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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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miércoles, 14 de febrero de 2024

La Energía de los Tendones

La supervivencia depende muchas veces de la capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente. El movimiento forma parte de esa adaptación.

Los tendones anclan los músculos con firmeza en los huesos. Están compuestos de tejido conjuntivo fibroso denso y con forma de gruesos cordones, los tendones tienen gran resistencia.

Los chamanes del antiguo México daban suma importancia a la fuerza que denominaban energía de los tendones. Afirmaban que la energía vital se desplaza por el cuerpo a través de un vía exclusiva formada por los tendones. Ya desde la más remota antigüedad, los chamanes, llamaron energía de los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los músculos profundos que van desde el cuello hasta el pecho, los brazos y la columna vertebral, atraviesa el abdomen superior e inferior desde el borde de la caja torácica hasta la entrepierna y desde aquí se desplaza a los dedos de los pies.

El inicio tradicional de la utilización de la energía de los tendones radica en el uso de algunos recursos sencillos empleados de dos formas:
1. Creando un efecto vibratorio en determinados centros de la energía de los tendones.
2. Provocando el efecto de la presión en los mismos centros.

El efecto vibratorio es el agente que sirve para aflojar la energía estancada. La presión es el agente que dispersa la energía.

Es necesario fluidificar mediante la vibración la energía alojada en un centro de los tendones y luego hay que presionarla para que siga fluyendo.
Resultaría nefasto presionar directamente los puntos de energía del cuerpo sin antes haberlos sometido a una vibración preliminar, ya que la energía estancada se tornaría incluso más inerte si se la somete a presión.

Al trabajar con los músculos y con la energía de los tendones se nos dará la información sobre el estado global de salud, enfermedades agudas que nos podrían aquejar, los trastornos crónicos, cuadros de comportamiento, las alteraciones psicológicas y un sinfín de posibilidades para comprender el estado real de la persona, así como una guía eficiente para iniciar un proceso basado en las necesidades prioritarias que expresará la propia persona.
No se trata de curar o sanar ninguna enfermedad. Lo que se consigue es equilibrar el flujo de la energía y la postura de la persona, poniendo el cuerpo en la mejor condición para que pueda sanarse a sí mismo.

Cada célula contiene suficiente información como para construir un cuerpo entero, siendo reemplazadas por lo menos cada siete años. Actualmente, algunos investigadores creen que todos los elementos se reemplazan cada nueve meses, y que muchas células se reemplazan todavía más rápidamente. Las células de los intestinos viven solo 36 horas.
Nada supera el poder que tiene nuestro cuerpo para sanarse a sí mismo.

Los pases mágicos que movilizan la energía de los tendones producen un efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no son ejercicios físicos, ni posturas corporales, aunque lo parezcan; sino verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser.
La magia de los movimientos radica en el cambio sutil que se experimenta al practicarlos, introduciendo en el estado físico y mental del practicante una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada… este cambio sutil es el “toque del espíritu”.
Es como si a través de los movimientos, los practicantes recuperaran un vínculo inutilizado con la fuerza de la energía vital que los sustenta.

Otro motivo por el cual los movimientos se denominan pases mágicos consiste en que, al practicarlos, en lo que a percepción se refiere, los practicantes son transportados a otros estados del ser en los que perciben el mundo de manera indescriptible.
En virtud de esta cualidad de su magia, los pases no deben practicarse como ejercicios, sino como un modo de llamar al poder.

Cuando se ejecutan los movimientos, los practicantes deben comprender la interacción que se crea entre la relajación y la tensión de determinados músculos para acceder a un deseado estallido físico que llamamos energía de los tendones. Se trata de una verdadera explosión de los nervios y los tendones situados debajo del centro de los músculos.

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martes, 13 de febrero de 2024

El Poder Personal

El poder personal es un sentimiento, algo así como tener suerte. También podría definirse como un estado de ánimo.
El poder personal es algo que uno adquiere sin importar su propio origen.
Una persona de conocimiento es aquella que, sin apurarse ni desfallecer, llega lo más lejos que puede en desentrañar los secretos de su propio poder personal.


Para que el cuerpo se sienta perfectamente, el secreto no está en lo que uno mismo se hace, sino más bien en lo que no se hace. Una persona es impecable cuando confía en su poder personal, sea éste pequeño o grande.
El sino es inalterable y el desafío consiste en cuán lejos se puede llegar dentro de los rígidos confines del poder personal y que tan impecable se puede llegar a ser.

Cuando vivimos de acuerdo a nuestro poder personal tenemos la oportunidad que siempre hemos estado esperando: percibir y vivir como seres luminosos.
En la condición de seres luminosos todo el organismo se eleva a un estado desconocido en el que se ilumina tanto interior como exteriormente, se purifica y se fortalece, haciéndose vigoroso y alegre al mismo tiempo. Empieza a fluir del individuo un encanto especial, que es algo más que simple belleza y en sus ojos brilla una curiosa transparencia.

El juego del cuerpo llevado por el poder personal adquiere una gracia que antes no tenía y el simple hecho de moverse constituye placer y felicidad, como también respirar.
Todas las gratificaciones anteriores como el beber, el café, las grasas, los estimulantes, acostarse tarde, los lujos innecesarios, los placeres nocturnos, no parecen sino sueños mortecinos; llega ahora el amanecer, todo encaja en su lugar natural, todo es saludable y portador de alegrías infinitas.

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viernes, 5 de enero de 2018

Movimiento y Atención

En el hombre, como en el universo, todo está en movimiento. Nada permanece estático. Nada dura por siempre o termina completamente. Todo lo que vive, evoluciona o declina en un incesante movimiento energético. Las leyes subyacentes de este proceso universal eran conocidas por las ciencias de la antigüedad, las cuales asignaban al hombre su lugar apropiado en el orden cósmico.


Todas las manifestaciones de la vida del hombre son expresadas en formas de movimientos y actitudes, o sea posturas. Desde la más habitual hasta las de un nivel superior, cada posible manifestación tiene su propio movimiento y su propia actitud. Un pensamiento tiene un movimiento y una forma que es propia de él. Un sentimiento tiene un movimiento y una forma que es propia de él. Para una acción sucede lo mismo. Nuestra educación entera consiste precisamente en aprender un completo repertorio de actitudes de pensamiento y sentimiento, y actitudes de movimiento. Este repertorio constituye nuestro automatismo, y aquí se oculta un lenguaje que no entendemos.

Nosotros creemos que somos conscientes y que nuestros movimientos son libres. No vemos que cada movimiento es una respuesta al choque de una impresión.

El movimiento consciente tienen un doble objetivo, ya que requieren de una cualidad de atención diferente, mantenida en varias partes al mismo tiempo, ellas nos ayudan a salir del estrecho círculo de nuestro automatismo. Y a través de una estricta sucesión de nuevas actitudes, nos conducen a una nueva posibilidad de pensamiento, sentimiento y acción. Si pudiéramos percibir su significado y hablar su lenguaje, este tipo de movimientos nos revelarían otro nivel de entendimiento.

En esta disciplina, la consciencia del movimiento requiere total atención. La cualidad de esta atención nos llama a experimentar el estado de plena conciencia. A través del movimiento consciente, cuando todas las energías en nuestro interior están relacionadas, se produce una nueva energía. Podemos sentirla. Tiene otra cualidad, otra fuerza, y la conciencia que ordinariamente no tenemos, se trata de un nivel más elevado, la conciencia del verdadero Ser.

En los movimientos, lo más importante no son las posiciones sino el impulso, la energía que fluye de una posición a otra. Y nadie puede enseñar eso. Cada quien tiene que descubrirlo dentro de sí mismo.

