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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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viernes, 8 de marzo de 2024

Serie Larga de Tensegridad Denominada La Postura del Guerrero

Cada uno de nuestros movimientos... es una transición inconsciente de una postura habitualmente automática a otra igualmente automática.

El estilo de los movimientos y las posturas de cada época, cada raza, cada clase, está indisolublemente conectado con formas distintivas de pensamiento y de sentimiento. Y están tan estrechamente unidos que un hombre no puede cambiar ni la forma de su pensamiento ni la forma de su sentimiento sin haber cambiado su muestrario de posturas.

Las formas de pensamiento y de sentimiento pueden ser llamadas posturas de pensamiento y de sentimiento. Cada hombre tiene un número definido de posturas intelectuales y emocionales, al igual que tiene un número definido de posturas en movimiento: y sus posturas móviles, intelectuales y emocionales están todas interconectadas.
Por lo tanto, un hombre nunca puede escapar de su propio repertorio de actitudes intelectuales y emocionales a menos que se cambien las formas del movimiento de sus posturas en el cuerpo.

Un análisis psicológico y el estudio de las funciones psicomotoras, aplicadas de cierta manera, demuestran que cada uno de nuestros movimientos, voluntarios o involuntarios, es una transición inconsciente de una postura automáticamente determinada a otra igualmente automática y precisa. Es una ilusión que nuestros movimientos sean voluntarios, en realidad nuestros movimientos son automáticos.

Nuestros pensamientos y sentimientos son igualmente automáticos. Y el automatismo de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos está definitivamente conectado con el automatismo de nuestros movimientos. Uno no puede ser cambiado sin el otro. Y si, por ejemplo, la atención de un hombre se concentra en cambiar el automatismo del pensamiento, los movimientos acostumbrados, así como las posturas usuales, van a impedir el nuevo modo de pensamiento creando las antiguas asociaciones habituales.



Explicación de los movimientos que componen la serie larga denominada la Postura del Guerrero y que fueron presentadas por primera vez en el Seminario de Pomona CA 1/99

1. Limpiando el Vínculo con el Intento
Primero la izquierda, después la derecha. El dorso de la mano izquierda cepilla el brazo izquierdo extendido, desde el hombro hasta las yemas de los dedos y vuelve hacia arriba, de nuevo hasta el hombro, rozando con las yemas de los dedos. Después vuelve a cepillar con el dorso hasta la mano.

Repetir los mismos movimientos con el brazo derecho extendido.

2. Frotar Vivamente las Palmas de las Manos al nivel del pecho varias veces. Extender la energía generada por el frotamiento hacia atrás desde las cejas, hasta la cima de la cabeza y la parte de atrás del cuello.

Hacer una pausa breve y después sacudir ambas manos vigorosamente desde las muñecas durante varios segundos. Hacer una pausa y sentir el pique en las yemas de los dedos.

Después alzar y agitar el pie izquierdo brevemente. Después el derecho.

3. Realizar "Moliendo Energía con los Pies”.
Pivotando sobre las puntas de los pies de izquierda a derecha, y golpeando el suelo con los talones, acompañando con los brazos. Realice durante varios segundos.

Durante unos segundos y para alcanzar el equilibrio, el cuerpo gira sobre las eminencias metatarsianas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.

Se doblan los brazos a la altura de los codos mientras las manos apuntan hacia fuera y las palmas están enfrentadas. Los brazos se mueven con impulso desde los hombros y los omóplatos. Este movimiento de los brazos, simultaneando con el de las piernas, como al caminar (el brazo derecho se desplaza al mismo tiempo que la pierna izquierda y a la inversa) provoca la total participación de las extremidades y los órganos internos.

Una de las consecuencias físicas de moler energía de esta manera es el aumento de la circulación en los pies, las pantorrillas y los muslos hasta la zona de la entrepierna. A lo largo de los siglos los chamanes lo han utilizado para restablecer la flexibilidad de las extremidades lesionadas por el uso cotidiano.

4. “Activar” – Conectar el Cuerpo
Conectar el cuerpo se trata de un acto singular en el que todos los músculos del cuerpo y, en concreto, el diafragma se contraen durante un instante. Los músculos del estómago y del abdomen se sacuden, lo mismo que los que rodean los hombros y los omóplatos. Los brazos y las piernas se tensan simultáneamente con la misma fuerza, aunque sólo durante un segundo. A medida que se progresa en la ejecución de los movimientos, se aprende a mantener más tiempo esta tensión.

Conectar el cuerpo no tiene nada que ver con el estado de tensión corporal que caracteriza nuestra época. No podemos decir que el cuerpo está conectado cuando la tensión responde a las preocupaciones o al exceso de trabajo y los músculos del cuello están rígidos. Relajar los músculos o alcanzar un estado de serenidad tampoco significa desconectar el cuerpo. Según los chamanes del antiguo México, con los pases mágicos el cuerpo se pone en alerta y se prepara para actuar.

5. Realizar Moliendo energía con tres deslizamientos de los pies
Los pies giran tres veces sobre los talones, repitiendo el movimiento del pase mágico anterior.
Se realiza una pausa fugaz y se vuelve a girar tres veces. Cabe destacar que en este pase mágico, la clave radica en el desplazamiento de los brazos que avanzan y retroceden rápidamente.

El efecto se incrementa si la energía se muele de manera discontinua.

La consecuencia física de este pase mágico consiste en una rápida oleada de energía por si hay que correr, huir del peligro o cualquier otra cosa que exija una intervención veloz.

6. Realizar dos series de tres cuentas de: "Mezclar Energía Golpeando el Suelo con los Talones."
Este pase mágico es similar a caminar sin moverse del sitio. La rodilla sube rápidamente mientras la punta del pie se apoya en el suelo. La otra pierna sustenta el peso del cuerpo. Éste pasa de una a otra, reposa en la pierna que no se mueve y es la otra la que ejecuta el movimiento. Los brazos se mueven igual que en el pase mágico anterior.

La consecución física de este pase mágico es la sensación de bienestar que impregna la zona pélvica después de ejecutar los movimientos. El movimiento de las rodillas y los pies no es continuo. Se interrumpe después de que los talones se posan tres veces en el suelo de manera alterna. La secuencia es la siguiente: izquierda, derecha, izquierda y pausa; derecha, izquierda, derecha y pausa.

7. Recoger energía con las plantas de los pies y hacerla subir por el interior de las piernas.
Las plantas izquierda y derecha ascienden alternativamente por el interior de la pierna contraria y casi la rozan. Es importante arquear un poco las piernas, permaneciendo de pie con las rodillas dobladas.

Con este pase mágico forzamos el ascenso de la energía para el intento por el interior de las piernas, lugar que según los chamanes es la zona de almacenamiento de la memoria cinética. Este pase mágico se emplea para liberar la memoria de los movimientos o facilitar el recuerdo de nuevos movimientos.

8. Elevar energía desde las plantas de los pies
La rodilla izquierda se inclina y se eleva tanto como sea posible hacia el tronco, que está algo inclinado y casi la toca. Los brazos permanecen extendidos y forman una prensa que aferra la planta del pie. Lo ideal sería asir de manera ligera la planta del pie y soltarla instantáneamente.

El pie desciende hasta el suelo mientras, con una enérgica sacudida, los brazos y las manos ponen en juego los músculos pectorales y de los hombros y se elevan a los lados de las piernas hasta la altura del páncreas y el bazo. Se repite el mismo movimiento con el pie derecho, elevando las manos desde el pie hasta la altura del hígado y la vesícula biliar. Los movimientos se ejecutan alternativamente con una pierna y la otra.

La inclinación del tronco permite que la energía de las plantas de los pies se traslade a los dos centros energéticos vitales que rodean el hígado y el páncreas. Este pase mágico contribuye a la consecución de la flexibilidad y alivia problemas digestivos.

9. Agitar energía con las rodillas
Se dobla la rodilla izquierda inclinándola hacia la derecha tanto como se pueda, como dando un rodillazo lateral, mientras el torso y los brazos giran delicadamente hacia el otro lado, también tanto como se pueda.

Se vuelve a colocar la pierna izquierda en posición de pie, ejecutando el mismo movimiento con la rodilla derecha y alternando entre una y otra.

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jueves, 7 de marzo de 2024

El Punto de No-Compasión

Existe un umbral que, una vez franqueado, no permite retiradas. Normalmente, desde el momento en que el espíritu toca la puerta, pasan años antes de que la persona llegue a ese umbral. Sin embargo, en algunas ocasiones se logra llegar a él casi de inmediato.

