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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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viernes, 26 de febrero de 2016

Renunciar a la Importancia Personal

Renunciar a la importancia personal significa dejar el infantilismo, la ineficacia y la mentira. Se confunde como una acción final el hecho de abandonar la importancia personal (se renuncia a la importancia personal y ya no hay más personalidad). Esto es una ilusión porque, en realidad, no existe la personalidad egoica en el Universo; por tanto, no hay nada real a lo que se renuncia cuando abandonamos la importancia personal.

La importancia personal se mide en términos de tiempo. Si en un momento dado renunciamos a tres minutos de importancia personal, al día siguiente otros tres minutos de voluntad se desarrollarán. Renunciar a la importancia personal es un proceso continuo, no una única acción. Una acción aislada no significa nada.

Renunciar a la importancia personal no significa hacer algo. Eso sucede muy raras veces. La mayor parte de las veces es todo lo contrario, es no-hacer algo; y esto supone una gran diferencia. La importancia personal está siempre conectada con la propia opinión, con el pensar que se sabe algo. La importancia personal es como un niño que dice: “Ya lo sé”. “Lo haré yo solo”. La importancia personal tiene muchas facetas, se le dice a alguien que no haga algo y al instante quiere hacerlo. No se puede adquirir voluntad hasta no haber renunciado a la importancia personal. Del mismo modo que no se puede adquirir conocimiento hasta no haber renunciado a las opiniones personales.

Renunciar a la importancia personal es algo que tiene que hacer uno mismo. Hay que estar lo suficientemente libre de su acción para poder aceptar las cosas sin lucha. No se pueden mantener los viejos puntos de vista y opiniones, y adquirir otros nuevos al mismo tiempo. Hay que tener el suficiente coraje para renunciar a lo viejo. Hay que ser capaces de entender la necesidad de la disciplina. No se puede crear voluntad hasta no haber aceptado una disciplina.

Está en la misma naturaleza de las cosas el que la conciencia y la voluntad no puedan darse de por sí. Todo debe ser “comprado”, nada es gratis. Lo más difícil es aprender cómo pagar. Uno consigue exactamente tanto como paga. La voluntad no puede desarrollarse mecánicamente; la conciencia no se puede desarrollar inconscientemente, no puede crecer de la nada, hay que pagar por todo. Hay que tomar conciencia de la posición y hay que estar preparado para pagar. Cuanto más se esté dispuesto a pagar más se obtiene. Nada puede darse sin más.
Si uno tiene algo y quiere darlo resulta que no puede. La naturaleza de la cosa que uno quiere dar es tal que los demás “deben” pagar por ella. Uno no puede conseguir que los demás la tengan; tienen que quererla mucho y estar dispuestos a pagar por ella. No hay otro modo. Solo entonces puede llegar a ser suya; si no, se pierde.

El pago no tiene nada que ver con dinero ni nada por el estilo. El pagar es más bien un principio. El dar dinero y servicio es una cuestión de posibilidad. Desgraciadamente solo tenemos una palabra, “pago”, de modo que hay que usarla en diferentes sentidos. El pago con dinero depende en parte del entendimiento y en parte de las posibilidades. El otro tipo de pago es algo mucho más importante y debe ser entendido como algo absolutamente necesario.

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martes, 23 de febrero de 2016

Voluntad y Acecho

En el hombre corriente la voluntad va en zigzag, o bien se mueve en un círculo. La voluntad pone de manifiesto la dirección de la disciplina. La disciplina es nuestra moneda de cambio. Hemos de pagar con disciplina. Obtenemos resultados en proporción a la intensidad de nuestra disciplina y a su tiempo de aplicación (en el sentido de actuar en el momento adecuado o no).

La disciplina se aplica al acecho que hemos de realizar a propósito de nosotros mismos y de nuestras debilidades. Cuando la gente oye hablar de disciplina siempre piensa que es una disciplina en el sentido de “hacer”. Sin embargo, eso es siempre una disciplina perdida o equivocada. La disciplina de acecho de sí mismo es una disciplina correcta porque es a través de ella que podemos obtener resultados.

El acecho se lleva a cabo de la siguiente manera. Sabes que no te conviene hacer algo, pero una parte de ti quiere hacerlo. Entonces, te acechas a ti mismo y lo paras. El acecho lleva consigo un elemento de voluntad. Si no fuera nada más que soñar, “yo soy”, “yo soy”, “yo soy”, no sería nada. Se debe dedicar un cierto tiempo simplemente a observar lo que significa acechar, y lo que significa no acechar, y el efecto que ambos tienen.

