El camino del guerrero limpia nuestro vínculo con el intento y al limpiarlo, nuestra energía inherente se incrementa de forma notable.
Tener energía facilita los movimientos del punto de encaje, pero cada guerrero tiene que verificar todo por sí mismo y por experiencia propia. Los principios del camino del guerrero no son para memorizarlos sino para practicarlos.
Un nagual es cualquier persona, hombre o mujer, con una configuración energética específica, semejante a una doble bola luminosa. Cuando una persona así entra en el camino del guerrero, la carga extra de energía le convierte en alguien con la capacidad de guiar al resto de guerreros. De esta manera, el nagual se convierte en la persona más apropiada para ser el líder. Un nagual es una persona que puede reflejar lo abstracto, el espíritu, mejor que los demás; pero eso es todo. Nuestro vínculo es con el espíritu mismo y solo incidentalmente con la persona que nos trae su mensaje.
El punto de encaje no tiene nada que ver con lo que normalmente percibimos como el cuerpo físico, ya que es parte de la esfera luminosa, la cual es nuestro ser energético.
El punto de encaje se desplaza a través de corrientes energéticas, que son como impulsos de energía que se sienten afuera o adentro, no del cuerpo sino de la esfera luminosa. Generalmente son corrientes impredecibles que ocurren de por sí. Para un guerrero, sin embargo, son corrientes predecibles; controladas por el intento de ellos.
Todo el mundo siente esas corrientes energéticas. La gente común y corriente, al estar tan ocupada en con sus problemas, no les presta atención alguna a este tipo de sensaciones.
Este tipo de sensaciones que se sienten con el movimiento del punto de encaje, son como una leve molestia; una sensación vaga de tristeza seguida inmediatamente por una desmedida euforia. Ya que esa clase de tristeza o euforia no tienen fundamento real, nunca los consideramos como verdaderos asaltos de lo desconocido, sino como inexplicables arranques de mal o de buen humor.
Cuando el punto de encaje se mueve fuera de los límites de la esfera luminosa, empuja el contorno hacia afuera, sin romper sus límites energéticos.
El resultado de un movimiento, fuera de la estructura energética de la esfera luminosa, del punto de encaje es un cambio total en la estructura energética de los seres humanos. De ser una bola se convierte en algo parecido a una pipa de fumar. Si el punto de encaje continúa moviéndose, llega un momento en que se convierte en una delgada línea de enrgía. Los chamanes de la antigüedad fueron los únicos capaces de lograr esa proeza: convertirse en líneas de energía tratando inútilmente de doblarse para formar un círculo. Las historias antiguas hablan de que al alargar su forma energética, también lograron alargar la duración de su conciencia; de manera que están vivos y conscientes de ser hasta hoy día. Las historias también cuentan que aparecen periódicamente en la Tierra. El logro de los guerreros chamanes de la antigüedad nos probaron que los potenciales del ser humano no son cualquier cosa.
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