Un guerrero tiene la obligación de recordar muy claramente cuándo y cómo ha cruzado ese umbral, a fin de fijar en su mente el nuevo estado de su potencial perceptivo. Cruzar ese umbral significa entrar en un mundo nuevo, y no es esencial ser aprendiz de guerrero para llegar a ese umbral; la única diferencia entre el hombre común y corriente y un guerrero, en esos casos, es lo que cada uno pone de relieve.
El guerrero recalca el cruce del umbral y usa ese recuerdo como punto de referencia. El hombre común y corriente recalca el hecho de que se refrena al cruzarlo y de hacer lo posible por olvidarse de haber llegado a él.


Cortar nuestras cadenas es algo maravilloso, pero también algo muy fastidioso porque nadie quiere ser libre. Una vez que nuestras cadenas están rotas, ya no estamos atados a las preocupaciones del mundo cotidiano. Aún estamos en el mundo diario, pero ya no pertenecemos a él. Para pertenecer a él debemos compartir las preocupaciones y los intereses de la gente, y sin cadenas no podemos.
La característica de la gente normal es que compartimos una daga metafórica: la preocupación con nuestro reflejo. Con esa daga nos cortamos y sangramos. La tarea de las cadenas de nuestro reflejo es darnos la idea de que todos sangramos juntos, de que compartimos algo maravilloso: nuestra humanidad. Pero si examináramos lo que nos pasa, descubriríamos que estamos sangrando a solas, que no compartimos nada, y que todo lo que hacemos es jugar con una obra del hombre: nuestro predecible reflejo.

Un guerrero es, en esencia, un ser implacable, de recursos muy fluidos y de gustos y conducta muy refinados; un ser cuya tarea en este mundo es afilar sus aristas cortantes, una de las cuales es la conducta, para que así nadie sospeche de su inexorabilidad.

Todo cuanto hacen los chamanes es consecuencia del movimiento de sus puntos de encaje, y esos movimientos están regidos por la cantidad de energía que tienen a su disposición.
Cuando el punto de encaje se mueve y llega al sitio donde no hay compasión, la posición de la racionalidad y el sentido común se debilitan. La sensación de tener un lado viejo, oscuro y silencioso es una visión de los antecedentes de la razón.
El sitio donde no hay compasión tiene que ver con “el descenso del espíritu”. A fin de revelar los misterios de la percepción a la humanidad, el espíritu elige un momento en el que el ser humano está distraído, con la guardia baja y, sin mostrar piedad alguna, deja que su presencia mueva, por sí misma, el punto de encaje a una determinada posición. Una posición que los chamanes describen como el sitio donde uno pierde la compasión o el sitio donde no hay piedad. A partir de ahí, el no tener compasión se convierte en el primer principio del camino del guerrero.

El verdadero enemigo y la fuente de la miseria humana es la compasión por sí mismo. Sin cierto grado de compasión por sí mismo, la humanidad, no podría existir. Sin embargo, una vez que esa compasión se emplea, desarrolla su propio impulso y se transforma en importancia personal.
La importancia personal es la fuerza generada por la imagen de sí. Es esa fuerza la que mantiene el punto de encaje fijo en donde está en el presente. Por ese motivo, todo cuanto hacen los chamanes está dirigido a destronar la importancia personal.
El espíritu al mover nuestro punto de encaje, alejándolo de su posición habitual, nos hace alcanzar un estado de ser que sólo podríamos llamar “el punto de no tener compasión”.

Los chamanes saben, gracias a su experiencia práctica, que en cuanto se mueve el punto de encaje se derrumba la importancia personal, porque sin la posición habitual del punto de encaje, la imagen de sí pierde su enfoque. Sin ese intenso enfoque se extingue la compasión por sí mismo y con ella la importancia personal, ya que la importancia personal es sólo la compasión por sí mismo disfrazada.
La posición habitual y la imagen de sí obligan al punto de encaje a armar un mundo de falsa compasión, pero de crueldad y egoísmo muy reales. En ese mundo, los únicos sentimientos verdaderos son los que convienen a quien los tiene.
Para los chamanes, el no tener compasión no es ser cruel. El no tener compasión es la cordura, lo opuesto a la compasión por sí mismo y la importancia personal.

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sábado, 24 de febrero de 2024

Dispersando la Angustia

La angustia es una energía que se acumula en el pecho en un conjunto de fibras luminosas y que se percibe como una presión que en ocasiones llega a dificultar hasta la propia respiración.
La angustia es la marca del hombre moderno, como signo de su ensimismamiento y autorreflexión sin fin. La angustia es producto de la vanidad.
Los chamanes dicen que el hombre se contempla hasta que ya no puede ver más, sólo se preocupa de sí mismo, hasta que llega el momento en que no ve nada.
El hombre moderno se contempla tanto que elimina todo lo demás, preocupándose constantemente solo por sí mismo.


La angustia que siente un guerrero es debido al descenso del espíritu y el movimiento continuado del punto de encaje. Cualquier descenso del espíritu es como morir. Todo en nosotros se desconecta, y después vuelve a conectarse a una fuente de mucha mayor potencia. La amplificación de energía se siente como una angustia mortífera.
Cuando esto ocurre solo nos queda esperar. Ese estallido de conciencia pasa. Lo peligroso es no saber lo que nos está sucediendo. Una vez que lo sabemos no hay peligro.

Este Pase Mágico ha sido diseñado para dispersar la angustia hasta su completa eliminación. Se compone de varias partes.

Preparación: Frotar manos rápidamente.
Todos estos movimientos se deben hacer con una fuerza de impacto en el cuerpo energético, que produce un movimiento vibratorio, proveniente del estómago y no del músculo que es muy lento.
Estos movimientos permiten la sincronía del músculo y tendón en conjunción con el intento y la intención, sólo con esta combinación se impacta al cuerpo de energía.

1. Rodillas ligeramente dobladas y separar todos los dedos como tocando un piano, con las palmas hacia abajo y frente al estómago, mover cada vez más rápido.

2. Juntar los dedos, cerrando el pulgar y con tensión se extienden hacia afuera, como sacando algo y abriendo con mucha fuerza. Sólo se mueven las muñecas, no involucrar los codos.

3. Palmas hacia arriba, se cierran y abren los puños sin mover los brazos, sólo las muñecas de las manos, se abren y se cierran con tensión. La sensación es de agarrar algo más que de soltar.

4. Palmas hacia arriba, juntar los dedos con el pulgar protegido, abrir y cerrar manos, con las muñecas, tensando todo el brazo y pectorales.

5. Círculo hacia atrás exhalando, y exhalar al frente sin hacer tanta presión (lento).

6. Se curva un poco la espalda al bajar cruzando las manos se flexionan las rodillas y con fuerza se levantan los brazos a los lados y hacia afuera, como una defensa de dos golpes por detrás. Se inhala abajo y se exhala al expandir brazos a los lados.

7. El tronco gira hacia el lado izquierdo como un robot, haciendo presión con la mano derecha, semiflexionada, torcer lo más posible el tronco haciendo espirales, como dando cuerda, relajar tomando un pequeño vuelo y golpear al lado contrario fuertemente como si se soltase una liga, que se detiene con el brazo en defensa exactamente al lado del cuerpo (Repetir 3 o 5 veces de cada lado).

8. Impactando el cuerpo de energía: (Látigo)
En este movimiento la energía que se trabaja no tiene nada que ver con el músculo, debe salir de un impacto en el ombligo, y en el general al cuerpo de energía, se sacude la cadera como látigo, este movimiento abre y cierra la energía.

- Se inicia abriendo la energía con palmas hacia arriba, a la altura del ombligo, primer impacto, exhalando en cada impacto y haciendo gran presión en el momento en que para.
- 2do. Impacto a la altura del pecho: palmas abajo, los brazos tensos, pulgar junto, tensar brazo hasta muñeca, pero mano relajada.
- 3er. Impacto: palmas arriba y lejos.
- 4to. Impacto: palmas abajo y cerca del ombligo.

(Hacer a este ritmo las veces que se quiera y terminar cerrando la energía con palmas abajo).
Nota: El torso latiguea cada vez que se impacta el abdomen, pero de una manera natural, ya que la base fundamental de este ejercicio son los impactos.

9.- Inhalar al centro y alzando rodilla, cruzando un poco la pierna que sube flexionada y cruzar manos al frente como de defensa o de equilibrio.