En realidad, el acecho no es algo abstracto o intelectual, sino que son momentos de voluntad. No es pensamiento, es acción. Significa haber incrementado el control. Es, precisamente, para lo que sirve. Solo podemos controlarnos en momentos de acecho.
El control mecánico que se adquiere mediante el adiestramiento de la educación (cuando a uno se le enseña a comportarse en ciertas circunstancias) no es el verdadero control.

Acechar significa, también, una cierta capacidad de acción en una dirección, para hacer lo que uno quiere. En nuestra manera lógica de pensar, la conciencia es algo aparte de la voluntad. Pero conciencia significa voluntad. La palabra “conciencia” significa una combinación de todo el conocimiento (como si se tuviera delante de uno todo el propio conocimiento al mismo tiempo). Pero conciencia significa también voluntad, y voluntad significa libertad.

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miércoles, 10 de febrero de 2016

Un Conocimiento Absolutamente Crucial

En el mundo de la vida cotidiana, nuestra palabra y nuestras decisiones se pueden revocar muy fácilmente. Lo único irrevocable en el mundo cotidiano es la muerte. En el mundo de los chamanes, en cambio, la muerte puede recibir una contraorden, pero no la palabra de un guerrero. En el mundo de los chamanes las decisiones no pueden cambiarse o revisarse. Una vez que han sido tomadas, valen para siempre.

Una de las cosas más dramáticas de la condición humana es la macabra conexión que existe entre la estupidez y la imagen de sí. Es la estupidez lo que obliga al hombre corriente a descartar cualquier cosa que no se ajuste a las expectativas de la imagen que tiene de sí mismo. El hecho de ser hombres corrientes, por ejemplo, hace que seamos ciegos a una parte del conocimiento accesible al ser humano que es absolutamente crucial: la existencia del punto de encaje y el hecho de que puede desplazarse.

El hombre racional, al aferrarse tercamente a la imagen que tiene de sí mismo, se garantiza una ignorancia abismal. Ignora el hecho de que el chamanismo no es cuestión de encantamientos ni abracadabras, sino que es la libertad de percibir no solo el mundo que se da por sentado, sino todo lo que es humanamente posible lograr. El hombre corriente tiembla ante la posibilidad de ser libre, aunque la libertad está al alcance de su mano.

Uno de los problemas del hombre es que intuye sus recursos ocultos pero no se atreve a utilizarlos. Por eso dicen los guerreros que el problema del hombre es el contrapunto que crean su estupidez y su ignorancia. El hombre necesita ahora, más que nunca, que le enseñen nuevas ideas que tengan que ver exclusivamente con su mundo interior; ideas de chamanes, no ideas sociales; ideas relativas al enfrentamiento del hombre con lo desconocido, con su muerte personal. Ahora, más que nunca, necesita que le enseñen los secretos del punto de encaje.

El espíritu únicamente escucha a quien le habla con gestos. Y los gestos no son señas o movimientos del cuerpo, sino actos de verdadero abandono, actos de generosidad, de humor. Como gesto hacia el espíritu, un guerrero saca lo mejor de sí mismo y sigilosamente se lo ofrece a lo abstracto.

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domingo, 17 de enero de 2016

Estímulos para un Óptimo Bienestar

¿Qué es Tensegridad?
Tensegridad es armonía en la fortaleza.

El cuerpo humano ha de moverse en equilibrio para aprovechar mejor sus capacidades físicas, tanto externas, como interiores, a nivel de órganos y vísceras, así como todos y cada uno de los sistemas del organismo humano necesitan de un movimiento, que le permita alcanzar el nivel de energía óptimo para desarrollar el viaje maravilloso que es su vida.

Tensegridad surge de un sueño ancestral, de antiguos seres humanos que dejaron sus legados desde culturas tan dispersas en las distancias y tan unidas en el corazón, desde Oriente y Occidente, para fundirse en un sólo latir.

Para definir los movimientos corporales, que representan la Tensegridad, tendríamos que empezar diciendo, o definirlos, como estímulos que permitirían reconocer el bienestar óptimo, energéticamente hablando, de una persona.

