A través de la recapitulación, tal como la realizaban los chamanes del antiguo México, se adquiere un grado de control que permite separar las experiencias vitales de la fuerza vital. Los chamanes del antiguo México “veían” la recapitulación como el procedimiento mediante el cual proporcionaban al “oscuro mar de la conciencia” el sustituto de sus vidas. Se renuncia a las experiencias vitales al recontar y de esta forma se retiene la fuerza vital.
Para los practicantes del chamanismo, recapitular significa entregar a una fuerza inconmensurable (el oscuro mar de la conciencia) la conciencia que hemos realzado a través de nuestras experiencias vitales. Explicar estos fenómenos según la lógica al uso es imposible y lo único a lo que aspiran los chamanes es a retener la fuerza vital después de entregar sus experiencias vitales al “oscuro mar de la conciencia”.
Esto quiere decir que los chamanes no mueren en el sentido habitual en que entendemos la muerte, sino que la trascienden reteniendo la fuerza vital y desapareciendo de la faz de la tierra cuando emprenden el “viaje definitivo” de la percepción. Cuando la muerte se produce de esta manera, nuestro ser se convierte en energía, una energía peculiar que conserva la marca de nuestra individualidad. A diferencia de lo que le ocurre al hombre corriente, para los chamanes la muerte no es aniquiladora, sino unificadora.
La recapitulación significa también revivir todas o casi todas las experiencias que hemos tenido y de este modo, y con la ayuda de la fuerza de la memoria, adoptar el mismo estado en el que nos encontrábamos cuando aconteció el hecho recapitulado. El acto de desplazarse entre posiciones anteriores y el presente proporciona a los practicantes del chamanismo la fluidez necesaria para salvar obstáculos que en modo alguno forman parte de su sistema cognitivo.
Antiguamente la recapitulación en cuanto procedimiento formal se llevaba a cabo recordando a cada persona que los practicantes habían conocido y todas las experiencias en las que habían participado. En el caso del hombre moderno, la propuesta es utilizar como recurso nemotécnico una lista escrita de todas las personas que se hayan conocido. Una vez escrita se debe seleccionar a la primera persona de la lista, que en el tiempo ha de remontarse desde el presente hasta la primera experiencia vital, y elaborar con la memoria la última interacción que se haya tenido con ella, actividad que recibe el nombre de “organizar el acontecimiento de la recapitulación”.
Para aguzar la capacidad de recordad hace falta una pormenorizada evocación de los detalles. Este ejercicio exige evocar las descripciones físicas correspondientes, como el entorno en el que tuvo lugar el acontecimiento. Una vez organizado, se debe entrar en el escenario, propiamente dicho, como si uno lo hiciera de verdad, y prestar mucha atención a las sensaciones físicas relevantes, así como los sentimientos y los pensamientos que pueden tener lugar.
La recapitulación debe comenzar por el recuento de los acontecimientos que acaban de ocurrir. De este modo predomina la primacía de la experiencia. Recordamos con gran precisión lo que acaba de suceder. Los seres humanos son capaces de almacenar información pormenorizada de la que no son conscientes y son precisamente estos detalles los que busca el “oscuro mar de la conciencia”.
La recapitulación real del acontecimiento exige que respiremos profundamente y movamos lenta y delicadamente la cabeza de un lado a otro, da lo mismo que empecemos por el izquierdo o el derecho. La cabeza debe moverse tantas veces como sea necesario mientras recordamos todos los detalles a que tenemos acceso. Los chamanes se refieren a este acto como inhalar todos los sentimientos personales consumidos en el acontecimiento que se recuerda y exhalar los estados de ánimo no deseados y los sentimientos extraños que nos dejó.
El misterio de la recapitulación está en el acto de inhalar y de exhalar. La respiración al ser un acto que sustenta la vida, podemos a través de ella entregar al “oscuro mar de la conciencia” el facsímil de las propias experiencias vitales. Cuestiones como la recapitulación no se explican, sino que se experimentan y al vivirla podemos encontrar la liberación, pero tratar de explicarla equivale a consumir energía en esfuerzos inútiles.
En la recapitulación, la lista de nombres se utiliza como recurso nemotécnico que lanza la memoria a un viaje inconcebible. En este aspecto, recordar experiencias que acaban de ocurrir allana el terreno para evocar con la misma claridad e inmediatez hechos que están más lejanos en el tiempo. Recordar experiencias de esta manera equivale a revivirlas y a extraer de la evocación un ímpetu extraordinario que permite agitar la energía disipada y devolverla a nuestros centros vitales. Los chamanes definen la “redistribución energética” causada por la “recapitulación” como el acto de ganar fluidez después de entregar al “oscuro mar de la conciencia” lo que busca.
Desde una perspectiva más terrenal, la recapitulación proporciona a los practicantes la capacidad de examinar las repeticiones de sus vidas. La recapitulación puede convencerles, sin el menor atisbo de dudas, de que todos estamos a merced de fuerzas que, en última estancia, no tienen sentido, por mucho que a primera vista parezcan razonables.
Cualquier cambio de comportamiento tendría que realizarse a través de la “recapitulación” porque es el único medio que puede realzar la conciencia y liberarnos de las demandas implícitas de la socialización, demandas tan automáticas y que se dan tan por supuestas que en condiciones normales no reparamos en ellas, por no hablar de examinarlas.
El acto efectivo de la “recapitulación" es una tarea de toda la vida. Se necesitan años para agotar la lista, sobre todo en el caso de personas que han conocido a miles de individuos y han interactuado con ellos.
La lista crece con el recuerdo de acontecimientos impersonales en el que no han participado personas y hay que analizar por qué están relacionados con la persona “recapitulada”.
Lo que ha de buscarse ávidamente en la “recapitulación” es el recuerdo de la interacción, porque en ésta subyacen los efectos profundos de la socialización, y de la cual hemos de esforzarnos en superar por todos los medios.
Una Incursión en los Beneficios de la Recapitulación
Cómo Hacer una Lista de Recapitulación
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