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domingo, 18 de febrero de 2024

Susurros Básicos del Nagual acerca de la Segunda Atención y el Centro de Decisiones

Los cambios son difíciles y ocurren muy despacio; a veces una persona tarda años en convencerse de la necesidad de cambiar.

Existen poderes en la Tierra que guían a los hombres, los animales y todo lo que vive. Guían nuestra vida y nuestra muerte.
Aceptamos la responsabilidad de estar en este mundo impenetrable? La gente dice: "Hago lo que puedo", cuando en realidad no saben lo que pueden hacer, porque antes de llegar a ningún sitio, ya han abandonado. La razón inconsciente de este comportamiento, tiene que ver con la creencia de tener mucho tiempo. Esto conduce, inevitablemente, a la postergación; la cual debilita nuestra energía vital con una cantidad enorme de deseos frustrados.
La gente que vive feliz es aquella que tiene mucho cuidado con la naturaleza de sus actos. Cuando una persona pone su atención en el hecho de no tener tiempo y deja que sus actos fluyan de acuerdo con eso. Cuando sus actos se convierten en su última batalla sobre la Tierra, sólo bajo tales circunstancias tendrán sus actos el poder que les corresponde. De otro modo serán, mientras viva, los actos de una persona tímida. La timidez le hace a uno agarrarse a algo que sólo existe en sus pensamientos. Le apacigua mientras todo está en calma, pero luego el mundo de pavor y misterio se abre, y entonces se da cuenta de que sus caminos seguros, nada tenían de seguros. La timidez nos impide examinar y aprovechar nuestra suerte como hombres.

El centro de decisiones se ubica en el cuerpo humano en un área específica entre las glándulas tiroides y timo. El centro de decisiones se encuentra prácticamente sin energía en el ser humano, debido a que ésta es apartada de este centro, en épocas muy tempranas de su existencia. Debido al absorbente estallido de la conciencia que se experimenta en el momento del nacimiento, nuestra atención queda fijada con los detalles de la percepción, interpretada por nuestro encéfalo. A partir de aquí, comienza la aventura de la vida y la amnesia de la totalidad de nuestra conciencia; al ser fijada, nuestra atención, en sostener el mundo de todos los días, la parte consciente y racional de nuestra mente: (la primera atención). Sostener la primera atención, el mundo de todos los días, requiere de nosotros el uso constante de la totalidad de nuestra energía. No obstante, el cuerpo humano necesita, cada día, entrar en contacto obligado, con esa otra parte de la conciencia misma y que se halla oculta bajo el estruendoso ruido de la primera atención. Así entramos cada noche en el estado de sueño.

Desde que la especie humana recuerde, siempre se han empleado métodos, unos naturales y otros no, para permitir el acceso y descifrar los misterios de la segunda atención: la parte inconsciente de nuestra mente. Los pases mágicos permiten la acción inmediata en los actos cotidianos de la persona y sin una participación volitiva de su parte y reportándole, así mismo, los beneficios que siempre ha deseado. De esta manera se consigue eliminar la participación activa de la mente racional y sus interpretaciones absurdas de un mundo previsible y controlado.

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sábado, 17 de febrero de 2024

El Acto de Estar Vivo como una Cuestión de Cognición

El cuerpo energético es la contraparte del cuerpo físico; una configuración etérea hecha de pura energía. La diferencia energética con el cuerpo físico es que la energía del cuerpo energético tiene únicamente apariencia, pero no masa. Siendo pura energía, el cuerpo energético puede llevar a cabo actos que van más allá de las posibilidades del cuerpo físico.

Ensoñar es el arte de templar el cuerpo energético, de hacerlo coherente y flexible, ejercitándolo gradualmente. Por medio del ensueño, condensamos el cuerpo energético, hasta llegar a hacerlo una unidad capaz de percibir. A pesar de que la manera normal de percibir el mundo afecta al cuerpo energético, su modo de percibir es independiente. Tiene su propia esfera.
Esa esfera es energía. El cuerpo energético trata con la energía en términos de energía. Existen tres formas en las que trata con la energía. Puede percibir la energía a medida que ésta fluye; puede usarla para propulsarse dentro de áreas insondables; o puede percibir como percibimos normalmente el mundo.

Percibir la energía a medida que ésta fluye quiere decir “ver”. Quiere decir que el cuerpo energético “ve” energía directamente como una luz, o como una especie de corriente vibratoria, o como un disturbio borroso. O la siente directamente como una sacudida, o una sensación que hasta puede ser dolorosa.
Puesto que su esfera es la energía, el cuerpo energético no tiene ningún problema en usar corrientes de energía que existen en el universo para propulsarse a sí mismo. Todo lo que tiene que hacer es aislarlas y, al instante, se lo llevan.

Llegar a la primera compuerta del ensueño, de una manera calculada y con control, es llegar al cuerpo energético. Pero mantener ese cálculo y control es básicamente un asunto de tener energía. Un guerrero obtiene esa energía organizando de una manera ingeniosa, la energía natural que posee y utiliza para percibir el mundo cotidiano.

Todos tenemos una cantidad determinada de energía básica. Esa cantidad es nuestro total acervo energético y lo usamos todo para percibir y tratar con nuestro absorbente mundo. No hay más energía disponible para nosotros en ningún lugar, y como la energía de la cual disponemos está ya siendo utilizada en su totalidad, no nos queda ni un ápice para percepciones extraordinarias como el ensueño; por lo tanto, solo nos queda la tarea de rebuscar energía donde se pueda.
Para rebuscar energía, un guerrero reorganiza ingeniosamente la distribución de su energía básica, descartando cualquier cosa que considere superflua en su vida. A este método se le llama “El Camino del Guerrero”.

El Camino del Guerrero es, esencialmente, una cadena de conducta alternativa que se puede usar para tratar con el mundo diario; una conducta mucho más directa y eficiente que la conducta usual. Es más eficiente porque está expresamente diseñada para renovar nuestra energía, alterando nuestras reacciones básicas al hecho de estar vivos.
Hay dos maneras de encarar el hecho de estar vivos. Una es rindiéndose a él, ya sea resignándose a sus demandas o peleando contra ellas. La otra es moldeando lo particular de nuestra situación vital, a fin de hacerla encajar en nuestras propias configuraciones. Cada uno de nosotros puede moldearla a la medida de nuestras especificaciones. Eso hacen los ensoñadores. ¿Una aseveración estrafalaria? Realmente no, si tomamos en consideración lo poco que sabemos acerca de nosotros.
Nuestro interés debería ser involucrarnos completamente en el tema de la vida y el tema de estar vivos; es decir, la vida como consecuencia de fuerzas biológicas, y el acto de estar vivo, como una cuestión de cognición.

Cuando un guerrero habla de moldear lo particular de su situación vital, quiere decir moldear la conciencia de estar vivo. Al moldear esta conciencia, podemos obtener suficiente energía para llegar al cuerpo energético y sostenerlo. Con el cuerpo energético, sin lugar a dudas, podemos moldear la dirección y las consecuencias totales de nuestras vidas.

Estos conceptos no son solo para pensar en ellos, sino que por medio de la repetición, convertirlos en una forma factible de vida.
Todo lo nuevo en nuestra vida, tal como los conceptos del Camino del Guerrero, debe ser repetido hasta el agotamiento si se quiere incorporarlo a nuestra cognición del mundo. La manera en que nuestros progenitores nos socializaron para funcionar en el mundo cotidiano fue a través de la repetición.

La atención de ensueño entra en juego cuando se le llama, cuando se le da un propósito. Pero este acto de entrar en juego no ocurre de la manera en que uno entiende un proceso: un sistema de operaciones en curso, o una serie de acciones o funciones que llevan a un resultado final; más bien es un despertar: algo que estaba inactivo se convierte de repente en algo funcional.

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lunes, 12 de febrero de 2024

Una Incursión en los Beneficios de la Recapitulación

La Recapitulación es el tema más importante en nuestro proceso de desarrollo y es una herramienta muy valiosa para nuestro bienestar. La Recapitulación tiene que ver con las prácticas de recogimiento interior y de contemplación.
Practicar la recapitulación es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos.

La adecuada práctica de la recapitulación es un instrumento ampliamente recomendado para manejar y aliviar los efectos del estrés en nuestro organismo.
La práctica milenaria de la recapitulación tiene un gran potencial para generar cambios importantes en la estructura física del cerebro y hasta puede disminuir la atrofia (encogimiento cerebral) generado por la edad.