Los Pases Mágicos realzan la conciencia, sea como cada cual los interpreta y los ejecuta. El intento de miles de chamanes impregna cada uno de los movimientos, y ejecutarlos, incluso de manera casual, permite que la mente se detenga.

El motivo más abstracto que se consigue al ejecutar los Pases Mágicos es que los practicantes se percatan que todo, en lugar de ser una cadena ininterrumpida de objetos afines, es un flujo, una corriente continua.

La práctica de la Tensegridad aporta equilibrio y energía, ya que la propia práctica de los movimientos producen una redistribución de la energía de la persona, permitiendo así, el mejor aprovechamiento de esa energía en los centros vitales del individuo, con la mejoría, no sólo de su estado físico, sino también de su estado mental.

Tensegridad es individual, aplicado a un colectivo que excede los límites de la razón, llegando así a convertirse en un medio, también llamado puente, entre los mundos de la razón y la energía del espíritu.
El marco de la vida urbana moderna facilita la formación de grupos, y es en estas circunstancias, el único modo en que la Tensegridad puede enseñarse y ejecutarse en seminarios y talleres facilitando la creación de grupos de practicantes.
La práctica en grupo es beneficiosa porque permite el establecimiento de un consenso de movimientos y la oportunidad de aprender mediante la observación y la comparación.

El objetivo de los Pases Mágicos es ajeno al hombre occidental, por lo tanto debemos hacer el esfuerzo de ejecutarlos al margen de las preocupaciones del mundo cotidiano. Por muy bajo que esté el volumen, no debe mezclarse con cosas tan habituales como la conversación, la música, el sonido de la radio o la voz del locutor de televisión.

Tensegridad libera una energía contenida en la esencia del Ser, en todos y cada uno de sus aspectos, y mediante su práctica llega a ser fácilmente accesible, convirtiéndose así en la energía del ensueño, capaz de traspasar los límites del espacio y del tiempo, para ser llama viva, que surge de su interior.

En lo que a los movimientos se refiere, el estado ideal de los practicantes de la Tensegridad es el mismo que el de los practicantes del chamanismo con respecto a la ejecución de los pases mágicos. Tanto a unos como a otros, los movimientos les conducen a una culminación sin precedentes. A partir de aquí, los practicantes de la Tensegridad están en condiciones de ejecutar por sí mismos, para conseguir los efectos que consideren adecuados y sin instrucciones externas, cualquier movimiento del conjunto con el que han sido saturados; como tendrán energía los realizarán con precisión y velocidad mientras caminan, comen, descansan o desarrollan cualquier otra actividad.


Tensegridad Vol. 1
Pases Mágicos
Susurros del Nagual

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jueves, 7 de enero de 2016

Descifrando Misterios

Los cambios son difíciles y ocurren muy despacio; a veces una persona tarda años en convencerse de la necesidad de cambiar.
Existen poderes en la Tierra que guían a los hombres, los animales y todo lo que vive. Guían nuestra vida y nuestra muerte.
¿Aceptamos la responsabilidad de estar en este mundo impenetrable? La gente dice: "Hago lo que puedo", cuando en realidad no saben lo que pueden hacer, porque antes de llegar a ningún sitio, ya han abandonado. La razón inconsciente de este comportamiento, tiene que ver con la creencia de tener mucho tiempo. Esto conduce, inevitablemente, a la postergación; la cual debilita nuestra energía vital con una cantidad enorme de deseos frustrados.


La gente que vive feliz es aquella que tiene mucho cuidado con la naturaleza de sus actos. Cuando una persona pone su atención en el hecho de no tener tiempo y deja que sus actos fluyan de acuerdo con eso. Cuando sus actos se convierten en su última batalla sobre la Tierra, sólo bajo tales circunstancias tendrán sus actos el poder que les corresponde. De otro modo serán, mientras viva, los actos de una persona tímida. La timidez le hace a uno agarrarse a algo que sólo existe en sus pensamientos. Le apacigua mientras todo está en calma, pero luego el mundo de pavor y misterio se abre, y entonces se da cuenta de que sus caminos seguros, nada tenían de seguros. La timidez nos impide examinar y aprovechar nuestra suerte como seres humanos.