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domingo, 17 de enero de 2016

Estímulos para un Óptimo Bienestar

¿Qué es Tensegridad?
Tensegridad es armonía en la fortaleza.

El cuerpo humano ha de moverse en equilibrio para aprovechar mejor sus capacidades físicas, tanto externas, como interiores, a nivel de órganos y vísceras, así como todos y cada uno de los sistemas del organismo humano necesitan de un movimiento, que le permita alcanzar el nivel de energía óptimo para desarrollar el viaje maravilloso que es su vida.

Tensegridad surge de un sueño ancestral, de antiguos seres humanos que dejaron sus legados desde culturas tan dispersas en las distancias y tan unidas en el corazón, desde Oriente y Occidente, para fundirse en un sólo latir.

Para definir los movimientos corporales, que representan la Tensegridad, tendríamos que empezar diciendo, o definirlos, como estímulos que permitirían reconocer el bienestar óptimo, energéticamente hablando, de una persona.

Los Pases Mágicos realzan la conciencia, sea como cada cual los interpreta y los ejecuta. El intento de miles de chamanes impregna cada uno de los movimientos, y ejecutarlos, incluso de manera casual, permite que la mente se detenga.

El motivo más abstracto que se consigue al ejecutar los Pases Mágicos es que los practicantes se percatan que todo, en lugar de ser una cadena ininterrumpida de objetos afines, es un flujo, una corriente continua.

La práctica de la Tensegridad aporta equilibrio y energía, ya que la propia práctica de los movimientos producen una redistribución de la energía de la persona, permitiendo así, el mejor aprovechamiento de esa energía en los centros vitales del individuo, con la mejoría, no sólo de su estado físico, sino también de su estado mental.

Tensegridad es individual, aplicado a un colectivo que excede los límites de la razón, llegando así a convertirse en un medio, también llamado puente, entre los mundos de la razón y la energía del espíritu.
El marco de la vida urbana moderna facilita la formación de grupos, y es en estas circunstancias, el único modo en que la Tensegridad puede enseñarse y ejecutarse en seminarios y talleres facilitando la creación de grupos de practicantes.
La práctica en grupo es beneficiosa porque permite el establecimiento de un consenso de movimientos y la oportunidad de aprender mediante la observación y la comparación.

El objetivo de los Pases Mágicos es ajeno al hombre occidental, por lo tanto debemos hacer el esfuerzo de ejecutarlos al margen de las preocupaciones del mundo cotidiano. Por muy bajo que esté el volumen, no debe mezclarse con cosas tan habituales como la conversación, la música, el sonido de la radio o la voz del locutor de televisión.

Tensegridad libera una energía contenida en la esencia del Ser, en todos y cada uno de sus aspectos, y mediante su práctica llega a ser fácilmente accesible, convirtiéndose así en la energía del ensueño, capaz de traspasar los límites del espacio y del tiempo, para ser llama viva, que surge de su interior.

En lo que a los movimientos se refiere, el estado ideal de los practicantes de la Tensegridad es el mismo que el de los practicantes del chamanismo con respecto a la ejecución de los pases mágicos. Tanto a unos como a otros, los movimientos les conducen a una culminación sin precedentes. A partir de aquí, los practicantes de la Tensegridad están en condiciones de ejecutar por sí mismos, para conseguir los efectos que consideren adecuados y sin instrucciones externas, cualquier movimiento del conjunto con el que han sido saturados; como tendrán energía los realizarán con precisión y velocidad mientras caminan, comen, descansan o desarrollan cualquier otra actividad.


Tensegridad Vol. 1
Pases Mágicos
Susurros del Nagual

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sábado, 24 de octubre de 2015

Conciencia Corporal

Un campo importante de interacción es la relación de la persona con la Tierra. Cualquier postura que adoptemos, cualquier paso que demos se basa en esta relación. A diferencia de las aves y de los peces, nuestro medio ambiente es el de la tierra firme. Y a diferencia de otros mamíferos, nos levantamos y nos movemos sobre las extremidades posteriores. Esta postura nos deja libres las extremidades anteriores, desplazando la columna vertebral y a las piernas la función de sostener el peso del cuerpo. El cambio a la posición erguida pone en tensión los músculos de la espalda, y esa tensión se centra en la región sacra y lumbar.

La carencia del sentido de estar arraigado deriva indudablemente de algún trastorno o anomalía de la función corporal. Este trastorno está en las piernas que son nuestras raíces móviles; nuestras piernas y nuestros pies se interrelacionan energéticamente con la Tierra.

Sólo a través del cuerpo se experimenta la propia vida y se tiene experiencia de estar en el mundo. Pero no basta con establecer contacto con el cuerpo, sino con la vida del cuerpo. Esto incluye a la mente, y no al entendimiento disociado, es decir, a la mente que no piensa ni es consciente de su cuerpo. Prestar atención a la vida del cuerpo y ocuparse en ella es la única manera de asegurar que el viaje termine satisfactoriamente con el emerger del verdadero ser.

El movimiento es la esencia de la vida; el crecimiento y la declinación sus dos aspectos. En realidad, no hay eso de quedarse inmóvil. Si se interrumpe el crecimiento en función del desarrollo de la personalidad, se inicia una declinación que al principio puede ser imperceptible, pero que tarde o temprano se hace evidente. El criterio real de una buena terapia es que inicia y promueve en el cliente un proceso de crecimiento que continuará sin la ayuda del terapeuta. Sólo se produce una crisis personal cuando está bajo una grave presión alguna rigidez de la personalidad. Por lo tanto, constituye a la vez un peligro y una oportunidad para la liberación y el crecimiento posterior. Los cambios en la personalidad están condicionados por los de las funciones corporales, o sea, por una respiración más profunda, una movilidad mayor y una expresión más plena y libre de la personalidad.

La dedicación al crecimiento requiere de la dedicación al cuerpo. Hoy en día muchas personas están fascinadas con la idea del crecimiento, y el movimiento potencial humano se basa en esta idea: estos individuos desarrollan una porción de actividades que tienden a fomentar el desarrollo de la personalidad. Estas actividades pueden producir beneficios positivos, pero si no se toma en cuenta al cuerpo, pueden convertirse también en juegos interesantes y hasta divertidos, quizás, pero que no llegan a ser procesos importantes de desarrollo. La personalidad no puede divorciarse del cuerpo, ni la conciencia de uno mismo de la conciencia de su cuerpo. La forma de evolucionar consiste en estar en contacto con el propio cuerpo y entender su lenguaje.

No podemos cambiarnos a nosotros mismos a base de fuerza de voluntad. Es como querer despegarse del suelo tirando hacia arriba de los cordones de los zapatos. El cambio se produce cuando uno está dispuesto, tiene el deseo y está capacitado para cambiar. No puede forzarse. Comienza con la aceptación y la conciencia de sí mismo y, desde luego, con el deseo de cambiar. Pero el miedo de cambiar tiene una gran importancia y desempeña un papel fundamental. Es preciso aprender a ser paciente y tolerante. Esto es un fenómeno corporal. El cuerpo va gradualmente desarrollando una tolerancia cada vez mayor a un modo más enérgico de vida, a sentimientos más fuertes y a una autoexpresión más libre y plena.

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jueves, 15 de octubre de 2015

Posibilidades Humanas

Los seres humanos llevan a cabo una estupenda maniobra de percepción que, lamentablemente, crea un equívoco: asimilan toda la oleada de pura energía que discurre por el universo y la convierten en datos sensoriales que son interpretados según un severo sistema que los chamanes denominan “la forma humana”.
Casi toda la actividad perceptiva de los seres humanos es interpretación y los humanos son la única clase de organismos que necesitan una entrada mínima de percepción pura para crear su mundo.