Los practicantes que llevan varios años recapitulando tienen más lucidez mental, y su pensamiento es más rápido y preciso. Las zonas que se activan con la práctica de la recapitulación son específicamente: el hipocampo y áreas de la corteza orbito frontal, el tálamo, y el giro temporal inferior. Estas áreas del cerebro juegan un importante papel en la llamada regulación de las emociones. Las personas que practican la recapitulación desarrollan una habilidad especial para cultivar emociones positivas, mantener una buena concentración, tener en el tiempo una buena estabilidad emocional y tener un comportamiento consciente.
Existen pues diferencias en la anatomía y las conexiones entre las distintas regiones del cerebro que explican estas habilidades y lucidez mental a través de los años.

Quienes realizan la recapitulación de sus vidas tienen además conexiones más fuertes dentro del cerebro y muestran menos deterioro y atrofia cerebral relacionados con la edad. En resumen podemos decir que la práctica de la recapitulación tiene no solo un beneficio en las funciones cognoscitivas de orden superior, sino que también es capaz de modificar la actividad y el tamaño de nuestro cerebro.

Vamos a resaltar algunos de los beneficios validados de la recapitulación:
- Disminuye el estrés (ayuda al equilibrio endocrino/ inmunológico)
- Reduce notoriamente síntomas asociados a la depresión, trastornos de ansiedad, dolor crónico
- Mejora el insomnio
- Incrementa la habilidad de “prestar atención”
- Mejora la calidad de vida
- Mejora la neuroplasticidad cerebral
- Al mejorar la conexión entre lóbulos temporal y parietal se mejora la toma de perspectivas y se incrementa la compasión y la empatía.
- Mejora la memoria
- Mejora las estrategias de afrontamiento frente al estrés

Así pues, podemos ver la recapitulación como una práctica saludable, económica y personal que sin duda aporta beneficios de diversa índole a quienes la practican con regularidad.
Así como resulta oportuno ejercitar nuestro cuerpo para mantenernos saludables, flexibles y tonificados, sería conveniente entrenar nuestra mente (mediante la recapitulación de nuestra vida) para mejorar nuestro funcionamiento cerebral, regular nuestras emociones, vivir en forma consciente, cultivar emociones positivas y prevenir el deterioro cognoscitivo entre otras cosas.

Cómo Hacer una Lista de Recapitulación

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domingo, 11 de febrero de 2024

El Propósito de la Existencia

La sensibilidad que brota del camino del guerrero está profundamente vinculada con la Tierra. Ese Ser majestuoso y exquisito es la suma de todo lo que somos. La Tierra es un mundo desconocido e inagotable, un mundo hermoso, atroz, sobrecogedor, terrible, exuberante. Un mundo para seres beligerantes que no se sienten víctimas de nada, seres en pie de guerra que no necesitan que los salven o los rediman y que están bien y quieren estar mejor. Es un mundo lleno de misterios que nos insta a luchar y no desfallecer, un mundo donde la victimización carece de sentido. Esto es, tal vez, lo que más le agradezco al camino del guerrero: haber elegido que la Tierra es mi ser amado y que acrecentar la conciencia que tengo de ella es el propósito de mi existencia.

No necesito ningún dios, ningún amo, ningún volador que me haga sentir “espiritual” o “chamán”. Me basta con la Tierra, con sus seres y sus elementos, en los que reconozco a mis aliados naturales. Y aunque muriera en este preciso momento, mi corazón estaría lleno de agradecimiento por haber tenido la extraordinaria suerte de vivir en este maravilloso mundo.


Pero si la instalación foránea prevalece y los esfuerzos por erradicarla continúan siendo esfuerzos individuales en una lógica del sálvese quien pueda, no va a haber lugar para la criatura de mar, para la criatura de tierra, para el bosque, el coyote o la lagartija. Van a ser recuerdos, mitos. En cuestión de décadas, sólo habrá humanos en sus “humaneros”. Monocultivos de humanos alienados que se sienten por encima del manantial, la lombriz o la secoya, interesados en colonizar otros planetas para llevar a ellos a sus amos.

Durante dos millones de años de ocupación foránea, nuestros amos han intervenido nuestra filogenia, auspiciando aquellas orientaciones culturales que hoy culminan con una civilización alienada que amenaza con destruir el mundo en el que coexistimos. Porque no es que la razón humana se haya levantado desde el lodo del mundo primitivo. Esa famosa “razón” no es más que el despliegue del intelecto bajo el dominio de los voladores, lo que nos ha llevado a comportarnos como una especie colonizadora extraterrestre que socava la Tierra y esclaviza a sus seres vivientes.
¿Cómo es que en todo ese tiempo la humanidad no ha sido capaz de combatir semejante dominio? Conozco a muchos que durante largo tiempo sostuvieron el intento de encontrar sus manos en un sueño y despertar en él. ¿Cómo es que no se nos ha dicho que es posible hacer lo mismo con el volador, hasta verlo en nuestro ensueño y saber a qué atenernos? ¿A qué tanto temor y suspicacia? ¿Quién se podría molestar si sumamos esfuerzos para ahuyentar a este parásito?

La idea oscurantista de que los misterios insondables de la conciencia no pueden ser explicados ha servido para reafirmar la supremacía de la razón alienada en el orden de los asuntos prácticos de la humanidad.

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domingo, 15 de octubre de 2023

Despertar de la Conciencia

La gente nace, crece, se reproduce, envejece y muere con la conciencia dormida, y nunca sabe de dónde viene ni cuál es el objetivo de su propia existencia; lo más grave es que todos creen estar despiertos.
Andamos por las calles con la conciencia dormida. Estamos en la casa, en el trabajo, en el taller, en la oficina, etc., con la conciencia profundamente dormida. Manejamos el automóvil y vamos a las fábricas con la conciencia completamente dormida.

Muchas personas, por ejemplo, se preocupan por saber muchas cosas esotéricas, pero nunca se preocupan por despertar la conciencia. Si la gente se hiciera el propósito de despertar aquí y ahora, de inmediato podrían conocer todo aquello que para ellos son enigmas; y por eso es que existe el escepticismo, porque el escéptico es ignorante, su conciencia está dormida.

El ser humano dormido en presencia de una copa de licor termina borracho. Cuando el ser humano dormido se encuentra en presencia del sexo opuesto, termina fornicando. El dormido se identifica con todo cuanto le rodea y se olvida de sí mismo.

Llegue uno a donde llegue, a cualquier estancia, ande por las calles a pie o en coche, recorra lugares de día o de noche, esté donde esté, sea en su trabajo o en el taller, donde sea, tiene que estarse recordando así mismo. En presencia de cualquier objeto hermoso, de cualquier vitrina donde se exhiban cosas muy hermosas, joyas muy preciosas, etc., no tiene que olvidarse de sí mismo. No identificarse con nada de todo aquello que lo fascine o le guste.

División de la Atención en Tres Partes
Sujeto – Objeto - Lugar

Si uno se acostumbra a vivir siempre con la atención dividida en esas tres partes; Sujeto, Objeto y Lugar, si se acostumbra a hacerlo diariamente y en todo momento, de instante en instante, entonces ese hábito se graba profundamente en la mente y en el estado de sueño, al estar dormidos, podemos vernos haciendo el ejercicio lo mismo que lo hacemos en el estado de vigilia, este es el resultado de despertar de la conciencia. Muchas veces soñamos justo con lo que hemos vivido durante el día, le pasa a todo el mundo. Es claro que lo que se hace en el día, afecta a lo que soñamos por la noche.

Atención en el Sujeto: El entrenamiento consiste en poner el foco de atención en nosotros mismos. Poniendo atención no solo a todo lo que hacemos con el cuerpo físico, movimientos, etc., sino también observar los propios pensamientos, sentimientos, emociones, deducciones, juicios, apetencias, temores, anhelos, etc., etc., etc. y otras tantas cosas. Ser uno mismo significa no olvidarse de quién eres ni un solo instante.