El centro de decisiones se ubica en el cuerpo humano en un área específica entre las glándulas tiroides y timo. El centro de decisiones se encuentra prácticamente sin energía en el ser humano, ya que ésta es apartada de este centro, en épocas muy tempranas de su existencia.
Debido al absorbente estallido de la conciencia que se experimenta en el momento del nacimiento, nuestra atención queda fijada con los detalles de la percepción, interpretada por nuestro encéfalo. A partir de aquí, comienza la aventura de la vida y la amnesia de la totalidad de nuestra conciencia; al ser fijada nuestra atención, en sostener el mundo de todos los días, la parte racional de nuestra mente: (la primera atención). Sostener el mundo de todos los días, requiere de nosotros el uso constante de la totalidad de nuestra energía. No obstante, el cuerpo humano necesita, cada día, entrar en contacto obligado, con esa otra parte de la conciencia misma y que se halla oculta bajo el estruendoso ruido del mundo de todos los días. Así entramos cada noche en el estado de sueño.

Desde que la especie humana recuerda, siempre se han empleado métodos, unos naturales y otros no, para permitir el acceso y descifrar los misterios de la parte inconsciente de nuestra mente. Los pases mágicos permiten la acción inmediata en los actos cotidianos de la persona y sin una participación volitiva de su parte, además de reportarle, así mismo, los beneficios que siempre ha deseado. De esta manera se consigue eliminar la participación activa de la mente racional y sus interpretaciones absurdas de un mundo previsible y controlado.

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miércoles, 6 de enero de 2016

El Viento de las Mujeres

Las mujeres poseen una dirección singular y cada una de ellas tiene un viento personal. El viento se mueve dentro del cuerpo de una mujer debido a que tiene útero. Una vez dentro del útero, el viento no hace sino atraparla y decirle cosas. Cuanto más serena y relajada se encuentra la mujer, mejores son los resultados. Puede decirse, que de pronto, la mujer se encuentra haciendo cosas de cuya realización no tiene la menor idea.

Una mujer guerrero puede usar su viento particular para cualquier propósito específico, como embellecer su cuerpo y renovarlo. El viento puede decirle a una mujer qué hacer con todo. Su vida, sus cosas, sus sentimientos. Puede parecer que son sus propios pensamientos; pero no obstante cuando se tranquilizan, comprenden que hay algo que les dice las cosas. Una mujer guerrero debe entregarse al viento y dejar que la guíe.
Hay cuatro vientos, como hay cuatro direcciones. Esto en cuanto a lo que hacen los chamanes. El cuatro es un número de poder para un guerrero. Los cuatro vientos son:

La Brisa
La Brisa es el amanecer. Trae la esperanza y la luminosidad; es el heraldo del día. Entra en todo, viene y se va.
A veces es dulce y apacible; otras es inoportuno y molesto.

El Viento de Mediodía
El Viento del Mediodía es un viento violento, cálido o frío, o ambas cosas. Sus ráfagas están llenas de energía, pero también llenas de ceguera.
Se abre camino destrozando puertas y derribando paredes. Un guerrero ha de ser terriblemente fuerte para detener al viento violento.

El Viento del Atardecer
El Viento del Atardecer es un viento triste y molesto. Un viento que nunca le deja a uno en paz y que hiela y hace llorar. Sin embargo hay en él una profundidad tal que bien vale la pena buscarlo.

El Viento Cálido
El Viento Cálido abriga, protege y lo envuelve todo. Es un viento nocturno. Su fuerza está unida a la oscuridad.

Los cuatro vientos están igualmente asociados con las cuatro direcciones.
La Brisa es el Este.
El Viento Violento o del Mediodía es el Norte.
El Viento Frío o del Atardecer es el Oeste.
El Viento Cálido o de la Oscuridad es el Sur.

Los cuatro vientos poseen también personalidad.
La Brisa es alegre, pulcra y furtiva.
El Viento Violento o del Mediodía es enérgico, imperativo e impaciente.
El Viento Frío o de la Tarde es variable y meditabundo.
El Viento Cálido o de la Noche es feliz, confiado y bullicioso.

Los cuatro vientos son mujeres, es por eso que los guerreros femeninos los buscan. Vientos y mujeres son semejantes. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres aprenden con mayor rapidez que los hombres si se mantienen fieles a su viento.
Una mujer averigua cuál es su viento si se queda quieta y no se habla a sí misma, mientras deja que el viento la penetre.

