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Tradicion Tolteca
La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.
Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.
La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.
Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.
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viernes, 9 de febrero de 2024
La Segunda Atención
Entrar en un incomprensible estado de conciencia que ponga en tela de juicio la idea que tenemos del mundo y de nosotros mismos, es un estado que los chamanes llaman la segunda atención.
Se entra en la segunda atención cuando uno logra retener el punto de encaje en una nueva posición, previniendo de este modo que regrese a su lugar original. El resultado de fijar el punto de encaje en nuevas posiciones es lo que los chamanes de la antigüedad denominaron la segunda atención. Aquellos chamanes trataban a la segunda atención como un área de completa actividad, de la misma manera que el mundo cotidiano es un área que tiene completa actividad.
La segunda atención es un área de exploración mucho más grande que la primera atención, o la conciencia del mundo cotidiano. En la segunda atención la conciencia entra en un estado de inigualable claridad; un estado de superconciencia que aunque dure cortos periodos de tiempo, se puede entender cualquier cosa con mínimos preámbulos. Esta maniobra es esencial e indispensable para que se reciban explicaciones abstractas y detalladas, mientras que en la conciencia normal se reciben los conceptos y procedimientos básicos, en el aprendizaje del camino del guerrero.
Normalmente las explicaciones que se dan en la segunda atención no se recuerdan en la vida cotidiana de la primera atención; no obstante, de alguna forma se queda en alguna parte de nuestro ser, que los chamanes llaman el aparato de perceptividad. Los chamanes han utilizado esta aparente peculiaridad de la percepción, y han convertido el acto de recordar todo lo que se les enseñó en la segunda atención en una de las tareas tradicionales más difíciles y complejas del camino del guerrero.
Los chamanes explican que cada vez que se entra en la segunda atención, el punto de encaje se encuentra en una posición diferente. Recordar, para ellos, significa situar de nuevo el punto de encaje en la posición exacta en la que se encontraba en los momentos en que ocurrieron las entradas a la segunda atención. Un guerrero no solamente recuerda, sino que revive todas sus experiencias en la segunda atención, por medio de volver a situar su punto de encaje en cada una de las posiciones donde estuvo. Al dar las explicaciones abstractas y detalladas del camino del guerrero, que pertenecen a los mundos del nagual, mientras se encuentran en la segunda atención, se garantizan la fidelidad y precisión de la instrucción para que permanezca intacta durante el resto de la vida de un guerrero.
Aprender algo en la segunda atención es como lo que aprendemos cuando éramos niños; permanece con nosotros toda la vida. Así, estamos acostumbrados a decir “es natural” cuando hablamos de algo aprendido muy temprano en la infancia.
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