Atención en los Objetos: Observar todas las cosas. Observar cada cosa que te rodea en detalle. Observar de esta manera nos abre todo un mundo diferente y nuevo de percibir nuestro entorno. Se trata de mirar con conciencia (a conciencia).
Si, por ejemplo, estás leyendo un libro debería observar no solo el libro, la textura de las páginas, tipo de letra en que está escrito, etc., sino de otras cosas u objetos que te rodean, como dónde estás sentado, etc., cómo es la habitación y así sucesivamente. Cuantos más elementos puedas agregar a tu inventario de observación, mejor vas a ampliar tu despertar de la conciencia.
No olvides que cualquier detalle, por insignificante que sea, debe ser motivo como para hacer la experimentación. Todo debe ser estudiado detenidamente y también es interesante preguntarte ti mismo: ¿qué cosas hay aquí?

Atención al Lugar: Hemos de abandonar el hábito de vivir de manera inconsciente. Cuando llegamos a tal o cual lugar, debemos observar todo detalladamente, muy minuciosamente y preguntarte a ti mismo: ¿Por qué estoy aquí en este lugar? Y, observar el lugar, el techo o las paredes, o el espacio que te rodea. Observó el piso o el sitio, arriba, abajo, a los lados, detrás de ti y hacia adelante.
Es cuestión, pues, de hacer la práctica durante el día, a todas horas, en todo momento, para lograr incorporarla a nuestro hábito y poco a poco conseguir el despertar la conciencia.

En cierta ocasión le preguntaron a Buda: "¿Quién es un Hombre Santo?"
Buda respondió: "Cada hora se divide en cierto número de segundos, y cada segundo en cierto número de fracciones. El santo es en realidad aquel que es capaz de estar totalmente presente en cada fracción de segundo".

El mañana no es real. La única realidad es el presente.

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lunes, 9 de octubre de 2023

Afrontar los Dos Lados de la Conciencia

La solidez aparente del yo, que nos fuerza a desarrollar una manera de comprender el mundo, de ser y de comportarnos de una determinada manera, puede llegar a derrumbarse voluntariamente.

El "no-hacer" se refiere a todo lo que no está incluido en el inventario que nos han impuesto desde el momento mismo del nacimiento.
Al ocuparnos de cualquier artículo de nuestro inventario impuesto, nos dedicamos al "hacer"; todo lo que no forma parte de ese inventario es "no-hacer".

Adoptar una postura que contradiga los puntos de vista consensuales del orden social establecido, no es fácil. Se ha de elegir a favor del yo energético, de la libertad y de la conciencia de tu ser total.
Somos vulnerables porque nos sentimos extraviadamente importantes.

Todos tenemos unos tremendos recursos ocultos y una conexión viva con el Poder que está más allá de nuestra imaginación más descabellada, pero la mayoría de la gente elige ignorar la magia escondida de nuestra propia existencia.
Nuestro mayor error es que nos negamos con firmeza a tratar con nosotros mismos como seres luminosos con un potencial ilimitado.
Nos tomamos demasiado en serio, nos quedamos enganchados a la razón y no nos liberamos.
Nuestro engaño es, darle la espalda al Universo misterioso con el fin de entregarnos a las limitaciones estériles de nuestro propio auto-reflejo.

Las prácticas que permiten el silencio mental se denominan “no-hacer” y se corresponden con ciertas acciones específicas ajenas a la descripción del mundo que conocemos.

El “hacer” es fruto del pensar y permite que todo siga como hasta el momento. La base de todo “hacer” es que, después de realizarlo, todo sigue como antes, aunque nuestro estado interno sea más relajado y comprensivo.

Nuestra mirada solo percibe un mundo condicionado por conceptos preexistentes, repetido continuamente por nuestro diálogo interno que nos dice como son y cómo han de seguir siendo las cosas.
El diálogo interno actúa como un guardián, sacando a la superficie todo lo rechazado, lo que aun no hemos resuelto y nuestros deseos y necesidades más profundas.

Pensar y hacer son los pilares que se esconden detrás de la violencia, el odio, el egoísmo, el temor… Nos repetimos continuamente como creemos que es el mundo, nos comportamos en consecuencia y terminamos creyendo que el mundo ha sido y siempre será así.
Si el flujo que sostiene la argamasa de este mundo se detiene (si el diálogo mental cesa), el mundo se derrumba en un solo instante, como si jamás hubiera existido algo semejante. De golpe, nuestro cuerpo está hecho de luz; nuestra conciencia está abierta a canales telepáticos y a inteligencias desconocidas; las leyes que regulan nuestro movimiento y comprensión se focalizan en el vientre y no en la cabeza; nuestros sentidos ya no están limitados a una estrecha gama de percepciones auditivas o visuales, sino que somos capaces de percibir con todo el cuerpo y en una banda extensísima del espectro sensorial; las dependencias sociales y familiares han desaparecido y nos vivenciamos como seres libres y eternos, que han jugado por un instante a vivir encerrados en una carcasa con apariencia humana...

Los “no-hacer” entran en franco conflicto con los “hacer” ordinarios, hasta detener la descripción de lo conocido y abrir la puerta que nos conduce a otra realidad, donde podremos afrontar la conciencia del otro yo. Lo más fascinante del “no-hacer” es que comienza, como cualquier “hacer”, en la “primera atención”; pero, si se realiza sistemáticamente, dispone de la suficiente potencialidad para empujarnos al “otro lado de la realidad”. Y, una vez allí, aun nos queda la enorme tarea de integrar los dos lados de la conciencia: el ventrículo del lado derecho del cerebro (Nagual), y el ventrículo del lado izquierdo del cerebro (Tonal), para alcanzar finalmente la Totalidad de Uno Mismo.

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sábado, 1 de octubre de 2022

Perder la Forma Humana

Un estado de desprendimiento y desapego en relación con todo lo que consideramos la "realidad" del mundo en que vivimos y de todo lo que lo conforma es lo que un hombre de conocimiento llama perder la forma humana.

Lo más sorprendente de este estado, al que llamamos "perder la forma humana", es que llega de golpe, llega en un momento determinado sin pre aviso, como un don que nos es dado y nos sumergimos en una especie de sentimiento desconocido e inexplicable que nos envuelve completamente.

Cuando llega ese momento, el mundo deja de tener la uerza coercitiva que tenía anteriormente. Para la gente normal, el mundo les obliga a actuar de una manera determinada, ya que ejerce una inluencia en sus vidas de la que no pueden escapar. Para un guerrero, el mundo es una percepción y él es quien percibe; por tanto, de él depende el significado que le dé en un sentido o en cualquier otro. No es solo cultural o de educación, ya que involucrarse en la percepción del mundo, se puede actuar sobre él y hacer el intento de cambiarlo.

Cambiar la interpretación de la percepción, se logra el cambio deseado de una manera sutil y a la vez dramática cambiando el significado y el propósito del mundo y éste deja de ser fijo, estéril, interminable e incompleto, tal y como lo percibe la gente normalmente.

"Perder la forma humana" es un cambio corporal en el nivel del campo de energía del ser humano y no significa simplemente una transformación espiritual. Se trata de una evolución psíquica, fisiológica y biológica en la manera como nosotros podríamos entender un cambio total, y todo ello conlleva a un cambio en la energía de ese ser humano, al que los chamanes llaman guerreros.

El campo de energía que conocíamos como tal o cual persona se transforma en un guerrero, el apremio es tan poderoso que es capaz de impulsar el cambio orgánico y la transformación que se produce es total, no existe la represión y al mismo tiempo no existe el control. Un guerrero se relaciona con el mundo a través del personaje que es de su invención, para él el mundo no tiene ningún interés salvo para ser un medio de conseguir romper cualquier vínculo que lo ate al mundo, esa es la paradoja del camino del guerrero y el único modo de cruzar ese puente es a través del personaje que ha creado y del que ha borrado su historia personal.

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sábado, 26 de octubre de 2019

Significado de Cruzar las Líneas Paralelas en la Totalidad de Uno Mismo

Estar en la conciencia del lado izquierdo es una ventaja solo cuando se acelera nuestra comprensión. Es una desventaja porque nos permite enfocar con inconcebible lucidez sólo una cosa a la vez, y esto nos vuelve vulnerables. No se puede actuar independientemente mientras se está en la conciencia del lado izquierdo; uno tiene que ser ayudado por guerreros que han obtenido la totalidad de sí mismos y saben cómo desempeñarse en ese estado. Lo que necesita un guerrero para entrar plenamente en el otro yo es abandonar el intento de la primera atención.