Rasgos Específicos del Cuerpo Luminoso

Categorías de la Personalidad

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martes, 22 de diciembre de 2015

La Cuenta del Espiritu del Hombre

La impecabilidad dicta que sólo se debe aceptar el papel de uno como intermediario y con humildad.
La cuenta del espíritu del hombre siempre anda necesitada de depósitos y, sin importar cómo elijamos incrementar ese saldo, siempre basta con cualquier forma de pago impecable.


Nagualismo es el término empleado para describir el conocimiento del guerrero tolteca. El camino del guerrero es el registro de ese conocimiento; un prisma que refleja el faro del nagualismo en lo más hondo de nuestro ser. Una vez que el resplandor de esas percepciones mágicas ha iluminado nuestras vidas, nos encontramos cambiando en formas que nos resultan incomprensibles para nuestros sentidos físicos y nuestras mentes racionales.
Los guerreros viven en el momento del ahora, y ahora es el momento de actuar. Tarde o temprano debemos ir más allá del diálogo interno y cambiar nuestra esmerada disposición de conocimiento por una vida de acción impecable. Tarde o temprano el preámbulo del poder intelectual e intuitivo debe dar paso a un proceso personal y empírico. Tarde o temprano debemos reclamar nuestro conocimiento de los misterios experimentando el movimiento significativo a una percepción diferente.
Como guerreros nos enfrentamos a los condicionamientos del conocimiento atreviéndonos a actuar. Asumimos la responsabilidad de nuestros propios y enérgicos recursos cuando nos entregamos al poder. Y mediante nuestras acciones aprendemos a equilibrar las fuerzas de la magia y de la condición de guerrero, comprendiendo en el proceso que nuestro éxito emerge desde el corazón de esta terrible dicotomía.
El camino del guerrero requiere que reposemos hasta que podamos hacer que las contradicciones del conocimiento se enfrenten entre sí en una búsqueda impecable de la verdad. No hay nada lógico acerca de este insondable curso de acción, simplemente porque, para empezar, no hay nada racional o explicable sobre el poder. Ningún hombre o mujer puede cartografiar el camino del conocimiento o predecir el modo en que se conseguirá la victoria del guerrero. La regla dicta que debemos ocupar nuestro sitio entre los insondables misterios del universo, por el mero hecho de considerarnos a nosotros mismos como uno de ellos.
El poder es, el poder mueve. Estas son las únicas cosas que alguien puede llegar a saber con certeza. Pero para algunos de nosotros, la comprensión teórica de esta verdad no basta. En lugar de pensar y hablar de la naturaleza incomprensible del universo, los guerreros actúan para unirse hasta que la realidad del poder y sus movimientos se hayan convertido en parte de su experiencia personal y directa.

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sábado, 19 de diciembre de 2015

Cómo Hacer una Lista de Recapitulación

El acto de desplazarse entre posiciones anteriores y la presente proporciona a los practicantes del chamanismo la fluidez necesaria para salvar obstáculos extraordinarios en sus viajes al infinito. A los practicantes de la Tensegridad la recapitulación otorga la fluidez necesaria para salvar obstáculos que en modo alguno forman parte de sus sistema cognitivo.
En el caso del hombre moderno, en cuanto a procedimiento formal, se utiliza como recurso nemotécnico una lista escrita de todas las personas que haya conocido.
Se trata de una lista, por escrito, de los eventos a recapitular. Esta lista deberá contener todos los eventos de nuestra existencia, empezando por el momento en que la persona está elaborando su lista y terminando con su nacimiento e incluso antes (la recapitulación puede abarcar vivencias prenatales).
En la recapitulación la lista de eventos es un recurso que lanza la memoria a un viaje inconcebible. En este aspecto, recordar acontecimientos que acaban de ocurrir allana el terreno para evocar con la misma claridad hechos que se encuentren más alejados en el tiempo. Recordar experiencias de esta manera equivale a revivirlas y a extraer de la evocación un ímpetu extraordinario que permite agitar la energía disipada de nuestros centros vitales y restituirla.