Los chamanes del antiguo México describían el “intento” como una fuerza eterna que impregna todo el universo y que es consciente de sí misma hasta el extremo de responder a la llamada de los chamanes. A través del “intento”, los chamanes del antiguo México, no sólo desplegaron todas las posibilidades humanas de percepción, sino las de la acción.

El límite de las posibilidades humanas es denominado “la banda del hombre”, lo que quiere decir que existe una frontera que delimita las capacidades humanas dictadas por el organismo. Estas fronteras no son los límites del pensamiento organizado, sino los de la totalidad de los recursos que nuestro organismo alberga. Dichos recursos no se utilizan, sino que permanecen en su sitio por las ideas preconcebidas acerca de las limitaciones humanas, limitaciones que nada tienen que ver con el potencial real de los seres humanos.

Puesto que percibir la energía como fluye por el universo no es algo arbitrario, podemos convertirnos en testigos de formulaciones de energía que suceden espontáneamente y no están modeladas por la intervención humana. Así, en y por sí misma, la percepción de estas formulaciones es la clave que libera el potencial humano cerrado que casi nunca entra en juego. Para alcanzar la percepción de estas formulaciones energéticas hay que recabar la totalidad de las capacidades perceptivas de los seres humanos.

La energía imprescindible para manejar el “intento” debe agitarse y reconducirse sin cesar ya que se disipa constantemente desde los centros vitales situados alrededor del hígado, el páncreas y los riñones, depositándose en la parte inferior de la esfera luminosa que somos.

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jueves, 10 de septiembre de 2015

Rasgando el Velo

Tensegridad nos permite recordar una danza olvidada, por la especie humana desde tiempos ancestrales, que nos conecta con nuestra verdadera naturaleza como hijos de la Madre Tierra.


La Tensegridad es una actividad práctica que coloca a la persona en una posición inmejorable para enfrentar de manera óptima los desafíos que se le presentan en su vida cotidiana. Este mejoramiento se consigue mediante la recuperación de capacidades innatas que toda persona lleva dentro de sí, pero que han sido ocultadas y enterradas por la represión de la educación y los condicionamientos culturales de cada uno desde el momento de su nacimiento. Las condiciones restrictivas de la sociedad y las cualidades de la época que nos ha tocado vivir, crean individuos alineados e incapaces de salir de la espiral de bloqueos y frustraciones que parecen estar atenazando la libertad y la creatividad del ser humano moderno sin ninguna esperanza de poder salir de ello.

Con la experimentación y la práctica de los pases mágicos de la Tensegridad hemos descubierto, no solo la manera de salir del alineamiento al que parece estar condenado el ser humano moderno, sino también la manera de obtener el impulso y el coraje necesarios para emprender una nueva forma de vivir y de estar en este mundo, tan cambiante en la actualidad, y crear las condiciones necesarias para vivir nuestras vidas de una manera plena y altamente satisfactoria.
También hemos aprendido a “ver” y rastrear la energía, fluyendo en la dirección de ésta, para estar en armonía con la vida y convertirnos en el río, sin empujar el río. Un guerrero salta un muro en lugar de golpearse contra el muro. Y este espíritu de guerrero que ahora nos impregna lo reconocemos como propio, porque desde siempre ha estado en el interior de nuestros corazones y ahora nos permitimos sentirlo y dejar que sea él quien dirija nuestras vidas.

Cuando se “ve” al ser humano sin los condicionamientos impuestos por la percepción que hemos aprendido, se le “ve” como un conglomerado de energía que se asemeja a una esfera luminosa que abarca la distancia de la persona con los brazos extendidos a ambos lados del cuerpo; esta misma distancia es en todas direcciones en torno a cuerpo de la persona y hacia arriba y hacia abajo alrededor de la persona. Debido a la interacción de la persona con el mundo y la vida moderna, la energía vital se aleja de los centros de vitalidad del cuerpo para alojarse en los límites de la esfera luminosa que es la totalidad de nuestro ser, aunque no sea visible para el ojo humano, entrenado para observar solo lo que le han enseñado. La Tensegridad permite, mediante la práctica rigurosa de los pases mágicos, devolver esa energía inherente de la que todos disponemos y devolverla a los centros de vitalidad del cuerpo.

El cuerpo humano está lleno de infinidad de centros energéticos. En Tensegridad se trabaja especialmente con cinco centros de vitalidad, por ser los más grandes, para acumular la energía necesaria para la realización de todas las actividades que requiere la persona en su vida. Los principales centros de vitalidad que se trabajan con Tensegridad son:
El Centro de la Acción Inmediata. Este centro se encuentra ubicado en la zona derecha del cuerpo, en la región del hígado y la vesícula biliar. En este centro de vitalidad se encuentra la energía necesaria para que la persona realice todo aquello que tiene que hacer de manera inmediata.
El Centro del Sentimiento. Este centro se localiza en la zona del páncreas y del bazo, en la parte izquierda del cuerpo. La energía de este centro es la que usamos cuando sentimos cualquier cosa que llegue a suceder y afectarnos, para luego ser interpretado por el cerebro y sacar desde ahí las conclusiones que ya vienen condicionadas por las experiencias pasadas en situaciones que interpretamos como similares.
El Centro de la Acción Sostenida. En este centro de vitalidad del cuerpo se acumula la energía que nos mantiene con vida desde el momento del nacimiento, hasta el momento presente y hasta el mismo momento de la muerte. La calidad, así como la acumulación de energía en este centro de vitalidad, va a definir la calidad de nuestra vida en cuanto a la resistencia ante las enfermedades y la vitalidad general del organismo. Es la energía del “cielo anterior” de la Medicina Tradicional China, también llamada la energía heredada de nuestros padres, la cual se puede mejorar notablemente, dando así continuidad a la evolución del ser humano como especie. El Centro de la Acción Sostenida se encuentra ubicado en la región de las glándulas suprarrenales y los riñones, en la parte baja de la espalda.
El Centro de las Decisiones. Este centro es de vital importancia para la persona, para su expresión y manifestación en la vida como persona y para la toma de decisiones. El ser humano moderno ha sido incapacitado para tomar decisiones desde las etapas más tempranas de su existencia. Por ello, se han creado las grandes corporaciones y estamentos encargados de tomar las decisiones por toda la humanidad. Es el sistema social del que formamos parte. Por este motivo, el Centro de Decisiones se encuentra prácticamente sin energía en el ser humano moderno. Este centro se encuentra ubicado, en el cuerpo humano, entre las clavículas y la punta del esternón, en el hueco que forma una V en la base del cuello.
El Centro de la Matriz. Este centro exclusivo de las mujeres es de vital importancia para toda la especie humana en su proceso de evolución. A la matriz solo se le ha dejado la función primaria que es la de reproducción. Pero, la matriz tiene otra función que es la de la percepción pura de la energía tal como fluye en el universo. Acumular energía en la matriz permite a la mujer, y por ende a toda la especie humana, recuperar el vínculo directo que le une con el espíritu. En estos tiempos que estamos tan inmersos en el materialismo es fundamental que la hembra de la especie humana recupere la función secundaria que yace dormida en su interior. La función del hombre en este centro de vitalidad es la de apoyo y de acompañamiento.

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lunes, 10 de agosto de 2015

El Poder de Liberar el Cuerpo

La mayoría de la gente teme al verdadero poder. La vitalidad auténtica es escasa y experimentarla es como sentirse arrancados de un largo sueño. Si se quiere despertar de la muerte en vida de una existencia apagada, se debe superar el miedo.