El paso de un yo al otro no tiene características físicas. El tiempo, no es algo que se mide con los movimientos del reloj. El tiempo es la esencia de la atención; las emanaciones del Águila están compuestas de tiempo, y, propiamente hablando, cuando uno entra en cualquier aspecto del otro yo, uno empieza a familiarizarse con el tiempo.
La rueda del tiempo es como un estado de conciencia acrecentada del otro yo, así como la conciencia del lado izquierdo es el estado de conciencia acrecentada del yo de todos los días. La rueda del tiempo podría describirse físicamente como un túnel de largo infinito, un túnel con surcos reflectores. Cada surco es infinito, y hay cantidades infinitas de ellos. Las criaturas vivientes están obligadas, por la fuerza de la vida, a contemplar compulsivamente uno de esos surcos. Contemplarlo significa ser atrapado por él, vivir ese surco.
Lo que los guerreros llaman voluntad pertenece a la rueda del tiempo. Es algo semejante a un tentáculo intangible que todos nosotros poseemos. El designio final de un guerrero consiste en aprender a concentrarlo en la rueda del tiempo con el fin de hacerla girar. Un guerrero que han logrado hacer girar la rueda del tiempo puede contemplar, cualquier surco y extraer de él lo que desee. Ser atrapado compulsivamente en cualquier surco del tiempo implica ver las imágenes de ese surco conforme se alejan. Ser libre de la fuerza fascinante de esos surcos significa que uno puede ver en cualquier dirección, ya sea cuando las imágenes se alejan o cuando se aproximan.

Un guerrero no tiene vida propia. A partir del momento en que comprende la naturaleza de la conciencia, deja de ser persona y la condición humana ya no forma parte de su visión. Solo debe dar lo mejor de sí mismo y aceptar su destino. El reto de un guerrero consiste en llegar a un equilibrio muy sutil de fuerzas positivas y negativas. Este reto no quiere decir que un guerrero deba luchar por tener todo bajo su control, sino que debe luchar por enfrentar cualquier situación concebible, lo esperado y lo inesperado, con igual eficiencia. Ser perfecto en circunstancias perfectas es ser un guerrero de papel. Para un guerrero, la excitación de quedarse es igual a la excitación del viaje. Ambos son lo mismo, porque los dos entrañan el cumplimiento de un cargo sagrado.

Se requiere una enormidad de fuerza para abandonar el intento de la vida de todos los días. Un guerrero debe evocar el intento. En la mirada está el secreto. Los ojos convocan el intento. La razón por la que el ver parece ser visual es porque necesitamos los ojos para enfocar el intento.
Estar en el lado izquierdo implica que lo inmediato toma primacía. En el lado izquierdo no hay lugar para las lágrimas, un guerrero no puede llorar, y la única expresión de angustia es un estremecimiento que viene desde las profundidades mismas del universo. Es como si una de las emanaciones del Águila fuese la angustia. El estremecimiento del guerrero es infinito.
El acto de recordar es absolutamente incomprensible. En realidad se trata del acto de acordarse de uno mismo, que no cesa cuando el guerrero recupera la memoria de las acciones llevadas a cabo en la conciencia del lado izquierdo, sino que prosigue hasta recuperar cada uno de los recuerdos que el cuerpo luminoso ha almacenado desde el momento de nacer. Las acciones sistemáticas que los guerreros llevan a cabo en estados de conciencia acrecentada son un recurso para permitir que el otro yo se revele en términos de recuerdos. Este acto de recordar, aunque parece estar asociado solamente con los guerreros, es algo que pertenece a cualquier ser humano; cada uno puede ir directamente a los recuerdos de su luminosidad con resultados insondables.

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sábado, 12 de octubre de 2019

Complejidad del Ensoñar - Parte 2

En el ensueño se tienen que desear los movimientos, porque no se trata de un asunto de contraer los músculos para levantarse. Cuando un guerrero logra hacer una concavidad en la luminosidad significa que ha movido un punto distante de su cascarón luminoso más cerca de su cuerpo físico, y por tanto, más cercano al control. A partir del momento en que el cuerpo aprende a hacer esa concavidad, es más fácil entrar en el ensueño. Es una muestra de sentirse en reposo, seguro, adormilado, suspendido sin el sentido del tacto, y al mismo tiempo completamente despierto, consciente de todo.
Aprender a cómo moverse en el ensueño comienza con fijar la atención en el punto medio del cuerpo. Ese punto suele hallarse debajo del borde inferior del ombligo. Hay que intentar barrer el suelo con él. La intención es percibir la acción de barrer el suelo con el punto medio del cuerpo, mientras se sigue despierto. Estar en la conciencia del lado izquierdo es una ventaja suficiente para cumplir bien con el ejercicio.

Los seres humanos tenemos un excelente centro de percepción en el exterior de las pantorrillas, y si la piel de esa área es puesta en calma y masajeada, el alcance de nuestra percepción aumenta de maneras imposibles de concebir racionalmente.
Al ensoñar, la conciencia del lado derecho y la del lado izquierdo se envuelven juntas. Ambas llegan a descansar hechas un solo montón en la concavidad de la segunda atención. Para ensoñar, uno necesita manejar tanto el cuerpo luminoso como el cuerpo físico. Primero, el centro de la segunda atención en el cascarón luminoso es forzado a ser accesible: o alguien lo empuja desde afuera, o el ensoñador lo succiona desde adentro. Segundo, para dislocar la primera atención, los centros del cuerpo físico localizados en el punto medio del cuerpo y en las pantorrillas, especialmente la derecha, tienen que ser estimulados y colocados lo más cerca posible el uno del otro hasta que parezcan unirse. Esto se logra colocando al muslo derecho contra el pecho. Después tiene lugar la sensación de ser enrollado y automáticamente la segunda atención toma el control.

La sensación de ser enrollado y colocado dentro de la concavidad de la segunda atención es el resultado de haber fusionado la conciencia del lado derecho y la del lado izquierdo hasta formar una sola, en la cual el orden de preponderancia había sido cambiado y el lado izquierdo tenía la supremacía. Es preciso agudizar la atención lo suficientemente como para presenciar el movimiento opuesto, esto es, las dos atenciones nuevamente convirtiéndose en lo que normalmente son, con el lado derecho llevando las riendas.
Primero que nada un guerrero tiene que perfeccionar su control a fin de poder moverse a voluntad. Hay que seguir cierto orden, y es una inútil y estúpida maniobra el impacientarse y agitarse como si se tratara con el mundo de la vida diaria. Impacientarse era correcto sólo en la primera atención; la segunda atención es la calma misma. Para moverme en el ensueño hay que intentar moverse desde un nivel muy profundo. En otras palabras, hay que estar absolutamente convencido de querer moverse, o quizá sería más exacto decir que se tiene que estar convencido de la necesidad de moverse.

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viernes, 11 de octubre de 2019

Complejidad del Ensoñar - Parte 1

A un guerrero se le deben dar serias razones antes de que pueda aventurarse sin peligro en lo desconocido. Una guerrera no está sujeta a esto y puede entrar en ello sin ningún titubeo, siempre y cuando tengan confianza total en quien las guía.
El requisito previo de entrada a cualquiera de las fases de la atención es poseer el impulso viviente, porque sin él un guerrero no puede tener dirección ni propósito. Al morir, nuestra conciencia también entra en la tercera atención, pero sólo por un instante, como una acción catártica, justo antes de que el Águila la devore.

Si se va a ensoñar dentro de una casa, lo mejor es hacerlo en la oscuridad total, estando uno acostado o sentado en una cama estrecha, o, mejor aún, sentado dentro de una cuna con forma de ataúd. En el campo abierto, el ensueño debe hacerse en la protección de una caverna, en las áreas arenosas de manantiales secos, o sentado con la espalda contra una roca en las montañas: jamás en el suelo plano de un valle, ni junto a ríos o lagos o el mar, ya que las zonas planas; al igual que el agua, eran antitéticas a la segunda atención; y la manera más segura de acceder a la segunda atención es a través de actos rituales: cantos monótonos e intrincados movimientos repetitivos.
Un ensoñador debe partir desde un punto de color; la luz intensa o las completas tinieblas son inútiles para un ensoñador en su asalto inicial. Colores como el púrpura, el verde claro o el amarillo profundo son excelentes puntos de arranque. Una vez que se logra entrar en el color, el guerrero habrá congregado su segunda atención permanentemente, si es capaz de estar consciente de las sensaciones físicas que experimenta al entrar en el color.