Para facilitar la recapitulación existe un método sumamente práctico que consiste en los siguientes pasos:
a) Elegir tres áreas de nuestra vida para recapitular.
b) Dividir las áreas en sus elementos.
c) Dividir los elementos en etapas.
d) Dividir las etapas en eventos.


a) Las Áreas
Se trata de elegir tres áreas de experiencia que sean operativas de acuerdo a nuestro tipo de vida. Que tengan que ver preferentemente con cosas por las que hemos pasado a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo: "Casas en las que has vivido", "Relaciones afectivas", "Relaciones sexuales", "Familiares", "Amigos", "Trabajos desempeñados", "Estudios de todo tipo", etc. Lo importante es que el área seleccionada pueda ser dividida en muchos elementos. De poca ayuda será elegir "parejas" si nunca has tenido una.

b) Elementos del Área
Son las unidades específicas del área que estamos haciendo la lista en orden aparentemente inverso al transcurrir del tiempo. Hay que nombrarlas una por una, del presente al pasado.
Si el área elegida fuera "casas", encabezaría la lista la casa en la que vives actualmente, seguiría la inmediatamente anterior y así sucesivamente, hasta llegar a la casa de tu nacimiento.
Si el área elegida se relaciona con personas como parejas o familiares, trata de ubicar los elementos (nombres) de acuerdo al mismo tiempo de orden temporal.

c) Dividir los Elementos en Etapas
Este es el paso que puede aparentar ser más complicado, aunque en realidad no lo es tanto. Consiste en seccionar en etapas que se presten para la observación, cada uno de los elementos, empezando con el elemento que encabeza la lista y siguiendo en el mismo orden de presente a pasado.
La manera más apropiada es nombrar cada etapa de acuerdo a un acontecimiento que de algún modo marque el inicio de una etapa.
Los nombres que se dan a cada etapa no se tomarán como eventos en sí mismos, sino como puntos de referencia que nos ubican en alguna etapa específica, cuya duración puede ser muy variable, de acuerdo a cada caso. El número de etapas puede cambiar, pero nunca deberá ser menor a tres y dependerá del tiempo que se permaneció en ese elemento de área. A mayor duración, mayor número de etapas (entre cinco y diez suele bastar).

d) Dividir las Etapas en Eventos
En este paso, debes detallar en tu lista cada uno de los eventos que tuvieron lugar en la etapa específica, de nuevo desde el más actual hasta el más remoto. No se trata de describir el evento, sino sólo de nombrarlo. Tampoco se trata de analizar, sino de registrar el evento.
El número de eventos puede ser muy variable de acuerdo a cada etapa; una lista bien hecha puede tener entre unos 300 y 2000 eventos. También puede tener más.

Cuando se ha completado la lista, ésta suele tener la forma de un enorme cuadro sinóptico de cuatro columnas. En la primera columna el nombre del área. En la segunda los elementos del área. En la tercera las etapas de los elementos. En la cuarta los eventos que tuvieron lugar en cada etapa.
El material puede ser organizado de cualquier manera, listados, archivos numerados, etc. Pero, el cuadro sinóptico tiene la ventaja adicional de resultar muy adecuado para las observaciones globales que pueden ser muy reveladoras.
Es muy importante no pasar a otra columna hasta que no se haya completado la precedente. El listado se va realizando en un sentido vertical y no horizontal, lo que te permite ir repasando tu vida repetidamente, pero con un sentido mayor de detalle cada vez.

La lista de eventos a recapitular, en tanto a ejercicio de acecho, no es una cuestión de análisis, sino de observación. Hay que registrar los hechos sin ponernos a especular o reflexionar sobre ellos y por otra parte hay que evitar la tendencia a dejar de registrar hechos dolorosos o vergonzosos, que en la mayoría de las veces son los que más exigen una recapitulación a fondo.
Cuanto más tiempo y atención se invierte en la elaboración de la lista, tanto mejor serán los resultados. Generalmente puede tomar de dos a doce semanas como mínimo hacer una lista que sea útil para empezar a recapitular, siempre que se trabaje con frecuencia. Una lista con tres áreas bien elegidas y terminadas se puede considerar una lista bastante completa.
La lista de eventos en sí misma es un ejercicio completo y útil que por sí sólo puede muy bien funcionar como una forma mínima de recapitulación general.
El mero proceso de trabajar en la lista de recapitulación puede llevar al cuerpo a recordar. Una vez terminada la lista, ésta se convierte en un "mapa" de nuestra existencia, en la que la observación de las repeticiones, ciclos periódicos y secuencias puede resultar muy reveladora para conocer los ejes estructurales de nuestra vida.

La Recapitulación de los Chamanes

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