La práctica del chamanismo es una puerta a abrir, a través de la cual es posible verse a uno mismo, una oportunidad para liberar el cuerpo, expresar el corazón, vaciar la mente, despertar el alma y encarnar el espíritu.

Para experimentar el poder de ser, primero hay que liberar el cuerpo. El cuerpo es la metáfora raigal de nuestra vida y la expresión de nuestra existencia. Es nuestra Biblia, nuestra enciclopedia, la historia de nuestra vida. Todo lo que nos sucede queda registrado en él y por él es reflejado. El cuerpo sabe; el cuerpo dice. La relación entre el yo y el cuerpo es indivisible, insoslayable, inevitable. En el matrimonio entre carne y espíritu, el divorcio es imposible, si bien esto no significa necesariamente que el matrimonio sea feliz o bien llevado.

El camino hacia la plenitud debe comenzar por el cuerpo. Sólo cuando lo habitamos realmente podemos comenzar el viaje sanador. Mucha gente no está cómoda en sus cuerpos ni viven plenamente presentes, en forma vibrante, su corporalidad. Tampoco se suele estar en contacto con los ritmos básicos de nuestra vida corporal. Vivimos fuera de nosotros mismos, en nuestra cabeza, en nuestros recuerdos, en nuestros anhelos, como terratenientes ausentes de nuestras propiedades. Pero, si nos despojamos de nuestros cuerpos, ¿dónde vamos a vivir?

Para muchos, el cuerpo es un enemigo temible cuyos instintos, impulsos y apetitos deben ser conquistados, domados, vencidos, sometidos y reducidos a servidumbre.
Ser -existencia, energía, vitalidad- significa que nuestro espíritu llena nuestro cuerpo. Nuestro ser entero está encarnado. Cuando nos miramos en el espejo, ¿qué vemos? ¿Una mirada apagada y hueca? ¿Un pecho hundido? ¿Una sonrisa fingida? Vayamos a miramos. ¿Qué vemos? Si no es un ser brillante que rebosa energía y presencia, quiere decir que te estás privando el don de la vida. Lo sé por experiencia. Me ha pasado. He visto miles de personas ausentes, todos los hemos visto, en el Metro, en los atascos de tráfico de las horas punta, en el supermercado, perfilados contra las luces mortecinas del atardecer. Y todos sabemos que con frecuencia somos una de esas personas…

El camino que puede llevarte de vuelta a la vida es aprender a mover tu esencia, reingresando la energía a tu cuerpo, ejecutando tu propia danza de adentro hacia afuera, y no de afuera hacia adentro.

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lunes, 12 de enero de 2015

Las Cuatro Adicciones Universales

Lo que llamamos adicciones individuales, como las drogas, el alcohol, etc., quizá sean en realidad síntomas de patrones de adicción más profundos que compartimos como especie. Al observar las adicciones desde una perspectiva intercultural, descubrimos que efectivamente es así, y que hay cuatro pautas básicas de adicción que los seres humanos compartimos:
1. La adicción a la intensidad. En este caso, el recurso humano no reconocido es la expresión del amor.
2. La adicción a la perfección. El recurso humano no reconocido es la expresión de la excelencia y el uso del justo poder.
3. La adicción a la necesidad de saber. El recurso humano no reconocido es la expresión de la sabiduría.
4. La adicción a estar atado a lo que no funciona más que a lo que funciona. El recurso humano no reconocido es la expresión de la visión y de la perspectiva holística.


La “adicción a la intensidad” suele estar presente en los individuos que no soportan el aburrimiento. Si las cosas se vuelven rutinarias y sin chispa, la gente adicta a la intensidad dramatiza y exagera sus experiencias para sentirse viva. Muchas de estas personas utilizan las drogas, el alcohol o el sexo para intensificar su vivencia y crear la ilusión de más chispa y vitalidad. La intensidad es el lado sombrío del amor. Si la adicción a la intensidad está bien desarrollada, el aspecto que espera ser integrado es el recurso humano del amor y el corazón apasionado.

La segunda de las adicciones es la “adicción a la perfección”. Hay una clara diferencia entre perfección y excelencia. La perfección no tolera errores, mientras que la excelencia los incorpora y aprende de ellos. Las personas adictas a la perfección muestran poca tolerancia hacia los errores o a exponerse a cualquier vulnerabilidad, sea del tipo que sea. Equiparan la vulnerabilidad con la debilidad más que con la fuerza.
Cuando somos adictos a la perfección, negamos nuestra humanidad y dedicamos toda nuestra energía a mantener la imagen que queremos dar, nuestra fachada, en lugar de mostrarnos tal como somos. La perfección es el lado sombrío de la excelencia y del uso correcto del poder. Si esta adicción está bien desarrollada, lo que espera ser integrado es el recurso humano del poder y unas excelentes dotes de mando.

La “adicción a la necesidad” de saber es la tercera de las adicciones compartidas por la humanidad. Es importante informarse y saber cosas, pero cuando esta adicción está presente uno se ve impulsado compulsivamente por la necesidad de saber o entender. A estos individuos no les gustan los sucesos inesperados ni las sorpresas. Cuando somos adictos a la necesidad de saber, nos convertimos en maestros del control y tenemos fuertes problemas de desconfianza. Todo tiene que ser analizado, la información ha de ser controlada y debemos seguir una estrategia en las relaciones.
Nos hacemos dogmáticos, justicieros, críticos y arrogantes. Estas características son el lado sombrío de la sabiduría. Si esta adicción está bien desarrollada, el recurso humano de la sabiduría, que conlleva características como la objetividad, la claridad y el discernimiento, está esperando ser integrado.

La cuarta es la “adicción a estar atado a lo que no funciona” en lugar de a lo que funciona. La verdad es que la mayor parte de nuestra vida, cuando la miramos como una totalidad, funciona. Tan solo es una porción, una parte de la vida la que no funciona… no su totalidad. Si esta adicción está muy desarrollada, existe una tendencia a exagerar las experiencias negativas y a ampliarlas desproporcionadamente. Tendemos a mirar la vida desde una perspectiva fija, no reconocemos nuestros ciegos y somos incapaces de confiar en la intuición.
Esta adicción es el lado oscuro de las cuatro formas de ver: intuición, visión interior, percepción y visión holística. Las cuatro formas de ver nos permiten integrar plenamente el don de la visión y liberarnos de la adicción que nos fija a lo que no funciona. Cuando esta adicción está plenamente desactivada, comenzamos a mirar y valorar las bendiciones, dones, talentos y recursos de que disponemos en nuestra vida.

Prueba a hacer el siguiente proceso:
1º Pregúntate de las cuatro adicciones, ¿en cuál tengo más experiencia y cuál está más desarrollada en mí?

2º Identifica tu herida: esa historia personal que siempre compartes y que está vinculada con algún suceso traumático.

3º Ofrece esa herida a un árbol especial y no vuelvas a hablar de ella.

Esta práctica se utiliza para que nos comprometamos con la sanación de nuestras heridas.

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martes, 23 de diciembre de 2014

Los Actos a Proposito

La solidez aparente del yo, que nos fuerza a desarrollar una manera de comprender el mundo, de ser y de comportarnos, puede llegar a derrumbarse voluntariamente. De la misma forma que con ciertos “no-haceres” interrumpimos la descripción ordinaria del mundo que nos rodea, también podemos llegar a suspender definitivamente la descripción de nuestra propia persona, hasta reinventarnos totalmente a nosotros mismos y experimentarnos como campos de energía en libertad.


