nuestra perspectiva lineal, eso es cierto. Sin embargo, desde el punto de vista de los videntes del linaje de Don Juan, el otro tiempo del Dientes de Sable no está en el pasado, sino en otra capa de conciencia. Ellos proponen que, quizás, en términos de hechos energéticos, sería más preciso decir que somos nosotros los que estamos encerrados en una vitrina de museo, y que el Dientes de Sable merodea libre, viajando de sueño en sueño.
Al practicar los pases que se conocen como la forma del Tigre Dientes de Sable del Intento, también nosotros podemos alcanzar la fluida habilidad de ensueño del Dientes de Sable.
De acuerdo con los videntes, el Intento del Dientes de Sable es ensoñar –mover su punto de encaje. Esto significa pura percepción y un estado de alerta y fluidez al actuar. Adoptando la respiración profunda y completa del Dientes de Sable, entramos en nuevas áreas de percepción. El hacer participar los músculos en el área de la pelvis y el diafragma en cada movimiento y respiración - tal como hace el Dientes de Sable- nos ayuda a conseguir las tripas de acero que se necesitan para navegar por el infinito oscuro mar de la conciencia.
El movimiento ondulante de los hombros del Dientes de Sable al caminar y moverse, otorga fluidez a su punto de encaje. Su punto de encaje no permanece fijo tras los omóplatos, como en los seres humanos; sino que se mueve, dando al Dientes de Sable y a los practicantes de su forma, la continua posibilidad de nuevas percepciones.
La práctica de la forma del Dientes de Sable nos puede mover hacia un más vasto y abierto estado de conciencia, fuera de la posición del sedentario hombre contemporáneo que permanece estático delante de la pantalla de un ordenador en una habitación poco ventilada, o encorvado para hablar por un teléfono móvil. Esto nos puede permitir ver nuestra presa -nuestros propios hábitos y rutinas- en el horizonte, y derribarlos, de forma que podamos deambular hacia delante, enfrentando nuevos desafíos, nuevos sueños.
Descripción de los Movimientos del Tigre Dientes de Sable
El Dientes de Sable construye su poderosa postura: Con una exhalación, sus palmas se deslizan hacia abajo por la parte delantera de los muslos, pasando sobre los pies hasta llegar al suelo.
La cabeza se inclina hacia abajo. El Dientes de Sable jadea, contrayendo todos los músculos del estómago en cada exhalación. Se inclina hacia delante con una inhalación, poniendo el peso sobre sus garras delanteras. Se inclina hacia atrás con una exhalación, desplazando el peso a sus garras traseras.
El Dientes de Sable inhala, deslizando sus garras por el suelo y subiendo por sus garras traseras hasta sus tobillos; allí hace una pausa para exhalar completamente. La cabeza permanece agachada. Inhala otra vez, llevando sus garras hasta las rodillas, parando allí par exhalar una vez más.
Sus rodillas permanecen dobladas. Sus patas posteriores se afianzan en el suelo con firmeza. Haciendo ondular su punto de encaje, el Dientes de Sable inhala nuevamente y se endereza.
Según se estira, sube sus garras llevándolas por los muslos hasta la cintura, desdoblando ligeramente las rodillas, y vuelve a doblarlas haciendo una exhalación, las garras curvadas se abren momentáneamente. La vista del Dientes de Sable es clara y su oído es agudo: está dispuesto para la acción. La pelvis se mantiene derecha, sin inclinarse ni adelante ni atrás, de forma que la energía fluya a través de la sección media a la parte superior del cuerpo sin detenerse en las caderas. Su postura está firmemente establecida, el Dientes de Sable comienza a moverse muy silenciosamente...
Información proporcionada por Cleargreen, Santa Mónica, California, 1999.
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