En el ensueño hay que dejar al cuerpo hacer todo lo que sea necesario y no pensar en dirigirlo o controlarlo. La segunda atención pertenece al cuerpo luminoso, así como la primera atención pertenece al cuerpo físico. El punto donde la segunda atención se localiza está situado aproximadamente a un metro de distancia enfrente de la parte media del cuerpo, justo entre el estómago y el ombligo, y a quince centímetros a la derecha.
Es conveniente poner las manos en ese punto y masajearlo moviendo los dedos de las dos manos, exactamente como si se estuviera tocando un arpa. Si se persiste en este ejercicio, tarde o temprano se termina por sentir que los dedos pasan por algo tan denso como el agua, para finalmente sentir el cascarón luminoso.

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sábado, 20 de julio de 2019

Ladrones del Espiritu

Cuando un guerrero se desprende del cadáver que hay en él, sólo entonces puede decir: ahora el sueño se ha alejado de mí para siempre. Entonces se habrá cumplido el suceso en que los hombres no pueden creer -porque, engañados por sus sentidos, no comprenden que materia y fuerza son la misma cosa- y la maravilla de que, incluso si te entierran, no habrá cadáver en tu ataúd. Solo entonces, un guerrero, puede diferenciar lo que es realidad de lo que es apariencia. Solo entonces encontrará a aquél que ha emprendido el camino antes que él. Todos los demás son sombras.

Hasta allí no sabes si eres la criatura más feliz o la más desgraciada. Pero no temas nada. Ni uno de los que han tomado el sendero de la vigilia, aunque se haya extraviado, ha sido nunca abandonado por sus guías.
Quiero darte una señal por la que podrás reconocer si una aparición es realidad o sólo imagen: si se acerca a ti, si tu conciencia se turba, si las cosas del mundo exterior son vagas o desaparecen, desconfía. ¡Mantente en guardia! La aparición no es más que una parte de ti mismo. Si no la comprendes, es sólo un espectro, sin consistencia, un ladrón que consume una parte de tu vida.

Los ladrones que roban la fuerza del espíritu son peores que los ladrones del mundo. Te atraen como fuegos fatuos al pantano de una esperanza engañosa, para dejarte solo en las tinieblas y desaparecer para siempre.
No te dejes cegar por ningún milagro que parezca realizado en tu favor, por ningún nombre sagrado que te den, por ninguna profecía que formulen, aunque ésta se cumpla; son tus enemigos mortales, arrojados del infierno de tu propio cuerpo, y con los cuales luchas por el dominio.
Has de saber que las fuerzas maravillosas que poseen son las tuyas propias desviadas por ellos para mantenerte en la esclavitud. No pueden vivir fuera de tu vida, pero, si los vences, se hundirán y se convertirán en instrumentos mudos y dóciles que podrás emplear según tus necesidades.

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jueves, 18 de julio de 2019

Despertar Lo Es Todo

La llave que nos hará dueños de la naturaleza interior se llama: Acechar.
Acechar lo es todo. El hombre está firmemente convencido de que está despierto; pero, en realidad, está preso en una red de sueño y de sueños que ha tejido él mismo. Cuanto más se aprieta la red, mejor impera el sueño. Los que están sujetos por sus defensas son los durmientes que caminan por la vida como rebaños de ganado llevados al matadero, indiferentes y sin pensar.

Los soñadores sólo ven, a través de las redes, un mundo detenido, no perciben más que aberturas engañosas, obran en consecuencia y no saben que estos cuadros son simplemente los restos insensatos de un todo enorme. Estos soñadores no son, como tal vez tú crees, los fantasiosos y los poetas: son los trabajadores, los “sin-paz” del mundo, los que están roídos por la locura de producir. Se parecen a los torpes escarabajos laboriosos que suben a lo largo de un tubo liso para hundirse en él en cuanto han llegado arriba. Dicen que están despiertos, pero lo que creen que es vida no es en realidad más que un sueño, determinado anticipadamente hasta en sus menores detalles y sustraído a la influencia de su voluntad.

Ha habido y hay todavía algunos hombres que sabían que soñaban, pioneros que avanzaron hasta las murallas detrás de las cuales se ocultaba el yo eternamente despierto. Pero que no poseían las armas necesarias para el asalto de la fortaleza, y su llamada a combate no despertó a los durmientes. Despertar lo es todo. El primer paso hacia este fin es tan sencillo que un niño puede darlo. Solo el que tiene el espíritu falseado ha olvidado cómo se anda y permanece paralizado sobre sus dos pies, porque no quiere prescindir de las muletas que ha heredado de sus predecesores.

¡Acecha en todo lo que hagas! No te creas ya despierto, porque tú duermes y solo sueñas que estás despierto.
Reúne todas tus fuerzas y haz por un instante resplandecer en todo tu cuerpo este sentimiento: ¡ahora, estoy despierto!
Si esto te da resultado, reconocerás en seguida que el estado en que te encontrabas te parece ahora un embotamiento y un sueño.

Éste es el primer paso vacilante del largo, larguísimo viaje que conduce de la servidumbre al poder.
Avanza de esta manera, de despertar en despertar.
No existe idea atormentadora que no puedas rechazar de esta manera. Se queda atrás y ya no puede alcanzarte. Te extiendes por encima de ella, como la copa de un árbol se eleva sobre las ramas secas.
El dolor se aleja de ti como las hojas muertas cuando este despertar se apodera igualmente de tu cuerpo.

Tienes que subir uno tras otro los peldaños del despertar, si quieres vencer a la muerte.
En este camino del despertar, el primer enemigo que encontrarás será tu propio cuerpo. Lucharás contigo hasta la llegada de la primera estrella de la mañana. Pero si percibes el día del despertar eterno que te aleja de los sonámbulos que creen ser hombres y que ignoran que son dioses dormidos, entonces el sueño de tu cuerpo desaparecerá también y dominarás el Universo.

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sábado, 8 de diciembre de 2018

Volverse Consciente

Tenemos muchas cosas ya establecidas, como los hábitos, los modos usuales de pensar, las asociaciones, las defensas y muchas otras cosas. De modo que nuestras acciones no son todas controladas por influencias externas y por las que tengamos una respuesta natural. Muchas cosas son el resultado de influencias primordiales.

Nuestro poder de elección sólo empieza cuando comenzamos a comprender nuestra situación, nuestra forma automática de actuar, y cuando comenzamos a luchar por algo más. Para eso hay posibilidades. Pero este es un modo diferente de vivir: o determinismo o libertad. Algunas cosas están en nuestro poder si sabemos cómo cambiarlas o cómo hacerlas girar. Sólo que debemos saberlo. Todo es relativo.

La inconsciencia es la forma o el nivel de nuestro ser. Uno empieza a despertar cuando comienza a seguir las directrices del camino del guerrero, si se le muestra el modo, pero estar despierto indica el nivel del ser mismo. De modo que toda esta lucha con las emociones negativas, tratando de detener las acciones desgastantes de energía, tratando de recordarse, todo esto conduce al despertar, pero un guerrero no podrá despertar antes de despertar.

Cuando el hombre corriente trata de volverse consciente, ve que no puede. Al tratar de volverse consciente, todo el trabajo del guerrero es suyo propio. Sólo en este camino se dice claramente que no se puede "hacer" nada. Todos los demás empiezan con "hacer" en un sentido u otro, pues dicen: haga esto o haga aquello.

En el camino del guerrero uno ha de empezar en las condiciones de la vida corriente; no es necesario acudir a una escuela cerrada ni a un monasterio. Debido a eso, es particularmente necesario entender, primero de todo, que uno no puede "hacer" nada, y que lo único que uno puede empezar a "hacer" es tratar de recordarse: entender una cosa y practicar la otra.

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sábado, 29 de septiembre de 2018

La Maravillosa Aventura de Vivir

El Camino del Guerrero es un compendio de actividades prácticas que sitúan a la persona en una posición inmejorable para enfrentar de manera óptima los desafíos que se le presentan en su vida cotidiana. Este mejoramiento se consigue mediante la recuperación de capacidades innatas que toda persona lleva dentro de sí, pero que han sido ocultadas por la represión, la educación y los condicionamientos culturales desde el momento del nacimiento.

El Camino del Guerrero nos permite descubrir, no solo la forma de dejar de lado el alineamiento al que parece estar condenado el ser humano moderno, sino también la manera de obtener el impulso y el coraje necesarios para sorprendernos con la maravilla que es la aventura de estar vivos en un mundo en constante cambio, y crear las condiciones necesarias para vivir nuestras vidas de una manera plena y altamente satisfactoria.