Cada día, de la vida de un buen ciudadano, sucede en el seno del Tonal, que da sentido a todas sus acciones, pensamientos y deseos. Todo lo que es, dice, piensa y hace a lo largo de su vida, desde el nacimiento hasta la muerte, pertenece al Tonal; cuya misión es poner orden y estructura en el caos y proteger al Ser del impacto impredecible de lo Ilimitado.

La manera de actuar del guerrero es el “acto a propósito”, que transforma cada situación cotidiana en una estrategia, que no solo acaba con el drenaje de energía que le producen los actos mecánicos, sino que convierte hasta las más simples acciones en poder personal. Así emprende la batalla contra sus debilidades y limitaciones, contra las fuerzas que obstaculizan su Conocimiento, Amor y Voluntad, y que están determinadas por la historia personal. Intenta encontrar la impecabilidad hasta en las más pequeñas acciones, dando lo mejor de sí mismo en cada cosa que hace o en cada proyecto que emprende. Su propia sobriedad le mantiene en los momentos difíciles de su camino hacia el verdadero sentimiento, después de disolver las necesidades y deseos, y le transmite el equilibrio y la entereza que le sostienen ante los desafíos del pensamiento y la emoción.

El guerrero sabe que cada acto que realiza, debilita o fortalece su energía, y por eso intenta ser impecable en cada acción por insignificante que pueda parecer. Así construye su vida sobre la comprensión de que es de su sola responsabilidad la creación de su vida, poder gozar de buena salud, y ser digno de alcanzar el contacto íntimo con el Espíritu. Para ello, lo primero que aprende es a redirigir su energía, por medio de acciones inusuales o actos a propósito (“no-haceres”) que no se derivan mecánicamente de los condicionamientos del pasado. Y, poco a poco, estos “actos a propósito” borran las tendencias producidas por la historia personal; se deshace de los vicios desgastantes, se comunica con los árboles, realiza largas caminatas de atención silenciosa, entiende el mensaje de las aves, vive los mundos arquetípicos, ensueña en pareja…

La autojustificación, la crítica, el lamento social, la palabrería, la prepotencia, el exceso de explicaciones, el recuerdo de la historia personal, las discusiones, el dormir mucho o demasiado poco, el pensar en exceso, y un largo etc., son un buen ejemplo del despilfarro diario de energía en asuntos sin trascendencia, por no mencionar la enorme fuerza que se pierde a través de las emociones, que son hijas del pensamiento mecánico. Más nos hablamos a nosotros mismos, caemos en las emociones desgastantes y nos perdemos de percibir la Realidad.

La importancia personal consume más del noventa por ciento de nuestra energía, sin que nos aporte nada que valga, salvo enfermedad, soledad o debilidad. Así la disminución de la importancia personal es el objetivo prioritario de un guerrero.

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martes, 16 de diciembre de 2014

El No-Hacer de la Percepcion
y la Atencion que Detiene el Mundo

Cómo Liberar tu Mente
Cuando miramos un objeto solo podemos ver un lado a la vez; así es la naturaleza de la visión. Exactamente de la misma manera, cuando pensamos en algo, solo podemos pensar en ello dentro de un contexto a la vez; así es la naturaleza del pensamiento. El contexto determina lo que la mente piensa con la misma seguridad en que el ángulo de visión determina lo que ven los ojos.

“Contenido” significa “la cosa en sí” y “contexto” significa la manera en cómo se interactúa con ella.
Entender cómo el cambio de contexto cambia la experiencia humana es fundamental para entender la vida humana de manera práctica.


La Mente es Reductiva
La mente es incapaz de saber qué es algo, y también es incapaz de entender completamente que no lo puede saber. Todo lo que puede hacer la mente es crear modelos, y luego insistir en que la realidad encaje en estos modelos, lo que en la realidad raras veces ocurre.

Describir cualquier cosa completamente requeriría una cantidad infinita de declaraciones. Puesto que es muy inconveniente para la mente crear un número infinito de declaraciones, tiene que decidir qué aspecto de una cosa es importante, y luego usar ese aspecto como símbolo de la totalidad. La elección del aspecto a usar de esta manera determina en gran medida con qué eficiencia la mente creará felicidad y poder para el individuo.
Cuando una persona está experimentando dificultades para conseguir algo es porque esa persona está manteniendo la situación en un contexto inapropiado. La limitación es realmente una función del contexto y el cambio apropiado de contexto hace que lo que parecía ser una limitación tome otro aspecto.

No Existe ningún Contexto Universalmente Apropiado
No existe contexto alguno en el que una persona quisiera sabiamente mantenerse todo el tiempo; la capacidad de cambiar de contextos libremente es altamente deseable. “El pensamiento positivo” no es siempre deseable y si uno se atiene a él con demasiada rigidez, puede ser limitador e incluso peligroso. Lo deseable es el “pensamiento apropiado”.
El pensamiento positivo es maravilloso y desde luego tiene su lugar apropiado, pero no es sustituto para el sentido común y la acción diligente. Cada modelo tiene su limitación y cualquier modelo al cual uno se aferra rígidamente se convertirá en una trampa.

La Mente es una Biblioteca de Contextos
Para interactuar con el mundo que nos rodea tenemos que clasificar los datos que recibimos con nuestros sentidos y luego ordenar todo según el tipo y su función. Desempeñamos esta tarea compleja con sorprendente velocidad y además lo damos por sentado. Para hacer esto posible llevamos con nosotros una biblioteca de contextos “computarizada” de alta velocidad conocida como “la mente”. La interacción entre la mente y la experiencia determina en qué contexto se mantendrá una experiencia, y esa interacción se conoce como “pensamiento”.

El Origen de Toda Negatividad
Podemos definir la negatividad como el “uso habitual de contextos inapropiados para optimizar la propia felicidad y el propio poder”.

En cualquier momento dado, una persona puede estar experimentando exactamente lo que está experimentando. La persona puede estar agradecida por esa experiencia o puede estar comparándola con un estándar imaginario, como “lo que quisiera que estuviera aquí”, “lo que debiera estar aquí” o “lo que solía estar aquí”, etc., y decidir que lo que realmente está experimentando no llega a lo que se puede imaginar. La primera opción se llama “celebrarlo”, la segunda se llama “mal-hacer”.
La gente tiene tremendas ganas de sentirse bien y al mismo tiempo un fuerte impulso por tener razón. Entonces insisten en que lo que están “mal-haciendo” realmente es malo en sí, y luego retiran su conciencia del hecho en un esfuerzo por sentirse bien. Esta retirada de conciencia es conocida como “represión”.
Después de “mal-hacer” y de reprimir, lo que se “mal-hizo” se convierte en algo de lo cual la persona se esconde, o se aleja. La sensación desagradable se almacena en el cuerpo como una tensión crónica o algún otro problema físico. Lo que pasa en la mente es algo como esto: Un mecanismo nuevo se crea en la mente (inconscientemente) y este mecanismo evalúa constantemente la experiencia de la persona en cada momento y la compara con su estándar imaginario. Así, una vez que se haya “mal-hecho” algo y se haya reprimido, se seguirá “mal-haciéndolo”, de la misma manera en cada momento.

El Origen de Comportamientos y Experiencias No Deseados
Cuando se hace algo mal (“mal-hacer”), se crea un deseo para que sea mejor, y la mente empieza a hacer planes para mejorarlo. En el momento de la represión, el mejor plan que puede inventar la mente hasta ese momento se convierte en una parte importante del mecanismo nuevo.
Subsiguientemente, si la experiencia actual en algún momento es evaluada por la mente como siendo demasiada baja, entonces ese plan, que ahora es conocido como “adaptación compulsiva”, es puesto en acción inmediatamente por la mente inconsciente.

Como experiencia estas adaptaciones compulsivas se conocen como “impulsos”. La mayoría de la gente tiene uno o más impulsos que dan la impresión de no terminar nunca. Es fácil entender que los impulsos muchas veces son para cosas que no ayudan ni en la felicidad, ni en la buena salud, ni en la prosperidad de una persona. Esto no es sorprendente si consideramos que los impulsos surgen de mecanismos de dualidad de “mal-hacer”.
La mayoría de la gente tienen un impulso u otro operando en todo momento. Mucha gente piensa que el propósito de sus vidas es satisfacer sus impulsos: nada más hayan terminado de satisfacer un impulso, llegará otro en su lugar y seguirán su rumbo satisfaciéndolo.

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martes, 1 de abril de 2014

La Primera Atencion

Existen tres niveles de conocimiento:
- La Primera Atención
- La Segunda Atención
- La Tercera Atención
Cada una de ellas es un dominio independiente y completo en sí mismo.
La primera atención es la más importante de las tres.

Las proposiciones explicatorias son intentos de traer al primer plano el modo como funciona la primera atención, algo que pasa totalmente desapercibido para nosotros.
Se considera imperativo que se comprenda la naturaleza de la primera atención, si es que queremos aventurarnos en las otras dos.

A la primera atención se le ha enseñado a moverse instantáneamente a través de todo un espectro de las emanaciones, sin poner el menor énfasis evidente en ello, a fin de alcanzar “unidades perceptuales” que todos nosotros hemos aprendido que son perceptibles.
A esa hazaña de la primera atención le llamamos “desnatar”, en el sentido de elegir lo mejor de una cosa, porque implica la capacidad de suprimir las emanaciones superfluas y seleccionar cuáles de ellas se deben enfatizar.

Para explicar este proceso tomamos por ejemplo una montaña.
La primera atención de una persona, al momento de ver la montaña, ha “desnatado” (ha elegido) una infinita cantidad de emanaciones para obtener un milagro de percepción; un “desnate” que todos los seres humanos conocemos porque cada uno de nosotros lo hemos logrado alcanzar por nosotros mismos.

Todo aquello que la primera atención suprime para obtener un “desnate”, ya no puede ser recuperado por la primera atención bajo ninguna condición.
Una vez que aprendemos a percibir en términos de “desnates”, nuestros sentidos ya no registran las emanaciones superfluas.

Para dilucidar este punto podemos ver el “desnate” cuerpo humano.
Nuestra primera atención es completamente inconsciente de las emanaciones que componen el luminoso cascarón externo del cuerpo físico.
Nuestra esfera luminosa no está sujeta a la percepción, ya que se han rechazado las emanaciones que lo harían perceptible en favor de las que permiten a la primera atención percibir el cuerpo físico tal como lo conocemos.
Por tanto, la meta perceptual que tienen que lograr los niños mientras maduran, consiste en aprender a aislar las emanaciones apropiadas con el fin de canalizar su percepción caótica y convertirla en la primera atención; al hacerlo, aprende a construir “desnates”.

Todos los seres humanos que rodean a los niños les enseñan a “desnatar”.
Tarde o temprano los niños aprenden a controlar su primera atención a fin de percibir los desnates en términos semejantes a los de sus maestros, los adultos que les rodean.

Es maravillosa la capacidad de los seres humanos de impartir orden al caos de la percepción.
Cada uno de nosotros, por sus propios méritos, es un mago magistral y nuestra magia consiste en imbuir de realidad a los "desnates" que nuestra primera atención ha aprendido a construir.
El hecho de que percibamos en términos de “desnates” es el mandato de las emanaciones de la Creación, pero percibir los mandatos como objetos es nuestro poder, nuestro don mágico.

Nuestra falacia, por otra parte, es que siempre acabamos siendo unilaterales al olvidar que los “desnates” solo son reales en el sentido de que los percibimos como reales, debido al poder que tenemos para hacerlo.
Esto es un error de juicio que destruye la riqueza de nuestros misteriosos orígenes.

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domingo, 23 de marzo de 2014

El Poder Personal

El poder personal es un sentimiento, algo así como tener suerte. También podría definirse como un estado de ánimo.
El poder personal es algo que uno adquiere sin importar su propio origen.
Una persona de conocimiento es aquella que, sin apurarse ni desfallecer, llega lo más lejos que puede en desentrañar los secretos de su propio poder personal.


Para que el cuerpo se sienta perfectamente, el secreto no está en lo que uno mismo se hace, sino más bien en lo que no se hace. Una persona es impecable cuando confía en su poder personal, sea éste pequeño o grande.
El sino es inalterable y el desafío consiste en cuán lejos se puede llegar dentro de los rígidos confines del poder personal y que tan impecable se puede llegar a ser.

Cuando vivimos de acuerdo a nuestro poder personal tenemos la oportunidad que siempre hemos estado esperando: percibir y vivir como seres luminosos.
En la condición de seres luminosos todo el organismo se eleva a un estado desconocido en el que se ilumina tanto interior como exteriormente, se purifica y se fortalece, haciéndose vigoroso y alegre al mismo tiempo. Empieza a fluir del individuo un encanto especial, que es algo más que simple belleza y en sus ojos brilla una curiosa transparencia.

El juego del cuerpo llevado por el poder personal adquiere una gracia que antes no tenía y el simple hecho de moverse constituye placer y felicidad, como también respirar.
Todas las gratificaciones anteriores como el beber, el café, las grasas, los estimulantes, acostarse tarde, los lujos innecesarios, los placeres nocturnos, no parecen sino sueños mortecinos; llega ahora el amanecer, todo encaja en su lugar natural, todo es saludable y portador de alegrías infinitas.

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lunes, 17 de marzo de 2014

La Energia de los Tendones

La supervivencia depende muchas veces de la capacidad para adaptarse a los cambios del medio ambiente. El movimiento forma parte de esa adaptación.

Los tendones anclan los músculos con firmeza en los huesos. Están compuestos de tejido conjuntivo fibroso denso y con forma de gruesos cordones, los tendones tienen gran resistencia.

Los chamanes del antiguo México daban suma importancia a la fuerza que denominaban energía de los tendones. Afirmaban que la energía vital se desplaza por el cuerpo a través de un vía exclusiva formada por los tendones. Ya desde la más remota antigüedad, los chamanes, llamaron energía de los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los tendones a la corriente de energía que se desplaza por los músculos profundos que van desde el cuello hasta el pecho, los brazos y la columna vertebral, atraviesa el abdomen superior e inferior desde el borde de la caja torácica hasta la entrepierna y desde aquí se desplaza a los dedos de los pies.

El inicio tradicional de la utilización de la energía de los tendones radica en el uso de algunos recursos sencillos empleados de dos formas:
1. Creando un efecto vibratorio en determinados centros de la energía de los tendones.
2. Provocando el efecto de la presión en los mismos centros.

El efecto vibratorio es el agente que sirve para aflojar la energía estancada. La presión es el agente que dispersa la energía.

Es necesario fluidificar mediante la vibración la energía alojada en un centro de los tendones y luego hay que presionarla para que siga fluyendo.
Resultaría nefasto presionar directamente los puntos de energía del cuerpo sin antes haberlos sometido a una vibración preliminar, ya que la energía estancada se tornaría incluso más inerte si se la somete a presión.

Al trabajar con los músculos y con la energía de los tendones se nos dará la información sobre el estado global de salud, enfermedades agudas que nos podrían aquejar, los trastornos crónicos, cuadros de comportamiento, las alteraciones psicológicas y un sinfín de posibilidades para comprender el estado real de la persona, así como una guía eficiente para iniciar un proceso basado en las necesidades prioritarias que expresará la propia persona.
No se trata de curar o sanar ninguna enfermedad. Lo que se consigue es equilibrar el flujo de la energía y la postura de la persona, poniendo el cuerpo en la mejor condición para que pueda sanarse a sí mismo.