Aprender a “ver” y rastrear la energía, fluyendo en la dirección que nos muestra para estar en armonía con la vida, es una de las consecuencias que nos otorga el Camino del Guerrero. Un guerrero salta los muros en lugar de golpearse contra ellos. Este es el espíritu de guerrero que ahora nos impregna y que reconocemos como propio, porque desde siempre ha estado en el interior de nuestros corazones y ahora nos permitimos sentirlo y dejar que sea él quien tome las riendas de nuestros actos.

Mediante trabajos específicos de “darse cuenta”, “no-hacer”, “acecho” y “recapitulación”, el Camino del Guerrero permite ampliar la visión que tenemos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, lo cual conlleva desarrollar la confianza como seres humanos, pero no la confianza del hombre común, sino la confianza del guerrero; llegando a la humildad que implica ser impecable en los propios actos y sentimientos.

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lunes, 27 de agosto de 2018

Una Historia de Guerreros

¿Sabes una cosa?
Alguien me decía una vez... "es más fácil dar amor que recibirlo".

Somos brujos. Somos guerreros. Esa es la transformación. La que estamos llevando a cabo.
¡Qué largo el camino que nos ha traído hasta aquí! y, ¿Qué maravillas nos esperan?

Quiero compartir contigo una cosa. Tengo zumbando la "razón" en mi cabeza, ya sabes, el diálogo interno ese maldito. Fuerte!!! martilleando mi sentido del oído. La "ip" me dice una cosa y, eso que me dice, me lleva a morir. Conecto contigo y se hace claro en el atardecer.
Una vez más ando fluctuando entre el bien y el mal, buscando soluciones para el futuro hurgando en el pasado.

Quiero la paz en mi corazón. Hoy leía una cosa en "las enseñanzas de don Juan", se refería a cómo ir a la guerra. "bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza".
¡¡¡Qué impecabilidad!!!

Cuando se va a la guerra con rabia, rencor, deseos de venganza, juicio y condenación, la pérdida siempre ocurre; esta es mi recapitulación. La importancia personal en estado puro.
Me quedo con lo siguiente para ir a la guerra y quiero trabajar en ello.

1º Ir bien despierto.
¡Qué bonito! Cuántas cosas significan ir "bien despierto"...

2º Con miedo.
El miedo primitivo. El miedo se huele. El miedo es interesante analizarlo. Ocurre antes que la rabia. La rabia es consecuencia de la ferocidad. En el altercado que tuve el otro día ´"veía", realmente, la escena desde algo que surgía de la parte posterior de mi cuello para alzarse por encima de mi cabeza. Mi vida estaba siendo amenazada y no lo reconocía con mi mente consciente, sin embargo, algo surgió desde esa parte para "salvarme". Quizá sean las vidas del gato. No me quedan demasiadas, he quemado varias. La verdad es que debilita mucho. Soy demasiado temerario y hace que me exponga innecesariamente.

3º Con respeto.
¡Qué bueno! Nunca se menosprecia nada. Cuando menospreciamos al rival nos menospreciamos a nosotros mismos. El respeto es a la muerte ante la vida.

4º Con absoluta confianza.
¿Qué decir sobre esto?

Te estoy contando una historia de guerreros que van a la guerra cada día, a cada instante y tienen que quitarse el sudor de la frente. El lado izquierdo transmuta el derecho y evolucionamos, aunque sea a golpes, que es como suele ser.

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lunes, 8 de enero de 2018

El Control de la Instalación Foránea

La condición de un guerrero es librarse de la persona que cree ser, de no identificarse con ella. Un guerrero sólo puede estar en el estado de conciencia de sí, y cada paso en el camino en esa dirección significa esfuerzo. Nada puede ocurrir por sí mismo. Si cambiamos nuestro ser, las cosas serán diferentes, pero en este estado nada puede ser diferente.

La instalación foránea realmente no se adapta. Adaptarse en el sentido corriente significa, más o menos, una acción controlada. La instalación foránea reacciona de modo diferente, según lo que es, pero no puede adaptarse. Y necesariamente no torna más cómodas las cosas, no se puede confiar en ella. Se debe entender que no se puede tener el mínimo control de la instalación foránea. Cuando empezamos a verla, comprendemos que lo controla todo y que nada puede controlarla. Un guerrero debe separar en él lo que puede controlar y lo que no puede controlar. Lo que no puede controlar pertenece a la instalación foránea, y lo que puede controlar pertenece a su ser real.

Primero, se deben conocer todos sus rasgos, y luego debe pensar correctamente, antes de intentar destronar a la instalación foránea. Cuando se piensa correctamente, hallarás modos de tratarla. No debes justificarla; ella vive de la justificación, e incluso de la glorificación, de todos sus rasgos. En cada momento de nuestra vida, incluso en los momentos tranquilos, estamos siempre justificándola, considerándola legítima y encontrándole todas las excusas posibles; eso es pensamiento equivocado.

Al empezar a acechar la instalación foránea, empezamos a ver cada vez más las rutinas. Paralelamente con la comprensión de nuestras rutinas, hacemos el intento de cómo salir de ellas por medio de la creación de algo que no sea automático. ¿Cómo podemos hacerlo? Primero, debemos pensar sobre lo que queremos, separar lo importante de lo no importante. Acecharse a uno mismo, el deseo de conocer las propias debilidades y seguir las premisas del camino, la lucha por ser conscientes, no son actos mecánicos; de eso podemos estar seguros. Y si miramos desde este punto de vista, veremos en nosotros muchas cosas imaginarias. Estas cosas imaginarias pertenecen a la instalación foránea: las emociones imaginarias, los intereses imaginarios, las ideas imaginarias sobre nosotros mismos. Debemos comprender cuánto estamos en poder de la instalación foránea y de cosas inventadas por ella, que no tienen existencia real. Hay que aprender a separar en nosotros aquello de lo que realmente depende nuestra vida, de aquello de lo que no depende. Eso puede servir como comienzo. Conocernos mejor nos ayudará a despertar.

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miércoles, 2 de agosto de 2017

Estados de Conciencia Acrecentada

El acrecentamiento de conciencia es lo que nos hace pensar cada vez más relativamente. El pensamiento relativo, radica en ver la parte en relación con el todo y no ver tan solo la parte aislada. Una mente estrecha, con unos pocos juicios fijos y adquiridos, tendrá una vida desdichada debido a que siempre juzga desde una pequeña parte, algún detalle adquirido por su Importancia Personal. Cuando nos damos cuenta de nuestra total nulidad, cuando percibimos mediante un prolongado, imparcial y sincero acecho, que en realidad nada sabemos y no somos en absoluto lo que imaginamos ser, es cuando se produce en nosotros un acrecentamiento de la conciencia. Pero esta comprensión no puede ser alcanzada por uno mismo —de otro modo es autocompasión y emoción negativa. Esta comprensión es otorgada en destellos─. Es, de hecho, cercana a la emoción positiva, la que, como es sabido, es solo concebida como recompensa y es algo que nadie puede crear en sí mismo. Nunca una emoción positiva puede ser una recompensa. Lo que denominamos una emoción "positiva" está al servicio activo de una emoción negativa de tal modo que en la vida inconsciente el amor y el odio son casi siempre indistinguibles. Pero una emoción positiva carece de opuesto y nunca puede convertirse en aversión. En un estado acrecentado no hay opuestos. Cuanto más difícil y despreciable es una persona, tanto más opuestos tendrá —observación que se aplica a todos, en especial a aquellos que se imaginan, a causa de un retrato de sí mismos estar llenos de amorosa bondad, pero si se les golpea sagazmente, se convierten en demonios de aborrecimiento, desdén, venganza y todo lo demás.

Todo crecimiento de la comprensión significa un crecimiento del doble y un crecimiento de la conciencia. Después de trabajar sobre uno mismo durante mucho tiempo se advertirá muy gradualmente que la comprensión se vuelve cada vez más amplia. Y recapitulando, se verá que lo que antes se creía observación de uno mismo, en realidad no lo era.

Uno se da cuenta, sin buscarlo, que estaba tratando con cosas inservibles, y se empieza a percibir lo que significa la forma humana con su montón de defensas, de orgullo, vanidad, actitud fija, falsos retratos, mentiras, valores adquiridos y todo lo demás, a los que se consideraba en realidad como la verdad, y se lo ignoraba y no se podía hablar ni mencionarlo, porque de haberlo hecho habría sido mal interpretado por la insignificante importancia personal.

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