Cada célula contiene suficiente información como para construir un cuerpo entero, siendo reemplazadas por lo menos cada siete años. Actualmente, algunos investigadores creen que todos los elementos se reemplazan cada nueve meses, y que muchas células se reemplazan todavía más rápidamente. Las células de los intestinos viven solo 36 horas.
Nada supera el poder que tiene nuestro cuerpo para sanarse a sí mismo.

Los pases mágicos que movilizan la energía de los tendones producen un efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no son ejercicios físicos, ni posturas corporales, aunque lo parezcan; sino verdaderos intentos de alcanzar el estado óptimo del ser.
La magia de los movimientos radica en el cambio sutil que se experimenta al practicarlos, introduciendo en el estado físico y mental del practicante una cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada… este cambio sutil es el “toque del espíritu”.
Es como si a través de los movimientos, los practicantes recuperaran un vínculo inutilizado con la fuerza de la energía vital que los sustenta.

Otro motivo por el cual los movimientos se denominan pases mágicos consiste en que, al practicarlos, en lo que a percepción se refiere, los practicantes son transportados a otros estados del ser en los que perciben el mundo de manera indescriptible.
En virtud de esta cualidad de su magia, los pases no deben practicarse como ejercicios, sino como un modo de llamar al poder.

Cuando se ejecutan los movimientos, los practicantes deben comprender la interacción que se crea entre la relajación y la tensión de determinados músculos para acceder a un deseado estallido físico que llamamos energía de los tendones. Se trata de una verdadera explosión de los nervios y los tendones situados debajo del centro de los músculos.

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martes, 11 de marzo de 2014

Alegria y Satisfaccion en la Vida Cotidiana

Liberar el agotamiento físico, psíquico y emocional desde una perspectiva positiva, es una de las metas principales de los pases mágicos de la Tensegridad a la vez que se incrementan la alegría y la satisfacción en la vida cotidiana de las personas que la practican.

La relación mente-cuerpo ha despertado gran entusiasmo hoy en día en nuestro mundo, la Tensegridad ayuda a calmar la ansiedad mental y, con ello, a que la persona inhibida se libere, que la persona temerosa tenga confianza en sí misma y que la persona reprimida goce de horizontes insospechados.


Al practicar en tu vida diaria los sencillos pases mágicos de la Tensegridad verás cómo tu organismo emite una energía propia que, al canalizarse en la forma adecuada, influye positivamente en los trastornos energéticos del cuerpo que afectan a la salud en general.

Una de las tareas primordiales del hombre y la mujer modernos es saber liberar sentimientos y fuerzas que provocan tensiones musculares y agotamientos indeseables. Por ello, la Tensegridad es un medio ideal para tener una vida más plena y feliz.

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lunes, 24 de febrero de 2014

Derramar el Intento en 2 Bolsas del Cuerpo

Los videntes del antiguo México creían que los seres humanos tienen tres bolsas de energía: una sobre el hígado y la vesícula, otra sobre el páncreas y el bazo y la tercera sobre los riñones y glándulas adrenales. Estos sitios servían de depósitos de energía.

La bolsa a la derecha del hígado, decían, era el centro de la acción rápida e inmediata.
La de la izquierda, sobre el páncreas, era considerado el centro de la sensación y el tercero, en los riñones y adrenales era considerado el centro de la acción sostenida intencional.

Después de hacerle señas al intento, el siguiente paso lógico, según la serie de la antigüedad, era llenar las dos bolsas frontales del cuerpo humano como conglomerado energético. De ahí el nombre del segundo pase mágico: Derramar el Intento en dos bolsas del cuerpo.
Su consideración es que el intento debe preceder cualquier cosa que hagamos.
Para salir de nuestro filamento debemos colocar el intento para que lo haga, vertiéndolo en las dos bolsas para disponer de la energía para una acción inmediata.


Este pase empieza con un golpe en el piso de la esfera luminosa, con el pie izquierdo.
La pierna izquierda se extiende al máximo al frente, se contrae para que esté en paralelo con la pierna derecha, entonces se golpea con el talón en el piso mientras que la punta del pie se extiende hacia arriba.
Le siguen dos golpes con el talón, uno con la izquierda combinado con salto y el otro con la derecha. Al final de este movimiento la punta de ambos pies se estiran hacia arriba.
Luego baja y las manos empujan con violencia las caderas para preparar la columna y el cuello para un giro agudo que coloca la cabeza a la izquierda.
Ambas manos se mueven ágilmente de la cadera para cubrir el área del hígado, la vesícula, el páncreas y el bazo.

El brazo izquierdo retrocede por completo y se mueve en un amplio círculo del extremo izquierdo al derecho, le da la vuelta al cuerpo y vuelve sobre el páncreas y el bazo, como insertando un cuchillo en su vaina.
Luego el brazo derecho hace lo mismo, dando la vuelta del extremo derecho al izquierdo alrededor del cuerpo colocando la mano otra vez sobre el hígado y la vesícula como guardando un cuchillo.

Los ojos se mantienen fijos en el lado izquierdo, perforando el infinito.
Luego se mueven al frente, de nuevo perforando el infinito.

El brazo izquierdo retrocede como si sostuviera un cuchillo invisible y otro arco se dibuja del extremo izquierdo al frente, devolviendo el cuchillo a su vaina.
El brazo derecho repite el mismo patrón.

Cuando los dos cuchillos invisibles están dentro de sus cubiertas las manos caen a los lados, luego la pierna derecha se extiende al máximo hacia el frente, golpea ligeramente el piso en la esfera luminosa, el pie se contrae de nuevo al nivel de la pierna izquierda, golpea con el talón una vez, luego otra vez combinado con un salto y un golpe con el talón izquierdo.
Las manos se colocan de nuevo sobre las caderas para ayudar al cuello y la espina a una rápida vuelta a la derecha.
El siguiente movimiento es dar un par de pasos como si uno se fuera.

Los videntes creen que la energía dispersada al lado derecho de la esfera luminosa no es de ningún valor para viajar fuera de nuestro filamento.

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viernes, 14 de febrero de 2014

El Cometido del Guerrero

La visión occidental del mundo a partir de la ponderación de los valores materiales sobre los espirituales, el deshumanizado culto a la ciencia y la tecnología, la depredación del planeta y la enajenación del ser humano a favor de las sociedades industriales, comerciales y consumistas, han llevado a la quiebra a la cultura occidental y están haciendo peligrar a la vida en el planeta.
Sin embargo, el espíritu humano no ha muerto y su sabiduría vive resguardada en muchas tradiciones antiguas del mundo, manifestadas y puestas en práctica por mucha gente aún en nuestros días.


El camino del guerrero representa un inconmensurable acervo de conocimientos y prácticas, que no sólo tienen que ver con la alimentación, la medicina, las ciencias y las normas morales y éticas de los grupos humanos que las practican consciente o inconscientemente; Sino de conocimientos muy sofisticados y complejos que tienen que ver con la energía y la fuerza espiritual de los seres humanos y las entidades que les rodean.
Las enseñanzas del camino del guerrero nos presentan la "otra realidad". Nos revelan un pensamiento filosófico complejo y difícil de entender Nos hablan de una antigua concepción de la vida y el mundo que de alguna manera vive en la cotidianidad de nuestro interior y que en el mundo occidental se interpreta como "mágica o surrealista".

El camino del guerrero puede abrirnos nuestra capacidad de percepción, y puede también ser un valioso punto de referencia para entender "al otro", la otra parte de nosotros mismos que hemos negado tercamente. La sabiduría de las enseñanzas del camino del guerrero, pueden servirnos para conocer e interpretar otras formas de entender la vida y el mundo.

Cada guerrero recibe una misión que el poder le encomienda, no importa el resultado de esa misión, porque cuando ésta termine, el guerrero se retirará sin pena ni cuidado de sus resultados. Nada se ha perdido, porque ahí sigue estando el camino para quien tenga el suficiente poder personal para vencer la obsesión y el oscurantismo individualista.
Nada se ha perdido, el conocimiento sigue vivo, vibrante y vigente; acechando el momento oportuno de su revelación exaltante.

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sábado, 25 de enero de 2014

Abriendose Uno Mismo al Intento

Este es un pase mágico básico que se ha alterado de manera mínima para su presentación.
Se le llama “Abriéndose Uno Mismo al Intento”, porque eso es literalmente lo que se logra con este pase.
La idea de los chamanes que vivieron en el antiguo México es que el intento es una fuerza perenne que existe en el universo como la gravedad o el electromagnetismo, y que esta fuerza obedece la solicitud del hombre si se hace con determinación y persistencia.
El humor cognoscitivo de esos chamanes del antiguo México, que parece haber precedido a la revolución agrícola, era buscar ayuda fuera de lo que formaba parte de su sistema cognoscitivo. Para ellos, la única perspectiva posible era ordenar el intento, decirle qué hacer.
Su arte, sin embargo, era expresar sus órdenes con la fuerza apropiada pero sin ninguna arrogancia.
La solicitud al intento en este caso es permitirnos salir de nuestro filamento. Este pase envuelve el movimiento del tronco superior y de los brazos en respiración continua.
Simboliza la incorporación de fuerzas externas haciéndoles el gesto de invitación y tomando la respuesta a través de la respiración.

Comienza con el movimiento del brazo izquierdo al hombro derecho y una rápida inhalación que llenan los pulmones superiores para servir como fuente de energía inmediata.
Es seguida, casi inmediatamente, con un gesto del brazo derecho que se extiende hacia delante, como símbolo de ofrecimiento a las fuerzas circundantes.
Luego una aguda exhalación y el movimiento del brazo izquierdo que usa el derecho como un trampolín para proyectar la energía hacia el infinito.
Observe que el hombro derecho debe ser echado hacia atrás lo más alejado como sea posible. Este es un movimiento que pone el tronco casi de perfil.
El brazo izquierdo es retraído otra vez usando el derecho como un corredor mientras se toma una respiración profunda.
El brazo izquierdo regresa al hombro derecho y desde allí se extiende en arco, manteniendo el hombro tan alejado como sea posible.
El brazo derecho sigue al izquierdo dibujando un arco similar y en esta etapa del pase mágico se termina con los hombros tan extendidos como se pueda y la espalda se arquea para compensar el movimiento delantero de los hombros.

Las palmas miran hacia arriba y los pulgares se retraen hacia el medio de la palma. Entonces se grita la palabra “Intento”.

Se realiza una respiración muy profunda a medida que los brazos se estiran violentamente a los lados hasta que las yemas toquen la caja torácica.
Se realiza una exhalación profunda, ayudada por la rotación de las palmas hacia abajo y empujando con los pulgares en su posición natural.


Los dedos se unen con el meñique separado del resto.

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sábado, 18 de enero de 2014

Postura Corporal y el Bagaje Psico-Emocional

El conjunto de nuestras emociones y pensamientos, de nuestras vivencias personales, sociales y subjetivas nos han configurado y transformado, minuciosamente, en lo que hoy somos. El cuerpo grava y hace suya esa información reinterpretándola a través de gestos, poses, bloqueos, tensiones y modos de actuar, que terminan perpetuando una imagen física, a menudo fruto de una necesidad de protección del individuo, pero siempre adaptativa para el sujeto, su medio y su vivencia personal. El trabajo está en reinterpretar y hacer un aprendizaje con la información que genera malestar corporal para restablecer la armonía y el equilibrio postural.

Un abordaje desde la dimensión psicocorporal de la persona es un instrumento más de entendimiento de la postura humana, el cual nos permite entrar en contacto con nosotros mismos y nuestras tensiones corporales como paso previo a la adquisición de instrumentos que nos faciliten el restablecimiento de nuestro orden interno, nuestro fluir energético y la liberación de los bloqueos existentes.
No menos relevante es la consideración de nuestro entorno, como grupo primario de apoyo, sociedad o cultura, con el cual aprendemos a modificar nuestra manera de presentarnos al mundo según nos convenga, manteniendo patrones de sumisión o de autoridad, de contracción o de extensión a partir de situaciones determinadas. Es de ahí desde dónde podemos hablar de modelaje postural y de sus consecuencias psíquicas.
Atendemos lo corporal como un continuum entre lo interno y lo externo, un ritmo armónico entre el yo y la sociedad en la que vivimos, una correspondencia íntima entre psique y soma.

Cada cual dirige y guía sus propios recursos y posibilidades hacia el sentirse bien y el superarse día a día en el entramado de la vida y en la concreción de nuestra realidad como individuos, disponiendo de su cuerpo y, porque no, de su alma, como sabe y puede, con la satisfacción o frustración, de que va logrando avanzar, o no, un paso más en su evolución personal.
Afortunadamente, no podemos encargarnos de cambiar el mundo, pero si podemos hacer algo positivo por él cambiando esa pequeña parcela de la que somos dueños, es decir, nosotros mismos.


“No hay dualismo de mente y cuerpo, energía y materia o energía y cuerpo sino una estructura unificada de la que proceden los sentimientos, la excitación y la actitud psicológica”
Stanley Keleman

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sábado, 19 de octubre de 2013

Algunas Ventajas de Practicar Tensegridad


La Tensegridad cuenta con un sinfín de ventajas y mejoras para el cuerpo y la salud. Se trata de una práctica suave que contribuye a aumentar la flexibilidad por incremento de la elasticidad muscular. Su práctica es fundamental para prevenir lesiones de músculos y tendones.

La Tensegridad, ejecutada con suavidad y lentitud, hace que el cuerpo se involucre con la mente en forma gradual, para lograr una sensación plácida de bienestar. Determina beneficios, tanto a largo plazo como de manera inmediata. Su práctica favorece la relajación física, elimina la rigidez, la inmovilidad o anquilosamiento muscular, reduce la fatiga y la pesadez, aumentando la sensación de ligereza y contribuyendo a corregir defectos posturales.

Gracias a la Tensegridad podemos conseguir una buena coordinación del cuerpo físico, permitiendo movimientos más amplios y fluidos, aumentando la posibilidad de movimiento de las distintas partes del cuerpo.
Su práctica favorece el desarrollo de la capacidad de percibir en qué lugares del cuerpo se acumula la tensión, se vuelve más fácil liberarse de ella, reduciendo la fatiga muscular y el dolor común en hombros, cuello, espalda, rodillas y muñecas.
Aumenta la propiocepción, o sea, la capacidad para sentir lo que nuestro cuerpo está haciendo y dónde se encuentra en el espacio. Las personas con malas posturas suelen tener una propiocepción escasa, que está vinculada con problemas en las rodillas y en la columna.

Usando la mente, la respiración y los movimientos del cuerpo, la Tensegridad, ayuda a activar la circulación de la energía de los tenndones, a fortalecer los órganos internos, ejercita los huesos, las articulaciones y los músculos, fomenta la relajación y el control del estrés, ayuda a prevenir lesiones ocupacionales y expande la conciencia en todos los niveles.

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